
❝Capítulo 16: Estaré sola en casa❞
—¡Claro que no! —Apresurada y nerviosa respondí al ver que Jimin no estaba muy dispuesto a abrir la boca primero— Ya ves que está lloviendo muy fuerte y sabes como somos tu hermano y yo. Regresamos a casa con la lluvia pensando que no sería tan fuerte, pero al final quedamos empapados. ¡Mi ropa quedó totalmente mojada de pies a cabeza!
Y de algo estoy segura, y eso es que probablemente esa fue la peor actuación de toda mi vida. Ni siquiera podía ver a los ojos a ninguno de los chicos pensando en que solo había hecho el ridículo. Era un asco mintiendo y la actuación no corría por la venas de mi cuerpo, a veces hasta las mentiras blancas eran todo un desafío.
Pero fui lo suficiente valiente como para atraerme a ver a Jimin levemente después de todo mi papel. Formó una pequeñita sonrisa, probablemente aguantando las ganas de reírse en mi cara por mi actuación. Le quise mirar mal, pero ya estábamos en una situación como para generar otra. Mi pobre corazón de pollito ya iba a mil pensando en el papel estúpido que estaba haciendo con tal de salvarnos el pellejo. Y s bien no era la gran cosa, que alguien más se enterara de lo que estábamos haciendo con Jimin me ponía extremadamente nerviosa.
—Soojang dijo que era una mala idea, pero por mi culpa tuvimos que venir a casa para que se colocara algo ropa seca para no enfermar. Por favor, no le digas a mamá. Si se llega a enterar estoy seguro que me irá a buscar después de clases como a un niño de cinco años en preescolar —Tras un silencio un poco incomodo Jimin le habló a su hermano, colocando la típica carita que ponen los hermanos menores cuando quieren conseguir algo. Y si no hubiera visto su mueca anterior, hubiese pensado que era un chico muy bueno y tierno por su actitud.
Jungha solo rio divertido por la situación. En verdad nunca supe si nos había creído nuestras tontas frases y actuaciones mediocres con bastantes faltas de verdad, pero por lo menos no hizo ningún comentario con alguna insinuación respecto a si estábamos haciendo otras cosas que podrían ser algo sospechosas por nuestra vestimenta y demás. Gracias al cielo mi amigo se había puesto una camiseta y arreglado algo su ropa.
Y después de un rato simplemente terminamos hablando con normalidad hasta que mi madre llegó a recogerme para ir a casa, para ese punto por lo menos ya me había cambiado y estaba de regreso con mi ropa puesta. Claro que "aclarando" que ya se había secado. Me despedí de los dos chicos y me fui avergonzada deseando que no quedara ningún indicio de lo que hicimos con Jimin. Aunque la situación en sí no me daba para nada vergüenza (entre lo que se podía decir), Jungha había sido una especie de amor platónico en algún momento, y después de no haberlo visto por tanto tiempo, había sido raro encontrarlo después de lo que habíamos hecho su hermano y yo...
O por lo menos eso me puse a reflexionar ya estando en mi hogar. Jungha nunca fue un chico con el cual me idealicé casada y con hijos, o nada parecido a ello (con ningún hombre o persona siendo sincera). Pero me llenaba de mucha curiosidad al imaginar que si los genes eran así, lo más seguro sería que cuando más grande Jimin tendría una imagen bastante similar a la de él, y es que los cuatro años de diferencia hacían que existiera una brecha bastante amplia. En el pasado estando junto a un Jimin de catorce años, mi mente se interesaba bastante por su hermano de dieciocho, que si bien no era el chico más atractivo del mundo, lograba de todas formas que mi curioso yo se interesara en él.
Aunque eso era antes.
A diferencia de lo que pensé, finalmente aquel día por la noche terminé durmiéndome pensando en el hermano de Jimin y no en mi amigo y todo lo que habíamos hecho por la tarde. Una lástima tomando en cuenta que los besos de Jimin habían sido estupendos, y que su trato hacia mí siempre era suave y atento.
De todas formas, de él lo único que supe fue un mensaje donde decía que el tiempo para hacerlo había vuelto aumentar, así que no me tenía que calentar la cabeza pensando en que ya no se había dado la oportunidad. Algo contrariada me puse feliz y a la vez confundida. Si bien quería acabar con todo de una vez, otra parte de mí se había sentido algo decepcionada por solo haber llegado hasta esa parte, más cuando a ambos nos había invadido la vergüenza y habíamos terminado escapando de la situación.
Puede que si hubiésemos sido algo más valientes el panorama hubiera sido algo completamente distinto, pero como ya no había ocurrido era mejor no pensar en supuestos e imaginar fantasías que solo lograban que la mente trabajara de más. ¿De qué servía imaginar que Jimin no se hubiese apartado? Absolutamente de nada, así que era mejor dejar esos pensamientos a un lado y centrarse en otros temas.
Y bueno, puede que haya pensado que no había pensado en mi amigo, pero al final su imagen siempre ocupaba un espacio en mi mente. Incluso por muy chiquito que fuera.
• • •
Al día siguiente de lo ocurrido, o sea el día viernes, las clases se cancelaron al igual que mi salida con Taehyung. La lluvia había sido tan fuerte durante la noche que el restaurante de su familia se había inundado un poco, y él había ido a ayudar. Le ofrecí mi ayuda al sentirme culpable por haberme alegrado un poco porque se había cancelado nuestra junta, pero él, totalmente orgulloso, me dijo que no era necesario, y que tal vez para una próxima oportunidad nos podríamos juntar en una cita. No di nada por hecho, pero tampoco fui cortante; negándolo rotundamente como pude haber hecho.
Aquel día no hice mucho, por la mañana pude chatear unos minutos con Hani, quién me comentó que estaba un poco asustada ya que no hace mucho había vivido algo que le había parecido muy raro y especial a la vez. Al comienzo no capté a lo que se refería (le había dado muchas vueltas en verdad buscando algún significado oculto, alguna metáfora o algo parecido), pero después de un rato al darse cuenta que no estábamos en la misma sintonía solo soltó de una vez que había tenido su primera vez con Kiyong. Me sorprendí un poco, porque si bien éramos amigas ya hace cinco años, muy pocas veces hablamos de temas así, no porque en nuestro grupo eran más chicos que chicas o porque fuéramos cerradas en cuanto a esos temas, sino porque las oportunidades no se daban tan frecuentemente. Pero sí que había confianza, y como no tenía nada de malo, hablamos sobre ello.
Le pregunté cómo estaba, si se la había pasado bien o si me quería decir algo más en concreto. Ella me respondió que estaba bien con eso, que sintieron que había sido el momento y que había sido muy lindo. Aunque también me comentó que después de ello su novio estaba muy cariñoso, casi en exceso, y que le parecía tierno, pero que también le deba mucha gracia su actuar, ya que de por sí ya era muy atento y mimoso con ella. Yo solo reí pensando en su comportamiento.
Y cuando la conversación terminó, me dejó pensando mucho en cómo se sentiría hacerlo. ¿Sería divertido? ¿Dolería? ¿Me reiría? ¿Lloraría..? Y entre pensamiento y pensamiento, me di cuenta de que en cada escena que me imaginaba los protagonistas siempre terminábamos siendo Jimin y yo.
Aunque aquello no estaba tan alejado de la realidad, seguía siendo extraño pensar de esa forma cuando con Jimin nos conocíamos hace tanto tiempo.
Desde pequeña mi papá y mi mamá no se preocuparon mucho de educarme respecto a sexualidad, y en las clases tampoco educaban mucho sobre ello, lo que más me marcó solo fue un miembro masculino blanco y con algunas heridas producto de alguna enfermedad de transmisión sexual, pero más allá de eso mi idea sobre el tan mencionado "sexo" por mucho tiempo fue algo nula. Sabía que con un beso no te podías embarazar y un abrazo tampoco era suficiente, pero siempre hubo un vacío que deseaba llenar con la información que me faltaba. Lo primero que supe fue que mi madre había perdido su virginidad a los veintitrés años con mi padre. Algo raro de saber, de seguro, pero la curiosidad mató al gato, y yo pregunté por curiosidad, claramente esperando una respuesta que obtuve sin muchos detalles, pero al fin y al cabo obtuve.
Siempre he pensado que estar con la misma persona por tantos años debe ser, de alguna manera, aburrido, por ello quise experimentar más para no estar con alguien por siempre. Si bien no digo que sea totalmente malo, tampoco pensaba que tenía que ser del todo bueno. Según mi punto de vista, primero hay que experimentar y después elegir. Probablemente por ello la primera persona de la que soy consciente que me gustó fue una chica. Abrí mi mente más allá de lo que se me había enseñado e inculcado, y aunque no resultó, experimenté para saber más.
Teniendo eso en cuenta, y una charla de mis padres que iban a salir por su aniversario al día siguiente, busqué entre mis contactos a Jimin y le escribí un mensaje corto pero preciso:
«Mañana estaré sola en casa, aprovecha»
Y sin poder evitarlo sonreí tontamente por sentirme tan segura por algo. Si tenía que arrepentirme, luego lo haría. Pero era momento de vivir un poco más allá de rumores e historias ajenas y sentir por mí misma; era momento de experimentar y disfrutar el momento al máximo. O por lo menos aprender algo sobre ello.
Nadie me aseguraba que fuese a ser algo bueno, que vería estrellas en mis ojos y mi cuerpo se sentiría en sincronía con el de Jimin, pero si no lo intentaba nunca iba a saber si esas ideas podían hacerse realidad. Mis expectativas tampoco eran muchas y me bastaba con que fuera algo grato, con consciencia y con consentimiento por parte de ambos. Ya mucho había escuchado sobre historias dónde el alcohol era parte del acto y algunos terminaban cometiendo locuras, pero yo no quería terminar así y sabía que junto a Jimin no era necesario pensar en otros factores para atreverse a dar un paso, porque entre nosotros no había un campo minado o un precipicio de falta de confianza en el otro.
Estaba segura de que nos entendíamos y que solo bastaba hablar para aclarar algo si es que era necesario.
Jimin siempre se había caracterizado por ser muy respetuoso y, fuera de sus jugarretas, él nunca hubiera actuado solo por su propio interés y bienestar. E incluso me lo había dicho en reiteradas ocasiones, por lo que sinceramente confíaba en su actuar y en que contaba con él plenamente.
En lo que esperaba su respuesta me puse a ver videos educativos sobre el tema, también algunas curiosidades y anécdotas anónimas para estar enterada de algunas situaciones que podían ser inesperadas. Si bien quería vivir mi propia experiencia, saber la de otros tampoco estaba de más. Podría saber que algunas cosas no estaban del todo bien o que no todo iba a resultar como se tenía pensando. No necesariamente tenía que tener algo muy idealizado y de los errores se aprendía. Aunque claro, esperaba que todo fuese bien y no tuviéramos que tomar medidas aparte de un condón para cuidarnos.
Siempre tendría presente que podían suceder muchas cosas, pero esperaba realmente no tener preocupaciones por algo como la pastilla del día después o alguna infección. Una ETS tampoco estaba en mis planes. Pero eran cosas que podían pasar y por eso era importante cuidarse bien y tomar las precauciones necesarias.
¿Un hijo con Jimin? Reí ante mi pensamiento. Lo quería y apreciaba mucho, pero sin duda era un rotundo no. Y explicar las razones me llevaría bastante tiempo, así que después de un rato de esos pensamientos me saturé y preferí ya no pensar más en ello.
22/11/21
Estuve estudiando bastante y no tuve tiempo para editar bien el capítulo antes, pero aquí traje uno nuevo ^^
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro