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❝Capítulo 22: Tu actuar te delata❞

Tras acabar con la mayoría de evaluaciones y salir bien en gran parte de ellos, claro que sin presumir, salimos con los chicos de mi grupo al cine para poder despejarnos y tener un rato de amistad, que además del tiempo que compartíamos estudiando, no venía nada mal el pasar un rato juntos fuera de las aulas, sin profesores y sin tantos compañeros.

Así terminamos Taehyung, Jimin, los dos tortolitos (Hani y Kiyong) y yo sentados en una sala a oscuras, viendo la película de acción más recomendada en la cartelera y del momento. Bromeando y jugueteando como solo nosotros lo hacíamos. No alcanzábamos a molestar a le gente alrededor de nosotros por exceso de ruido, pero era lo suficiente animado como para tenernos a todos con una sonrisa iluminando nuestros rostros.

Gracias a la medicina y el descanso que había tenido los días anteriores ya me sentía mucho mejor, tal vez con uno que otro malestar pasajero, pero no lo suficiente molesto como hacer que mi ánimo y alegría disminuyeran. Además, estar junto a mis amigos me hacía sentir más alegre; me hacía bien. E incluso si me llegaba a sentir algo decaída, lo olvidaba con facilidad entre tanta risa y momentos juntos.

—Oye, ¿me das un poco? —El susurro por parte de Taehyung me tomó desprevenida, logrando que me diera un pequeño susto. Pero cuando caí en cuenta que se refería a los snacks que tenía en mi poder, le di una suave sonrisa.

—Claro que sí. Todos aportamos un poco para poder tener una variedad de cosas, aunque quisiera no te lo podría negar. —Le extendí la comida en su dirección.

Con Taehyung anteriormente habíamos prometido una salida, y si bien no era lo que habíamos planeado, se le notaba bastante feliz. Estábamos sentados uno al lado del otro por lo que también podía contar, de cierta forma. A él se le notaba bastante conforme con poder compartir un poco más.

Me removí un tanto inquieta al darme cuenta de que no solo estábamos con él, sino que Jimin también estaba a mi otro lado, y me lo hizo saber claramente cuando una de sus manos se coló por debajo de mi muslo, apretando y acariciando de una forma para nada... inocente.

Taehyung me miró un tanto raro y confundido por el pequeño chillido que me había tragado, por suerte una escena de acción apareció, siendo lo suficiente entretenida para que él y cualquiera fijara su atención en ella por un par de minutos, a excepción de mí, que me quedé mirando a Jimin por haber hecho tal cosa. Mi mejor amigo, casi indiferente, se hizo el santito mirando hacia la gran pantalla iluminada por explosiones, saltos y quien sabe qué más.

—Otra vez estás haciéndote el gracioso, ¿no? —Disimuladamente me acerqué hasta quedar lo más cerca de su oído. Su mano aún no dejaba de tocarme, por lo que no podía estar tranquila como quería.

—No, solo que es divertido molestarte. Además hace un par de días que no estábamos juntos, así que te extrañé —Cualquiera hubiera pensado que estaba siendo la persona más inocente y sincera del mundo, pero yo lo conocía y no me iba a tragar aquél cuento. No era tan ingenua como para hacerlo.

Había estado enferma y él había desaparecido luego de decir esa extraña frase que me había dejado pensando. ¿Se creía que podía hacer lo que quisiera después de ello?

—Pues no te creo nada de nada. Te conozco, Ji, y déjame decirte que tu actuar te delata solito —Si quería jugar yo también podía, por lo que no me importó parecer una tonta haciendo que "de casualidad" un poco de mi gaseosa se derramara en su pierna derecha— Ah, lo siento. Deja que te limpie un poco.

Taehyung y la parejita se percataron del incidente, pero restándole importancia siguieron prestándole atención a la película. Parecía que los únicos tontos de la sala que habían desperdiciado su dinero en una entrada habíamos sido Jimin y yo. Y solo por un bobo juego con el otro, que él había iniciado, cabe recalcar.

Tomé una de las servilletas que tenía en mi regazo, y la dirigí hacia su pantalón limpiando superficialmente, mientras fingía no ver del todo solo con la intención de acercarme más para ponerlo nervioso. Lo conseguí seguramente, ya que mi amigo nervioso hasta no más poder juntó sus piernas, que se encontraban bastante tensas por lo toque.

—Ya está, si quieres puedes ir al baño para limpiarte más, Jimin —No voy a mentir, y la verdad es que utilicé un tono un tanto sugerente en las palabras empleadas. Quería molestarlo y más cuando su agarre por detrás de mí muslo era tan nervioso como el suyo.

—¿Acaso tú me acompañarías? —Los susurros parecían tener ahora un trasfondo más que el hecho de hablar bajito solo para no ser escuchados. Su voz baja y un tanto ronca tenía un toque único. No alcancé ni a responder cuando él continuó susurrando— ¿Sabes? sería genial que ahora tu mano estuviera un poco más arriba, y que esa boquita tan linda que tienes estuviera haciendo otras cosas además de hablar.

En ese momento descubrí dos cosas. La primera, que me hablaran sucio en ciertas ocasiones no me sentaba tan mal. Y la segunda, que su mano se había movido, sin percatarme, más arriba. Solo un poco más y hubiera conseguido tocar mi centro. Y Dios... Jimin estaba jugando sucio, así no podía ganar lo que parecía ya estaba siendo casi una batalla para ver quién tenía más poder. ¿Y ese poder servía de algo? Ni idea, pero de que alguno lo quería conseguir era así.

—Te pediría que fuéramos al baño para arreglar este asunto, pero sería demasiado sospechoso, Ji —comencé mi contraataque. No podía dejarme dominar tanto por sus palabras, yo sabía que podía tener un efecto también en él, y si era necesario ocuparía todo lo que tenía a mi alcance—. Pero si pudiera, créeme que haría un gran trabajo con esta boquita, y para que decirte con mis manos... Te acariciaría hasta saciarte por completo —Bajé un poco más mi voz, y me aseguré de que el aire que soltaba entre mis labios chocara suavemente contra su oído y parte de su cuello—. Iría de arriba hacia abajo tan lentamente que terminarías pidiendo porque fuera más rápido... igual que cuando estábamos terminando la última vez, ¿lo recuerdas? Te sacaste el condón y te terminaste corriendo de una manera tan caliente, cada vez que lo recuerdo me dan ganas de chupártela otra vez.

Y si aquello no era una victoria de mi parte, no sabía cómo poder llamarlo. Estaba oscuro, pero no lo suficiente como para ocultar del todo la erección que se había formado entre sus piernas solamente por haber dicho aquello. Aunque solo miré de reojo, tampoco podía ser tan obvia.

—Eres un sucio, Jimin —me burlé juguetona—. Por suerte aún le queda un buen rato a la película para que se te baje. Sino, obligado a ir al baño, amigo.

Me acomodé en el asiento, ya ahora más tranquila porque había retirado su mano. Fue un poco decepcionante ver qué me cedió la victoria sin haber luchado del todo, pero a la vez también me era gratificante. Solo alcanzaron a pasar uno cinco minutos cuando volví a sentir su tibio aliento cerca de mi cuello.

—Después de la película ven a mi casa. Quiero la revancha, pero aquí no se puede hacer lo quiero, Soo...

El mes se había ido a la mierda, al igual que todo lo que hace un tiempo creí de nuestra amistad. Estar junto a Jimin era cómodo, gratificante y hasta acogedor. La tensión entre nosotros era más que obvia, sus manos me querían tocar, al igual que yo lo quería hacer con él.

Sabía que hasta ese punto las cosas se habían transformado. Jimin probablemente sentía algo más que amistad hacia mí, y la atracción que yo sentía hacia él no se podía negar tampoco. Detrás de todo el juego que armamos habían ciertas acciones verdaderas. Compartir tantas tardes jugueteando había logrado que fuéramos más cercanos y conociéramos nuevas facetas del otro.

No me importó en su momento ni Taehyung con su trato amable, ni el recuerdo tan gratificante de Yeojoo. Estaba con Jimin, y aunque no me gustara como un interés romántico, había algo en él que me hacía sentir tranquila y segura. Si llegabamos a mantener relaciones, estaba segura de que no me arrepentiría después de haberlo hecho. Me sentía segura de que estar con él era una buena opción.

O eso quise pensar mientras las escenas de la película seguían avanzando, pero mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando del lado contrario pude sentir como la cabeza de Taehyung se apoyaba en mi hombro.

—La peli está buena, pero estoy muerto de sueño por ayudar a mi papá hasta tarde.

Giré mi cabeza en su dirección viendo su rostro iluminado por la luz que provenía de la pantalla. Su cara se vio algo graciosa de mi perspectiva y quise reír, pero evité hacerlo para no incomodar, después de todo me estaba confesando que estaba cansado y si me reía era como burlarme de ello.

—Si quieres puede dormir apoyado en mi hombro, no me molesta.

—¿Y si hago ruido o ronco? No gracias. Creo que prefiero solo descansar un poco los ojos.

—Bien —respondí regresando mi vista hacia el frente. No duré mucho en esa posición cuando sentí que su mano se apoyaba en mi brazo—. ¿Pasa algo?

—No, no pasa nada. Solo que estás cómoda y ahora sí me está dando algo de sueño.

Acaricié su cabeza como si se tratara de un cachorro. Para ser un tipo alto y con facciones algo duras llegaba a parecer un bebé por como estaba actuando. Con él no era precisamente cercana en tacto, pero compartir tanto con Jimin me estaba convirtiendo en una persona más de piel.

—Quédate tranquilo descansando. Por como me llamo Soojang prometo que voy a cuidar tu descanso, aunque te aviso enseguida que no hago magia, por lo que no me hago responsable de explosiones y gritos de gente escapando.

—Comprendo, Soo. Así que no te preocupes. Yo solo seguiré descansando unos cinco minutos por aquí... y luego me concentro otra vez en la pantalla.

Y dicho y hecho, pasados unos cinco minutos su cabeza se retiró de mi hombro y regresó a su posición inicial, aunque antes haciendo un gesto con sus manos que indicaba agradecimiento por haberle dejado que ocupara mi brazo de almohada.

La película estaba interesante y Taehyung lo confirmaba comentándolo cada cierto rato. Jimin me molestaba pinchando mi brazo, pero no podía estar pendiente solo de él si otro amigo también merecía atención, además ya luego íbamos a estar solos, no le iba a pasar algo malo porque no le prestara atención por cinco minutos, aunque por su insistencia parecía que sí era un asunto de vida o muerte.  No me quedó nada más que ignorarlo un poco.

Y al final, como los dos chicos me estaban distrayendo, me perdí un poco sobre lo que iba la película. Por suerte tras esos minutos de entrega de atención, ambos se quedaron tranquilos y pude seguir viendo la película sin ninguna interrupción más que la propia cuando quería comer algún dulce y necesitaba despegar mis ojos de la pantalla solo por dos segundos.

Dar atención sí que podía ser algo difícil. Agradecí que estuviéramos en el cine viendo una película, de otra forma en un lugar diferente hubieran tenido más oportunidades de llamar mi atención para que les hiciera caso. Si eran como dos niños pequeños si se lo proponían.

Por otro lado, la parejita de tortolitos estaba totalmente concentrados. Patevia que habían sido absorbidos por la pantalla, e incluso, me pareció que no pestañeban con tal de no perderse ningún detalle por muy insignificante que llegara a ser. Me dolieron los ojos pensando en la sequedad que podía producirse gracias a la falta de esa acción, pero ninguno parecía afectado en lo más mínimo por tener los ojos tan abiertos, es más, probablemente estaban acostumbrados, ya que para comer snacks ni siquiera veían dónde iban a meter la mano.

Les quedé observando un momento intentando descifrar cómo actuaba una pareja en el cine, pero solo me quedé con las ganas de ver si pasaba algo. A lo más habían rozado sus manos o entrelazado sus dedos. Luego se olvidaban de la existencia del otro por completo y la pantalla volvía a tener toda su atención hasta el punto de que parecía que sus mentes habían abandonado la sala para meterse de lleno en lo que estaba sucediendo frente a nosotros.

La mano de Jimin apareció sobre mi pierna aprovechando que pasaba una escena que transcurría con poca luz, estuve a punto de protestar para decirle que ese jueguito ya me había cansado, pero no fue necesario ya que lo único que hizo fue llevar mi mano hasta su muslo y entrelazó su deseo meñique con el mío por un par de minutos hasta que la luz regresó a los protagonistas de la película.

¿Cómo interpretaba esa acción?

Pensar en lo que pasaba por la mente de Jimin de por sí me confundía, que actuara así solo lograba que terminara sintiéndome en medio de un lugar donde todo era blanco y parecía infinito. Sin respuestas y totalmente perdida, prácticamente buscando a tientas y formulando ideas con la poca información que disponía.

20/12/21

Maratón parte 1, 3/3

Buenooo, por hoy hasta aquí han llegado las actualizaciones seguidas.

¿Con todo lo que ha sucedido, han cambiado de parecer sobre algún personaje? ¿Será que Jimin es tierno por naturaleza o tendrá algún otro motivo..?

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