—¿Y a ti que te sucede? Has estado muy raro hoy, y no creas que no me di cuenta de tu mal humor, eres muy malo ocultando lo que sientes, y aún peor respondiéndole a Taehyung. En serio le debes una disculpa por haberle tratado tan mal. —Dejé mi mochila en el mueble en donde estábamos sentados, y observé a Jimin, esperando una respuesta de su parte.

—A mí no me pasa nada —respondió un tanto molesto, se notaba que algo le incomodaba—. La que debería decir algo con respecto a Taehyung eres tú. Diciéndome que estabas con tus padres cuando te vi perfectamente con él saliendo del restaurante de su papá...

—¿A qué te refieres? —contradije, molestándome por su actitud.

—Los dos sabemos que no eres para nada tonta. Sabes a lo que me refiero. Ayer a la hora de comer estabas con él. ¿Por qué me mentiste? Si te ibas a juntar con él me lo podías haber dicho, ¿acaso crees que te iba a decir algo al respecto?

Mi pecho se apretó al oírlo tan dolido, pero su actitud no me estaba agradando para nada. Él estaba ocupado con su familia y no tenía tiempo para estar conmigo. ¿Además que derecho tenía para molestarse? Si quería salir con Taehyung lo podía hacer, nada me lo impedía más que mi propia moral. No tenía razón para darle explicaciones, menos cuando todo había surgido de improviso.

Me levanté de su lado quedando frente a él de pie. Casi llevé mis manos a mi cintura para demostrar que estaba a la defensiva, pero opté por cruzarme sutilmente de brazos.

—¿Y tú cómo sabes eso? ¿Acaso estabas por el sector o algo? —No negué nada, pero tampoco lo confirmé directamente.

Jimin me miró, apoyando su brazo en el respaldo del sofá. Su rostro estaba serio, y no me podía explicar la razón para que lo estuviera. Quiero decir, solo había sido una salida con un amigo, no había motivos para llevar el tema a algo de mayor importancia. Taehyung y yo habíamos salido y la habíamos pasado bien, eso era todo, no había absolutamente nada más allá. Ningún trasfondo o alguna mentira.

—Salimos a comer junto con mis papás y Jungha. Íbamos pasando por esa avenida, ya que es bastante conocida por estar repleta de locales para comer, y justo te vi salir con él. Sé que no me debería interesar por las personas con las que sales, pero pensé que ayer estarías con tus padres... no con él.

Si no fuera porque sabía en la situación en la que estábamos, hubiera pensado que Jimin se sentía herido, tal vez hasta traicionado o engañado. Pero insistía en que no había motivo alguno para que se pusiera así. Cuando él salía con algún amigo yo nunca le recriminaba que nosotros nunca salíamos o que solo jugábamos algún juego en su casa. Lo más importante para mí era el tiempo que pasábamos juntos sin importar dónde estuviéramos o lo que hiciéramos. Pero ahí estaba él esperando una respuesta que sinceramente no me nacía del todo.

¿Era yo la única que solo pensaba en que estaba bien mientras fuéramos felices? Mi me mejor amigo al parecer no le gustaba del todo que juntara con Taehyung, y aquello meolestaba enormemente, pues Jimin era un buen chico, pero acciones así por un momento eclipsaban todo lo bueno de él.

—Ya hemos tenido este problema antes —Suspiré, intentando mantenerme calmada para que al menos alguno estuviera tranquilo. No quería discutir y menos por una cosa tan pequeña, pero tampoco podía hacerme la tonta y hacer como que no había pasado—. Tú sabes que no eres mi único amigo. Los dos tenemos derecho a poder salir con quien queramos. Yo no me molesto cuando tú sales con alguien, no entiendo porque tú sí lo haces. ¿Tengo prohibido juntarme con alguien? Si me lo explicas tal vez pueda entender, porque hasta donde yo sé estoy en la libertad de hacerlo.

—Es que no entiendes.... Yo... —Dudó un momento, y enseguida cerró su boca, probablemente pensando en que decir— Mira, cuando leí tu mensaje lo primero que quise responderte fue que sí, pero mi hermano estaba en casa y yo quería estar con él. Por mucho que quisiera estar contigo, no podía... tenerte como una prioridad —Guardó silencio, pensando en que la había cagado con sus palabras—. Quiero decir, en ese momento —se corrigió él mismo—. Además, fue muy una sorpresa total, no pensé que me dirías eso y menos por mensaje... Aunque seas sincera, no me lo esperaba. Estoy más acostumbrado a que hablemos esas cosas cara a cara, y leerlo me dejó pensando.

—¿Y tú crees que yo me lo esperaba? —solté en un tono un poco más elevado de lo que esperaba. Recordar la valentía que había reunido me hizo sentir algo tonta. Había actuado precipitadamente pensando en que las cosas resultarían como yo quería, pero no había sido así ni por asomo— Solo salió así, ¿bien? No quería ponerte nervioso, molesto o lo que sea. Simplemente me dio por decírtelo y lo hice. En ese momento solo quise arriesgarme y ver si las cosas resultaban a mi favor.

Se calló, y bajó la mirada avergonzado por su actuar. Volví a suspirar, regresando otra vez a la calma para tener una conversación menos pesada. No quería sonar como que simplemente le estaba dando un discurso de moralidad o algo por el estilo, solo... quería que entendiera las cosas desde mi punto de vista.

—Voy a ser sincera, Jimin, porque no me gusta mentir y menos a ti —Mi amigo elevó su rostro para poner atención, y me quedo mirando en espera para que me sincerara—. La verdad es que te mentí, lo admito. Mis papás nunca estuvieron conmigo en casa, salieron para celebrar y solamente no te lo dije porque te conozco muy bien, y estaba segura que si te hubiera dicho la verdad habrías ido a acompañarme, incluso si te hubiera rogado que no lo hicieras. Sobre Taehyung... la salida con él se arregló después de todo esto, y solo me acompañó para que no estuviera sola. Me invitó a salir a comer y yo acepté —resumí—. De todas formas, eso no te da algún derecho para que te molestes con él. Es un buen amigo, al igual que tú. No hay razón para que le trates mal, y si las tienes sería algo bueno que me las dijeras, porque hoy en verdad no comprendí tu trato hacia él. Ser un buen amigo no está prohibido, y si hay algún problema por lo menos se podría hablar.

Su mandíbula se tensó, y deslizó su mano derecha por sobre su cabello, mientras sus ojos se cerraban. No le quedé mirando por mucho rato, ya que preferí mirar mis manos, que en ese momento me parecieron la cosa más importante. Su actitud a veces no me parecía la mejor y tenía ganas de desaparecer de ahí para que no discutieramos, pero como siempre decía, hablar era necesario por muy tedioso que llegara a ser. De otra forma solo dejaríamos los problemas sin resolver y en un futuro nos pesarían las palabras que no dijimos.

—Entiendo —habló bajo, y con un tono mucho más calmado y dulce que antes. Le miré nuevamente, y su rostro mostraba arrepentimiento por otra escenita que había hecho, ya por segunda vez con la misma persona—. Tengo claro que no siempre voy a estar para ti y debo comprender si recurres a alguien más. Lamento ser tan estúpido e inmaduro. Mereces un buen mejor amigo, no un chico con un complejo tóxico que se molesta por cosas tan simples como estas.

—No digo que necesariamente seas tóxico... —Me respaldé, aunque en verdad pensaba que sí lo estaba siendo un poquito. O al menos de una forma parecida a cuando en una relación de novios alguno de los dos no deja que el otro tenga suficiente libertad para juntarse con alguien fuera de la relación—, pero debes aprender a no ser tan... ¿celoso? —dudé un momento, aunque por suerte creo que no lo notó— Y debes disculparte con Taehyung —agregué con rapidez. Reiterando lo que le había dicho desde el principio—, no porque yo te lo digo, sino porque él realmente no merecía el trato que le diste. Él no me invitó a comer con alguna mala intención o algo así, solo fue amigable como siempre lo es, ¿está bien?

—Sí, sí. Entiendo todo —Tras un largo suspiro, se lanzó hacia atrás, logrando golpearse de paso la cabeza con la parte del sofá donde se apoyan los brazos—. Fue el karma, me lo merezco por actuar como un tonto —comentó, luego de haberse quejado un par de segundos por el golpe.

—¿Estás bien? ¿te duele mucho? —Me acerqué hacía él, al ver que se mantuvo en esa posición tocando su cabeza por un rato.

Me incliné lo suficiente hacia su persona para que por sorpresa tomara uno de mis brazos, con el cual me estaba apoyando, logrando hacer que perdiera mi equilibrio y dando como resultado una caída segura sobre él. En primera instancia el impacto de mi caída fue en una zona un poco baja, su abdomen siendo precisa, pero me acomodé quedando con mi cabeza reposando en su pecho.

—¿Te puedo confesar que fue lo que más me molestó de todo esto? —susurró acariciando mi cabello con mucho cuidado y tranquilidad.

—Claro que sí —afirmé, escuchando como los latidos de su corazón iban de forma rápida y un tanto fuertes resonando en su tórax.

—Lo peor y por mucho más jodido de todo que molesta muchísimo —recalcó precisamente más en lo último dicho—, fue que yo en serio quería ir a tu casa. Y créeme cuando lo digo, si mi hermano no hubiera estado, en dos segundos ya me hubieras tenido en tu casa haciéndote compañía.

—¿Solo compañía? —molesté, aprovechando que nuevamente el ambiente se había vuelto más cómodo.

—¿Estás insinuando algo, Soojang? —Juguetón, como siempre, respondió a lo que había dicho— Solo seré sincero porque a mí tampoco me gusta mentirte. Y lo cierto es que probablemente no solo hubiera ido para 'darte' mi compañía.

Y la forma morbosa con la que dijo "darte", me dejó en claro a lo que se refería. Sus palabras no podían haber sido mejores. Ver ese lado de él era mucho más divertido de lo que había pensando.

—Uy, un Jimin fuckboy —pinché una de sus costillas para molestarlo nuevamente—. Dices un Hey baby girl. Y creo que ya sería momento de lanzarte para que te comas el mundo. Quien lo diría, mi mejor amigo siendo todo un chico que puede volar la ropa interior.

—Sabes que esas cosas no me salen. Además que me parecen muy raras. Los chicos de ahora no conocen lo que es una verdadera dirty talk, tan solo saben hacer videos diciendo frases que avergüenzan hasta a los hijos que todavía no tengo.

—Hey baby boy, hey baby boy —utilicé la voz más grave que me salía mientras la mezclaba con un tono que intentaba ser sugerente, aunque probablemente parecía alguien que se estaba quedando sin aire.

—¡Ya basta, Soo! Me da vergüenza ajena. Recuerdo los videos que me mostraste y me dan ganas de sacarme las orejas. Por suerte ahora ocupo lentes, que gracias a al cielo sin ellos veo borroso.

Reí ante su respuesta. A mí también me daba vergüenza ajena pensar en todos esos chicos que decían esa frase o alguna similar y más cuando en sus videos habían perspectivas raras, con poca ropa y en ocasiones hasta alguna sustancia rara que más que entretenerme me generaba una incomodidad que ni lavando mis ojos y oídos con jabón podía olvidar fácilmente.

Respetaba si a alguien le gustaba esa clase de cosas, pero en mi caso prefería evitar ese tipo de contenido que no era de mi agrado. Aunque cuando algo se hacía viral no era una sopresa encontrarlo sin siquiera buscar. Me había pasado un millón de veces que quería ver algún video de un animal tierno, pero todo terminaba en una página principal llena de videos que estaban siendo tendencia.

—Tenemos ideas parecidas, con razón somos mejores amigos, eh.

28/11/21

¡La historia llegó a la meta que dije antes de lo esperado! Muchas gracias por eso 🥺🎉💕

Aún continúo bastante ocupada, pero lo prometido se cumplirá. Había dicho que se tendría que llegar antes del 03 de diciembre, pero como se cumplió antes tengo dos opciones para lo que prometí: Adelanto el maratón para esta semana del 29 o lo hago después del 10 de diciembre (que es ahí donde ya habré finalizado con mis pruebas de transición a la universidad). Algunas opiniones me vendrían bien para organizarme mejor ^^

También aprovecho de aclarar que por estas dos semanas que vienen no estaré actualizando muy seguido (esto es aparte del maratón si es que lo hago). Para que después no se extrañen si de las actualizaciones diarias pasé a cada 2-4 días. Estoy estudiando para tener un plan b en vaso de que la escritura no me resulte 🤣