❝Capítulo 25: Si me ayudas a sostenerme❞
Finalmente terminé yendo a casa de Jimin tras su mensaje en el que me avisaba que se había retrasado bastante. Y como yo ya estaba lista para juntarnos, preferí ir hasta su hogar a que quedarme por largos minutos esperando su llegada, sola y aburrida.
¿Había pensado en que podíamos ir a un café o a dar una vuelta? Pues como iban las cosas parecía que ese panorama se estaba alejando más y más.
Así que tras pensarlo un poco, mi idea principal sería obviamente hablar sobre el tema que tanto había rondado en mi cabeza. Aunque se jodió, pues al parecer mi amigo tenía otros planes que yo no tenía del todo contemplados.
Su recibimiento fue grato como siempre y no mostraba indicio alguno de lo que tenía en mente. Nos sentamos en la alfombra de la sala de estar para ver uno que otro programa. Yo aún no encontraba el momento adecuado para hablar y decir todo lo que quería, y de igual forma parecía que la situación no estaba muy a mi favor como para hacer que el tema surgiera y no pareciera algo muy forzado.
Jimin se recostó sobre mis piernas un momento y mientras yo le hacía cariño en su cabello, él se encargaba de dar suaves caricias en mis dedos. Nada realmente notorio, pero su gesto no pasó desapercibido para mí. Era muy dulce, sin embargo, había algo sugestivo en él que no me dejaba concentrarme en la pantalla frente a nosotros. Después de un rato sus dedos se colocaron por entre los míos, formando una especie de danza que dejaba bastante para pensar, a simple vista se podía decir que era algo con intenciones un tanto... raras.
Quise ponerme seria y tener la suficiente fuerza de voluntad como para terminar con todo lo que estábamos haciendo pero, siempre tan curiosa, no hice nada para lograr descubrir hasta qué punto quería llegar mi amigo con sus gestos y acciones.
No podía ver su cara ni tampoco descifrar lo que estaba pasando por su cabeza, pero de algo estaba segura, y eso era que Jimin quería algo y solo hacía aquello para poder entrar a los preliminares antes de poder confesar lo que pasaba por su mente.
Su risa baja se coló por mis oídos, hasta que finalmente se dignó a verme a la cara como tanto lo había estado deseando yo. Sus mejillas estaban un poco coloradas, pero nada en exceso. Una sonrisa un tanto tímida decoraba sus rostro, esta solo se pudo expandir más cuando juguetonamente atrapó mi mano para dirigirla esta vez a su rostro, donde solo se dedicó a refregar su mejilla, como quien busca un poco de cariño.
Sin duda andaba en busca de algo...
—¿Sabes? Últimamente he estado pensando mucho... en algo. Y creo que es tiempo de que te lo comente —En mi interior deseé que él tomara el rumbo que deseaba para que yo pudiera intervenir con mis palabras.
—¿Qué cosa? —indagué un poco. Esperando con todo mi ser que él mismo fuese quién revelara todo lo que yo quería saber.
Que me diga que no le gusto, que quiere terminar todo, que la chica que le gusta le flechó por completo y que ya no puede seguir haciendo todas esas cosas conmigo. O por otro lado... Que me diga que le gusto, que quiere continuar con esto pero no sabe cómo porque hace poco le gustaba alguien y de repente cdmzaba a sentir algo por mí. Aunque bueno, lo segundo esperaba que no lo dijera, pues con tantos años de amistad no tendría idea de que hacer si escuchaba eso provenir desde su boca.
¿Era ya muy tarde para irme de ahí? Tal vez podía mandarle un mensaje a Taehyung diciéndole que quería pasar un poco más de tiempo con él. ¿Pero por qué pensaba en él? Perfectamente podía irme a mi casa sola. No necesitaba recurrir a alguien más.
Toda mi mente quedó en blanco cuando sentí que tocó mi cara con uno de sus dedos.
—¿Conoces el sexo intercrural, también conocido como: "sexo entre los muslos"? —Hubiese esperado cualquier otra pregunta menos aquella. No sé cómo mis ojos no se salieron gracias a la sorpresa que me causó que me haya hecho esa pregunta.
Si bien sabía de qué tratab, no es como si lo hubiera conocido de toda la vida. Había visto un par de vídeos por casualidad, pero nada más que aquello.
—Pues sí —hablé lo más natural posible. Mi mente estaba siendo un caos, pero supe disimularlo—. Trata sobre que uno de los que participa debe colocar su miembro entre los muslos del otro. Aunque depende de quienes sean los participantes, ¿no?
—Me has sorprendido bastante, Soo —su expresión de sopresa fue clara—. Yo apenas lo he descubierto hace poco y tú ya pareces saber bastante sobre ello.
—Solo un poco —aclaré.
—Yo estuve investigando sobre todo lo que trata. Descubrí que es una práctica que antes era muy común —aunque ahora no sé muy bien— entre hombres, para que el pasivo no se sienta llevado a pasar al ser el que tiene que recibir por... ahí, o simplemente para practicar por diversión. Y por lo que vi, creo que es algo bastante más común en Japón, pero no te lo podría asegurar por completo.
—¿Y todo esto viene a..?
Las neuronas se me iban a morir si es que hacía que se esforzaran más de lo sano, y estando con Jimin era muy probable. De mi cabeza iba a terminar saliendo humo por una sobrecarga.
—Solo quería que te sintieras orgullosa de mí al ver que estoy informado pero, si tanto quieres que vaya al punto, te diré a lo que voy —Hizo una pequeña pausa. Y por un momento tuve un pequeño deja vú—. Me gustaría poder intentarlo contigo. Probar algo... que suena interesante y ver qué resulta de ello.
—¿Sabes que el sexo intercrural lo hacen también las personas para mantener su virginidad? Esto sería algo irónico si tomamos en cuenta tu objetivo.
—No lo sabía... pero debe ser algo interesante si no hay penetración. Y no es irónico —me contradijo—, como tú lo has dicho anteriormente, por algo se empieza...
—Estás bien loquito, ¿lo sabías?
Y yo estaba loca por seguir escuchándolo. Tenía que centrarme a lo que iba, no dejarme llevar por su sonrisa bonita y todas sus peticiones.
—Mi mamá me lo dice a veces, pero también dice que eso me hace grandioso.
Solté una pequeña risa gracias a su comentario. Todas las madres (creo yo) quieren ver a sus hijos felices, por mucho que hagan o digan estupideces. La mamá de Jimin era la clara prueba de que el cariño iba más allá de las boberías que se pueden decir.
—Vamos a tu habitación y me lo pensaré un poco.
Y sin objetar tomó el control remoto para apagar la pantalla que estaba frente a nosotros. Yo por mi parte esperaba sacar el tema a tiempo.
***
Fallé de una forma asombrosa. Ni siquiera me creía lo que estaba pasando. ¿Cómo habíamos llegado a eso?
—Por si te lo preguntas, compré condones extra lubricados y un envase de lubricante. También podía optar por un lubricante natural, pero no me llama mucho la atención la clara de huevo o el aceite de almendras, tienen mucho olor y no hace bien.
Jimin sin duda me estaba sorprendiendo mucho, estaba más preparado que yo con todos los tipos de toallas higiénicas antes de que me llegara el periodo. Y ahí estaba yo escuchando sus palabras como si se me pagara por ponerle atención.
—Solo porque te veo entusiasmado lo podríamos intentar. Aunque no prometo del todo terminar con esto.
Sabía que a pesar de cómo íbamos era posible revertir la situación y hacer que se volviera a mi favor. Solo estaba esperando el momento exacto para intervenir y soltar la bomba que acabaría con todas mis dudas. Tenía un pequeño guión en mi mente, y no era tan mala improvisando si es que lo llegaba a necesitar.
—Si te preocupa el hecho de desnudarte, no debes pensar en ello mucho. En todos los videos que vi las personas están con toda la ropa puesta, excepto los pantalones y eso solo porque estaban un poco bajados —eso sonaba como un punto para mí, por lo menos. Era algo menos en lo que estresarme, pero no lo más principal e importante—. Lo más difícil sería encontrar una posición... ¿crees poder estar de pie?
—Si me ayudas a sostenerme puede que resista. En la entrada de tu habitación también está ese pequeño pasillo, si lo hacemos ahí puedo sostenerme mejor.
—Claro que te sostendré, Soojang. Por nada del mundo te dejaría caer, menos estando entre mis brazos.
Y sus palabras me hicieron sentir segura, porque Jimin realmente cumplía lo que decía. Y aunque sonara tonto, dejarme llevar por él no me estaba molestando como en un principio lo había pensado. Después de todo, era atento, cariñoso y me cuidaba en todas las situaciones.
Dudé. Dudé sobre muchas cosas.
—Muy bien ahí, Ji. Te estás ganado unos puntos a tu favor.
—Me alegra saber eso, ¿y sabes qué? Estoy dispuesto a ganarme más de esos puntos.
—Bueno, ya veremos si sigues siendo digno —le molesté—. Por ahora nada está dicho como punto final.
El camino a su habitación siempre era igual, y me alegró saber que de cierta forma seguíamos siendo los mismos incluso después de todas las cosas que habíamos hecho, pero en el fondo... algo de incertidumbre se alojó en mi ser. ¿Qué pasaría con nosotros luego de que todo acabara? ¿Podríamos seguir siendo tan amigos después de tantas vivencias nuevas? Aunque fueramos los mismos, entre nosotros algo había cambiado. ¿Por qué tenía que haber cambiado?
Quise mandar todo a la mierda.
Tantas preocupaciones solo lograban hacer que estuviera más confundida. ¿Y que pasaba si me acostaba con Jimin al final? ¿Acaso eso significaba que estaba jugando con sus sentimientos? Puede que él estuviera igual de confundido que yo y no tuviera nada claro, conociéndolo tan bien podía decir que seguramente era algo posible. Muchos besos y toques podían hacer que la mente dejara de pensar con claridad.
Si cumplíamos nuestro trato y él obtenía lo que quería también estaría libre de culpa, ¿no? Lo habría ayudado y no se podría quejar de mi falta de compromiso por no cumplir con mi palabra. Pero cielos, incluso si era así sentía que sucediera lo que sucediera todo lo que vendría después iría para mal. Lo único que se disfrutaría podría ser el momento, y eso si es que lograba hacer que mi mente no le siguiera dando tantas vueltas al tema.
—¿Y estás lista?
Para ese momento ya creía haber perdido toda la vergüenza que alguna vez me cuerpo habie tenido. Y si tenía que olvidar todo por un momento, lo haría. ¿Por qué? Porque la mente no me daba más y quería pasarla bien en vez de estar estresada imaginando todo lo que podía estar pasando por la cabeza de Jimin. Prefería que me hiciera disfrutar a que me diera dolores de cabeza con frases raras y acciones que me dejaban pensando.
Podía sonar egoísta. Nunca faltaría quien me podría juzgar por actuar de esa forma, pero estar en mi lugar era complejo. Por un lado tenía a mi mejor amigo de toda la vida con el cual me estaba liando y habían sentimientos confusos, y por otro lado tenía a Taehyung con su confesión y gestos coquetos que era un gran potencial para novio y quién despertaba bastante curiosidad en mí.
Y si bien alguna vez había leído que los triángulos amorosos solo se daban de forma sana si era así desde un principio, no creo que nadie eligiera sentirse atraído a propósito. Solo pasaba y ya. Lo único que podía decidir era sobre mi cuerpo y sus acciones hacia él, de ahí en más los sentimientos, sensaciones y pensamientos surgían cuando querían.
Miré a mi amigo, quien esperaba mi respuesta.
—Sí, vamos a ver lo que sucede con este asunto.
21/12/21
Maratón parte 2, 3/3
Y hasta aquí llega este pequeño regalo de varios capítulos. Espero que los hayan disfrutado 🥰
Dudas aquí
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