Entre la Espalda y la Pared

  No lo dejé decir nada...
Lo lancé contra la pared y me arrojé hacia él. Su ropa voló no sé a donde aunque él intentaba retenerla en su cuerpo...
Para qué se cubre? Se toma la molestia de tratar de ocultarme lo que es mío!
Conozco cada centímetro de su cuerpo mejor que a mi mismo. Es una delicia cubrirlo de besos que dejen moretones en su tez. Ver su palidez tornarse en rosados colores y su boca volverse mas roja y carnosa al tiempo que sus hermosos ojos brillan como el sol de la mañana... me dan la esperanza de ser únicamente yo quien encienda sus deseos.
Respira de mis besos y toma aire.
Se resiste. Finge apartarme con las manos y cada tanto cierra los ojos y voltea la cara.
Para qué? A quien engaña? si él mismo se posa y se acomoda cuando introduzco mis ganas en su cuerpo...
si sus caderas ya cabalgan encima mío..
Se arquea y se contrae mientras intenta no ser escuchado. Su voz grita y al mismo tiempo ahoga mi nombre mil veces. Agolpa las sílabas como queriendo sentirlas. Como queriendo olvidarlas.
_Así no! ... No... me gusta!!_
Claros y largos hilos de cabello arropan y perfuman mi piel mientras que clava uñas y dientes en mi cuerpo... pegado a la pared solo se sostiene de mi cuerpo.
Se prende a mí con brazos y piernas.
Muerde mi hombro buscando fuerzas para aferrarse mas de lo que sus uñas se clavan en mi espalda.
Gime descompuesto totalmente entregado al placer que le doy, hasta que sin querer cruza su mirada con la mía y salido del trance vuelve a susurrarme.
_Te odio! Te odio maldito...
Y me ofrece su cuello para que le tatúe un beso infinito.
Grita conteniendo las lagrimas, pero me abraza mas fuerte y de él sale todo el dolor, todo el placer... y toda su ira se desvanece
olvidando su vergüenza.
_Lo sé... Te amo!!! ...te amo, Senpai!
_Aahhhh..._
Se rinde convulso mientras me baña en sudor, saliva y semen.
Me envuelve mas fuerte y trato de no caer ni soltarlo, ya no me contengo mas...
lo lleno de mi sábila, lo vuelvo mío...
le dejo mi sello y mi olor.
Y lo miro desfallecer.
_Te odio! Te- o-dio...!
Caemos al piso sin fuerzas ... se vuelve un puño de dolor y alivio que cuidadosamente recibo en mis piernas y mis brazos.
No me mira pero no me suelta. Sus lagrimas  delatoras caen en mi hombro y refrescan el lugar donde antes me clavaba sus mordidas.
_te odio mas que a nada... mas que a nadie!
_Lo sé... ya lo sé..._!Solo levanto su rostro y lo beso. Nunca un "te odio" se pareció tanto a un "te amo", como cuando él me besa y lo dice.
_Sé lo que sientes ... lo sé!_
Ya mis lagrimas caen como hojas en otoño.   Sus manos acarician mi rostro y por unos segundos busca mis ojos, como queriendo que lo mire por dentro a través de esos hermosos soles, para que ya no adivine y lo lea como a un libro abierto. Me besa por última vez y su cuerpo despierta de nuevo.
_Suéltame idiota!_
Me aparta bruscamente y atolondrado busca algo con que cubrirse. Se levanta y huye tirando la puerta en mi cara.
Y cuando creo que el cielo me caerá encima en forma de estrellas, me aplastará y vomitará mi estúpido corazón. Él toca a mi puerta...
_Morinaga! Solo... despiértame temprano antes de irte mañana. No me dejes desayunando solo.
_Pero... Dejarte comer solo...nunca lo he hecho...!_
_Bueno imbécil... no se te ocurra!_
_Si! Sen- pai...!! Te amo!
_Hasta mañana... que descanses bien...!
No pude ver su sonrisa porque no me dio tiempo abrir la puerta, pero la sentí en su voz.
Le conozco demasiado para saber que mi Senpai sonreía travieso.
Ambos soñaremos con el otro... yo soñaré con sus besos y él soñará con... mi comida!