─ fourteen ✰ arrivederci, lou
TRADUCCIONES Y NOTA DE LA AUTORA;
¡Perdón por la espera, sweet creatures! Aquí les traigo el último capítulo del primer acto, quedó RE LARGO perdón :( se supone que iba a ser más corto pero aquí estamos. Comenten MUCHÍSIMO, ya saben que amo leer sus comentarios. Aquí (como siempre), las traducciones del capítulo:
¹ "Ragazzo", chico en italiano.
² "Oh mon Dieux, maintenant sa fait du sens!", ¡oh mi Dios, ahora todo tiene sentido! en francés.
³ "Mon amour", mi amor/amor mío en francés.
⁴ "Adieu, mon amour!", ¡adiós, amor mío! en francés.
⁵ "Monsieur", señor en francés. una forma de referirte a alguien con respeto.
⁶ "Arrivederci, Lou", adiós, lou en italiano.
⁷ "Mio piccolo principe", mi principito en italiano.
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FOURTEEN: ARRIVEDERCI, LOU
interstellar — vol. i
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LUCA ESTÁ NOSTÁLGICO. ES SU ÚLTIMO DÍA en Hogwarts antes de entrar a vacaciones de invierno y cree que esta vez el dicho de "El tiempo escurriéndose por sus dedos" es lo suficientemente apropiado para describir el cómo se siente. Ah, el tiempo, si por algún motivo piensas que definirlo es fácil y que comprendes fácilmente qué es el tiempo, entonces no lo comprendes en absoluto.
Está esto, los humanos creen saber qué es el tiempo..., hasta que se les pide que lo expliquen y ya toda su simpleza se desvanece en un instante. La historia del tiempo es mucho más complicada de lo que parece. Luca diría que no hay una forma verdadera de definir el tiempo; cualquiera pensaría que es una forma de medir periodos, claro, pero ¿qué pasa cuando estos periodos son relativos para cada persona? Es una locura, literalmente un mismo periodo puede ocurrir y tardar diferentes medidas para dos personas.
Ya lo sabe, ya lo sabe, suena complicado, y no lo va a negar, es jodidamente complicado ya que aún en día no hay una forma exacta de definir el tiempo, pero él va a tratar de explicarlo lo mejor que pueda. En la época de Aristóteles, se creía la existencia de un tiempo absoluto; como si un reloj universal permaneciera por todo el mundo (lo cual, aún se puede seguir apreciando en pequeñas cosas como creer que para todos, los minutos duran exactamente 60 segundos. Realmente es una maravilla ver cómo ideas tan antiguas aún persisten en la actualidad).
Esta idea siguió incluso con Galileo y Newton. Aunque Galileo probó la existencia del movimiento relativo (Luca pondrá la siguiente analogía: imagina dos balsas en un lago. A la persona en la balsa número uno se le llamará observador A y a la persona en la balsa número dos se le llamará observador B. Ahora, si las dos balsas empiezan a alejarse a la vez, ¿cómo podrá cada una definir cuál es la que se alejó primero? Para el observador B es el observador A quien empezó a alejarse, mientras que para el observador A es el observador B quien empezó a alejarse primero. Se podría decir que ambas están en lo correcto pues su percepción de los hechos se ve alterada por el lugar en donde se encuentran. De esta manera, el movimiento es relativo), en su teoría no entraba este término de tiempo relativo
Y menos podía entrar en el famoso artículo de Newton, Principia Mathematica (sí, sí, en donde presenta sus famosas leyes, entre otras cosas), ya que aunque sus resultados apuntaran a otra cosa; Newton estaba reacio a admitir que tanto el espacio como el tiempo eran relativos y podían contraerse. Esto sucede gracias a que Newton prefiere dejarlo a las manos de Dios, justificando sus puntos ciegos en la investigación con sus creencias.
Realmente no es hasta que Albert Einstein (aunque pueda sonar increíble, Einstein no es el ídolo de Luca. Su ídolo es un hombre llamado Subrahmanyan Chandrasekhar, de donde surge el famoso límite de Chandrasekhar sobre las enanas blancas, agujeros negros y estrellas de neutrones, pero eso es tema para otro día), presenta su famoso artículo sobre la Teoría de la Relatividad, que se puede comprobar la existencia de la dilatación del tiempo; cómo este concurre de forma más lenta o más rápida de acuerdo a ciertas características. Como, por ejemplo, se dice que gracias a la enorme masa y densidad que tienen los agujeros negros, el tiempo transcurrirá más lentamente entre más te acerques a su horizonte de eventos, lo que poniéndolo en palabras menos técnicas, sería algo así como su "entradita".
Entonces, básicamente, después de la publicación de Einstein fue que toda la percepción que se tenía sobre el tiempo cambió. Y, en vez de que un reloj universal cuente el tiempo siempre igual para todos, como decía Aristóteles; cada persona tiene un reloj personal. Así, dos horas consecutivas estudiando para un examen pueden parecer una eternidad, pero dos horas viendo una película pasan desapercibido.
Luca honestamente no había vivido experiencias de "Ow, qué rápido se pasó el tiempo" hasta ahora. Mientras que sus días en Italia parecían ser interminables — como, de treinta horas cada uno. Estos meses en Hogwarts se le han pasado en un pestañeo. Entre sus largas tareas online para su curso de astronomía, sus dilemas existenciales y todos los días con sus amigos (oh dulce bebé Jesús, amigos. Cazzo, cazzo, cazzo, ¿amigos? Ni él mismo puede creer que ahora puede decir esa palabra con orgullo sin estar equivocado. Y en plural, además. A eso le llama progreso); sus días se fueron volando.
Lo cual, simplemente, le pone nostálgico. Y cuando está nostálgico está como terriblemente suave; deja de lado su espíritu curioso y animado, para permanecer en silencio sumergido en sus pensamientos durante todo el día. Como ahora, que se encuentra empacando el último hoodie de Albus en una bolsa especial para entregárselos todos antes de que se le olvide. Es decir, sí, él ama de sobremanera los hoodies de Albus y honestamente puede decir en estos momentos que es la única cosa bonita que le trae el invierno: tener una justificación para pedir prestado los hoodies de Albus sin lucir como un acosador. Pero ni él llega al punto de llevárselos durante un mes — bueno, sí llegaría hasta ese punto, debe admitir que hasta lo ha debatido mentalmente pero prefirió prestarle atención al supuesto angelito que tiene en su hombro derecho y devolver la ropa.
Luca suelta un suspiro cuando termina de empacar todos los hoodies y talla sus ojos azules con cansancio. Después de mucho tiempo, viste simplemente pantalones para protegerse del frío color negro con un gran abrigo de igual forma negro y su cabello en vez de tener una corona de flores, solo está suelto permitiendo a su flequillo desperdigarse sin cuidado bajo su frente. Luca muerde su labio ante el pensamiento de abrir su baúl y buscar rápidamente una corona de flores; pero después piensa en que bajo la nieve y el frío se le podría dañar o perder y sus ansias se apagan. Bueno, solo tratará de no prestarle atención al hueco vacío en su cabeza.
El estruendoso estrépito de un baúl cerrándose es lo que saca a Luca de su ensueño. El italiano se sobresalta un poco y cuando alza la mirada, se encuentra con los cobre brillantes de Cristian Rodríguez quien le sonríe con diversión.
—Valutto —está esta cosa de Cristian de siempre pronunciar su apellido como si estuviera cantando alguna canción sensual. Luca muerde su mejilla interior tratando de reprimir el impulso de sonreír—. ¿Listo para tener que sufrir sin mi compañía durante un mes?
El italiano alza una ceja con diversión— Estas exagerando un poco, ragazzo¹. Será un placer no tener que despertarte durante un tiempo.
—Oh- tú no dijiste eso. Amas despertarme.
—Lo odio, pareces un- un... ¡un gusano!.
—Quizás lo fui en mi vida pasada.
Luca ríe brevemente ante la expresión pensativa que permanece en el rostro de Cristian, y sí, lo va a extrañar. Nunca ha pensado que incluso podría extrañar a sus compañeros de habitación; pero ahora el pensamiento de despertarse durante todo un mes sin tener que darse a la tarea de tratar de levantar a Cristian; o escuchar a James Dawson sonrojarse y atragantarse cada vez que él le pregunta sobre algo; le va a hacer falta, sinceramente.
Luca remoja sus labios y planta sus grandes y relucientes ojos azules en los cobre del otro Ravenclaw— Espero que tengas un buen viaje, Cristian.
—Aww, sabía que te preocupabas por mí, Valu.
Una pequeña sonrisa de lado tira de los labios del italiano— Que no se te suba a la cabeza.
—No prometo nada —el latino se encoge de hombros y Luca niega con la cabeza mientras su sonrisa se expande entre sus labios cuando lo ve salir de la habitación.
Luca suelta un suspiro y se levanta de su cama ya arreglada. El italiano muerde su mejilla interior y recorre con sus grandes ojos azules brillantes el dormitorio. Su mirada pasa por los tres calcetines sucios que dejó Cristian sobre la cama (no puede evitar rodar los ojos ante esto, ah, es Cristian), el pulcro lugar de James Dawson quien ya ha salido desde hace mucho tiempo acompañado de Rosalyn Wood a su lado, y finalmente su cama; esa cama en donde ha dormido durante los últimos meses y ha presenciado las crisis de Luca, sus risas amortiguadas bajo la almohada cuando se acuerda de alguna de las bobadas que dice Cristian, o las veces en las que ni siquiera ha podido dormir una hora por estar leyendo libros y estudiando astronomía.
Va a extrañar esto. Quizás está exagerando porque volverá a inicio de año, pero nunca ha pensado que podría extrañar tanto a Hogwarts.
Luca trata de consolarse con las palabras que Albus le ha dicho en la enfermería hace unos días. Usará estas vacaciones para reencontrarse consigo mismo y descansar un rato del estrés. Quizás sea lo mejor. Ama estar en Hogwarts, pero es consciente de que una de sus mayores fuentes de estrés es la presión que le ocasiona su escuela y debe aprender a controlar eso. Probablemente estas vacaciones traigan algo bueno. Solo espera que nada cambie cuando vuelva a clases.
Con un suspiro y un último vistazo, Luca sale de la habitación — quizás sin imaginarse que las cosas no volverían a ser iguales cuando regresara.
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—NERD, PARA SER LA PERSONA MÁS INTELIGENTE QUE conozco, te falta un poco de sentido común —la burla inundando cada palabra hace que Luca se detenga en su lugar y ruede los ojos.
El italiano se voltea visualizando la gran cabellera rizada y pomposa de Lune Lebeau que destaca en su piel morena. Lune tiene las comisuras de sus labios tirando hacia arriba en una sonrisa maliciosa.
—Lune —musita Luca, con un chasquido de resignación disimulado.
Ambos se encuentran en una de las despiadadas escaleras de Hogwarts (no se puede intentar refutar la crueldad de esas escaleras, diablos, ha tenido muchas casi llegadas tarde por esas cosas. De veras ama la magia pero ¿que afán con hechizar las escaleras? ¿Por qué no pueden ser normales y ahorrarles sus pérdidas y retrasos?) . Luca se encontraba bajando —con gran esfuerzo, demonios, sus brazos le duelen horriblemente— su baúl lleno de pertenencias que realmente contiene más libros que ropa en su interior — oh por favor, no pueden juzgarlo. Los libros lo mantienen feliz, la ropa solo lo... cubre.
Eso, antes de que Lune llegara con su sonrisa colmada de mofa y su expresión de no tramar nada bueno.
Luca observa cómo la francesa baja los últimos escalones que los separan, hasta que la tiene enfrente suyo. El italiano levanta un poco la cabeza para verla y analiza las pecas opacas de Lune, su piel resquebrajada por el invierno y sus labios resecos y morados; lo único óptimo de su apariencia es el maquillaje impecable que le aporta un poco más de vida, además de su cabello increíblemente rizado manteniéndose a una altura de los hombros como un pequeño afro controlado.
—¿Sabias que existe un hechizo para eso, cierto? —Luca frunce el ceño ante las palabras que salen de la boca de Lune, ¿de qué está hablando? Ha estado tan concentrado en analizar su aspecto que ha perdido el hilo de la conversación. Lune señala con su cabeza el baúl pesado que permanece bajo los pies de Luca y finalmente lo entiende.
Dulce bebé Jesús, es un idiota. Diablos, ¿cómo está en Ravenclaw y olvidó usar de los hechizos más elementales para ahorrarse el dolor de brazos y el esfuerzo además?. Luca frunce el ceño y remoja sus labios tratando de buscar una excusa aceptable.
—Yo, eh-... estoy haciendo un experimento en donde analizo el tiempo y esfuerzo de usar un hechizo y el trabajo manual para, este, err... —honestamente ni él mismo sabe qué está diciendo, pero las palabras sofisticadas lo hacen parecer creíble—, establecer una comparación sobre las ventajas que tenemos los magos y, umh, cómo no tener magia afecta a-... los muggles —Luca hace un gesto de confusión a la par de Lune ante sus palabras. ¿Qué diablos acaba de decir?
Lune alza una ceja, aunque finalmente suelta un suspiro— Ah, claro que sí, Luca.
Luca le contempla con curiosidad contenida en sus grandes azulejos— Es de las pocas veces que me llamas por mi nombre.
El italiano siente el impulso de rodar los ojos ante la usual sonrisa burlona que se dibuja en los labios de Lebeau— Me gusta llamarte "nerd". Me da miedo lo inteligente que eres, es un buen apodo, Nerd.
Luca blanquea sus ojos, ah, Lune no cambia. No es que precisamente le resulte una causa de molestia el apodo, realmente le parece... curioso ser llamado de esa forma. Es decir, bueno, eh, le han llamado nerd antes, solo que no de forma amigable. Uh, eh, es curioso para él escuchar por primera vez esa palabra sin alguna connotación ofensiva; quizás es hasta gracioso, o se podría atrever a decir que incluso refrescante.
Honestamente, el trato tan particular de Lune hacia él es especial; y Luca lo aprecia mucho. Lune Lebeau es tan... Lune. No hay forma en la que pueda definirla. Es solo muy molesta, y burlona, y descarada, siempre tiene una respuesta para todo, Luca incluso podría llegar a decir que llega a ser hasta grosera en ocasiones (oh por Dios, en especial cuando está en sus días. Lune ya le ha explicado que tiene ciclos irregulares pero usualmente le dura ocho días, en donde se vuelve demasiado malhumorada y hambrienta. ¡Ocho días! ¡Cómo puede ser posible aguantar tanto!).
Sin embargo, Lune también es justa, divertida, fresca y en ocasiones incluso simpática y dulce. Lune es como una cucharada de aire fresco; Luca no puede comprender cómo todos los comentarios que pueden sonar inclusivemente ofensivos dirigidos hacia él de parte de Lune, no se los puede tomar seriamente. Quizás ya se ha acostumbrado a las burlas o a esa forma tan particular que tiene ella de llamarlo "nerd"; pero debe decir que en este punto podría decirse que hasta los disfruta — obviamente, Lune no puede saber eso.
Luca suelta un— Muy dulce de tu parte.
La sonrisa de Lune se ensancha— ¿Cuándo no? —la francesa repentinamente abre sus ojos enormemte, como recordando algo. Luca alza una ceja— ¡Cierto! —Luca escucha a Lune exclamar en un pequeño grito mientras le señala con un dedo, ¿ahora qué?—. Potter me dijo que te dijera que me dijo que te estaría esperando en Hogwarts Express porque estaba lidiando con Nott y Malfoy discutiendo... otra vez.
El italiano frunce el ceño ante el vomito de palabras. ¿Albus dijo qué?— Me perdí.
—¡Agh! Que Potter te espera en el Hogwarts Express, van a estar todos en un compartimiento y espera que te unas —Luca no se espera nada bueno de esa expresión que se forma en el rostro de Lune—. Yo también estaré allá.
El italiano frunce el ceño— ¿Tú? Es decir, no me mal entiendas pero no es que precisamente hables con Albus o alguno de ellos.
—Ay, mi Luca, ¿crees que estaré allí para socializar con ellos?; no cariño, amigos no me faltan. Solo voy para ver de cerca a la diosa griega de Dominique Weasley.
—¿Cómo vas a conseguir eso? ¿Albus te invitó?
—No precisamente...
Luca mismo puede escuchar el tono de reproche en su voz— Lune...
—¡No hice nada malo! En teoría sí me invitó... Bueno, en realidad lo amenacé con que no te avisaría de nada si no me dejaba estar ahí también.
—Oh por Dios, ¿qué tienen ustedes las serpientes con la manipulación y las amenazas?
—No me mires así, nerd. Yo solo aseguraba una posición más ventajosa teniendo en cuenta las opciones que se me presentaban. A eso lo llamo un ganar-ganar, él cuenta con que te avisé y yo me gano un pasaje directo a estar cerca de Dominique. Me parece razonable.
Luca suelta una risita, teniendo un repentino déjà vu— También alteran la definición de "ganar-ganar" a su favor. Albus me dijo algo parecido una vez —está recordando en realidad, aquella vez en la que en la Sala de Menesteres, después de haber ayudado a Lily Luna y su amigo con aspecto de príncipe, Albus admitió haberlo manipulado. En su cabeza solo resuenan las palabras de "Tú obtuviste lo que querías y yo también, a eso lo llamo un ganar-ganar, ¿no lo crees?". Una sonrisa surca los labios de Luca inevitablemente al recordar esto.
Cuando vuelve a la realidad, contempla la expresión tan... extraña, permaneciente en el rostro de Lune— Últimamente estás más pegado a Potter de lo usual, umh. ¿Asegurando tu tesoro?
Luca no tiene ni una mínima idea de a qué se refiere con eso— ¿A qué te refieres?
La sonrisa de Lune se vuelve aún más insinuadora— Ya sabes a lo que me refiero, eh.
¿De qué está hablando? Luca frunce el ceño sin poder evitarlo— En realidad no, no entiendo.
La sonrisa en el rostro de Lune se disuelve y es ahora ella quien frunce el ceño y cruza sus brazos— ¿Estás hablando en serio? ¿Tú de veras no sabes que...-? —la francesa abre los ojos en sorpresa—. Oh mon Dieux, maintenant sa fait du sens!²
Aunque el francés suene muy bonito, Luca no ha entendido ni una sola palabra de lo último que Lune ha dicho— ¿De qué-...? ¿Me perdí de algo?
Luca quizás admita que siente un poco de pánico ante la gran sonrisa que de nuevo vuelve a surcar los labios de Lune— Te darás cuenta tú solito, mon amour. ³
—¿Pero de qué estás hablando?
—Después entenderás, nerd —antes de que Luca objetar algo, Lune le corta rápidamente—. Bueno, ¡nos vemos después! ¡Ryan de Gryffindor me dijo que tenía un chisme buenísimo de Fred Weasley y Lorcan Scamander que no me puedo perder! Adieu, mon amour!⁴ —y sin siquiera tener tiempo de responder, Luca es dejado con la palabra en la boca cuando Lune ya se ha esfumado a toda velocidad.
Luca suelta un suspiro y niega con su cabeza cuando se encuentra solo— Solo Lune.
También a ella le va a extrañar muchísimo. Pero si pregunta, nunca ha dicho nada de eso.
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¿VA A MATAR A ALBUS EN CUANTO LO VEA? SIN NINGUNA duda. Luca siente su cabeza palpitar y eso ya es un signo suficiente para saber que debe sentarse.
Desde hace un tiempo ya está en Hogwarts Express, y como Lune le ha dicho que haga, se ha puesto a buscar a Albus por todos lados. Ha tocado como, eh — ¡cientos de puertas de compartimientos! Ya tantas miradas llenas de desdén y ceños fruncidos en confusión lo tienen cansado.
Vale, Albus puede esperar, necesita sentarse ahora o su cabeza explotará. Con ese pensamiento, tiene la fortuna de encontrar un compartimiento vacío y entra sin pensarlo dos segundos más.
Luca exhala profundamente y se sienta en uno de los asientos del compartimiento, recostando su cabeza y cerrando los ojos. Paz. Oh Dios, hace rato no se sentía tan tranquilo consigo mismo. Luca sonríe cuando piensa en que por fin se siente como él mismo en ese preciso momento; muchos pensamientos surgen al mismo tiempo. Los primeros solo se relacionan con astronomía; ¿será que sí es lo suficientemente inteligente como para aplicar a MAC o a Oxford, entonces? ¿O solo cree que es inteligente porque las personas que lo rodean tienen inteligencias diferentes a las suyas y como tiene una habilidad para aprender y comprender rápidamente él parece más inteligente que la media? ¿Realmente siquiera es tan inteligente como dicen? Luca frunce el ceño aún manteniendo los ojos cerrados y trata de disipar esos pensamientos.
Trata de pensar en cosas que le hagan feliz para acallar sus inseguridades, primero piensa en sus padres y lo mucho que desea volver a verlos. Oh, hasta ahora no se había puesto a pensar en cuánto extraña los chistes malos de su padre y sus dramas, y la frescura de su madre. Los extraña mucho, y no sólo a ellos; extraña a toda su familia en Italia. A su mundo de primos y tíos que nunca parece tener fin; Luca puede jurar que se reproducen como conejos, oh por Dios.
Lo que pasa después de eso, confunde al italiano. Esos pensamientos son reemplazados por el rostro de Albus sonriendo enormemente. En la mente de Luca se reproduce por unos momentos todas las sonrisas que le ha dirigido Albus, desde las más dulces hasta las más insolentes. Luca se encuentra a sí mismo sonriendo inevitablemente. Sin embargo, al darse cuenta de lo que está pasando, abre los ojos en pánico.
El italiano se acomoda en el asiento y frunce el ceño, confundido con sus propios pensamientos — ¿pero qué dia-...?
Un golpe súbito proveniente de afuera del compartimiento llama su atención. Luca voltea inmediatamente a la entrada del compartimiento; que se abre de repente y deja entrever una cabellera castaña.
En el panorama de Luca entra repentinamente un chico que aparenta tener su edad. Es alto, complexión ¿media, quizás?, su cabello permanece en un copete desordenado y tiene aspecto de ser muy esponjoso y suave, de un lindo color castaño claro.
Su rostro es lo que impacta a Luca. Tiene piel blanquecina (no tan pálida como la de él, diría que más... trigueña), una nariz refinada, labios delgados rosáceos, mandíbula afilada, pecas llenando toda el área del final de su nariz y sus mejillas; aunque lo más impactante son sus ojos. Los ojos del desconocido son grandes y azules, haciendo un gran contraste con toda su apariencia. Sus ojos lucen como... un océano, es común escuchar aquello pero Luca no se encuentra capaz de describirlos de otra forma más que azul océano puro.
El desconocido le brinda una sonrisa de oreja a oreja y Luca nota lo largos que resultan sus colmillos, es tierno. No le conoce pero el chico le da aura a una estrella; es solo muy brillante y tiene este aura de, eh, ¿buena energía? Suena ridículo pero ahí está.
El chico se adentra más tímidamente al compartimiento— ¿Puedo hacerle compañía, si no es mucha molestia? No he podido encontrar a mis amigos y (no sorpresivamente) todos los demás compartimientos están llenos —su voz es como ¿suave? Luca no sabe cómo describirlo pero es casi reconfortante. El italiano asiente silenciosamente y el extraño le sonríe de oreja a oreja mostrando unos hoyuelos en cada mejilla. El chico se acomoda en el asiento de enfrente y acomoda su baúl en el suelo a su lado, Luca le observa curiosamente.
Cuando lo tiene enfrente, Luca puede darse cuenta de cosas que antes no había notado; como el péndulo rosa que cae sobre su cuello, el abrigo largo de tela beige y su suéter cuello de tortuga negro. El desconocido se inclina en el asiento y ofrece su mano con la sonrisa de oreja a oreja que parece permanente en su rostro— Soy Mercury.
Muchas cosas pasan por la mente de Luca en un solo instante. ¿Mercury? Dulce bebé Jesús, es la primera vez que conoce a alguien con nombre de planeta, también recuerda a Freddie Mercury de Queen e inevitablemente piensa en el planeta más pequeño del Sistema Solar y el segundo más caluroso después de Venus. Está emocionado ahora mismo.
El castaño puede notar la sorpresa en su expresión, ya que añade rápidamente—: ¡Oh no no! ¡Disculpa la confusión, caballero! Mi nombre realmente es Noah y mi apellido es Mercury; sin embargo, los que me rodean me llaman Mercury.
Luca asiente silenciosamente y no puede evitar devolverle la sonrisa tan brillante que le brinda Mercury. Es la primera vez que conoce a alguien tan... feliz y que hable de esa forma tan, eh, formal. No sabe cómo explicarlo pero le contagia su buen humor y este ambiente elegante— Luca Valutto —exclama finalmente estrechando la mano de Mercury y observando la expresión de curiosidad en el rostro contrario.
—Luca Valutto —Mercury pronuncia su nombre lentamente mientras lo separa por sílabas. Por lo que suena como un "Lu-ca Va-lu-tto". El italiano no puede evitar sonreír. Mercury se acomoda en su asiento y alza una ceja en curiosidad—. ¿Eres de por estos lados? Tienes un acento un tanto placenteramente diferente, monsieur⁵ Valutto. Llámame la atención si estoy equivocado, simplemente me resulta curioso este detalle.
Luca reprime el impulso de reír ante las palabras del castaño, ¿quién se expresa de dicha forma en pleno siglo XXI?. Toda la presencia de Mercury es cautivante para Luca, es tan... placenteramente estética, no sabe cómo describirlo.
El Ravenclaw remoja sus labios— En realidad, soy italiano.
Los ojos de Mercury se abren en sorpresa y todo su rostro es tan expresivo que Luca tiene la sensación de que está viendo una caricatura en vivo— ¿Italia? —su tono suena lleno de añoranza y Luca puede jurar que sus ojos océano brillan por un momento—. ¡Es un lugar hermoso! —Luca se sobresalta un poco cuando Mercury exclama en un tono excitado—. ¡Espléndido! ¡Maravilloso! ¡Sublimemente majestuoso! Es- ¿cómo expresar-...? —Mercury deja la pregunta al aire poéticamente como tanteando sus siguientes palabras—. Sentía que mi alma podía disuadirse en ese azulejo cielo. ¡Es magnífico!
Luca suelta suelta una risita y sonríe ante la vista del emocionado castaño— ¿Has estado en Italia antes?
—Afortunadamente, sí, en efecto, caballero —oh por Dios, Luca no puede estar más encantado con este chico—. Viajo en cada ocasión de ser posible, estoy enamorado de la Capilla Sixtina, indudablemente. ¡Ay de quien nunca ha podido visitar las bellezas de Italia! Es una verdadera lástima, un viaje que debe hacerse alguna vez en la vida.
Luca sonríe de oreja a oreja ante este personaje. Cada vez más afirmando su idea de que Mercury le recuerda a una estrella; quizás, podría atreverse a decir, que le recuerda a Sirius, la estrella más brillante de la vía láctea.
—¿Tanto así te gustó Italia?
—Oh, monsieur, ¡así debería de gustarle a todos! ¡Cada rincón es un lugar lleno de historia! ¿No le parece curioso cómo las personas que ahora mismo caminan en Roma están en el mismo lugar por el cual pasaron alguna vez los gladiadores romanos? Es terrible que no se aprecien actualmente los detalles pequeños. Discúlpeme mi atrevimiento, caballero Luca, sin embargo me es necesario decir que usted parece no encontrarle la misma belleza que yo lo hago a tal glorioso país.
El italiano alza las cejas— Nunca lo había visto de esa forma, en efecto —a Luca le resulta tan encantadora la presencia de este curioso castaño. No puede comprender cómo no se lo había topado antes por Hogwarts. Su personalidad se manifiesta tan envolvente que el mismo Ravenclaw está reprimiendo el impulso de no expresarse en la forma tan poética con la que el chico lo hace—. Cuando vuelva me aseguraré de prestar atención a esos detalles, Mercury —Mercury le sonríe enormemente mientras junta sus manos y baja la cabeza en una especie de reverencia.
—Es un placer gratificante escuchar aquello.
Luca muerde sus labios reprimiendo una sonrisa. Cuando está con este chico solo puede sonreír, es tan- tan-... ¡no sabe ni cómo describirlo!— ¿De qué casa eres, Mercury?
Mercury plasma una mueca de indecisión en su rostro mientras se rasca la nuca. Todas sus expresiones son tan marcadas que realmente es como ver una caricatura viviente— Oh, hombre, soy un Gryffindor, que según los demás, fue puesto en la casa incorrecta —el castaño se remoja los labios y mueve sus dedos apoyándose en la mesa en el centro del compartimiento—. Mis amigos, expresan pues, que debería haber sido puesto en Ravenclaw e incluso Hufflepuff. De todos modos, ¿quién soy yo para quejarme? He pasado buenos momentos con los, se podría alegar, ruidosos leones.
A Luca le resulta brillante la entonación de Mercury al hablar. Cualquier simple comentario parece ser un poema sublime; cada palabra la deja al aire como con este aire de formalidad y Luca no puede decir cuán encantador es esto.
—Yo soy de Ravenclaw —exclama después de un momento en silencio—. Son un poco cerrados pero está bien.
Mercury frunce el ceño— ¿Cerrados? Quizás no te has rodeado de las águilas correctas, Luca Valutto. Soy amigo de una gran mayoría de águilas y cada una de ellas es- bueno, no podría decir que interesante; no obstante, son buenas personas. Soy ignorante sobre el hecho de si alguna vez has entablado una conversación con Gwen Golightly, de no ser así, tomo el descaro de recomendarte hacerlo. Es una de mis amigas más, bueno, ah, ¿cercanas, podría decir? Es una muy buena persona.
Luca hace una mueca— Gracias, pero estoy bien así. Con los amigos que tengo ya es más que suficiente.
—¿Puede concederme el saber de quiénes son?
—Albus Potter y su grupo, además de Lune Lebeau.
Mercury suelta una exclamación ahogada de "¡Ah!" Y Luca se siente confundido ante su expresión— Puedo percibir por qué te resulta más que satisfactorio solo rodearte de ellos. Sus presencias me parecen- imponentes, sí. No les conozco, aunque lucen como buenas personas. Malfoy no me convence del todo, ¿pero quién soy yo para juzgar?
Luca frunce el ceño— ¿Scorpius? —¿cómo Scorpius no "podría convencer" a Mercury? ¡Es Scorpius Malfoy! El joven de lengua suelta y arrogancia, pero encanto natural—. Es una gran persona, deberías hablar con él.
Mercury le observa con ojos opacos y suelta un suspiro— Tiene un ambiente quizás demasiado arrogante para mi gusto, pero, vuelvo a repetir, ¿quien soy yo para juzgar? Quizás sea yo quien tenga una visión errónea sobre él.
Luca hace ademán de añadir algo más, pero la puerta del compartimiento abriéndose repentinamente hace que se sobresalte. Tanto Mercury como él, conducen su mirada hacia la entrada del compartimiento, encontrándose con un Albus Potter quien cambia el gesto de seriedad y molestia en su rostro cuando su mirada se encuentra con la del Ravenclaw.
Albus se abre paso y una gran sonrisa se forma en su rostro— ¡Luca! ¡Te he estado buscando! —Luca carraspea brevemente y señala con su cabeza a Mercury en el asiento contrario quien contempla a Albus con una ceja alzada y sus labios alzados graciosamente. El gesto de Albus se enseria instantáneamente al notarlo y Luca hace todo lo posible por no blanquear sus ojos ante esto.
Mercury, sin embargo, le brinda una sonrisa brillante al ojiverde antes de pararse del asiento. Luca frunce el ceño en confusión cuando Mercury toma su equipaje y se acerca a la entrada del compartimiento, ¿pero qué está haciendo?
—Ah, conozco los momentos cuando mi presencia es requerida y cuando no lo es, monsieur Valutto —espeta el Gryffindor ante la expresión plasmada en el rostro de Luca. Luca hace una mueca llena de lamento, le gustaba estar con Mercury. Mercury le dirige una sonrisa sin dientes antes de enfrentarse a Albus y asentir brevemente con la cabeza—. Señor Potter —Albus frunce el ceño analizándolo con precaución. Mercury se gira una vez más, su mirada encontrándose con la de Luca—. Fue un gratificante placer conocerle, Luca Valutto. Confío ciegamente en que nuevamente nos volveremos a encontrar.
Luca no puede evitar devolverle la sonrisa de oreja a oreja que Mercury le brinda, y finalmente el castaño sale del compartimiento.
Cuando se encuentran solos, Albus abre las ojos volteándose a verlo con las manos en la cintura y suelta un silbido— Bueno..., eso fue extraño —admite—. Por el otro lado, ¿cómo estás, Lou?
Luca no puede creer lo que está escuchando— Oh por-... ¡Albus, lo espantaste! —le recrimina parándose de puntas para tratar de alcanzar fallidamente su altura.
Albus hace una falsa expresión de indignación— ¿Yo? ¡Claro que no! Yo ni siquiera dije nada y él se fue.
—¿Cómo no? Lo miraste con tu cara de Slytherin Potter.
Albus sonríe de lado descaradamente y se acerca a él, posicionándose enfrente suyo. Luca se siente extraño cuando el azabache muerde su labio, cruza sus brazos y baja su cabeza para observarlo mejor debido a su notoria diferencia de alturas.
—¿Slytherin Potter, huh? —inquiere Albus, esa sonrisa de lado tan característica en él plasmándose en su rostro. Luca traga saliva.
—¡Sí! Tú, eh... es esta cara que haces —el Ravenclaw se siente repentinamente nervioso ante la cercanía y se mueve hacia atrás en un intento de mantener distancia—. Solo... enserias todo tu rostro y estás todo neutral. Pareces un ser sin sentimientos intimidante.
Albus suelta una carcajada sin poder evitarlo y el italiano se siente mucho mejor cuando siente que el ambiente a su alrededor se ha aligerado.
—Lo que todo chico quiere escuchar, gracias Lou —el italiano se encoge de hombros en una media sonrisa. Albus después se encamina hacia uno de los asientos del compartimiento, Luca sentándose enfrente suyo al instante—. ¿Quién era ese, por cierto? No sabía que eran, uh —Albus tantea sus siguientes palabras—... amigos.
El Ravenclaw frunce el ceño ante su expresión— Bueno, no lo somos —aclara—. Lo conocí hoy durante unos minutos cuando entró al compartimiento antes de que alguien —enfatiza la palabra—, lo espantara.
Albus se encoge de hombros— No es mi culpa.
—Sí, por supuesto —repone sarcásticamente—. Aunque, pude descubrir que se llamaba Mercury y está en Gryffindor. Habla muy raro pero es amable —Albus suelta una risita ante esto y repentinamente calla, mirándole analizador.
—¿Dónde están tus coronas de flores? —Luca se siente un poco confundido y sorprendido ante la repentina pregunta.
—Las guardé en mi baúl. No quería que alguna se dañara por el frío, ya sabes.
—Sí, sí, entiendo. Aunque, quiero preguntar..., ¿de dónde vienen esas coronas? ¿Por qué las usas? ¡No-... no lo digo como si me molestara! Son bonitas, solo quiero saber la historia detrás.
—Ah, bueno —Luca remoja sus labios y contempla los orbes esmeralda de Albus devolviéndole la mirada—. Mi abuela Ella las usaba todo el tiempo y aprendió a hacerlas ella misma, cuando era pequeño ella me colocaba sus coronas de flores; y me acostumbré a usarlas de vez en cuando cuando crecí porque me las hacía como regalo para navidad. Cuando me dieron la noticia de que nos íbamos a mudar a Inglaterra, mi abuela me hizo traerme todas sus coronas de flores y las uso porque principalmente me recuerdan a ella.
—Oh —Albus chasquea su lengua—. Pensé que sería algo más profundo que eso.
Luca enarca una ceja— ¿Cómo qué?
—No sé, conociéndote, algún trauma o algo por el estilo.
Luca no sabe si reír o deprimirse, pero se deja llevar por la primera opción.
—Oh por Dios.
Albus niega con la cabeza— Hablando de familia, nunca me has hablado de ella. ¿Tu abuela (¿Ella, dijiste?) es de parte materna o paterna?
—Mi abuela Ella es de parte de mamá. Mi abuela tuvo exactamente cuatro hijos: todos son hombres menos mi madre. Así que ya podrás imaginarte, huh.
Albus abre los ojos— Bueno, más de lo que te imaginas. Creo que te gano en número: mi madre es la única mujer de siete hijos.
Luca jadea— Tus abuelos debían aburrirse mucho, ¿no es así?
Albus suelta una carcajada— Opinamos lo mismo —el Potter se levanta y Luca lo sigue con la mirada hasta que el Slytherin se sienta a su lado. Ante sus cejas enarcadas, añade—: ¿Qué? Estabas muy lejos, me incomodaba —Luca sonríe ante esto—. ¿Tu madre es muggle, cierto? Recuerdo que me habías dicho que eras mestizo.
Luca suelta un sonido de aprobación— Así es. Toda mi familia materna es muggle y mi familia paterna es mágica.
—Quiero saber..., ¿toda tu familia es de Italia? Va a sonar horrible, ¿pero cómo sabes tan bien inglés?
Luca le observa con ojos curiosos achinados. Albus nunca ha visto antes esos ojos azules tan grandes achicados, hasta ahora— Toda mi familia materna es italiana, muchos de ellos no saben inglés; solo mis tíos y mi madre porque mi abuela tenía una amiga que era amiga de la amiga de una maestra de inglés que se ofreció a enseñarles en ese entonces, sucumbiendo a los encantos de mi abuela —Luca se encoge de hombros—. No puedo juzgarla, todos caen bajo mi abuela. Es la palabra dulzura y encanto encarnada.
—Huh, curioso, pensé que ese eras tú.
Luca siente sus mejillas calentarse ante las palabras del Potter. El italiano le pega en el brazo mientras escucha las carcajadas de este. Se siente avergonzado.
—Ya, ya, Lou —musita el ojiverde una vez ha calmado sus risas—. Estaba bromeando —el azabache desordena su cabello y Luca asiente, incapaz de pronunciar palabra alguna. Albus se aclara la garganta después de un momento en silencio—. ¿Y tu padre?
—¿Uh? —Luca levanta la mirada frunciendo el ceño confundido. Aún siente sus mejillas calientes.
Albus remoja sus labios ante la vista— ¿Tu familia paterna también es toda italiana?
—Oh no, mi abuelo Alessandro sí era italiano pero mi abuela Linda era británica. Mi abuelo vivió en Inglaterra durante un tiempo y conoció a mi abuela Linda, se enamoraron, tuvieron a mi padre y vivieron toda su vida en Inglaterra prácticamente. Mi padre no fue a Italia hasta que salió de Hogwarts y decidió vivir unos meses allí, en donde conoció a mi madre. Y bueno, una cosa llevó a la otra y aquí estamos. Sé inglés por mi padre porque lo habla todo el tiempo en casa, después de todo es su idioma materno aunque sepa hablar italiano.
Albus asiente— No puedo creer que nunca te había preguntado sobre tu familia —Luca suelta una risita, tampoco él podía comprender cómo nunca habían tenido esa conversación—. ¿Y según tengo entendido, se mudaron a Inglaterra por el trabajo de tu padre? —Luca asiente silenciosamente—. ¿En qué trabaja?
—Es auror en el campo de investigación mágica. Yo creo que es como un Sherlock Holmes mágico —Luca ríe ante su propio chiste pero Albus frunce el ceño sin comprenderlo. Luca le contempla confundido al notar su expresión hasta que recuerda que probablemente ni siquiera sabe quién es Sherlock Holmes—. Oh, Sherlock Holmes es un personaje ficticio muy conocido en el mundo muggle por ser, bueno, prácticamente el mejor detective en la historia.
—Oh —Albus se encoge de hombros—. No sé mucho sobre el mundo muggle más allá del rock, algunas películas y los teléfonos.
—¿Películas?
—Yup. Me gustan las de superhéroes. ¿Cómo se llamaban estos-...? ¡Ah sí! Avengers.
Luca sonríe sin poder evitarlo— Así también le llamamos en Italia, aunque la traducción literal sería "I Vendicatori" —Luca observa a Albus acomodarse en el asiento, terminando en una posición de la cabeza de Albus recostada en su cabeza.
—Me gusta cuando hablas en italiano, ¿ya te lo había dicho?
Luca sonríe aunque Albus no puede verle— Ya lo habías hecho.
—No me importa, se escucha muy bonito y tu acento es muy tierno.
—¿En serio? Siempre me ha incomodado tener un acento cuando hablo inglés.
—En realidad yo creo que es adorable, me gusta bastante —la sonrisa de Luca se ensancha ante esto.
—Gracias, Al.
—De nada, Lou —Albus alza una ceja—. ¿Alguien más te dice de esa forma?
—¿Lou?
—Ujum.
—No —Luca admite—. Bueno, realmente solo lo hacen muy pocas personas. Mi abuela Ella, mis padres..., quizás mis tíos me han dicho así algunas veces. Pero principalmente solo mi abuela y mis padres, aparte de ti.
—¿Y no tienes segundo nombre? Yo soy Albus Severus —aunque no pueda verlo, Albus arruga su nariz.
—Nope. Soy Luca a secas. A mis padres nunca le han gustado los segundos nombres; quizás porque tienen los más horribles de todos. Mi padre es Stefan Greggorian Valutto y mi madre es Alessa Remedios D'Maro.
Albus se separa abruptamente de Luca, quien se confunde al no saber su motivo para quitarse. Ha estado sintiéndose cómodo en la posición en la que estaban.
El Potter exclama— ¿¡Tu segundo apellido es D'Maro?!
¡Así que era eso! Luca quiere casi reír ante su expresión— Así es. Luca Valutto D'Maro.
—Oh por Merlin...
—¿Qué sucede?
—Es que me encanta tu nombre.
Luca no puede evitar la sonrisa de oreja a oreja que parte su rostro en dos— A mí me gusta el tuyo también, Potter —enfatiza en su apellido.
Albus le dedica una de esas características sonrisas de lado suyas— ¿Volvimos a la época en donde me llamas por mi apellido?
—Podría ser, Potter.
—Me parece indignante, Valutto.
—No puedo hacer nada contra eso, Potter. Tómalo o déjalo —Albus va a replicar pero antes de poder hacerlo, Luca lo interrumpe, recordando algo súbitamente—. ¡Albus!
—¿Qué te pasó?
—¡El compartimiento!
Albus frunce el ceño— ¿De qué estás hablando?
—¿No se supone que íbamos a estar con los demás en un compartimiento? Con Scorpius, Jackson, Lune...
—Ah, bueno —Albus toma una posición despreocupada, acomodándose en el asiento. Su espalda apoyada en una de las esquinas y sus piernas estrechadas en la mesa del centro del compartimiento; quedando enfrente de Luca quien sube sus piernas en el asiento, cruzándolas—. Seguro se las arreglaron sin nosotros.
—Albus...
El Potter le dirige un puchero— Ow por favoooor, estoy cómodo aquí contigo, no vayamos.
Luca suelta una risita ante lo infantil que Albus puede ser, es tierno.
—Está bien, Potter.
Albus sonríe, pasando una mano por su cabello, desordenándolo— Gracias, Valutto.
✧
LUCA NO SABE EN QUÉ MOMENTO SE HA DORMIDO PERO LO primero que ve al abrir sus ojos perezosamente es la plata reluciente en la mirada de Scorpius Malfoy.
El platinado se encuentra de cuclillas enfrente suyo y le brinda esa sonrisa marca registrada Malfoy que Luca aún no sabe cómo describir.
—Buenos días, italianito —musita—. Hemos estado buscándolos, ya llegamos a King's Cross —Malfoy inclina una poco su cabeza a la derecha y seguidamente se incorpora bajo la mirada somnolienta de Luca.
El italiano nota entonces a Albus enfrente suyo desparramado en la esquina del asiento. Luca hace una mueca ante la posición incómoda en la que el Potter se encuentra profundamente dormido; su cabeza parece como... caída.
—Ugh sí —espeta Scorpius con su vista igualmente pegada en el azabache—, te desperté primero para que lo despertaras a él. Ni loco lo despierto yo, se pone de un humor horrible. Pero contigo será más benevolente.
Luca frunce el ceño. ¿Por qué lo sería? Scorpius es como su hermano de otra madre, es mejor que él lo despierte. Seguramente el mal humor caerá sobre Luca si él lo hace.
—¿Por qué lo dices? ¡Hazlo tú! Después estará insufrible conmigo —exclama. Scorpius suelta una risa como si sus palabras le resultaran ridículas.
—Ah, tú aún no entiendes nada, ¿cierto? Eres una ternura —¿de qué están hablando todos? Primero Lune y ahora Scorpius. Luca se siente frustrado por el conocimiento que todos parecen tener menos él—. Solo confía en mí y despiértalo tú, los veo en la estación —Scorpius sale rápidamente del compartimiento antes de que Luca pueda objetar algo siquiera.
El Ravenclaw resopla con molestia y se levanta del asiento, haciendo una mueca al tronar sus músculos tensos. Su mirada recae en Albus quien mantiene la boca abierta levemente y un rastro de saliva embarra su mejilla. El italiano ríe un poco ante esto sin poder evitarlo.
—¿Al? —Luca se acerca al Potter y lo remueve brevemente, escuchando sus débiles quejas—. ¿Albus?
—¿Umh? —murmura débilmente, casi imperceptible. Luca se arrodilla a su lado y le observa atentamente. Estando tan cerca, Luca puede ver las largas pestañas rizadas de Albus, algunas marcas en su rostro y la línea de saliva en su mejilla. Sonríe.
—Ya llegamos a King's Cross —Luca honestamente no recuerda en qué momento ambos se durmieron. Quizás fue cuando ambos decidieron dejar de hablar y Luca empezó a leer un libro de astronomía en voz alta.
Albus abre sus ojos perezosamente y Luca se maravilla al notar que el esmeralda luce más opaco.
—¿Ya llegamos? —la voz de Albus le sorprende. Podría jurar que es una décima más grave e increíblemente ronca. Luca no sabe cómo interpretar el tirón que siente en su estómago.
El italiano se aleja lo más rápido y disimulado que puede del Potter, incorporándose abruptamente— Eh, sí, ya todos están bajando a la plataforma.
Albus suelta un bufido y empieza a estirarse, Luca se sorprende el escuchar el fuerte sonido que producen sus huesos. Potter se levanta aún conservando esa expresión de molestia e irritación. Aunque lo duda, Luca se planta enfrente suyo y poniéndose de puntillas, pasa la mano por su mejilla, tratando de borrar el rastro de saliva seca.
Albus le observa con grandes ojos sorprendidos, por lo que se aleja tímidamente— Uh, tenías... saliva seca en tu mejilla —quizás lo esté imaginando pero puede jurar que las mejillas del Potter se tintan de un rosa leve.
Albus Severus niega con la cabeza y se desplaza hasta el otro lado del compartimiento, tomando el baúl de Luca por un extremo. El italiano le mira sin entender qué rayos está haciendo— ¿Uh? ¿Qué haces?
El Slytherin le observa como si fuera un idiota— Ayudándote a bajar tu baúl, Valutto, ¿qué más? Vámonos de aquí —aunque suene increíble, Albus no está tan malhumorado como lo ha imaginado.
Ambos salen del compartimiento, Albus llevando el baúl del italiano sin esfuerzo alguno. Definitivamente Luca puede confirmar que el Quidditch le sirve de algo.
Cuando arriban en la estación, Luca se siente como en un planeta totalmente diferente. Es extraño volver al mundo después de estar meses sólo vagando por los terrenos de Hogwarts. A su lado, Albus suelta un exhalo.
El Potter le voltea a ver con una sonrisa somnolienta y su cabello despeinado— ¿Listo para las vacaciones?
Luca tiene en la punta de la lengua un "No realmente porque te voy a extrañar mucho" pero muerde su mejilla interior para reprimir el impulso y solo se limita a asentir silenciosamente.
—Mi familia está allá —el Potter señala un terriblemente enorme grupo de personas con cabellos pelirrojos, rubios, castaños e incluso negro. Luca se siente ligeramente sorprendido ante la variedad y la gran cantidad de personas. A su lado escucha a Albus reír brevemente—. Lo sé, son muchas personas. Toda la familia siempre viene a recibirnos a los que quedamos en Hogwarts, incluyendo a Scorpius.
—¿Scorpius?
—Yup, él se pasa parte de las navidades de invierno con nosotros.
Qué sorpresa— Ah.
Luca trata de buscar a su familia pero el tumulto de personas lo marea y su poca altura no le beneficia mucho, honestamente. Por lo que frunce el ceño con frustración y solo le queda una última opción.
—¿Albus?
—¿Sí?
Oh por Dios, no puede creer que va a hacer esto— ¿Podrías cargarme un momento? No encuentro a mi familia y quizás desde tu altura pueda ver si los distingo.
El Potter ríe entre dientes y deja su baúl en el suelo. Luca se siente jodidamente avergonzado cuando Albus se encorva un poco y él salta a su espalda con cuidado.
Luca se agarra del cuello de Albus y cruza sus piernas alrededor de la cintura del Potter, estremeciéndose un poco cuando éste afirma el agarre sosteniéndolo por sus muslos. Oh, conque así se siente ser alto, qué bonito.
—¿Ves algo?
Luca alza su mirada y trata de distinguir algo en el mar de personas. Se siente aliviado cuando visualiza a sus padres al lado de una columna de la estación.
—Sí sí, ya los encontré —responde—. ¿Ves a los castaños que están al lado de esa columna? No no, la otra..., sí, esa; bueno, son mis padres.
—Se ven amables —musita el Potter alzando la cabeza y achinando la mirada para observarlos mejor.
—Lo son —Luca golpea suavemente el hombro de Albus—. Ya puedes bajarme, Al —el Potter ríe entre dientes y se agacha para depositar a Luca gentilmente en el suelo. El italiano le brinda una sonrisa de oreja a oreja—. Gracias.
—Un placer.
Luca abre los ojos grandemente al recordar algo— ¡Albus! —dice—. Olvidé devolverte todos tus hoodies y abrigos, los tengo en mi baúl, solo- deja que los saque.
El Slytherin frunce el ceño y lo detiene antes de que pueda siquiera inclinarse hacia el baúl— Quédatelos —musita decididamente—. Lucen bien en ti —Luca se atraganta un poco con su saliva al escuchar esto y nuevamente vuelve a sentir aquel tirón en su estómago que no sabe cómo interpretar. El Potter suspira después de un momento en silencio— Mi familia me está esperando —señala nuevamente al enorme grupo de personas—. Arrivederci, Lou⁶. No te olvides de escribirme en vacaciones, estaré esperando tu carta.
Luca seguidamente siente un rápido beso siendo depositado en la coronilla de su cabeza, lo que lo desorienta un poco— Adiós, Al —el Slytherin le brinda una brillante sonrisa antes de encaminarse a donde su familia lo espera.
El italiano suelta un suspiro al observar al gran grupo Weasley alejarse con Scorpius Malfoy acompañándolos. Lo último le hace reír un poco.
Luca planta su mirada en sus padres al lado de la columna, empezando a encaminarse hacia ellos. Una sonrisa se forma en su rostro cuando escucha el "¡Luca! Mio piccolo principe⁷" un grito de su padre cuando éste lo nota.
Ah, bienvenida sean las vacaciones de invierno.
FIN DEL PRIMER ACTO.
✞
AAAAAA, ¿QUÉ LES PARECIÓ?
No man, re largo el capítulo. PERDÓN AAAAA
Igual, en este capítulo pasan muchas cosas, re lindo.
¿QUÉ LES PARECE NOAH MERCURY?
Yo lo re amo, es mi bebé lindo. Solo saldrá en este capítulo de Interstellar, lamento decirles que no sale más en toda la historia ow (por ahora ese es el plan pero conociéndome no hay nada seguro)
Hay mucho Lucabus <33 pero a diferencia de los otros capítulos, en este se ve mucho más la interacción entre los personajes y qué tan cómodos se sienten el uno con el otro
Es más una conversación casual que demuestra su cercanía. Conocen más a Luca y su tan aclamada historia detrás de las coronas de flores aJAJAJA
¿Cual fue su parte favorita?
PUEDEN CREER QUE YA ACABÓ EL ACTO? ESTOY EN SHOCK
Les tengo una SÚPER sorpresa. Cuando monte el primer capítulo del segundo acto (el capítulo 15, es decir, la mitad de Interstellar), publicaré sHOOTING STAR EL FANFIC DE NUESTRO AMADO SCORPIUS MALFOY AAAAAA
HAGAN SUS APUESTAS, QUIEN CREEN QUE SERÁ EL OC SE SHOOTING STAR? ESTOY RE EMOCIONADA BASTA
¿Cual fue su parte favorita? ¿Qué les gustaría ver en el segundo acto o conocer más de los personajes?
Espero que comenten, yo me guío de sus comentarios para planear los siguientes capítulos ❤️
Gracias por su paciencia como siempre, ¡y nos vemos en el segundo acto en donde Lucabus por fin es canon, bebéssss!
Los amo de aquí a Andromeda y de vuelta,
Sofs
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