❝Capítulo 34: ¿Yo te gusto?❞
—Así que... La chica que mencionaste semanas atrás, ¿ella en verdad existe o cómo es el asunto? —quise encontrar las palabras adecuadas para explicarme, y terminé por dar un poco de vueltas, pero por lo visto fui bastante asertiva desde mi punto de vista.
—Explicarlo es algo complicado, pero sí existe —tras unos segundos de duda respondió. Se notaba algo tenso, pero no en exceso—. Se llama Sunyoung —su respuesta no sonó del todo segura, cosa que delataba que su nerviosismo iba en aumento.
Y el mío también.
—Entonces la chica realmente existe —repetí, más para mí que para él—. Mira, sé que has sido muy sincero hasta el momento, pero quiero que ahora lo seas totalmente, Jimin —Mis manos comenzaron a sudar. Se lo iba a preguntar, después de tantas dudas, altos y bajos, lo iba a hacer—. Tal vez te parezca una pregunta tonta, o... algo sin sentido, pero... ¿yo te gusto? —fui finalmente directo al grano.
Había hecho la pregunta a aquella duda que me carcomía por dentro los últimos días. Necesitaba obtener una respuesta para poder estar más tranquila, y había podido articular las palabras suficientes para que él escuchara lo que pasaba por mi cabeza.
Él me miró con una pizca de temor en sus ojos, con verdadera intranquilidad filtrándose en lo que podía apreciar de sus facciones. Esperé pacientemente su repuesta (aunque ser paciente en ese momento me pareció algo casi imposible). Finalmente, tras unos segundos inquietantes en silencio, su respuesta llegó.
—Sí.
Y aún cuando su repuesta fue positiva, desvió su mirada para no verme a los ojos. El corazón me comenzó a latir con mayor rapidez y de forma nerviosa pasé las palmas de mis manos por mis muslos.
—¿Qué pasó con la chica?, ¿dónde está ella?, ¿aún se ven? —admito que fui un poco —muy—, exagerada con tantas preguntas, una tras otra sin dejar espacio para que respondiera. Y aunque mi idea no era esa, la inquietud también me terminó por invadir.
—En este punto preferiría mentirte y no contarte todo lo que que ocurrió, pero realmente sería muy jodido de mi parte. Y tengo miedo de cómo vas a reaccionar. En serio estoy que me cago de tan solo pensar que todo se va a ir a la mierda. Pero... —al igual que yo pasó sus palmas por su muslos, solo que más frustrado. Lo que decía me estaba preocupando—. Ya me cansé de mentir, y la verdad es que... me gustaba una chica, pero pasaron cosas, conocí a otra, quien es Sunyoung, e incluso me acosté con ella —mi rostro fue de genuina sorpresa. Podía esperar cualquier respuesta menos esa. Me sentí... Me sentí tan perpleja y anonadada—. Yo quería decírtelo, pe-pero no había encontrado el momento adecua...
—¿Todo eso pasó antes de que me pidieras el favor? —le interrumpí. Sus ojos no me observaron, estaba avergonzado y de la misma forma parecía que acababa de cometer un pecado mortal—. Dime, Jimin, ¿estuviste todo este tiempo mintiéndome? —soné dolida y verdaderamente afectada. No lo pude evitar, simplemente escapó de mis labios.
Su rostro mostró cierto indicio de molestia. Y nuevamente me volvió a mirar a los ojos, aunque dolido como si yo hubiera sido la que estuvo mintiendo todo el tiempo. Sus manos tomaron las mías entre las suyas, pero molesta por la revelación, lo aparté con rapidez.
—No te miento al decir que me gustas, tampoco sobre la existencia de esas chicas... Al comienzo debo admitir que no pensé mucho en si me gustabas e imaginé que eran solo enredos míos, así que quise estar con alguien. Pero después de que te pedí el favor y terminaste aceptando, me comencé a interesar por ti siendo totalmente consiente —llevó sus manos a su regazo otra vez, y las dejó descansar ahí.
Me levanté de golpe, sintiendo mi corazón cada vez bombear con más rapidez, pero debido a la molestia que me estaba invadiendo. Mi rostro estaba rojo, y en gran parte era gracias a la rabia.
—¿Si ya habías perdido tu virginidad para qué me lo pediste? —intenté calmarme a pesar de tener unas inmensas ganas de marcharme de allí. Yo quería repuestas y ahí las tenía, no me podía quejar de ello, no obstante, las cosas no estaban yendo como había imaginado— ¿Por qué me lo ocultaste con mentiras y actuaste de esa forma?
—¡Porque me arrepentí de lo que hice! —su voz elevó un tono e igual que yo se puso de pie— Me di cuenta de que sentía algo por ti en ese entonces, pero seguía confundido, y luego me arrepentí de haberlo hecho con alguien más cuando la persona que estaba ocupando mis pensamientos eras tú. Quería tener mi primera vez contigo, pero... las cosas se salieron de control y me di cuenta muy tarde.
Me tomó por los hombros obligándome a que le viera, ni siquiera estaba consciente de cuando había sido yo la que había apartado la mirada.
Su rostro tenía una mueca rara, como si hubiese sido posible que en cualquier momento sus ojos se llenaran de lágrimas y hubiera comenzado a llorar como un niño pequeño. Y yo... Yo sentía el corazón muy apretado.
—Quería olvidar ese incidente y poder estar contigo, porque eres la persona que me gusta —continuó—. Fui un tonto al darme cuenta tarde, lo sé, pero pensé que aún podía solucionar las cosas —su susurro ya no me tranquilizó y me pareció que estaba delante de un extraño. Jimin era mi mejor amigo, pero había hecho las cosas mal. Muy mal.
—¿Por qué tuviste que actuar así? —le reclamé— Si te gustaba y querías estar conmigo... O si tan solo me hubieras dicho la verdad, no sé, tal vez ahora las cosas estarían mejor. Si me hubieras explicado todo desde un principio podríamos haber evitado esta charla —no creí que fuera para tanto como para llorar, pero tenía un molesto nudo en la garganta.
—La segunda chica tenía muchos problemas, se vino a quedar aquí cerca donde unos familiares y se la pasaba todos los días triste. Yo me acerqué a hablarle un día porque estaba llorando, ella me dijo que necesitaba alguien que le transmitiera cariño sincero. Hablamos un par de días y después de conocernos un poco más, la traje a casa, una cosa llevó a otra y nos acostamos... —su explicación estaba haciendo que me sintiera desorientada, perdida co si no estuviera de forma física en el lugar—. Ella se arrepintió después, y yo también lo hice. Los dos tenemos a una persona en nuestro corazón y solo buscamos cariño pasajero y un poco de experiencia.
—Dios... Eso suena tan estúpido —comenté reteniendo las ganas de empujarlo y alejarme de quién me había estado mintiendo en la cara—. Si tanto querías olvidarte de tu primera vez, me pudiste haber dicho toda la verdad y yo hubiera entendido y probablemente igual te hubiera ayudado. Pero sabiendo ahora que me ocultaste tantas cosas y me mentiste aun cuando yo deposité toda mi confianza en ti... Agh, en serio eres un imbécil, Jimin. Yo sé diferenciar las cosas, y los sentimientos y los deseos son cosas totalmente distintas. ¿Era tan difícil confesarte de forma normal como lo hizo Taehyung?
Entre mis emociones mezcladas, me descargué sin pensarlo mucho.
—No te enojes solo conmigo, Soojang. Taehyung también está involucrado en esto.
—¿Perdón? —mis cejas se arquearon ya en un tono de derrota. Eso era lo último que me faltaba. ¿Creía que meter a alguien más podía ser un respaldo válido para que mi molestia con él disminuyera?
—Gran parte de lo que te conté también se lo conté a Taehyung, él sabe todo lo que pasó y se acercó a ti porque se lo pedí. O bueno, eso pensaba, pero luego me dijo que a él también le gustas —me explicó, pero yo ya estaba en un modo de confusión sorprendente como para escucharlo atentamente—. Como yo estaba confundido, le dejé el camino libre para acercarse... No quería hacerte daño, así que pensé que podrías ser feliz un momento con él.
—¿Y aún así te sentías con el derecho de mirarle mal cuando tú mismo se lo llegaste a pedir? —otra vez la rabia regresó a mí, esta vez con más intensidad. Mi mejor amigo me había mentido y también resultaba que estaba involucrando a un amigo. ¿Podía estar más dolida?
—No me gustaba verlos tan juntos. ¿Y si se hacían novios? ¿Qué iba a pasar conmigo y la mísera oportunidad de estar contigo? —me reclamó— Él también sabía lo que teníamos tú y yo, no tuvo que ser tan insistente en acercarte a ti.
—¡Ya te he dicho que no necesito un hombre para ser feliz! Estoy bien estando sola. En serio, es que en serio... Tú y yo solo nos tocamos unas cuantas veces, no teníamos nada más que...
Ni siquiera pude terminar la frase cuando me rodeó con sus brazos, posiblemente ocultando las lágrimas que habían comenzado a brotar de sus ojos. Me quise poner en su lugar y consolarlo como siempre lo había hecho, pero me sentía tan traicionada que solo me pude quedar inmóvil escuchando y sintiendo como su pecho se elevaba producto de los sollozos. ¿Qué debía sentir en ese instante?, ¿cómo debía actuar?, ¿era mi deber consolarlo?
¿Quién iba a consolarme a mí cuando llegara a casa o me sintiera perdida en el camino de regreso?
—En serio... En serio lo lamento. Nunca quise hacerte daño...
—Pero lo hiciste, Jimin —detuvo sus sollozos, escuchando mis palabras—. Me mentiste y yo estuve dispuesta a acostarme contigo para ayudarte pensando en que así estarías más tranquilo —fui yo quien después le tomó por los hombros para alejarlo—. Me importa una mierda que te hayas acostado con ella, o incluso si lo hiciste con alguien más, pero me mentiste y yo creí todo lo que me decías —intentó acariciar mi mejilla, pero negué en un gesto que por lo menos entendió—. Confié en ti, Ji. Me mostré a ti literalmente sin nada. Te mostré una parte que nadie más conoce, compartí mis pensamientos, mis penas, mis problemas, mis inseguridades, te mostré absolutamente todo —y la primera lágrima del día resbaló por mi mejilla—. Nunca había confiado tanto en alguien como en ti, y tú aprovechaste aquello y no te importó engañarme solo para conseguir lo que querías. Si tan mala fue tu primera vez, lo lamento, pero no por ser tu mejor amiga o la persona que te gusta debo ser el trapo que se utiliza y luego se bota.
—Yo no te iba a utilizar, Soojang. Tan solo quería saber que se siente estar con la persona que se quiere —sus palabras solo lograron hacer que más lágrimas cayeran—. Mierda, Soo. No llores más, yo solo quería... Quiero estar contigo. Hacer el amor y después poder abrazarte y consentirte como tanto lo mereces. Fui un imbécil, pero las cosas aún se pueden solucionar, y puedo...
—Deja de hablar, Jimin. Eres un maldito hipócrita diciendo que siempre me ibas a proteger y que pensabas en mi bien —le detuve limpiándome las lágrimas de los ojos—. No porque yo te guste significa que todo va a estar bien y vamos a tener sexo y todo solucionado —ya no quería seguir llorando allí como una tonta, me sentía mal y solo quería terminar de una vez aquella charla—. Esto no es tan fácil y todo se va a solucionar solo porque yo te gusto. Tú... me pudiste llegar a interesar en un punto, lo admito, y soy sincera porque en verdad yo nunca te he mentido, pero ya sabiendo esto, estoy segura de que no quiero estar de esa forma contigo. Lo dejo en claro para que entiendas, no porque sería mi primera vez, porque podría ser hasta la última y pienso lo mismo. Traicionaste mi confianza y eso no se soluciona de un segundo para otro —fui dura, fría y sinceramente no pude sentir nada más que mi garganta doliendo por el nudo que intentaba retener a toda costa. Mis ojos listos como un grifo para poder derramar lágrimas otra vez en cualquier momento.
—Hablemos más, no te vayas así, por favor —me intentó detener cuando me quise dar la vuelta para irme. Su mano derecha tomó mi brazo y me retuvo un momento.
—¿Para seguir escuchando las ganas que aún tienes de tener sexo, o es que también quieres detallar todo lo que pasó aquel día que perdiste tu virginidad, eh? —mi trato hacia el estaba siendo del asco. Y solo me detuve para seguir diciéndole gran parte de lo que sentía. Él solo agachó su cabeza escuchando todo lo que soltaba— Me gustaría un tiempo lejos de ti, creo... Creo que hemos estado juntos por tanto tiempo que llegamos a un punto en donde nos estábamos volviendo muy dependientes del otro. No era del todo malo, pero ya llegamos a esto y no puedo seguir.
—Dime que me vas a perdonar. Lo harás, ¿cierto? No hemos pasado por situaciones similares, pero esto no puedo acabar con muestra amistad, Soo —su mano fue bajando hasta que llegó a sostener mi mano, no le aparté mientras continuó hablando—. Si quieres podemos hacer como que nada de estas últimas semanas pasó. Podemos olvidarlo y estar igual que antes sin problemas de esta forma, si eso es lo que quieres... En serio puedes ignorar lo que siento por ti y hacer como que esta charla no existió. Dejaré mis sentimientos ir y olvidaré cada beso.
—¿En verdad podrás olvidar todo eso?
Estaba segura de que olvidar cada caricia, cada susurro, cada toque y cada beso sería difícil. Por lo menos estando con la situación tan reciente parecía algo imposible de lograr.
Su respuesta a la pregunta que le hice estaba segura que definiría todo. Se lo pensó un buen rato y al final terminó respondiendo.
—No lo creo —y eso era lo que esperaba escuchar.
—Pues finalmente estamos de acuerdo en algo, yo tampoco creo que sea posible olvidar lo que pasó. Ahora si me permites... Quiero irme a mi casa.
Y me soltó la mano, dejándome libre como yo quería. Aunque en mi interior, de alguna forma, aún quería sentir su tibio tacto contra la palma de mi mano o sus brazos rodeándome. Tenía que estar loca por desear aquello aun cuando me había dolido tanto su actuar.
—Supongo que ya no vendrás mucho de visita por aquí —comentó. Su voz se escuchaba más lejana de lo que pensé.
—No lo sé, estoy confundida, ¿todavía puedo seguir llamándote mejor amigo después de esto?
—Seguiré estando para ti cuando me necesites.
—¿Y cuándo no te necesite? —contraataqué. De seguro se había sorprendido un poco por mi pregunta.
Respiró profundamente antes de responder.
—Seguiré estando incluso así, porque los mejores amigos hacen eso...
—En verdad eso lo hacen los tontos. Si alguien te dice que ya no te necesita, no debes seguir arrastrándote. Nunca debes olvidar eso.
Y aunque en verdad no fue una despedida, de alguna forma se sintió como una, tal vez porque la confianza que existía se rompió tan fácilmente como un abrir y cerrar de ojos. Una etapa se estaba yendo sin que fuéramos capaces de verlo al estar sumergidos en nuestras confusas mentes, y todo lo que había pasado las últimas semanas quedaría como un recuerdo para el futuro.
Cuando abandoné la habitación solo pude ver que se había sacado los lentes y se limpiaba los ojos con fuerza, y me dolió verlo así, pero no estaba en condiciones de sostenerme a mí misma, y correr a sus brazos era lo que menos quería. ¿Cómo dejaba ir todo lo que había pasado cuando sentía que me tenía que aferrar a cada lindo momento?
20/01/22
El capítulo original lo escribí como a mediados del 2019 y se siente raro haberlo releído después de tanto. Cambié y edité algunas partes, pero en general se mantuvo con la idea central y ay </3 ha pasado bastante tiempo aunque no lo parezca y me siento nostálgica sksbdk
Creo que parece mucho como un capítulo final, y la verdad es que me gusta como para dar un cierre, así que estoy debatiéndome en si publicar los capítulos que quedan para que vean el "verdadero final", terminarlo aquí y subir solo extras o publicar la segunda parte que tiene la historia original (aunque con esto me tendría que poner a trabajar porque la cancelé y solo tengo como dos capítulos escritos xD)
Gracias por el apoyo a la historia y ya en la siguiente actualización verán lo que decidiré 💪
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