12
—Hazlo, myonie. Desabróchate la blusa; no quiero hacerlo yo porque te arrancaría los botones. — jadeo SeHun besándole los labios.
—¡Eres un... cerdo! —bromeo y con dedos temblorosos JunMyeon se desabrochó lentamente la blusa.
— Ah JunMyeon —repuso SeHun con voz ronca al ver sus turgentes pezones de su conejito—. Son preciosos —declaró SeHuncon voz gruesa y con sus pulgares rozó los pezones, excitándolo—. ¿Te gusta? —preguntó.
Y sin esperar respuesta, SeHun lo rozó con sus labios, antes de inclinar la cabeza para meter un pezón en su boca y acariciarlo con la lengua. La mezcla del aire frio y los labios calientes de SeHun crearon un increíble éxtasis sobre el cuerpo de JunMyeon, tanto que JunMyeon pensó que iba a desmayarse.
—Yo... ahh hunnie —JunMyeon gimió retorciéndose sobre la manta. JunMyeon hundió los dedos en el cabello de SeHun para acercarlo más a sus pezones y seguir disfrutando de esas sensaciones—. Desnúdame hunnie... —le pidión JunMyeon con la voz entrecortada.
SeHun levantó la cabeza desde sus pezones y JunMyeon vio los labios mojados de SeHun, y entonces lo abandonó su última resistencia. Sin dejar de mirarlo, SeHun llevó las manos hasta su pecho, y aunque JunMyeon se había jurado no hacerlo, sus dedos obedecieron la orden de SeHun. Desvió la mirada y trató de excluir de su pensamiento todo lo demás y concentrarse en lo que hacían sus manos, pero no pudo evitar deslizar la mirada hacia la polla de SeHun y observar su gruesa y creciente erección. La necesidad de tocarlo era cada vez más fuerte. JunMyeon desvió la mirada, antes de ceder a la tentación. Cuando SeHun terminó de desabrocharle a JunMyeon los pantalones junto con su bóxer, se acercó más acomodándose entre las piernas blanquecina de JunMyeon.
Y JunMyeon pudo sentir el fino vello del pecho de SeHun rozando sus pezones. SeHun frotó su pecho contra el de JunMyeon, hasta que el deseo fue abrumador para los dos. Luego metió con fuerza su muslo entre las piernas de JunMyeon y se apoderó de su boca. Su beso resultaba impetuoso, pero suave; agresivo, pero asombrosamente sensual, y provocaba en JunMyeon una respuesta imposible de dominar. Sus piernas abiertas permitían que SeHun presionara su gruesa erección contra su entrada palpitante, el roce se hacía cada vez más adictivo y JunMyeon deseaba sentir ese grosor abriéndose paso entre sus entrañas, llenándolo completamente. Todo era excitante. Desde el calor que su aliento le generaba, hasta la viril suavidad de su vello. JunMyeon enterró las uñas en los hombros de SeHun para mantenerlos labios de este unidos a los suyos y abrió todavía más la boca.
—Claro que te gusta —musitó SeHun, cuando la necesidad de aire lo obligó a separarse—. ¡Oh, Dios! ¿Tienes alguna idea de lo que estoy sintiendo?
JunMyeon pensó que sí, que era lo mismo que sentía él. SeHun deslizó una mano por el interior de las nalgas de JunMyeon, tanteado así esa entrada rosadita que palpitaba queriendo succionar la polla que se había estado frotando hace unos segundos—. ¡Hmm parece que alguien aquí ya está muy ansioso! —susurro SeHun entre los labios de su conejito, movió sensualmente los dedos por la húmeda unión de sus muslos y rio— ¡mmgh, conejito, estás listo.
JunMyeon debería haberse avergonzado al oír aquellas palabras, pero no fue así. Cuando SeHun deslizó los dedos en su húmedo sexo gracias al liquido pre-seminal que chorreaba de la polla de SeHun, JunMyeon se arqueó. Y cuando buscó con los dedos el secreto botón del placer, JunMyeon se sintió impulsado por una oleada de excitación. Levantó una pierna y rodeó a SeHun dispuesto a alcanzar un éxtasis absoluto.
—¡Ahh!... Hunnie ya no quiero tus dedos. — gimió JunMyeon moviendo sus caderas en busca de esa gruesa polla que hace minutos torturaba su entrada.
—Espera un minuto conejito, sólo uno y me tendrás ahí dentro—susurró SeHun moviendo aún más sus dedos, abriéndolo como tijeras para así dejarlo bien dilatado y que no sufriera al sentir su polla entre sus paredes.
—¡Mghh¡ ya estoy listo hunnie...—repuso JunMyeon, con una voz que apenas reconoció. Le apartó las manos a SeHun y busco apresurado la polla erecta de SeHun. JunMyeon contuvo el aliento cuando sintió la textura de esa erección entre su mano y sintió como su entrada se contraía con ansia y se colocó para SeHun, mientras SeHun lo sostenía de las mejillas de sus hermosas y redondas nalgas y a su vez lo penetraba lentamente, jadeando cuando las paredes apretadas y calientes de JunMyeon recibían su polla como si quisieran derretirlo.
Para JunMyeon fue como la primera vez haría el amor. habían pasado casi cinco años desde su separación. Por eso, JunMyeon recibió su invasión con instintiva resistencia, pero ésta no duró mucho. JunMyeon se sentía maravillosamente bien. SeHun se había deslizado dentro de JunMyeon y estaba llenando un espacio que había estado vacío durante mucho tiempo a la vez que hacía enloquecer todos sus sentidos.
SeHun continúo penetrándolo lentamente. Tembloroso de deseo, SeHun agachó la cabeza y volvió a lamer el sonrosado pezón una y otra vez hasta que se puso duro antes de tomarlo en su boca. JunMyeon no pudo contener un suave gemido de placer cuando SeHun comenzó a succionar su pecho. Un escalofrío descendió por su cuerpo hasta llegar a la unión entre sus piernas.
La pasión que había empezado a arder lo suficiente para eliminar el frio aire del ambiente libre del patio, de pronto se convirtió en una especie de fiebre que exigía ser aplacada.
Cuando SeHun empezó a embestirlo con algo más de fuerza, JunMyeon arqueó la espalda en una súplica muda. Nunca había sentido su cuerpo tan vivo como en ese momento, asediado por los labios y la enérgica polla de SeHun.
SeHun noto los espasmos de JunMyeon y volvió a tomar su boca una vez más, y el beso se tornó ardiente mientras sus lenguas se enzarzaron en un duelo. La respiración de ambos se había tornado agitada cuando SeHun levantó la cabeza y la miró a los ojos.
–¡mmghh! Eres maravilloso conejito... –le dijo SeHun con voz ronca.
SeHun tampoco no se había sentido así jamás, nunca antes había experimentado un deseo tan fuerte. Desde el principio había sentido una conexión especial entre ambos que ni siquiera en ese momento podía entender del todo. Lo único que sabía era que JunMyeon le pertenecía. Lo notaba en su sangre, en sus huesos, en lo más profundo de su alma. Le pertenecía y lo reclamaría como suyo.
–¡Ahhh! Tu también hunnie... –murmuró JunMyeon sin vacilar.
En estos momentos ya no importaba el pasado ni el daño que Minho le había hecho, ni tampoco lo que pasase mañana. Quería pensar únicamente en el presente, aprovechar ese momento con aquel hombre que se había colado en su corazón. Un nuevo gemido ahogado se escapó de la garganta de JunMyeon mientras SeHun se movía, volviéndolo loco
SeHun lo embistió bruscamente de nuevo, deteniéndose un momento para que los músculos internos de JunMyeon se adaptasen a su ritmo antes de retirarse un poco y embestirlo de nuevo.
–¿Todo bien? –le preguntó suavemente, apoyando su frente en la de JunMyeon.
La consideración de SeHun le llegó a JunMyeon al corazón. No había duda de que la pasión mezclada con ternura era una combinación muy potente.
– Ahh... Estaré bien si vuelves a hacerlo hunnie...–murmuró JunMyeon con tono sensual moviendo sus caderas para alentarlo.
SeHun lo embistió otra vez, y otra vez... Cada rítmica sacudida de sus caderas la llevaba un poco más alto, y minutos después JunMyeon estaba al borde del éxtasis.
–¡mghhh! Ojalá pudiese prolongar esto mucho más conejito –murmuró SeHun jadeando–, pero te deseo tanto que me temo que tendrás que disculpar mi impaciencia.
Empezó a embestirlo a un ritmo más rápido, con más fuerza, más salvaje como un animal en celo, y JunMyeon se aferró a los hombros de SeHun, cerrando para disfrutar de aquel oleaje de placer que iba en aumento mientras sus gemidos se hacían eco entre la maleza y la hierba.
–Mírame, conejito... mírame –le dijo SeHun gimiendo.
Era consciente de que no podría seguir controlándose mucho más tiempo, pero quería asegurarse de que JunMyeon supiese que estaba haciendo el amor con él, no con un fantasma del pasado.
La explosión final fue violenta, pero increíblemente dulce. En lo más hondo de JunMyeon se desató un torrente de espasmos de exquisito placer. No recordaba haber tenido un orgasmo igual en toda su vida.
SeHun se quedó quieto mientras su semen inundaba las paredes de JunMyeon y echó la cabeza hacia atrás con un intenso gemido; él también había alcanzado el clímax. JunMyeon se sentía lacia, incapaz de pensar, y cerró los ojos un instante, concentrándose en el modo en que se contraían y se distendían los músculos de su trasero sobre la polla flácida de SeHun, como si buscaran succionarle aún más todo semen.
Cuando abrió los ojos de nuevo vio a SeHun tembloroso sobre él, y una ola de ternura la invadió al ver tan vulnerable a un hombre tan fuerte y seguro de sí mismo. JunMyeon lo abrazó, peinándole el cabello húmedo con los dedos, y lo besó en la mejilla. Así era como debería ser hacer el amor pensó, una unión absoluta de dos cuerpos en perfecta sincronía.
Sin embargo, dentro de la mente de JunMyeon sabía que había sido muchísimo más. No podía seguir negando la evidencia. El amor se había colado en su corazón y había apresado su alma, y por eso se había entregado a SeHun nuevamente. Le había devuelto la confianza en sí mismo, y había curado el daño que Minho le había hecho. Hacer el amor con SeHun al aire libre en la noche, había sido la experiencia más profunda de su vida, una que jamás olvidaría y de la que jamás se arrepentiría. Tan hermoso era lo que habían compartido, que su corazón se sintió curado.
El pecho de SeHun, que yacía sobre JunMyeon incapaz de mover un músculo, subía y bajaba. Se sentía maravillosamente relajado y saciado, y extrañamente reacio a salir del interior de JunMyeon. Por primera vez en su vida al hacer el amor había sentido algo que iba más allá de la unión física entre dos cuerpos. Era casi como si sus almas se hubiesen fusionado.
SeHun alzó el rostro y buscó los labios de JunMyeon, capturándolos rápidamente e inicio un beso lento y sensual con calma volviendo a incorporarse sobre JunMyeon, al igual que lo hacia su polla en el interior de su culito.
–¡mgh! Hunnie, despacio... – jadeo JunMyeon sonrojado al sentir como la polla de SeHun se removía en su interior, que aún estaba muy sensible por las potentes embestidas que había recibido de SeHun.
–¿Fui muy brusco contigo conejito? – preguntó SeHun apenado.
–Un poquito... – susurro JunMyeon sonriente– pero me encanto.
SeHun sonrió lascivamente al oír la respuesta de su conejito:
–Ven aquí mi amor –dijo SeHun suavemente, atrayéndolo hacia sí.
El cuerpo de JunMyeon volvió a excitarse mientras las manos recorrían las tentadoras curvas de JunMyeon.
La polla de SeHun abandono el culito de JunMyeon y JunMyeon se estremeció al sentir como el semen de SeHun se escurría de su interior y aunque intento mantenerlos en su interior se le fue imposible. Por otro lado, SeHun continúo recorriendo cada centímetro de la piel, succionando el área de su vientre donde había manchas de su propio semen, JunMyeon jadeo en respuesta cerrando los ojos ante la vergüenza de observar su propio semen.
Pero aun así JunMyeon no ofreció resistencia alguna cuando SeHun le abrió las piernas, y se le cortó el aliento cuando comenzó a acariciar con delicadeza su entrada hinchada y dilatada, antes de separarlos y deslizar un dedo ahí dentro.
–creo que mis dedos te ayudaran a retener mi semen conejito – susurro SeHun.
Un gemido ahogado escapó de la garganta de JunMyeon mientras el dedo se movía, y luego, para su sorpresa, SeHun retiró su mano y comenzó a darle placer con la lengua.
–¡¡Ahhh!! hunnie...
al oír la incertidumbre en la voz de JunMyeon, SeHun levantó la cabeza.
–¿No te gusta conejito? – pregunto SeHun moviendo aún más la lengua en el interior de JunMyeon.
–Nnght ... no lo sé –respondió JunMyeon con sinceridad.
¿De modo que su exmarido, nunca le había dado placer de esa forma? SeHun experimentó una cierta satisfacción de pensar que él sería el primero en hacerle ese regalo a JunMyeon.
–Deja que te demuestre lo agradable que puede ser conejito –murmuró bajando de nuevo la cabeza.
SeHun se aplicó a la tarea con tanto esmero, que pronto JunMyeon estaba retorciéndose debajo de él, y su propia excitación fue en aumento cuando SeHun le lamió un punto clave en su interior y JunMyeon emitió un intenso gemido.
–Por favor... por favor hunnie, te quiero dentro –JunMyeon estaba tan excitado que quería que SeHun lo volviera a hacer suyo, que aplacase el resquemor en su vientre.
JunMyeon abrió los ojos cuando lo notó a SeHun apartarse de pronto de su lado. SeHun sonrió al ver la decepción en los ojos de JunMyeon y se acomodo al su lado, colocando sus codos sobre la manta.
–Móntame conejito... – demando SeHun moviendo sus caderas logrando así que su miembro se tambaleara en el aire.
Las mejillas de JunMyeon se tiñeron de rubor. ¡Por amor de Dios, esto era descarado!, se recordó, pero el tamaño del miembro erecto de SeHun lo dejó sin aliento mientras trataba torpemente de colocarse sobre SeHun, sosteniéndose de los anchos hombros de SeHun. JunMyeon se dejó caer sobre la polla de SeHun torpemente lo sintió más duro tan duro como una piedra y en esa posición se sentía enorme, más lo que lo sintió hace minutos.
El corazón le golpeaba contra las costillas a JunMyeon cuando SeHun lo embistió fuertemente, dedicándole una sonrisa.
–Muévete conejito... prometo que te gustara... – dijo mientras se acercaba a dejarle un corto beso en los labios.
El placer de tener a JunMyeon encima de él era mucho mejor que tenerle debajo de él, pensó SeHun cuando JunMyeon comenzó a saltar sobre su polla. JunMyeon jadeaba mientras montaba la polla de SeHun con deseo. Su piel estaba igual de sonrojada, mientras sus paredes apretaban de forma imposiblemente ceñida la gruesa polla de SeHun.
SeHun gruñó mientras enterraba sus dedos en las caderas de JunMyeon intentando mantener el equilibrio de su conejito que temblaba.
SeHun sonrió mirando la corrompida mirada de JunMyeon mientras saltaba sobre él, chillando cada vez que la polla de SeHun frotaba su punto. JunMyeon era una imagen increíblemente bella, y SeHun estaba más que feliz por poder ayudarlo a cumplir sus fantasías.
SeHun lo besó en la boca, y luego sus labios descendieron por su cuello hacia sus pechos. Succionó primero un pezón y luego el otro, una y otra vez hasta que JunMyeon creyó que iba a volverse loco de tanto placer.
SeHun movió sus manos hasta sus glúteos para sostenerlo de ahí, y con sus dedos enterrados profundamente en el culo más suave que había tenido la suerte de tocar, empezó apretarlos con lujuria creando una sensación deliciosa en JunMyeon.
– Ahh hunnie .... Yo ...
JunMyeon no pudo terminar su frase cuando SeHun sintió como sus vientres se ponían húmedos y el interior de su conejito se contrajo apretando la polla de SeHun, esperando que este soltara toda su esencia ahí dentro. SeHun movió sus caderas unas cuantas veces más hasta que su orgasmo llego y derramo su semen en el interior de su conejito por segunda vez.
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Regreseeeeeeeeeee jajaja me puse a editar esto a las 4pm y ya es 7pm, gente les estoy entregando todo, no se si sea de calidad pero yo digo que esta bueno lo pense como un millon de veces, redacte un millon de escenarios y este me gusto.
20 estrellitas y subo el siguiente capitulo que ya no sera +18 jajaj
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