─ seventeen ✰ or should i say... amore?
NOTA DE LA AUTORA;
FINALMENTE AAAAAAAA. aquí su patrona les trae de una vez por todas el capítulo más esperado. tengo una noticia, sin embargo. el capítulo era tan largo que tuve que cortarlo en dos partes. así que esta es la primera parte. hay mucho lucabus y afecto físico y kajfjdjsja. anyways, COMENTEN MUCHO O LLORO
✧
SEVENTEEN: OR SHOULD I SAY... AMORE?
interstellar — vol. ii
⭐︎*:・゚✧
FINALMENTE ES EL DÍA. HA LLEGADO MÁS PRONTO DE lo esperado y Luca se siente particularmente ansioso. Sabe que está ansioso porque ha buscado en internet "¿Qué significa cuando sientes que se te va a salir el corazón y tienes ganas de vomitar de la nada?", y sus síntomas (ignorando las sugerencias de enfermedades terminales), coinciden con ansiedad y nerviosismo.
El italiano no puede evitar el morderse la mejilla interna y acomodar a cada minuto la corona de flores blancas enormes situadas en la coronilla de su cabellera oscura.
Aunque lo deteste, quizás el invierno le sienta bien; su piel luce aún más pálida resaltando sus ojos (después de aquel sueño de Albus, agregándole a ello unas cuantas discusiones diarias con su testaruda conciencia, ha llegado a la conclusión de que no son tan escalofriantes como él ha pensado. Podría alegar que son hasta bonitos; los verdes de Albus le gustan más pero los suyos no están tan terribles, ¿verdad? Quizás sí puedan compararse con una supergigante azul... espera) y el sonrojo de sus mejillas debido al frío. Hoy precisamente se encuentra vistiendo pantalones sueltos beige y un jersey azul oscuro encima de una camisa de cuello blanca, lo que contrasta agradablemente con la corona de flores igualmente blancas enormes con detalles dorados descansando en su coronilla.
De cualquier forma, Luca no puede dejar de sentir que le dará un infarto al corazón o que vomitará todo lo que ha comido. Lo que, con sinceridad, hay posibilidades de que suceda si se tiene en cuenta la influencia emocional respecto a los vómitos. Ujum, tiene una madre doctora y le encanta investigar datos curiosos en Google durante sus tiempos libres, por lo que sabe que los vómitos están ciertamente ligados a alguna infección o, como en este caso, trastorno menor.
... Vale, dejará de hablar sobre vomitó durante un rato. Es asqueroso.
Ah, aunque, ahora que lo piensa detenidamente, Luca siempre ha tenido ganas de vomitar y unos nervios terribles cada vez que debe hablar frente a muchas personas (recuérdese pues, el embarazoso momento del Profesor Longbottom llamándolo frente a todo el mundo para dar un ejemplo al que Luca ni prestó atención por su complejo de superioridad extraño diciéndole que después se pondría al día con un tema tan sencillo como ese).
Luca verdaderamente tiene muchos dilemas corriendo por su cabeza a la velocidad del sonido (no de la luz porque eso sería demasiado exagerado hasta para su gusto. Jura por-... lo que sea, que en los programas y películas de ficción hablan sobre superar la velocidad de la luz como si fuera nada, lo de todos los días. ¿Acaso no tienen en cuenta eso de que la masa es igual a energía? Einstein no gastó su tiempo creando una fórmula tan célebre y funcional como para soportar aquello. A ver, es que es fácil: entre más velocidad más energía y por consecuente más masa. ¿Sí se ha visto eso de que entre más deporte hagas más comida tienes que consumir porque gastas energía con todo el ejercicio? Bueno, he ahí una pequeña analogía boba —por favor, Luca aconseja no tomarla muy en serio, es una comparación tremendamente absurda pero sirve para tratar de por lo menos explicar la situación medianamente— de masa es igual a energía. De cualquier forma, entre más aumente la masa más aumenta la energía —o el gasto de ella— del individuo, y entre más aumenta la energía más aumentará la masa del objeto. Así, algo material a la velocidad de la luz tendría que tener una energía y masa infinita, lo cual, es absurdo de solo pensar, imposible. Entonces, definitivamente nadie es capaz de correr a la velocidad de la luz y es una ridiculez que lo expongan como si ha de ser lo más cotidiano del mundo. Muchas gracias por venir a su charla, ha necesitado sacárselo del pecho, se aprecia).
Y vale, Luca debe admitir para sus adentros que, quizás, es una persona con características muy contradictorias. Después de analizarlo detenidamente, sabe que posee un complejo de inferioridad que de cierta forma le hace creer el hecho de que jamás podrá lograr ser lo suficientemente bueno, y los demás probablemente solo lo halagan mintiéndole para hacerle sentir mejor. Pero, eh, después está su, umh... ¿otra parte?; un extraño complejo de superioridad que le hace de alguna manera creer que a pesar de nunca ser lo suficientemente bueno, de igual forma será mejor que las personas que lo rodean.
¿Tiene sentido lo que trata de decir? Es como un "No, Luca, eres muy estúpido. Hay gente muchísimo más brillante que tú", eh..., y después aparece el monstruo con complejo de dios diciéndole "Pero de igual forma no debes preocuparte porque seguro y entiendes esto rápido, y eres más inteligente de todos los que están aquí".
Entonces, aquello le lleva a preguntarse seriamente: ¿cómo diablos esas dos características tan contradictorias pueden existir en una misma persona?
Luca ha tratado de corregir ambos. Albus le ha ayudado mucho a subir su autoestima para combatir el complejo de inferioridad, y por más increíble que parezca, Lune Lebeau y sus comentarios tan rudos, impredecibles, y sin filtro alguno le han ayudado a bajarle los humos de cierta forma y aterrizar finalmente sobre el hecho de que no podrá ser el mejor en todo o siempre ponerse al día fácilmente, y eso es algo normal que debe aceptar. No es la gran cosa y aquello está bien, no le vuelve menos o más válido que otro.
Es difícil lidiar con ambos complejos y no son verdaderamente beneficiosos para su autoestima, es como una pelea constante entre sentirse el peor del mundo pero el mejor de la habitación, un total desastre. Sin embargo, Luca realmente está tratando de poder superarlos; el primer paso es identificar y aceptar tus defectos antes de empezar a corregirlos, ¿no es así? Eso espera, al menos.
Quiere ser una persona de la que pueda sentirse orgulloso, ¿sabes?
—Hey, ¿todo bien ahí? —la voz de su madre lo saca de su ensueño, y Luca se encuentra nuevamente a sí mismo sentado en la esquina del sofá de la sala enfrente de la chimenea.
El pelinegro parpadea rápidamente tratando de orientarse, y frunce el ceño al visualizar a su madre sentada en la otra esquina del sofá observándole de igual forma con un ceño fruncido. Ella se encuentra con el cabello recogido en una cola de caballo, un sweater blanco y pantalones negros haciendo un buen contraste resaltando sus rasgos afilados; no tiene maquillaje alguno, sin embargo Luca no cree que sea necesario, sus naturalmente mejillas rosadas y ojos cristalinos que él ha heredado, destacan maravillosamente en ella.
—¿Huh? —exclama quedamente después de que su madre chasqueara sus dedos a unos metros frente a su rostro, como comprobando el hecho de que está consciente.
—¿En dónde tienes la cabeza hoy? ¿Marte o Júpiter? —musita ella, enarcando una ceja en su dirección. Luca no puede evitar la risa que sale de su boca. Aquellas pequeñas acciones como recordar un juego de la infancia le hacen sentir tan cálido por dentro que es imposible para él evadir las sonrisas y risitas tirando de él inconscientemente. Ama estar en casa.
Marte o Júpiter. Suena tan trivial, y sin embargo es tan importante en la vida de Luca cada vez que siente que está olvidando quién es. Después de volver de Hogwarts, la primera vez que su padre le dijo aquello después de sumergirse en sus pensamientos a la hora de la cena, jura que casi lagrimea (recientemente se ha visto aceptando la realidad de que es, lo que Lune llamaría: "Un llorón, eso es lo que eres. Ni yo misma lloro tanto cuando tengo el período..., bueno, quizás sí. ¡Deja de mirarme así, mon amour! Te apuesto que hasta el mismo Potter se volvería un llorón si le dieran los mismos cólicos del demonio que a mí); ¿alguna vez alguien más no ha tenido aquella cosa o persona que es su polo a Tierra? Una frase, película, persona, libro..., que cada vez que acude a él se siente de nuevo como sí mismo. ¿Tiene sentido? Luca espera que sí.
La cuestión con todo el "Marte o Júpiter" es realmente muy tonta, si lo piensa detenidamente, eh. Todo empezó desde que es un niño. Luca siempre ha tenido esta (mala, añade su madre) costumbre de que cuando se concentra muchísimo en algo, tiende a olvidarse de sus alrededores y nunca sabe lo que está ocurriendo.
Su madre dice que aquello lo ha heredado de su padre, pero Luca realmente lo duda (aunque nunca vocifera su contradicción por miedo a la reacción que pueda obtener). Alessa D'Maro puede olvidarse hasta de comer si está inmersa trabajando en algún proyecto importante.
Ah, se ha ido por las ramas, de nuevo. Como sea, Luca recuerda que nonna Ella es la fundadora original de la frase; aún suelta risitas cada vez que piensa en aquella cena familiar en donde ella le propinó un pequeño coscorrón en la cabeza preguntándole en italiano si se encontraba en Marte o Júpiter.
De ahí surge la aclamada frase que después se convertiría en una tradición; preguntarle a Luca si se encuentra en Marte o Júpiter cada vez que parece tremendamente sumergido en sus pensamientos. El italiano, honestamente, debe aceptar que ha extrañado mucho escucharla.
Marte o Júpiter.
—¿Yo? —Luca se aclara la garganta con bochorno tratando de desviar su mirada a cualquier otro punto que no sean los orbes cristalinos de su madre.
Alessa enarca una ceja interrogante en su dirección— ¿Estás nervioso?
El pelinegro mueve sus manos nerviosamente y remoja sus labios delgados en inquietud— ¿De qué tendría que estar nervioso?
Su madre frunce el ceño, acercándose a él y depositando una mano en una de sus rodillas, que (sin darse cuenta) ha estado moviendo frenéticamente.
—No lo sé —dice honestamente ella—. Eso es lo que tendría que preguntarte yo a ti —Luca observa con un sentimiento de malestar la mirada inquisidora que Alessa le dirige. Nunca ha podido ocultarle algo.
Sin embargo, ¿cómo rayos será capaz de explicar algo que ni él mismo comprende?
No lo mal entiendan, Luca es increíble explicando conceptos complejos del espacio y relacionados, con una facilidad envidiable. ¿Pero sentimientos? No, muchas gracias, no disponible, agotado.
Y es aún peor explicar algo que ni él mismo ha podido descifrar, y de las cosas que Luca más detesta en el mundo es el sentimiento de ignorancia. ¿El no saber algo? ¿No entender algo? Lo odia.
Por eso se ha sentido tan mal últimamente con el hecho de que todos parecen conocer algún detalle del que desconoce en el que él mismo está involucrado. Primero Scorpius Malfoy y sus miradas entretenidas, después Lune con su expresión de sorpresa el día que salieron de vacaciones, al percatarse de algo que él aún no puede entender. Y ahora está su madre pegándose al asunto, mirándole de la misma forma en la que trata de analizar un libro de texto..., o a su padre; las situaciones varían de vez en cuando.
—Emh... —responde después de unos segundos en silencio, un tanto intranquilo ante los orbes cristalinos escudriñando cada movimiento que hace— Yo, uh, realmente no tengo nada que contar. No estoy nervioso de nada —Luca asiente como si ha de estar tratando de convencerse a sí mismo de algo que ni él cree. ¿Nunca has escuchado eso de "Fingelo hasta que te lo creas"? Bueno, lo aplicará a esta situación.
Alessa suelta un suspiro, cruzándose de brazos— Está bien, te creo —Luca remoja sus labios y asiente cortamente, ganando seguridad. Su madre apreta cariñosamente el agarre que tiene en su rodilla, y el pelinegro sonríe ante ello después de conectar miradas—. ¿Por qué mejor no me cuentas bien todo lo que ha pasado? Sé que ya lo has hecho —se refiere a la noche en la que regresó de Hogwarts, una cena en donde le contó a sus padres todo lo que pasó en su vida durante los meses separados—, pero quiero que esta vez sea a detalle. Sé que tu padre puede ser... intenso —Luca no puede evitar la risita confirmante que sale de sus labios y Alessa misma ríe un poco ante aquello—, así que quiero que esta vez me cuentes todo solo tú y yo.
Luca asiente silenciosamente, remojando sus labios y pensando si "¿Esta es su forma para calmar mis nervios? Porque si es así, está funcionando"—. ¿Con qué empezamos?
Alessa se acomoda nuevamente a la otra esquina del sillón, sonriendo con familiaridad— ¿Cómo es Hogwarts?
Luca piensa en él y Albus en la Torre de Astronomía por las noches, Sirius reluciendo más brillante que nunca; piensa en él haciendo un picnic con Albus en las orillas del Lago Negro y quejándose sobre desear un gelato (la risa que sale repentinamente de su boca le gana una mirada curiosa de parte de su madre); piensa en Scorpius haciendo una cara de cansancio extraña cada vez que Albus le va a buscar para caminar juntos a clase, y en Lune Lebeau mirando soñadoramente a Dominique Weasley mientras le acompaña para desayunar porque "Siempre estoy en la mesa de Slytherin, Lune. Mis compañeros de casa seguro piensan que ahora soy uno de ustedes con todo el tiempo que paso allá, ¿estar con las águilas no sería tan malo de vez en cuando?".
—Es... mágico —una risa tonta abandona sus labios al percatarse de la redundancia que acaba de cometer inconscientemente, sin embargo, no ve otra forma de describir a Hogwarts, no cuando... Luca remoja sus labios y conecta miradas con su madre, quien le contempla cariñosamente—. Sé que suena tonto pero no hay otra forma de describirlo, ¿sabes?. Tan solo el ambiente es... mágico.
Alessa asiente tratando de interpretar aquello— ¿Te refieres a las personas? ¿O es algo más como una pesadez ante tantos núcleos de magia juntos? Quizás-...
Luca se carcajea brevemente antes de poder prevenirlo, interrumpiendo la próxima-a-ser verborrea de su madre que solo reluce cuando ella se encuentra verdaderamente cautivada por algo. Le sucede constantemente si la magia está involucrada, y Luca lo entiende perfectamente; ser una persona con mentalidad científica y conocer del mundo mágico, tiene como garantía el carcomerte con preguntas.
Dulce bebé Jesús, él es parte del mundo mágico y siempre está carcomiéndose con preguntas.
El italiano niega con la cabeza soltando un suspiro enternecido e inclina la cabeza en afecto, mirando a su madre— En general es todo mágico, mamá —exclama en un tono risueño—. Pero no me refiero a ese tipo de magia —aclara—, no es algo como tal de magia, umh..., eh, es más como una sensación. ¿Sabes cómo te sentiste cuando fuiste por primera vez a Disneyland en París? Sí, así.
Su madre suelta una risa entremezclada con un suspiro— El que más disfrutó ese viaje fue tu padre. Tú lloraste la mayoría del tiempo que estuvimos ahí por la cantidad de personas que habían, y yo estaba cuidándolos a ambos.
—No recuerdo mucho de eso, honestamente.
—¿Cómo podrías recordarlo? La mayoría lo pasaste llorando y tu padre se fue solo a las atracciones porque "no quería perder ningún segundo".
Luca suelta una risa, suena a algo que haría su padre—: No me sorprende. Pero, lo que sí recuerdo, es la función de fuegos artificiales.
Alessa asiente, sonriendo pequeñamente— ¿A eso te refieres con el sentimiento de magia? Porque si es así, comprendo lo que quieres decir. Solo se siente... mágico.
—¡Lo sé! Fue una función hermosa —Luca trata de recordar aquel momento; los diferentes colores llenando el cielo brillantemente y los sonidos emocionados proviniendo de sus alrededores. Una vista magnífica que recuerda haberle dejado un sentimiento cálido y burbujeante en el pecho—. Me encantaría volver —admite después de unos minutos en silencio. La vista de su madre recae en él.
—¿Sí?
—Me encantaría, quisiera mostrarle esa función a Albus —dice distraídamente sin pensarlo dos veces—. Quizás no sea como los fuegos artificiales que producen sus tíos pero creo que le gustaría el ambiente —musita metido en pensamiento. Sí, Albus con orejitas de ratón y viéndose intimidante con su usual semblante frío para después tomarse fotos con cada una de las princesas, ocasiona una risa en Luca quien asiente como afirmando la idea y distrayéndose de la sensación que se posiciona en su pecho— Sí, él es del tipo que-...
La risa brotando de su madre a su lado, lo obliga a detenerse en sus palabras y fruncir el ceño ante la vista que ella le está dirigiendo. La misma de antes, el conocer algo que él no.
—¿Está todo... bien? —pregunta, inseguro de lo que ha dicho. Su madre asiente entretenidamente.
—Sí —acepta—. Es sólo que me acabo de dar cuenta de algo —añade sonriendo para sí—. Eso tiene más sentido.
El ceño fruncido de Luca se pronuncia ante sus siguientes palabras— ¿Uh?
—Oh, no, no —su madre mueve las manos enfrente suyo en forma de equis, como si aquello ayudara a negar lo que murmuró accidentalmente—. No es nada importante. Mejor dime, ¿Albus y tú son amigos, cierto?
Luca asiente instantáneamente, como casi ofendido de que siquiera lo esté preguntando.
—Entonces, ¿cómo es él?
—¿Disculpa?
—¿Cómo es Albus? ¿Cómo te trata? ¿Es un buen amigo?
Ante la última pregunta detonando advertencia, Luca enseguida confirma el hecho— ¡Por supuesto que lo es! —responde, sin percatarse de la mirada escudriñadora que le brinda Alessa—. Él es... —Luca lo piensa detenidamente por unos momentos. Albus no está ni cerca de ser perfecto, y ambos tienen que mejorar mucho para tener una sana relación de amistad, pero...— Increíble. Es dulce y gentil y paciente —quizás no sean las palabras más adecuadas para describir al Albus Potter que Hogwarts conoce, pero bueno, Luca tampoco puede decir que conoce a ese Albus. El Albus de Luca admite ser frío y manipulador y egoísta, pero de cierta forma es muy dulce, y gentil, ¡y vaya paciencia...!.
Luca levanta la mirada para observar a su madre después de percatarse todo el tiempo que ha permanecido en silencio. Ella se encuentra en la otra esquina del sofá, contemplándolo dulcemente. Y si ha estado preguntándose algo, ya lo resolvió, porque la mirada inquieta que hace rato le dirigía, se desvaneció.
—¿Sí? —inquiere ella después de un rato—. ¿Te gusta estar con Albus?
El pelinegro sonríe y asiente sin pensarlo dos veces— Por supuesto.
Luca se sorprende al sentir el repentino despeine de su cabello, y levanta la mirada del suelo para encontrarse con su madre observándole afectuosamente— Me alegra mucho eso, piccolo—añade sinceramente—. Ahora ya entiendo las cosas.
El Ravenclaw frunce el ceño y se cruza de brazos, inclinando su cabeza levemente a la derecha— No comprendo, ¿a qué te refie-...?
El sonido del timbre resuena por la casa interrumpiéndolo y Luca se sobresalta ante el repentino estruendo, ganando una risa de su madre y olvidándose de la pregunta que tenía; no pensando en nada más que en los extraños nervios de antes posicionándose en su estómago.
Valutto le da un corto asentimiento de cabeza a Alessa, disculpándose brevemente antes de levantarse del sillón.
El italiano siente un cosquilleo recorriéndolo y guarda sus manos en los bolsillos del pantalón, precaviéndose de moverlas descontroladamente debido a la inquietud. ¿Qué es lo que lo tiene tan nervioso, eh? Es sólo revisar quién está tocando el timbre, no es la gran cosa.
Santo Jesús, ¿puedes dejar de temblar?. Parece que estuvieras en Urano durante sus 21 años de invierno. Contrólate, Valutto.
Jura escuchar una risita de su madre mientras camina a pasos prudentes hacia la puerta; con una rápida mirada a su reloj de mano se percata finalmente de la hora, 4:30 PM, el horario acordado para la visita de Albus.
Bueno, eso no ayuda al momento de disipar sus nervios raros al darse cuenta de que probablemente es Albus quien esté al otro lado de la puerta y no cualquier otra persona.
El italiano toma aire con el objetivo de disipar su ansiedad, y asiente tratando de brindarse seguridad antes de cerrar los ojos fuertemente y girar la manivela de la puerta. ¿De qué está tan nervioso? Por favor, es sólo Albus.
Lo primero que siente es un viento gélido helando cada hueso de su cuerpo a pesar del jersey azul oscuro que viste, el cabello se le desordena levemente ante la brisa repentina y el italiano suelta un exhalo abriendo los ojos lentamente al escuchar un pequeño ruido proviniendo enfrente de él.
Verde. Es lo que ve. Esmeralda puro repleto de un sentimiento que Luca no se encuentra capaz de definir. Una sonrisa de oreja a oreja surca inconscientemente sus labios antes de poder evitarla, y el italiano se balancea en las puntas de sus pies de un lado a otro sin contener la emoción que está experimentando.
Enfrente suyo, Albus Potter con el cabello revuelto, mejillas rojas, labios resecos en su característica sonrisa ladeada, y un ramo de flores deslumbrante en sus manos le ocasiona una sensación extraña a Luca en su estómago.
Ambos se sonríen enormemente, tratando de absorber la mayor información posible del otro en lo que no se han visto. Luca contempla el outfit totalmente negro de Albus; hoodie, jeans, chaqueta de cuero..., negro, todo negro. Aquello le ocasiona una risa y disfrute indescriptible en el pecho, la sonrisa ladeada que recibe le hace percatarse de lo mucho que le ha extrañado.
El Potter se inclina acercándose a su rostro, la sonrisa de Luca permanece imperturbable— Ciao, Lou.
Ahora sí. Va a vomitar. Va a vomitarle a Albus encima y pasará una vergüenza terrible, de eso está seguro. Luca posa sus manos en sus mejillas, tratando de disimular el inesperado calor en ellas, escuchando una risa entretenida de parte del Potter. Seguro lo está disfrutando la serpiente astuta esa, conociéndole— Ciao, Al —la mirada del italiano recae en el ramo de flores colosal plantado firmemente en las manos del Potter y frunce el ceño ante ello. ¿De dónde...?
Albus parece darse cuenta de su gesto cuando también conduce su mirada a la dirección en la la tiene puesta. El Potter suelta una risita jocosa—: ¿Te gustan?
Luca asiente sin pensarlo dos veces, siempre le han gustado las flores, creciendo en Sicilia está acostumbrado a la flora relajante en distintos puntos. Las flores siempre le han parecido preciosas. ¿Pero de dónde han venido estas? Están en invierno, no tiene sentido. ¿Y por qué?
El Potter se inclina aún más a él, soltando el agarre de una de sus manos en el ramo para posicionarla en la mejilla del Ravenclaw, acariciándola gentilmente e interrumpiendo su discusión de pensamientos. Luca siente el impulso de observar el piso antes que a Albus, escuchando otra risa burlona proveniente de la serpiente.
Los orbes esmeralda del Slytherin hacen contacto con los suyos cuando Albus cambia su mano de posición poniéndola debajo de su mentón y alzándolo, obligándole a conectar miradas.
—Oh —exhala Luca bajamente.
Albus le sonríe ladinamente y Luca no puede entender el porqué detrás de los nervios depositados en su estómago— Lo tendré en cuenta para otro momento, entonces —exclama con seguridad—. No lo sabía, pero ya, anotado —el italiano suelta una pequeña risa entretenida e inclina su cabeza inconscientemente ante el tacto de Albus nuevamente en su mejilla derecha. ¿Está hablando de las flores, todavía? Porque Luca ya lo ha olvidado con el contacto cálido de Albus.
—No sé qué quieres decir con eso pe-... —antes de poder concluir su frase, un grito lo corta abruptamente.
—¿ALESS? ¿YA LLEGÓ EL AMIGO DE LOU? —la voz de su padre resuena en las paredes de la casa y Luca cierra los ojos apretadamente en bochorno, alejándose del toque de Albus.
¿Esto es en serio...?
Luca alza una ceja ante la mirada inquisitiva que le brinda el Potter, y éste se encoge de hombros. Ni él mismo sabe cómo explicar a su padre en los casi 17 años que lleva viviendo con él.
El italiano escucha un suspiro sonoro atrás suyo y se voltea, encontrándose a su madre negando con la cabeza y sus brazos en forma de jarra. Se avergüenza un poco al pensar en que se olvidó de su existencia al momento de abrir la puerta, ¿eso significa que ha visto toda la escena de él reecontrándose con Albus...?
Ante su madre carraspeando, y señalando sutilmente al Potter aún incorporado en la puerta, Luca comprende el mensaje.
El de ojos cristalinos se aclara la garganta con culpabilidad, y se adentra más a la casa, corriéndose a un lado y señalando con sus brazos el interior de ella, como diciendo "Sí, hola, puedes pasar, Albus".
Luca observa con su natural curiosidad plasmada en sus orbes surrealistas el cómo Albus cambia su postura y expresión inmediatamente, irguiéndose y reemplazando la sonrisa suave que ha tenido hace unos momentos por un gesto de cordialidad.
Huh, siempre le parece gracioso la facilidad que tiene Albus para cambiar totalmente su lenguaje corporal de acuerdo a quienes le rodeen. Usualmente tiene lo que a Luca le gusta llamar "Slytherin Potter", un rostro estoico y severo que comunica "No te acerques a mí a menos que yo siquiera te lo pida, muchas gracias".
Es cruel pero después de pedir una explicación lo comprende bien.
No quiero que se aprovechen de mí, Luca.
Aunque, si es honesto consigo mismo, en cierta parte puede comprender por qué una parte del alumnado de Hogwarts parece estar aterrado de Albus. Si alguna vez el Potter le hubiera dirigido esa expresión, está seguro de que él también lo estaría. Lo que le lleva a preguntarse: ¿por qué Albus nunca ha actuado con él así? Ni siquiera en el tren la primera vez que se conocieron. Él siempre ha visto a, umh..., eh..., Albus. No a Slytherin Potter.
El italiano niega la cabeza, tratando de despejar esas preguntas sin sentido. Como sea, la otra expresión aparte de Slytherin Potter que Luca es capaz de reconocer es la que en estos momentos está plasmada en su rostro; una que solo pone con los profesores, mostrando cordialidad y respeto. Es gracioso, la verdad.
Luca visualiza a Albus entrando con pasos titubeantes a su casa, removiendo sus zapatos y dejándolos en la scarpiera; un típico estante italiano que funciona como un garaje de zapatos.
El Valutto dirige una mirada a sus propios pies, encontrándose con, lo que en Italia llaman, pantofole. En otras palabras, sandalias especiales para la casa porque es como una regla obligatoria omnisciente el nunca estar descalzo por la casa a menos que sea para dormir o ducharte. Jamás, jamás, jamás puedes estar descalzo en casa; ¿sabes cuántas bacterias pueden haber hasta en tu propio piso? Luca siente un escalofrío recorrerlo, definitivamente le regalará a Albus sus propias pantofole.
El italiano sale de su ensueño de tradiciones cuando observa con sorpresa cómo el Potter camina hacia su madre y le entrega el ramo de flores con una sonrisa diminuta. ¿¡Huh?! ¿Las flores son para su madre? Bueno, es un muy lindo gesto pero ¿por qué...?
—Son para usted, señora Valutto —escucha provenir del Potter en un tono muy cortés, interrumpiendo su pelea de preguntas. Luca sonríe al observar una sonrisa pequeña asombrada mostrarse en el rostro de su madre, quien toma los tulipanes naranja afablemente—. Es un placer, soy Albus Potter.
—Un placer, Albus —responde cordialmente, teniendo que alzar la cabeza para tratar de mirarle a los ojos. Luca suelta una pequeña risa, tomando sus mejillas—. Alessa —su madre le dirige un pequeño asentimiento—. Luca me ha hablado sobre-...
Para la fortuna de Luca, un grito interrumpe el comentario de su madre, resonando en todas las paredes de la casa— ¿¡ALESS?! PREGUNTÉ QUE SI YA HABÍA LLEGADO EL AMIGO DE LUCA —Luca no sabe qué es peor, si los gritos de su padre o el comentario de su madre. Los tres en la sala se quedan en silencio durante unos momentos, antes de que resuene un estruendo y un "¡Ouch! ¿Quién puso eso ahí? Oh, fui yo"—. NO IMPORTA, YA BAJO —aún y con la vergüenza, Luca no puede evitar soltar una carcajada ante la expresión perdida de Albus y el suspiro decepcionado de su madre.
El sonido de pasos rápidos bajando la escalera se hacen presentes, y Luca suelta una risita desplazándose hasta el lado de Albus. El Potter se encorva acercándose aún más a él para preguntarle disimuladamente—: ¿Qué está sucediendo?
El italiano posa sus orbes cristalinos en los esmeralda de Albus, remojándose los labios— Eh —tantea inseguro—... Solo espera un poco.
Como si lo hubiera invocado, Stefan Valutto entra en su panorama. Luca frunce el ceño observándolo bajar de las escaleras, acercándose corriendo hasta colocarse al lado de su madre. Las manos en sus rodillas tratando de recuperar el aire, el cabello castaño desordenado, y el sweater grande gris verdoso viéndose un poco fuera de lugar. El Potter a su lado se tensa súbitamente, y Luca frunce el ceño ante aquello. ¿Albus?
Alessa observa a su padre con una ceja arqueada y una expresión de cero asombro— Uno creería que después de todo el entrenamiento que tienes que hacer, tendrías un buen estado físico. Pero oh sorpresa, henos aquí.
Luca contempla entretenidamente el puchero natural que se forma en el rostro de su padre mientras éste se incorpora y suelta un— ¡Pero Alessa-....!
Su madre suelta un suspiro negando con la cabeza y pellizca discretamente a su padre, señalándolos rápidamente. El italiano suelta otra pequeña risa, ganándose una mirada peculiar de Albus, quien sonríe al verlo.
El padre de Luca aclara su garganta, irguiéndose y abriendo los brazos alegremente— Benvenuto, bambino! —Luca jura que su padre le habla sólo en italiano para marcar algún tipo de territorio; porque ni su propia madre, la verdadera italiana pura, lo ha hecho. ¿Pero qué territorio está tratando de marcar, huh? Es sólo Albus—. ¿¡Cómo estás, eh?! Siéntete cómodo, vamos —el Ravenclaw se pone de puntillas tratando de divisar el rostro del Slytherin, y ríe brevemente en su interior al notar su expresión confundida.
Sabe que Albus es medianamente bueno leyendo a las personas, pero con su padre aquello es imposible. Stefan Valutto es por excelencia una de las personas más impredecibles que conoce; ni él mismo en sus 16 años de vida ha podido entenderlo con exactitud. La única que tiene ese superpoder es su madre, y por eso y más, ella es sencillamente increíble.
La mirada de su padre de pronto recae en el ramo de tulipanes en las manos de Alessa, y una gran sonrisa se hace paso en su rostro— ¡Oh, pero qué bonitas! ¿De dónde salieron, Aless? ¿Las compraste y no me di cuenta?
La mencionada le observa dulcemente a pesar de mantener una expresión impasible en su rostro, y suelta un exhalo antes de dirigir su mirada a Albus—: Las trajo Albus.
Una expresión confundida se forma en el rostro de Stefan— ¿Albus? —pregunta para sí mismo. Sus ojos se despegan de las flores para clavarse en el Potter—. Oh, Albus —Stefan entrecierra los ojos, y Luca observa cómo se acerca hacia a ellos hasta posarse enfrente del Slytherin.
El Ravenclaw visualiza con interés a Albus luciendo extrañamente nervioso, incluso cuando su padre es algunos centímetros más bajo que él. El nerviosismo de Albus es muy sutil, sinceramente; pero después de pasar tanto tiempo con el Potter, Luca se considera un experto en identificar su lenguaje corporal. Ahora mismo, Albus mantiene las manos a su costado hechas puño, delatando su pequeña ansiedad.
Luca frunce el ceño ante ello.
—¿Albus? —musita su padre y el Slytherin se tensa.
¿Uh? ¿Todo bien? Usualmente es Albus quien causa esta reacción en las personas, no al revés. Luca muerde su mejilla interna derecha. ¿Qué le está causando ansiedad? Es sólo su padre, no la directora McGonagall.
—¿Sí, señor? —Luca no sabe si su padre lo nota o decide ignorar el leve tono ansioso en las palabras del Potter. De cualquier forma, su padre le brinda una pequeña mueca que puede confundirse con un puchero, y Luca enarca una ceja tratando de conectar miradas con su madre a lo lejos.
—A la próxima yo también quiero unas, me gustan las flores —el italiano escucha decir a su padre con un deje de vergüenza y Luca suelta una risa ante aquello, negando con la cabeza. Albus a su lado se destensa, y suspira riendo suavemente cuando su padre le brinda una gran sonrisa simpática, palmeando su espalda.
—Por supuesto, señor —responde el Potter en un tono encantador—. ¿Cuáles le gustan?
Ante la expresión entusiasmada de su padre, Luca suelta un exhalo; oh, con eso ya se lo ha ganado. Como si aquello de "Señor" no fuera suficiente...
—¡Aless! —su padre se aleja de ellos sonriendo enormemente en dirección a su madre, quien sonríe con resignación—. ¡Mira! Yo tendré flores también a la próxima.
—Por supuesto que sí.
Stefan nuevamente mira a Albus— ¡Me gustan todas las flores a menos que sean crisantemos!
El Potter frunce el ceño y las palabras salen de su boca sin poder prevenirlas— ¿Por qué crisantemos?
—En Italia solo se dan en los funerales —aclara Luca, poniéndose de puntillas para observarlo—. Por lo que es algo así como un mal signo el dar crisantemos a otra persona.
Albus asiente, murmurando una pequeña aprobación.
—Dime Albus, ¿te gusta el pesto? —llama su atención Stefan.
—Umh, no lo he probado, señor.
—¿¡Huh?! ¿¡De verdad?! ¿Nunca? Oh, ¡entonces esta es la perfecta oportunidad! Cenaremos pasta al pesto. ¡Dicho está!
Luca aclara su garganta tímidamente— Si todo ya está aclarado, ¿Albus y yo podemos subir?
Su padre frunce el ceño— ¡Pero...!
Alessa codea sus costillas disimuladamente, acallándolo. Después les brinda una sonrisa tranquilizadora a Albus y Luca, quienes le contemplan expectantes—: Por supuesto, ustedes vayan subiendo para no perder más tiempo y los llamaremos para cenar.
Luca asiente sonriendo diminutamente y toma la mano de Albus inconscientemente, arrastrándolo hasta las escaleras, escuchándolo excusarse y agradecer a sus padres.
El italiano suelta una risita que de pronto muere al escuchar el grito de su padre— ¡Deja la puerta abierta, Luca! —el jadeo de Albus atrás suyo le hace fruncir el ceño—. ¡Ouch! ¡Alessaaaaaaa!
Luca refuerza el agarre de manos que tiene con el Potter y el ceño fruncido en su rostro no desaparece hasta que ambos se encuentran posados frente a la puerta cerrada de su habitación.
El Ravenclaw alza su mano hasta la perilla, pero luce dubitativo durante unos segundos. ¿A Albus le gustará su habitación? Albus es millonario, seguro su habitación no es nada comparada con la suya. ¿Debió haber escondido los-...?
—¿Qué ocurre? —como si le ha de estar leyendo el pensamiento, Albus lo observa interrogante. Sus esmeraldas puras escanean la expresión del Valutto y éste muerde su labio.
—¿Tú...? —Luca deja la pregunta en el aire, deslizando sus ojos hasta que lo único que ve es el suelo.
Escucha una risita afectuosa provenir del Potter a su lado. Y una mano de éste se posa debajo de su mentón, sosteniéndolo con cuidado y obligándolo a alzar la vista como hace unos minutos. Luca tiene una sensación extraña en su pecho cuando el Slytherin le sonríe ladinamente, acariciando con suavidad su mentón; en sus ojos hay una mirada que Luca no puede definir.
—Me va a encantar, Lou, vamos —las palabras cargadas de cariño resuenan en el silencio entre los dos, y Luca sonríe inconscientemente, asintiendo.
El italiano se suelta del agarre del Potter, girándose nuevamente hacia la puerta y abriéndola. Su habitación luce como siempre: la ventana indicando el día helado que permanece afuera y el sol poniéndose desde temprano (la mueca en su rostro produce una carcajada en Albus), su cama tendida de negro, los posters de astronomía en las paredes de su habitación, el telescopio en el extremo sur a un lado del escritorio... Yup, todo común.
Luca se pone de puntillas, tratando de visualizar curiosamente la expresión de Albus. El Ravenclaw siente otra vez aquella rara sensación en su pecho cuando detalla el rostro del Potter; mantiene una expresión tranquila, casi pacífica, sus labios están surcados en una sonrisa cariñosa y le recuerda a la misma cara que tenía el último día en Hogwarts, cuando los dos se encontraban solos en el tren.
Albus cierra los ojos y suelta un suspiro— Me encanta —sus cuencas esmeralda hacen contacto con las suyas y Luca retiene un jadeo ante la expresión feliz en su rostro—. Te refleja.
—¿Uh?
El Potter suelta una risita— Es como si tú fueras una habitación.
Luca sonríe entretenidamente— ¿Ah sí? ¿Entonces cómo es tu habitación?
Albus suelta un exhalo, caminando antes de sentarse en la cama. Luca se aproxima hasta la cama también, acomodándose apoyando su espalda en la pared blanca.
La mano de Albus tantea hasta posicionarse en una de sus rodillas, el Potter sonríe ante la naturalidad de Luca sintiéndose acostumbrado a la muestra física— No es tan genial como la tuya —dice, Luca lo contempla con atención. ¿Por qué será que no se cree aquello...?—. Es grande porque convertí el sótano de la casa en mi cuarto, básicamente.
—¿Oh? ¿De verdad? —Luca se acomoda hasta encontrarse acostado en la cama, Albus a unos centímetros suyos sentado en mariposa.
—Sip —remarca la "p"—. En Cuarto Año decidí mudarme al sótano porque no me gustaba mi habitación —el italiano ríe cantarinamente ente esto, suena a Albus. Él siempre ha sido un poco caprichoso.
—Quisiera ir —admite sin vergüenza. Albus asiente emocionado.
—Yo quisiera que fueras. Sería... lindo.
Luca ríe brevemente ante su súbito tono tímido. El italiano se voltea, encarando la rodilla de Albus; frunciendo el ceño ante esto, Luca posa su mano en ella, llamando la atención del Potter.
—¿Sí?
—Me siento incómodo, acuéstate —musita sin ápice de vergüenza y Albus se carcajea genuinamente, acostándose a su lado.
Luca sonríe enormemente por reflejo, ante la vista del rostro de Albus a unos cuantos centímetros del suyo; el cabello azabache de éste recae a unos lados, desordenado; sus labios delgados y rosáceos permanecen entreabiertos, y Luca lame los suyos inconscientemente cuando el Potter lo hace; el italiano puede detallar de mejor manera algunos lunares casi imperceptibles en el rostro de Albus, y sin darse cuenta, alarga una de sus manos hasta tocar suavemente uno de ellos con su dedo.
Ante el jadeo de Albus, Luca finalmente se da cuenta de su cercanía y siente el calor subir a sus mejillas. El italiano carraspea y se aleja un poco, bajando la cabeza.
La carcajada de Albus llenando el espacio llama su atención. Y el italiano frunce el ceño, golpeando juguetonamente el pecho del Potter quien no deja de reír.
—¿De qué tanto te ríes, eh? —le riñe, y Albus calma su risa; observándole con cariño, posando una de sus manos en la mejilla del italiano, acariciándola.
—Eres adorable.
Luca se atraganta con su saliva y frunce el ceño ante la nueva carcajada de Albus. El Valutto golpea su pecho repetidas veces, y las manos enormes de Albus aprisionan sus muñecas, sin dejar de reír.
—Ya, ya —musita el Slytherin sonriendo entretenidamente y Luca frunce el ceño al identificar la expresión de superioridad en su rostro, muy parecida a la de Scorpius—. Pareces un gatito enojado.
El italiano abre la boca, ligeramente ofendido. ¿Un gatito? Se supone que debe parecer amenazante, ¡no un gatito!
—Yo-... —ni siquiera termina su frase cuando suelta un suspiro decepcionado. Esta situación le recuerda demasiado a su madre lidiando con su padre; mucho, para su gusto.
El Potter suelta una risita, soltando el agarre de sus manos y alargando una de ellas hasta que toca los mechones rebeldes de su flequillo, alejándolos cuidadosamente de su rostro.
Luca realmente lo aprecia. Aún no logra comprender el por qué de esto, pero la sensación un tanto intranquila que estaba sintiendo, se ha ido. Siendo suplantada por algo cálido y agradable, como siempre se siente con Albus.
Ambos se quedan en silencio durante unos minutos, Luca cerrando los ojos y dejándose arrullar tranquilamente ante los dedos del Potter acariciando su cabello. Oh, de veras le encanta el afecto físico.
—¿Cómo te fue esta semana, Lou? —escucha el murmuro bajito del Potter, Luca abre los ojos nuevamente. Cree que se está sintiendo de la misma manera que él, como si el hablar más alto que un susurro pueda romper con el ambiente tan cómodo que se ha formado.
Luca se acomoda hasta posicionarse enfrente del pecho de Albus, poniendo sus manos en él para mantener la distancia y que su rostro no termine sepultado. El italiano decide ignorar nuevamente el jadeo que sale de los labios de Albus.
—Mejor de lo que esperaba —admite quedamente, jugando con las cuerdas del hoodie de Albus—. No sabía lo mucho que lo necesitaba.
—¿Sí? —las manos de Albus aún permanecen explorando su cabello gentilmente, retirando la corona de flores. Luca murmura una respuesta positiva.
—Extrañaba a mi familia —acepta. Una nostalgia repentina cristaliza ligeramente sus ojos—. Extraño mucho Italia —ante su voz un poco temblorosa, las manos de Albus en su cabello se detienen abruptamente. El Potter posa sus manos en sus mejillas, ahuecando su rostro y obligándole a observarlo.
La expresión de Albus se derrite en su rostro cuando contempla el pequeño puchero en los labios de Luca— Oh —musita—. Oh, Lou —aún permanece acariciando sus mejillas y Luca se siente como un tonto ante la repentina nostalgia azotandolo. Hace unos minutos estaba perfectamente y ahora actúa como un crío sensible, ¿qué es? ¿Una embarazada o algo?
Eres muy sensible, coincide su subconsciente, pero ¿cuando has hablado esto con alguien? Ni siquiera podemos hablarlo con mamá y papá para evitar que se sientan mal.
—Lo lamento —musita suavemente, evadiendo los ojos de Albus.
—¿Qué lamentas?
—Es que yo... uh, no sé ni por qué estoy así.
Una risita sale de los labios del Potter, y éste sigue ahuecando el rostro del italiano— ¿Recuerdas lo que hablamos hace mucho meses?
—¿Sobre la termodinámica?
—Merlin, Luca, no. Hablo de la primera vez que fuimos juntos a las Cocinas —añade—. Cuando ambos llegábamos tarde a la primera clase.
Luca hace un sonido de aprobación, recordándolo. Fue el segundo encuentro que tuvo con Albus después del tren; el día que llegaba tarde a su clase de Historia de la Magia y terminó comiendo helado de caramelo en las Cocinas junto con Albus.
—Bueno, ¿recuerdas lo que te dije aquella vez? No debes disculparte por todo lo que haces, y menos si no tienes el control de ello.
Luca asiente, aún jugando con las cuerdas del hoodie del Potter.
—Lo sé, lo sé —responde después de unos minutos en silencio—. Solo fue una rara nostalgia, no le prestemos atención —Albus suelta un suspiro.
—¿Cómo es Italia?
—¿Uh?
El Slytherin sonríe aunque Luca no puede verlo— ¿Cómo es Italia?
—Oh... ¿Por dónde empiezo? Podría hablar horas sobre ello.
—Entonces, ¿de qué parte de Italia vienes?
—La costa —dice distraídamente—. Yo vivía en la región de Sicilia, pero la ciudad como tal en la que estaba es Catania, aunque nací en Palermo y lo visitaba constantemente.
—¿Umh? —Luca se acomoda por reflejo cuando siente el peso del mentón del Potter reposando en su cabeza—. ¿Alguna razón en específico?
El italiano suelta un suspiro y abre los ojos con un ápice de diversión aunque Albus no pueda verle—: Mucha familia regada por todo el mundo, ujum.
—Eso me da curiosidad.
—¿El qué?
—Tú familia, tus raíces. ¿Dijiste que tu mamá era muggle...?
Valutto pestañea rápidamente, aún jugando entretenido con el hoodie del Slytherin— Yup, te hablé un poco sobre ella en el tren. ¿Qué más quisieras saber?
Albus permanece callado durante unos segundos—... No es como algo específico, solo quisiera conocer más sobre ella. Conocer más sobre ti.
Luca frunce el ceño ante la (ahora usual) sensación en su estómago, y niega con la cabeza tratando de no prestarle mucha atención—. Pues, es una familia enorme —empieza, sonriendo levemente al recordarlo—. Siempre me la pasaba viajando por toda Sicilia en vacaciones para reunirme con todos; por eso prefiero decir que simplemente soy de Sicilia a especificar la ciudad. Es decir-... vivía en Catania pero casi no se sentía de esa forma con lo mucho que viajaba a otras ciudades.
Albus asiente— Yo, pese a la creencia popular, realmente no viajo mucho —admite—. No usamos demasiado la fortuna de mi familia —exclama—. Supongo que es porque realmente los mayores nunca se han acostumbrado del todo a ello; mi padre creció viviendo en la casa de uno de mis tíos y lo trataban..., terrible. Y la familia Weasley no contaba con tanta riqueza y prestigio hasta ahora. Realmente era muy pobre; mi mamá me cuenta que todo se compartía y era de segunda mano cuando entró a Hogwarts. Siempre nos recuerda lo agradecidos y afortunados que somos.
Luca se queda en silencio, alentándolo a continuar.
—Ahora nosotros no la usamos demasiado —añade el Potter—. Tenemos el prestigio y el dinero pero realmente la fama puede ser muy irritante en ocasiones. Es decir, no me mal entiendas, estoy agradecido y todo pero hay veces en las que no puedo evitar querer una familia más... normal.
El italiano suelta una risita— No creo que eso sea posible —piensa durante unos segundos—. En realidad, hablando de eso, mi cerebro no puede procesarte como todos te ven.
—¿Uh?
—Es decir, yo sólo veo a Albus —Luca frunce el ceño—. Solo veo a mi amigo, no a nadie más. No te reconozco como el hijo del Salvador del Mundo Mágico acá. Realmente se me olvida que tienes de tía a la Ministra de Magia —suelta una risita—. Yo siempre he visto a Albus, no a Albus Severus Potter. Así que se me hace raro el cómo te ven los demás, para mí eres muy normal.
—Aprecio mucho aquello —admite—. Usualmente ven mi apellido y la cara de mi padre en mí antes de siquiera poder decir algo. Mis papás nunca nos han exigido nada más que notas decentes; pero hay ocasiones en las que la presión es abrumante, ¿sabes, Lou?. Todos los rumores, las fotos, la invasión a la privacidad... Eso sin contar las expectativas que se tienen sobre nosotros —Luca deja de jugar con el hoodie de Albus, y en vez de ello posa sus manos sobre su pecho para tratar de darle confort al escuchar el tono ligeramente dolido—. Han dicho cosas terribles sobre mí, James, Lily, Teddy... Es agobiante todo lo que se espera de nosotros —Albus se remoja los labios, pensativo—. Pero al menos tengo buenos amigos y buena relación con mi familia.
—¿A qué te refieres con eso?
—Todo sería peor si no tuviera buenos amigos —aclara—. Realmente estoy muy muy muy agradecido por Scorpius —Albus suelta una risa—. No le vayas a decir nunca lo que te voy a contar, ¿está bien?
—Ujum.
—Yo siempre he pensado en Scorpius como en mi otra parte —exclama—. No soy de ponerme sentimental pero realmente Scorpius es como —el Potter se aclara la garganta, avergonzado—..., como mi alma gemela, mi otro hermano.
Luca sonríe automáticamente al escuchar su tono— Eso es lindo. Yo no tengo una de esas. Debe sentirse bonito poder encontrar a tu alma gemela.
—Es lindo —acepta, aún manteniendo su mentón en la cabeza de Luca—. Y es algo que agradezco mucho. No quisiera ser como... Rose.
—¿Disculpa?
Albus suelta un suspiro— Rose es mi prima. Rose Weasley, una Gryffindor. Cuando éramos niños, éramos como los mejores amigos; era Rose y yo contra el mundo —sonríe nostálgicamente—. Pero al entrar a Hogwarts, nos separamos; ella no podía comprender mi amistad con Scorpius. Digamos que aunque lo intente, mi tío Ron aún conserva este... rencor hacia los Malfoy. Y después empezó a juntarse con otras personas que a mí no me parecían —frunce el ceño—. Una cosa llevó a la otra y Rose se convirtió en una persona que no reconocía. Pero...
Luca enarca una ceja— ¿Pero...?
—Pero el lunes, el día que recibí tu carta, la vi romperse —musita—. De verdad, Luca, estaba rota. Jamás la había visto de esa manera. Sólo lloraba y lloraba, y sufría mucho. Nunca pensé en cómo afectaba la presión social a los otros miembros de mi familia. Después de eso me pregunté... ¿cómo sería Lily si no nos tuviera a James, a Teddy y a mí? ¿Así? Lily siempre ha sido muy sensible y enérgica, y nosotros la hemos enseñado a fortalecer su carácter. Pero ¿sería como Rose si no estuviéramos con ella? ¿Yo sería como Rose si no hubiera encontrado a Scorpius o hubiera tenido el apoyo de Teddy? —el Potter se queda en silencio—. No lo sé, son preguntas de las que no quiero imaginar la respuesta.
Luca murmura en comprensión— Entonces no lo hagas. He aprendido gracias a ti que pensar en las cosas que pudieron haber pasado, no trae nada bueno. Solo debes dejar de preguntarte los "y si"; lo que pasó, ya pasó. No hay forma de cambiarlo.
Albus sonríe— Estás diferente.
—¿Huh?
—Lo estás —confirma—. ¿Qué ha pasado en tan solo una semana, eh? Porque ahora parece como si hubieras madurado en 10 años de experiencia —Luca ríe—. Estoy hablando en serio, Luca. Te ves más... seguro, más ¿feliz? —lo último suena más a duda que a una afirmación, y los ojos del italiano brillan en diversión.
—Solo estoy más seguro —acepta—. Te doy parte del mérito por ello —suelta una risita—. Pero aparte de ello, realmente soy así —Luca se separa del pecho del Potter, y levanta la cabeza, haciendo contacto visual—. Siempre he sido así, solo que no me sentía lo suficientemente ¿feliz? ¿Tranquilo? No lo sé —remoja sus labios—. Aunque nunca le dije nada a mis papás, mudarnos de Italia hacia acá fue algo realmente duro —confesa—. No tenía amigos en Sicilia, pero siempre he sido una persona muy familiar. Separarme de mi familia y mi país fue muy difícil.
» Eso, agregándole que nada fue como yo creía —continúa—. Todo era tan diferente; las clases, la cultura, las personas... Así que fue aún peor. Creo que a pesar de haber pasado muy buenos momentos en Hogwarts, igualmente fue muy malo para mi salud mental el cambio —dice—. No me di cuenta de que no me encontraba verdaderamente feliz hasta que regresé a casa y me volví a sentir como en Italia.
Luca cierra los ojos, sonriendo levemente— Ahora sí estoy feliz —espeta—. Muy muy feliz.
El italiano abre los ojos, encontrándose con la vista de un Albus sonriendo de una muy extraña manera. El Potter posa su pulgar en una de las mejillas de Luca, acariciándola con cariño.
—Es lindo conocer al verdadero Luca, me gusta más esta versión —el Ravenclaw tose y asiente, separándose del Potter al notar su extrema cercanía.
—Gracias —contesta sinceramente. En su interior su subconsciente solo parece festejar.
¿¡Viste?! ¿¡Sí viste, Valutto?! ¡Vamosssssss!
Luca muerde su labio, negando con la cabeza. Estúpida conciencia, estúpido mini Luca. Lo único que hace es confundirlo.
De pronto recuerda algo de lo que estaban hablando hace un rato y sus ojos se abren con impresión— ¡Albus!
—Lou.
—¡Sí tengo a un Scorpius!
El Potter frunce el ceño— No me gusta cómo suena eso.
Luca no sabe a qué se refiere pero hace un ademán como restándole importancia a sus palabras. El italiano siente un sentimiento de cariño puro expandiéndose por él al recordarlo, y se levanta repentinamente de la cama.
—¡Es nonna Ella! —musita entusiasta. ¿Cómo pudo olvidarla?
Albus desde la cama lo contempla con una ceja alzada— ¿Es decir?
—¡Mi abuela, Albus! ¡Mi abuela! —la alegría se hace presente en cada una de sus palabras—. Mi abuela es mi Scorpius —Luca se balancea en sus puntillas—. Me encantaría que pudieras conocerla —reconoce—. Es la persona más dulce en el mundo —sonríe al recordarla—. Y muy muy inteligente.
—Suena a ti.
El pelinegro asiente sin prestar detenida atención a la respuesta de Albus—: Ella fue la que hizo que me empezara a gustar el espacio.
Ante ello, el Potter se sienta en la cama, mirándolo interesado— ¿De verdad?
—¡Hablo en serio! Desde que soy pequeño me llevaba a playa en la noche a enseñarme las constelaciones, todo es gracias a ella —sus labios se curvan en una sonrisa amorosa automáticamente—. Cada vez que me dices Lou me acuerdo de ella. Siempre me decía apodos de toda clase —ríe brevemente.
Albus le sonríe, alzando ambas cejas, entretenido— ¿Ah sí?
Luca murmura confirmante, acercándose nuevamente en la cama y sentándose en ella, aún conservando la distancia entre los dos— Síp. Aunque la mayoría son muy cursis y vergonzosos —una mueca se hace paso en su rostro.
El brillo entretenido en los esmeralda de Albus, crece— ¿Cómo cuáles?
Luca siente el calor subir a sus mejillas, y se encoge de hombros— Como si fuera a decirtelos.
El Slytherin ríe— Vamos, Valutto. Yo te dije lo de Scorpius muy cursi, es tu turno.
El italiano permanece en silencio durante unos segundos antes de soltar un suspiro de resignación— Eran varios. Caro, Stellina, Tesoro, Piccolo...
Albus le observa curioso en una manera que a Luca le parece demasiado familiar para su gusto—: ¿Y eso qué significa?
—Caro es querido, Stellina es estrella, Tesoro es cariño, Piccolo es pequeño... —explica, sintiendo sus mejillas aún calientes bajo la mirada del Potter.
El ojiverde suelta un ruidito extraño— Me gustaría aprender italiano —confiesa.
—Puedo ser tu profesor, si deseas.
—Eso sí que no —exclama con una expresión resuelta—. Ya tengo suficiente contigo y ser el alumno de unas clases de física muggle no solicitadas —Luca hace una mueca, culpable—. Aunque... ¿qué tan avergonzado te sentirías si decidiera robarle alguno de aquellos apodos a tu abuela?
El Ravenclaw abre los ojos en grande y niega con sus manos frenéticamente— Ni siquiera lo pienses.
Una sonrisa ladeada habitual se hace parte en el rostro de Albus— Oh vamos, Valutto. Es una buena forma de empezar a practicar italiano desde ahora, ¿no?
—Es solo un apodo, Albus. No practicas nada con eso.
—Dicen que por algo se empieza, Lou —la sonrisa de Albus se agranda y a Luca no le gusta para nada ello—. ¿O debería decir amore...?
¿Esto es en serio?
Luca cubre su rostro con sus manos, sintiendo un intenso bochorno apoderándose de él— Dulce bebé Jesús —espeta, las risas de Albus llenando sus oídos—. Ese ni siquiera te lo dije yo —alza la cabeza, haciendo contacto visual—. ¿No vas a detenerte a partir de ahora, no es así?
Albus murmura un ruidito complacido— Qué bien me conoces, caro.
El italiano suelta un suspiro resignado. Increíble, ¿eh?
Ambos se quedan en silencio durante unos minutos hasta que las palabras de Albus se hacen presentes— Te equivocaste en algo hace un rato.
—¿Eh?
—Dijiste que lo que pasó ya pasó y no hay forma de repararlo —cita nuevamente las palabras del italiano hace unos minutos. Luca frunce el ceño, asintiendo—. Pero en la magia sí.
—¿Disculpa?
¿Acaso está implicando lo que Luca cree que está implicando?
—¿No has escuchado hablar sobre los giratiempos? ¿En Italia no los hay, acaso? —ante la negación del Ravenclaw, Albus rasca su nuca—. Son literalmente aparatos que te permiten viajar en el tiempo durante algunas horas.
Luca siente que el corazón se le detiene por unos momentos. ¿Viaje en el tiempo? ¿Él... acaso está bromeando?
La posibilidad de viaje en el tiempo es de las mayores incógnitas en la historia de la humanidad; se deben tener en cuenta muchísimos factores, especialmente si se habla del pasado.
Aunque es más probable el viaje en el tiempo al futuro, no significa que sea simple de conseguir en comparación con el viaje al pasado. Sin embargo, si Albus se refiere a viajar en el tiempo horas atrás, entonces Luca cree que va a vomitar.
Viajar al pasado supone muchísimo, involucrando agujeros de gusano, gravedad cuántica y los peligros implicados. En el caso de que viajar en el tiempo hacia el pasado fuera posible, de las pocas formas más viables para poder lograrlo es viajando a través de un agujero de gusano que a su vez esté conectado a otro por, lo que Luca hipotetiza, entrelazamiento cuántico. La cuestión es, el campo de atracción que generaría el agujero de gusano debería de tratarse con supremo cuidado; además de ello, el tamaño es un aspecto clave, debe ser lo suficientemente grande para que un humano o máquina pueda viajar en él.
Aunque hayan algunas teorías especulativas sobre diminutos agujeros de gusano que son dos billones de veces más pequeños que un electrón, el problema recae en cómo poder engrandecer tales tamaños hasta que alguno de ellos pueda ser utilizable. En añadidura, no se sabe si la energía en crecimiento podría alterar la geometría del espacio-tiempo lo suficiente como para detener el proceso antes de que siquiera pueda culminar.
Viajar en el tiempo al pasado es difícil. Más que difícil, es algo que Luca creería imposible. Ojalá fuese tan sencillo como se plantea en algunas películas de ciencia ficción; pero muchas no parecen tener en cuenta la complejidad del tiempo, siendo éste literalmente otra dimensión y una ilusión.
Aunque la teoría de la relatividad (tanto especial como general) de Einstein puedan llevar a especulaciones, paradojas y teorías... No, viajar en el tiempo al pasado es un gran no.
Al menos, eso es lo que ha creído. Ahora con las palabras de Albus ya no está tan seguro de ello.
—¿Disculpa? —es lo único que sale de su boca después de unos minutos en silencio tenso. Su mirada incrédula se conecta con la de Albus y el Potter hace una mueca—. ¿Estás hablando en serio?
El ojiverde asiente con precaución, y Luca sospecha que se arrepiente de haberle contado sobre ello— Sí, pero fueron destruidos accidentalmente en la Segunda Guerra Mágica —aclara—. De igual forma, esa magia sí es posible. Mi tía Hermione nos contó que usó uno en su Tercer Año para poder asistir a tiempo a todas las clases que tenía.
Luca se vuelve a parar de la cama en emoción. Su rostro refleja lo que siente por dentro: un revoltijo y mezcla de emociones contradiciendose entre sí. ¡Esto...! ¡Esto podría literalmente resolver una de las mayores incógnitas del ser humano, su existencia! ¡Saben cuántas pistas se pueden tener sobre los comienzos de la vida y el cambio gradual! Cómo acontece la evolución y conocerla a primera mano; viajar en el tiempo podría dar cabida a tener más pistas para el entendimiento del universo.
—¡Esto es...! —empieza emocionado. El sentimiento sobrecogedor se extiende sobre su pecho—. No tengo palabras. Albus, ¿sabes todo lo que esto implica? —sus ojos brillan en éxtasis y se balancea de un lado a otro en sus puntillas—. ¡Literalmente podríamos conocer el origen del universo!
El ceño del azabache se frunce— Luca, yo creo que-...
—¡No, no! ¡Déjame terminar! —tantas ideas y preguntas están pasando por su cabeza al mismo tiempo que el italiano se siente mareado. ¿¡Por dónde comenzará ahora?! Literalmente uno de las mayores dudas en la humanidad ha sido resuelta—. ¡Cómo no me di cuenta antes...! —una risa incrédula sale de él y el ceño preocupado de Albus se pronuncia—. Sabía que la magia desafiaba la razón, ¡pero nunca hice esta conexión hasta ahora! —sus ojos se engrandecen y Luca está tan emocionado que no sabe qué hacer con su cuerpo—. ¡La segunda ley de la termodinámica, Albus! ¡Reparo!
El Potter plasma una mueca confundida en su rostro— ¿Eh?
El italiano suelta una carcajada entusiasmada— ¡Se supone que una hoja de papel quemada se reduce a cenizas y no puede volver a ser lo que era! ¡Yo te lo dije! ¡Pero no es cierto! —otra risa sale de él—. Literalmente existe Reparo —sus ojos resplandecen—. Albus, esto es más grande que nosotros.
Luca posa sus ojos en Albus, observándolo con atención al escuchar el ruido de inquietud que provino de él. La sonrisa del italiano se derrite en su rostro al detallar el ceño fruncido y labios apretados del Potter— Y por eso mismo —empieza el Slytherin en tono severo—, es que no debemos meternos con ello. Estás hablando del núcleo de la magia misma, Luca —suelta un suspiro agotador y cierra los ojos, acariciando sus sienes—. Te conté lo de los giratiempos porque es divertido ver cómo haces pucheros cuando te llevo la contraria, pero no me imaginé que te pondrías de esta forma —abre los ojos, denotando intranquilidad—. Debí haberlo previsto. Eres la persona más curiosa e inquieta que conozco. Más si hablamos sobre estos temas.
Luca hace ademán de hablar, pero el Potter continúa.
—No quiero que te comas la cabeza con esto —añade en advertencia—. Aquí ya no sólo estás hablando sobre el mundo muggle, caro. Estás cuestionando el origen de la magia misma, y eso es algo que nadie conoce.
—¡Pero...! ¡Albus! —el sentimiento de emoción burbujeante que experimentaba hace algunos segundos, es suplantado por una frustración inminente—. Si se pudiera explorar más los límites de la magia y conectarse con la física muggle, de pronto...
—Luca, no.
—Escúchame, escúchame. No había pensado en que hechizos tan sencillos como el Leviosa desafían desde ahí conceptos de gravedad —dice— ¡Y, y... ¿Acaso no hay un hechizo que literalmente invoca una serpiente?! Albus, es tan común para mí mi parte mágica que nunca lo había profundizado hasta ahora. ¡En Transfiguración estamos hablando sobre controlar a tu gusto las propiedades de la materia! Tú-...
El Potter suelta un suspiro y se incorpora de la cama, encaminándose hasta el lado de Luca para repentinamente envolverlo en un abrazo— Lo lamento, Lou. No es posible.
El corazón de Luca se detiene nuevamente pero esta vez no es por la emoción. Esta vez Luca siente una presión inmovilizadora al profundizar las palabras de Albus. Se está disculpando, se está disculpando porque...
El italiano esconde su cabeza en el pecho de Albus, poniéndose de puntillas y abrazándolo fuertemente de vuelta. Luca siente una obstrucción en la garganta—: No podemos compartir, Albus.
El Potter suelta un suspiro y pasa una de sus manos por su cabello— Lo sé, Lou, lo sé.
Luca frunce el ceño, aún apoyando su cabeza en el pecho de Albus— Ya no es sólo física —profundiza, sintiendo la culpa expandiéndose en su pecho—. Podríamos literalmente ayudar a curar enfermedades terminales en el mundo muggle, Albus. Todos los niños muriendo de cáncer y nosotros quizás podríamos ayudarlos pero —aguarda silencio por un momento, aún sintiendo las caricias de Albus en su cabello—... Pero no podemos. No podemos, Albus, no podemos.
Por supuesto que Luca lo ha pensado. El cómo la magia rompe con varios pensamientos científicos impuestos. Pero no es hasta estos momentos en los que verdaderamente profundiza lo que aquello implica; todo el conocimiento que se tiene en el mundo muggle puede ser refutado con magia y al mismo tiempo explicado a partir de ella.
La tecnología en el mundo muggle sería impresionante, futurista incluso. A Luca le gustaría pensar que sería un mundo más pacífico; sin menos necesidades, inquietudes sin respuesta, enfermedades...
Oh por Dios, su madre es literalmente muggle. Sin su padre, ella no conocería nada de este mundo; Luca es mitad muggle, él podría haber tenido una gran posibilidad de no conocer nada sobre la magia.
Es tan... injusto. Tener la oportunidad de poder mejorar en gran escala y a todo sentido el otro mundo al que perteneces pero no poder hacerlo; ver como tienes una ventaja colosal y un mayor conocimiento del mundo por alguna probable mutación genética de la que no se conoce su origen exacto.
—Es un juego del azar —reflexiona después de unos minutos en silencio, el abrazo que mantiene con Albus es aún resistente—. Albus, es literalmente un jodido juego al azar —la frustración es palpable en sus palabras—. ¿De dónde viene esto? Es tan injusto. Solo unas cuantas personas nacen con una mutación inexplicable que les da un mayor panorama del universo y una ventaja enorme en todo sentido por el hecho de tenerla. Es una locura.
—Lo sé, Luca, yo-
—No —se niega—. Es injusto. Los juegos de la suerte son injustos. Y aún así queramos usar nuestra ventaja para ayudar a los que no la tienen, no podemos. No podemos hacerlo porque alguien decretó que lo mejor era mantener a los mundos separados cuando juntos podrían construir una sociedad futurista en todo sentido. No estoy hablando de muggles o magos, estoy hablando del ser humano. El ser humano crecería como especie de manera exponencial. Pero... simplemente no se puede.
El Potter suelta un exhalo, rompiendo el abrazo y sujetando al italiano por los hombros. Los ojos surrealistas de Luca recaen en el Slytherin, contemplando su ceño fruncido en resignación, sus ojos brillantes en un matiz preocupado, sus labios en una línea delgada y mejillas incoloras.
—Lamento que te hayas dado cuenta de esa forma, amore —dice—. Sé que te debes sentir muy impotente en estos momentos, especialmente cuando tú eres parte de ese mundo. Pero no hay nada que podamos hacer, ¿lo sabes, cierto? —el Potter sujeta su mentón con sus dedos y le obliga a conectar miradas cuando Luca decidió que el suelo era más interesante.
El italiano muerde su labio inferior. Su expresión denota resignación pura— ¿Sabes? Es cierto cuando dicen que la ignorancia te da la posibilidad de vivir más feliz —Luca no se siente en los ánimos de observar el rostro de culpabilidad de Albus. Como si fuera su culpa las reglas que se crearon hace cientos de años. El ojiazul decide nuevamente acercarse hasta que su cabeza se encuentra sepultada en el pecho del Potter; decidiendo que eso es mejor que mirar aquella cara—. El conocimiento no siempre es poder —reflexiona—, en ocasiones se convierte en la peor de las maldiciones.
El silencio como respuesta se lo confirma.
✞
¿¡QUÉ LES PARECIÓ?!
denme sus opiniones, análisis y todo
TODO
¿cuáles fueron sus partes favoritas y por qué?
bueno, ahora el análisis. ¿por donde comenzamos?
en este capítulo pasaron muchas cosas y se pudo conocer a los personajes. especialmente la nueva versión de luca.
WE STAN A LUCA VALUTTO MENOS INSEGURO Y HASTA DESCARADO A SU MANERA, GRACIAS
me da mucha ternura que luca actúa como normalmente sin saber lo mucho que afecta a albus.
como se narra desde el punto de vista de luca, no conocemos en esos momentos los pensamientos de albus pero les aseguro que es algo así:
*luca jugando con las cuerditas del hoodie de albus porque es un niñito, i swear*
la cabeza de albus en esos momentos: mierda mierda mierda mierda mierda. LUCA DIOS
quiero que por favor me den sus opiniones sobre el luca valutto del acto 2 porque es superior y estoy enamoradisima de el. muchas gracias
yo? una simp de luca 2.0. thank you very much
ahora, si se leyeron el especial de la entrevista, se pudieron dar cuenta de que en el futuro albus llama a luca por apodos italianos. si se preguntaban a partir de cuando pasaba eso, bueno, a partir de ahora ah
aunque ahora albus lo haya iniciado más por molestar a luca (porque el y scorpius son gemelos y aman molestar a luca y noah respectivamente, gracias. those little shits), gradualmente se convierte en algo más serio y albus realmente lo llama cariñosamente en italiano
que soy? soy esto: 🥺🥺🥺🥺🥺
also, ALESSA MI PRINCESA. ALESSA Y STEFAN MIS PATRONES
STELESSA TUS PATRONES
yo amo mucho a los papás de luca, que procede. estoy muy tentada a hacer un one shot extra de ellos como jóvenes cuando se acabe la historia porque su historia de amor y relación me pone 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
anyways, alessa sabe que luca gusta de albus pero no le dice nada porque sabe que luca es igual a stefan (quien tardó años en darse cuenta que estaba enamorado de alessa. esto es de familia, sí)
mis patrones stelessa iban a tener más aparición acá pero como tuve que cortar el capítulo, dejaremos más de ellos para el capítulo 18
quiero saber, quienes son sus personajes favoritos de interstellar y por qué?
en otras cosas, lamento haber terminado el capítulo medio tristongo ahre. el capítulo siguiente es todo bonito y empieza súper gracioso, lo prometo
la cosa es: me parecía muy importante que luca realmente se diera cuenta de la brecha enorme entre el mundo mágico y muggle. eso de que ningún hijo de muggles jamás haya sentido impotencia ante las diferencias de calidad de vida me parece poco razonable, por favor
y más si estamos hablando de luca. literalmente luca tiene una personalidad lógica. su enneagram es enneagram 5 (los enneagram son como tú tipo de personalidad, por decirlo de esa forma. al momento de crear a mis personajes siempre hago tests de enneagram respondiendo como ellos para poder moldearlos y profundizarlos de mejor manera).
y la descripción del enneagram 5 es literalmente: "El observador. Los Cinco son tipos mentales que se centran en la comprensión intelectual y la acumulación de conocimientos. A menudo son académicos o expertos técnicos debido a su aguda percepción y capacidad analítica. ... Estilo de habla: Racional y técnico, más cómodo en su área de especialización." En otras palabras, Luca ve el mundo como un gran rompecabezas que resolver en una forma lógica y analítica.
ESE ES LUCA KAJDJAJAJJAA. ahora no me salgan con que en algún momento luca no se iba a dar cuenta de esto y hacer un análisis más profundo entre la relación magia-ciencia 🧍♀️
lo triste es que lo que afecta aún más a luca es el hecho de que no puede hacer nada para cambiarlo. y eso es lo que más le duele. conocer un mundo que podría ofrecerle mejoras inimaginables a su otro mundo, PERO NO PUEDE
poniéndome en los zapatos de luca, sentiría una culpabilidad e impotencia terrible. me da cosa ah. y a eso agreguémosle lo sensible que es luca lpm
si habláramos de casas híbridas: luca sería un ravenpuff. lo que es un buen complemento tendiendo en cuenta que sus padres son: stefan (gryfinpuff) y alessa (suponiendo que fuera bruja y fue a hogwarts: ravenrin - o sea, ravenclaw predominante con características de slytherin)
BUT ANYWAYS POR FAVOR APRECIEMOS A MIS NIÑOS APOYÁNDOSE EL UNO AL OTRO CUANDO ESTÁN HABLANDO DE COSAS DIFÍCILES
albus dándose cuenta de lo mucho que aquello afectó a luca y tratando de hacer lo posible para tratar de reconfortarlo es mi estabilidad emocional, muchas gracias
este capítulo y el 18 son mi estabilidad emocional en estos momentos, muchas gracias 🧍♀️
de cualquier forma, a partir de aquí veremos muchísimo más lucabus. YO LES DIJE QUE ERA EL ACTO 2 EN DONDE EN VERDAD EMPEZABA TODO
QUÉ ACTO 1 NI QUÉ ACTO 1. I BELIEVE IN ACTO 2 SUPREMACY, PERIODT
bueno, me iré para no hacer esto más largo. nos vemos en el próximo capítulo! los extrañaba mucho <33
recuerden que los amo de aquí a andromeda y de vuelta ahora y siempre,
sofs.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro