─ eleven ✰ luce luminosa
ELEVEN: LUCE LUMINOSA
interstellar — vol. i
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LA BOCA DE LUNE PARECE TOCAR EL SUELO Y EL TINTE de confusión e incredulidad enmarcando cada parte de su rostro no tiene precio. Luca Valutto ríe entre dientes y rueda los ojos con humor ante las siguientes palabras de la francesa.
—A ver, necesito que por favor me repitas toda la historia de nuevo, nerd —exclama ella, y Luca debería sentirse ofendido ante el sobrenombre pero extrañamente no lo hace—. ¿Cómo es eso de que tienes familia en Hogwarts y ni sabías?
Hoy precisamente es un día de invierno frío. Todo el día Luca ha visto lluvia y granizo caer, lo cual, honestamente, lo tiene hasta los cojones.
Luca Valutto puede decir orgullosamente que odia el invierno con todo lo que tiene. Simplemente no le ve la magia ni lo lindo que los demás encuentran, es más, le parece la estación más sucia y desagradable. Él no recuerda jamás haber tenido una memoria terriblemente buena en invierno; por dichos motivos siempre asocia blanco, gris, olor a desinfectante, triste y terriblemente frío con invierno.
Para justificación del italiano, viviendo en Sicilia no podría acostumbrarse a un clima tan... ugh. Ha vivido prácticamente toda su vida en una ciudad costera italiana en donde la mínima temperatura es 10º centígrados y ahora debe aguantarse el frío del demonio que le provee Inglaterra... o Escocia, más bien. Aún no ha comprendido muy bien todo esto acerca de la ubicación de Hogwarts.
Aunque, debe admitirlo, este invierno no le parece tan tedioso como los demás. Bueno, no sabe si es la energía y emoción que aún siente por los acontecimientos sucedidos o el calor que le brinda el abrigo y jersey de Albus.
Vale, Luca debe ser completamente honesto: está planeando robarse la ropa de Albus de a poco. Hoy viste su enorme jersey blanco con una "A" azul oscuro centrada y el afamado abrigo de jean que no ha querido devolver desde el partido de Quidditch. Para ser justos, el italiano tiene una muy buena justificación; las prendas de Albus son grandes, cómodas y huelen muy jodidamente bien. Luca aún no ha podido descifrar aquel olor que siempre lleva Albus pero extrañamente le recuerda a algo fresco y protector, como, no puede saberlo, ¿menta y lluvia? Sí, eh, algo así.
—¿Nerd? ¿Neeeeerd? —la voz de Lune le trae de vuelta a la realidad. Luca parpadea quedamente y se recompone observándola con interrogación plasmada en sus orbes azules— ¿Adónde te fuiste esta vez? ¿Estabas pensando en Neptuno o en Venus?
Luca ríe levemente, añadiendo con rapidez— Diría que en estrellas de neutrones, mejor dicho.
La francesa a su frente le mira con cansancio— Ni siquiera me voy a molestar en preguntar —Luca le brinda una sonrisa ladeada y la observa con curiosidad. Lune mantiene su pomposo cabello rizado recogido en un rodete, su piel luce menos brillante que de costumbre, puede incluso notar los labios resecos y rotos de la morena y algunas marcas en su piel. Luca encuentra eso encantador; no lo sabe, pero analizar a Lebeau de esa manera le hizo encontrarla más real—. Dejándonos de cuentos, ahora sí cuenta con detalles, señales y manzanitas todo lo que pasó.
Luca remoja sus labios sintiendo un repentino tirón en su estómago. Cualquiera que esté pasando por su lado se preguntaría sin dudar qué es lo que Lune insiste con tanto ahínco, y bueno, eh, la historia es complicada pero honestamente debe admitir que es la adrenalina más grande que ha experimentado después de haber calculado un error en la ecuación de Planck.
Luca suspira y sus grandes orbes azules impactan con calma a Lune Lebeau, dispuesta a escuchar todo lo que tiene por decirle— Está bien —acepta con toda la actitud a favor para contar los sucesos que lo tienen tan animado. Luca remueve su cabeza cortamente para organizar sus ideas—, lo que ocurrió fue esto...
El italiano se aferra más a la mano de Albus aún sin creerse lo irreal que parece todo este acontecimiento. Ambos caminan apuradamente por los pasillos de Hogwarts desviando escaleras y buscando pasadizos. Luca solo piensa que toda la situación es jodidamente ridícula. Dios, no sabe ni por dónde empezar.
Albus voltea a verlo por un momento cuando detiene su movimiento— Hey, ¿todo bien, Lou? ¿Aún quieres hacerlo? —el italiano suspira con cansancio contemplando los orbes esmeralda del Slytherin. El rostro contrario solo demuestra preocupación pura; el cabello del Potter se encuentra fuera de lugar, sus mejillas un tanto rosáceas (Luca conjetura que si las mejillas de Albus se ven rositas en la piel bronceada de este, entonces las suyas deberán parecer dos tomates en su palidez de fantasma) y el ceño fruncido en preocupación.
Luca se extraña al sentir algo raro en su estómago, es como un tirón de abajo hacia arriba. Rápidamente, y tratando de hallar alguna explicación lógica, Luca se lo atribuye a la dopamina o endorfinas o adrenalina (dulce bebé Jesús, en este punto cree que su mente está produciendo todas las hormonas existentes referentes a la emoción) que produce su cerebro por la euforia del momento y no por lo lindo que se ha sentido el que alguien demuestre su preocupación tan descaradamente por él. En especial si viene acompañado de esmeraldas consoladoras.
—Sí —alcanza a exclamar finalmente después de un momento en silencio—. Es solo que... —tantea sus siguientes palabras dubitativamente— ¿qué tal si ni siquiera son ellas? O peor, ¿no quieren verme o no me recuerdan?
Una sonrisa enternecida va surcando los labios de Albus y Luca se sonroja sin poder evitarlo cuando éste deposita una mano en su mejilla derecha, acariciándola con suavidad. Vale, realmente quiere saber qué significa ese cosquilleo que siente recorrer por su cuerpo al reaccionar a la casi insignificante caricia del Potter. ¿Son los nervios, cierto? Deben serlo.
—Oh, Lou —las palabras salen de la boca de Albus en un tono dulce y Luca se remueve ante el toque del azabache—. No te preocupes por eso, Luca. Si son quienes crees que son y la historia entre ustedes que me has contado es cierta, entonces deben acordarse de ti. Sino es así, entonces son unas malditas y dejo de darle mi bendición a James con la Indie esa —Luca sonríe sin poder contenerse—. De cualquier forma —agrega—, sales ganando porque si las encuentras será perfecto, y si no es así entonces te invitaré un helado de caramelo en las Cocinas.
Esto es simple, a Luca se le soborna fácilmente con helado o libros. El pelinegro recuerda rápidamente las de veces que sus padres le invitaban un Gelato en Italia para distraerlo de alguna nota que no le satisfacía en aquellos momentos. Luca diría entonces que Albus y él han pasado el suficiente tiempo juntos para que el Potter conozca su sabor de helado inglés favorito y lo ofrezca como premio de consolación o una especie de garantía. Bueno, si lo ve de esa forma, aún en esa... ¿nimiedad?, Albus demuestra ser un Slytherin de pies a cabeza; un Slytherin muy dulce, pero al fin y al cabo un Slytherin. Luca no sabe por qué, ni admitirá jamás en público, que esto despierta una expectativa emocionante en él.
—El helado de las Cocinas es gratis, Potter —repone él parándose de puntas y mirándolo con una ceja alzada y una sonrisa ladeada—. Podría conseguirlo por mi propia cuenta cuando se me dé la gana, eh.
Las cejas de Albus se arquean ligeramente y a Luca inevitablemente se le contagia la gran sonrisa de oreja a oreja que presenta el ojiverde en su rostro— Bueno, ¿de dónde ha salido ese tono? Ni siquiera sabía que podías hacer un intento de tonito rebelde, Valutto.
—Tengo mi lado rebelde, Potter. ¿Me crees si te digo que en Sicilia me escabullía en el Palermo Astronomical Center y duraba allí toda la noche? Ilegalmente, huh —Albus se ríe sin poder evitarlo al escuchar el tono orgulloso que emplea el italiano al expresar sus palabras.
—Vaya, Valutto, eres todo un criminal —el Potter forma una sonrisa ladeada y pícara, sus ojos verdes brillan en travesura. De pronto se acerca a la oreja de Luca y susurra— You've been hit by a smooth criminal.
Luca se remueve y ríe al reconocer la letra de una de las célebres canciones del rey del pop: Michael Jackson. El Valutto se despega de Albus con un sonrojo prominente sin dejar de reír. Luca de pronto divisa la brillante sonrisa de oreja a oreja que el Potter le brinda.
—¿Por qué me estás mirando así? —inquiere.
La sonrisa de Albus se ensancha— No te estoy mirando de ninguna forma.
—Claro que sí, deja de hacerlo, me pones nervioso.
Albus suelta un bufido divertido y sin decir una palabra más, afirma el agarre de manos que tienen y siguen su camino por los pasillos de Hogwarts tratando de encontrar a James Sirius Potter.
Luca aprecia el silencio que se ha formado, y estando más tranquilo con la mano de Albus entrelazada a la suya, se da la oportunidad de pensar sobre la situación.
Indie y Evangeline Grace. Dos niñas adoptadas por una pareja inglesa muy amable que Luca ha tenido el gusto de conocer.
Vale, ya sabe, ¿qué rayos tienen ellas que ver con él y por qué siquiera las conoce? La razón es más simple de lo que parece: Indie y Evangeline Grace son las únicas amigas que Luca alguna vez tuvo en su vida antes de entrar a Hogwarts.
Luca Valutto sabe por excelencia que no es una persona muy abierta en lo que se dice de hacer amistades. A duras penas y sin siquiera saber cómo, ha conseguido grandes amistades en Hogwarts como Albus, Lune o Scorpius.
Su historia es muy simple: a él le gusta andar solo. Bueno, no es que sea el más fanático de hacerlo, pero se ha acostumbrado después de aceptar que a las personas no les atrae precisamente tener un amigo nerd que ama hablar sobre astronomía más que de sí mismo.
En Italia era aún peor, supone. Puede contar con los dedos de una mano los amigos que tenía en Sicilia y de veras que le sobran dedos. Realmente, las únicas personas que alguna vez puede considerar como amigas que hizo en Italia tienen nombre y apellido y son aquellas dos hermanas que está buscando por todo Hogwarts.
El italiano sonríe levemente al recordar cómo las ha conocido. La historia es muy curiosa, pues hace algunos años en Castiglione, la escuela de magia en donde Luca estudiaba cuando vivía en Italia, habían llegado dos estudiantes de intercambio: Indie y Evangeline. Honestamente, sino fuera porque por accidente después de un trabajo juntos hizo que Indie quedara calva accidentalmente, jamás habría tenido las agallas para siquiera hablarles. Así que en parte agradece mucho haber murmurado mal aquel hechizo, sinceramente.
A partir de ahí, Luca pudo conocerlas de mejor manera y sencillamente aún puede confirmar que son de las personas más únicas que conoce; muy diferentes, sin embargo. Mientras recuerda a Indie como un algodón de azúcar amante de las supersticiones llena de amuletos y brazaletes (en realidad, quizás Indie esté loca), Evangeline permanece latente en su cabeza como alguien con carácter fuerte y protector. Luca ríe levemente al recordar las de veces que los comentarios mordaces de Evangeline la metieron en innumerables problemas.
—¿Y esa risa? —Luca siente un apretón en el agarre de manos que mantiene con Albus y cuando alza la vista puede observar la mirada curiosa que el Potter le brinda.
—No es nada, solo recordé algo...
—Huh, sonó tierno —las cejas del Ravenclaw se alzan al escucharlo—. Esto no tiene nada que ver, pero al final nunca me contaste por qué no volviste a ver a Indie y a Evangeline.
—Oh... cierto. Pues, eh, después de pasar su año de intercambio, mis padres me dijeron que los Grace viajaron a otros lugares, solo que al parecer uno de ellos terminó siendo Inglaterra —el Ravenclaw muerde su labio—. Nosotros no tuvimos ninguna oportunidad de mantener contacto con ellos, en realidad, ni siquiera pude despedirme debidamente de Indie y Evangeline.
—Oh, siento oír eso, Lou. Tengo entendido que se volvieron muy cercanos por cómo hablas de ellas, ¿no?
—Eso, uh, sí —Luca suelta un suspiro y conecta su mirada con la esmeralda de Albus por un momento—. Son personas muy únicas, muy hermosas. Ellas..., uh, la cosa es que, las siento como de mi familia. Y yo sé, yo sé que para sólo haberlas conocido por poco tiempo puede sonar muy exagerado, pero se volvieron bastante importantes para mí. Ellas me defendían de los demás y, Albus, literalmente fueron las únicas personas que me aceptaron y querían estar conmigo en esos momentos de mi vida. Son las únicas amigas que recuerdo haber tenido.
En el rostro de Albus se forma una mueca al escuchar aquello. En cada ocasión que Luca habla sobre su situación social en Italia, no puede comprender realmente qué tan ciegos tienen que estar los italianos para no ver lo hermosa persona que Luca Valutto es. Albus afirma su agarre de manos por inercia, su enorme mano acaparando la cálida y pequeñita mano del Ravenclaw.
—Lo bueno es —Luca finalmente puede oír la voz de Albus después de unos minutos en silencio— que vas a verlas nuevamente. Lo que no comprendo es cómo ellas no te reconocieron desde el primer día que llegaste, umh.
—Quizás no escucharon bien mi nombre o ni siquiera me asociaron con el Luca que ellas conocían.
Albus arruga el ceño— No lo sé, Lou. Para mí es sospechoso que habiéndonos visto juntos en varias ocasiones (sé que lo hicieron, no preguntes porqué) nunca se hayan preguntado al menos una vez o visto las semejanzas entre tú ahora y el Luca que ellas conocieron.
Luca se remueve incómodo ante las palabras del Potter y deshace el agarre de manos atrayendo la atención de Albus quien lo voltea a ver sorprendido.
—Tus palabras no me alientan mucho ahora mismo, Albus.
El Slytherin suspira— No es eso, Luca, es solo que mi parte racional me dice que es muy raro el ni siquiera haberte reconocido.
—Entonces, por favor, deja de pensar un momento.
Luca quiere sonreír cuando escucha la risa corta que suelta el Potter a su lado. Albus ahora se mantiene con los brazos cruzados mirándolo desde su enorme altura de gigante de 1.88
Luca pretende añadir algo más pero las palabras se quedan atascadas en su garganta cuando visualiza a James Sirius Potter al final del pasillo. Con recientes nervios a flor de piel como si estuviera esperando la carta de aceptación de Oxford, Luca acelera el paso hasta estar a unos cuantos metros de distancia de James.
James permanece rodeado de dos rubios y un pelirrojo que Luca supone es algún primo de Albus (¿Frank? ¿Fed? ¿Fred?). De pronto es ahí cuando la nota, Indie Grace. El corazón le late rápidamente a Luca al detallarla: es un poco más alta que él, su piel blanquecina pero un tanto dorada y su cabello castaño con detalles monos cayendo por sus hombros, el uniforme de Gryffindor resaltando en ella fuertemente.
Mierda, mierda, oh santa jodida mierda, dulce bebé Jesús.
Luca muerde su labio con nervios y agradece que ninguno de ellos se ha percatado de su presencia, volteándose hacia Albus y pidiéndole con la mirada que haga algo.
Albus aclara su garganta al comprender y nuevamente toma la mano del italiano, empezando a acortar los metros de distancia que los separan a ellos de James Sirius Potter.
—Hey —saluda casualmente a el grupo de chicos. En el rostro de James se forma una linda sonrisa.
—¡Albus! ¡Hermano! No te veo desde hace milenios, ya ni tienes el respeto suficiente para acercarte a saludar a tus mayores, sinvergüenza —James abre los brazos y se acerca a ellos con la sonrisa resplandeciente ensanchándose en su rostro. Luca tiene la urgencia de salir corriendo cuando la mirada del Potter mayor recae sobre él—. Y veo que al fin tienes la decencia de presentarme a tu amigo —James enarca las cejas con una sonrisa descarada—. ¿Cómo les fue con la tarea al final?
Honestamente Luca no tiene ni la menor idea de lo que quiere decir James pero a su lado Albus tose fuertemente y Valutto podría hasta decir que ha visto un sutil sonrojo decorar sus mejillas.
—James, ¿podrías dejar de ser un idiota por una vez en tu vida?
—Voy a tomar eso como un cumplido.
Albus aprieta los dientes— Oh por favor, no lo hagas.
James se acerca hacia ellos chasqueando la lengua con decepción y plantándose enfrente de su hermano menor quien le lleva unos centímetros de altura— Últimamente estás muy grosero, Albusin. Yo no te crié así. Deberías mejorar.
—Oh por Merlin, ya cállate.
James suelta una carcajada y en sus ojos Luca puede vislumbrar un brillo de travesura sin igual que muy pocas veces ha logrado observar en Albus (en realidad, la persona con la que podría comparar este brillo sería Scorpius Malfoy. Dulce bebé Jesús, ese rubio siempre tiene un as bajo la manga).
—Ah, ahora sí, ¿qué necesitas, Albus? Te conozco y no vendrías a dar una visita para querer asegurarte de que sigo completo.
Albus ríe entre dientes y Luca de pronto siente ganas de morder su labio— Touché, en realidad solo vine a presentarle a Indie una persona muy especial.
Indie Grace salta en su puesto al escuchar su nombre ser llamado. Sus ojos soñadores caen con curiosidad en Albus y sonríe dulcemente en confusión.
—Oh, hola, Albus —exclama en voz suave y tranquila, a Luca le suena aterciopelada y dulce—. ¿Cómo estás? ¿Ya seguiste mi consejo de llevar cebollas en los bolsillos? Te dije que eran de buena suerte. He sentido un aura muy extraña a tu alrededor, te he dicho incontables veces que debes guardarte de las Sphinxes a tu alrededor —la mona chasquea su lengua con desaprobación.
Luca tiene hasta ganas de reír al escuchar las incoherencias que ha soltado Indie. Lo único bueno es que al parecer no ha cambiado en lo absoluto.
Albus se rasca la nuca incómodamente y hace una mueca— Uh, sí, voy a tenerlo en cuenta. Aunque en realidad, Indie, te quiero presentar a mi amigo —señala con su cabeza a Luca y los ojos de Indie caen sobre el Valutto analizándolo con una gran sonrisa.
Fred Weasley murmura un sarcástico "Amigo" refiriéndose a las palabras de Albus, pero Luca se encuentra demasiado ocupado afirmando el agarre de manos que mantiene con el Potter, como para siquiera prestarle atención. Por alguna extraña razón siente su corazón acelerándose al reconocer la neutralidad plasmada en los ojos de Indie. Ella... ¿no lo reconoce? Demonios, sabía que esto iba a pasar.
Albus aclara su garganta— Este es Luca Valutto, Ind —la expresión de Indie cambia poco a poco al finalmente realizar lo que está sucediendo. Luca no sabe si es algo bueno la mirada emocionada que le brinda la mona pero no tiene tiempo para pensárselo bien antes de sentir los brazos de la Gryffindor rodeándolo con ahínco.
—¡Luca! ¡Por Ares, te he extrañado muchísimo! —la dulce voz de Indie ahora suena repleta de emoción y el Valutto siente que por fin puede respirar tranquilamente.
James Potter alza un ceja al ver el espectáculo e inquiere un confundido—: ¿Violet? ¿Conoces a, uh, Luca?
La Gryffindor rompe el abrazo y le dirige una gran sonrisa al castaño— ¡Por supuesto, Jamie! Diría que hasta somos familia, ¿no es así, fratello minore? —«Hermano menor»
Todas las miradas caen en Luca y es ahí cuando el italiano finalmente puede detallar a quienes lo rodean; el primero en entrar en su campo de visión es James Sirius con su cabello castaño disparatado y sus ojos almendrados bajo aquellos anteojos de montura, todo él detona peligro y travesura.
A un lado de James yace un pelirrojo alto que lo observa crítico. Aunque mantiene una sonrisa que supone ser amigable, en sus ojos Luca puede observar cómo está analizando cada una de sus reacciones y movimientos. Honestamente, Luca piensa en Marte al estar bajo aquella mirada prominente; aunque se lo atribuye más a la asociación de que Marte es la contraparte romana del dios griego de la guerra, Ares.
Después solo quedan dos rubios: uno con el uniforme de Gryffindor y el otro de Ravenclaw. Ambos son gemelos idénticos, con la diferencia de que uno cuenta con ojos celestes y el otro posee unas cuencas color verde. Luca no podría reconocer cuál es cuál.
Después de darse cuenta de que ha permanecido mucho tiempo en silencio desde que Indie hizo su pregunta, asiente con esfuerzo, sintiendo un obstáculo en su garganta que le impide decir alguna palabra.
—Uh, por supuesto —murmura. Y, demonios, ¿esa es su voz? Iugh.
—¿¡Lo ven?! ¡Mi piccola stella es un amor! —el perfume dulce de Indie lo marea un poco al verse de nuevo envuelto en un abrazo—. Evangeline se pondrá tan feliz al verte.
—¿Evangeline? —el pelirrojo alza una ceja. Luca sigue sin conocer su nombre—. Huh, conque Evangeline también lo conoce —parece que quiere haber murmurado aquello para sí mismo pero su voz igualmente resalta en el lugar. El pelirrojo se aclara la garganta y le regala una sonrisa de lado a Luca antes de que siquiera pueda añadir algo—. ¿Dónde están nuestros modales? Soy Fred Weasley II, un placer —Fred confunde a Luca; es a la vez escalofriante pero bromista y el italiano cree que jamás se ha sentido tan contrariado con una sola persona en la vida.
Luca estrecha su mano con una leve mueca— Luca Valutto.
—Lo sé.
—¿Disculpa?
Vale, eso ha sonado tremendamente escalofriante pero antes de que Fred pueda hablar nuevamente, uno de los rubios, el de ojos celestes, se acerca a él con una linda sonrisa ladeada.
—Hey, ¿cómo estás? Llámame Scamander, Lysander Scamander —el rubio guiña un ojo con descaro y Luca carraspea levemente sin saber qué pensar.
—Ugh, ¡lo estás asustando, idiota! —el rubio ojiverde se planta a un lado de Lysander y le propina un zape que forma una mueca en el rostro del ofendido. El gemelo de Lysander sonríe formalmente y ofrece su mano a Luca con actitud—. Soy Lorcan Scamander, el que controla a los idiotas estos; un placer, Luca.
—¡Eh, Lorcan!
—¡Deja de ser tan creído, estúpido!
—¡Bájale dos tramos, Scamander!
—Oh por Ares, aquí vamos de nuevo.
Las expresiones se escuchan a alta voz y Luca se siente aturdido. Al verse centro de una discusión entre los cuatro chicos e Indie Grace, trata de liberarse lentamente del círculo que lo rodea y finalmente puede respirar con tranquilidad cuando está fuera de él.
Una risa lo desconcentra— Mierda, están dementes —es Albus a su lado mirando con diversión la discusión que mantiene el grupo a una distancia de ellos. Luca sinceramente no le había prestado atención desde que James Sirius se presentó. Se siente, quizás, un poco culpable de ello—. Así que, huh, ¿piccola stella? —dulce bebé Jesús, es la peor pronunciación de esas palabras que ha escuchado alguna vez.
Luca se pone de puntillas con gracia y conecta sus miradas— ¿Qué pasa con eso?
—¿Qué significa?
—Oh —el Ravenclaw se sonroja tenuemente—. Pequeña estrella.
Albus suelta un bufido divertido mientras le brinda una de sus características sonrisas ladeadas. El Potter le observa de una manera extraña en silencio durante unos segundos. Luca no entiende absolutamente nada y el silencio (valga la redundancia porque aún puede escuchar los gritos de James y su grupo a su lado) le está poniendo incómodo; repentinamente, Albus se inclina hasta que toma la corona de flores de Luca y, bajo la mirada confundida del italiano, la posiciona en su cabeza. Luce graciosa en el Slytherin, cuya impresión es verse como un mal cliché de chico malo.
—Creo que me la quedaré por un tiempo.
—Tienes que estar jodidamente bromeando, Albus —el Potter le sonríe enormemente.
—¿Ah sí? Entonces trata de alcanzarla, piccola stella.
Y es en ese momento en el que Albus le brinda una sonrisa victoriosa mientras alza la corona de flores a sabiendas de que es imposible para él alcanzarla, y en que a su vez Indie Grace grita un "¡Por los dioses! ¡Siempre tienen que arruinar todo, chicos! ¡Son casi tan de mala suerte como un gato negro!", que Luca por primera vez desde que llegó a Hogwarts se siente como en casa.
El sonido de Lune Lebeau sorbiéndose la nariz, saca a Luca de su ensoñación. El italiano ha terminado de contar su anécdota, dejando de paso a una Lune sentimental quien lo observa con lágrimas probablemente falsas en los ojos.
—Oh por Dios, ¿que está mal contigo, Lune? —inquiere Luca en decepción. Lune enfrente suyo toma una servilleta cercana y sorbe con rudeza intencionalmente. El italiano trata de encogerse en su puesto al notar las variadas miradas puestas en ellos.
—¿Conmigo? ¿¡Cómo pretendes que no me ponga sentimental después de oír tu anécdota cursi?!
—Shh, baja la voz, Lune, nos están viendo.
—¡Y a mí qué! ¡Yo tengo libertad de expresión! Pueden mirarme todo lo que quieran.
—Oh por Dios, shh.
—Deja de shushearme, Valutto. Voy a callarme pero solo porque yo quiero, no porque tú me lo dices.
—Mjúm.
—Igual, ¿qué pasó con la otra chica? La hermana de, eh- ¿Indie?
—Oh, ¿Evangeline?
—Supongo.
—Al día siguiente ella me buscó después de que Indie le haya contado lo que pasó. Ahora hablo con las dos y nos saludamos cuando nos vemos por los pasillos.
—Aww, qué lindo —Lune aclara su garganta y un momento después se estira en la mesa hasta tomar una salchicha—. Tanta cursilería me da hambre.
—Te has comido 4 (con esa 5) salchichas, dos panqueques, un vaso repleto de jugo de calabaza, un plato de huevos revueltos y dos tostadas con mantequilla. ¿Cuánto más quieres?
—A eso lo llamo un don, puedo comerme hasta una pizza grande entera en quince minutos si tengo hambre. Soy como, eh, ¿cómo es que lo llaman los nerds como tú?-... ¿hoyo negro?
Luca suelta una risa— Agujero negro, Lune.
—Eso, eso.
—Sí, son regiones de espacio-tiempo en donde la aceleración gravitacional es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ellos. Se cree que el tiempo ni siquiera existe dentro de los agujeros negros y es por eso que Stephen Hawking escribe en su libro de "Breves Respuestas a las Grandes Preguntas" que lo más probable es que el universo antes del Big Bang haya sido un tipo de agujero negro.
—Umh, curioso.
—¿¡Verdad que sí?! ¡Es increíble!
—Por supuesto, en especial la parte en donde no recuerdo haberte preguntado.
La sonrisa grande de Luca se disuelve en su rostro. Ouch, sería una mentira decir que no le ha dolido. Lune enfrente suyo parece reaccionar ante lo que dijo pues hace un gesto horrorizado.
—¡Ay, Luca, perdón! —exclama sinceramente—. No era mi intención, lo siento, petite italien. No he tenido una buena semana —Lune se inclina en la mesa y susurra—: tengo el período y eso hace que tenga un humor cambiante de mierda y la suficiente hambre para comerme un león.
Luca asiente, avergonzado de haberse olvidado que el período existía. Después observa a Lune con atención cuando ella se ha alejado y puede notar sus orejas pronunciadas, acné reciente y mejillas hinchadas. Sí, definitivamente la pobre está pasando por sus días del mes.
—Y, eh, ¿por qué no me hablas de los "agujeros blancos"? ¿Existen, cierto?
Luca sonríe, sabiendo que aquella es la forma de Lune de enmendar el momento raro que acaba de pasar.
—En realidad sí, te voy a contar qué son, mira...
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ES PRIMERO DE DICIEMBRE Y ALBUS SIENTE QUE el tiempo se escurre entre sus dedos. Está, ciertamente, preocupado; parece que solo hace unos días fue primero de septiembre, el día en que conoció a Luca Valutto.
Albus tiene muchas cosas para decir sobre Luca Valutto. Muchísimas. Incluso podría decir ser más capaz de describir al italiano a la perfección que a sí mismo.
Sin embargo, Albus, también, tiene muchas cosas que expresar sobre sí mismo. Es algo interesante, huh, pues Albus a veces siente que se ahoga.
No es simple decirlo o siquiera demostrarlo — jamás ha tratado de hacerlo, él no puede mostrar una faceta tan susceptible de sí mismo, huh, ni en sueños se imaginaría llorando enfrente de alguien. Albus, piensa, que aquellos pensamientos deben guardarse para uno mismo. Sus sentimientos, agonías y sueños robados solo pueden ser expresados cuando se encuentra solo en la noche sin poder conciliar el sueño; ahí es cuando verdaderamente todos sus demonios se alzan.
Y jodido infierno, Albus sufre de insomnio. No recuerda alguna sola vez en su vida haber sido capaz de conciliar el sueño con facilidad o por mucho tiempo; por lo que en ese lapso, todas sus inseguridades parecen querer tragárselo vivo ante el silencio y oscuridad de la fría habitación en las mazmorras de Slytherin.
Las inseguridades, un punto fuerte para cualquier persona. A Albus le gusta imaginárselos como entes amorfos, habitando en el alma de cada persona esperando a ser lo suficientemente alimentados para atacar desde dentro.
Es algo gracioso, y un tanto decepcionante, que para las otras personas quienes no lo conocen, piensan que sus inseguridades son inválidas; es decir, ¿cómo un chico como él, podría siquiera tener inseguridades? Un atleta estrella con habilidades innatas en las pociones y hechizos de sanación, ademas del hijo del Salvador del mundo Mágico. Siquiera pensar en que una posible inseguridad pueda surgir en él resulta improbable y casi ridículo.
Eso es lo que piensan, él lo sabe. Y trata de convencerse de lo mismo, ¿por qué alguien como él tendría siquiera alguna inseguridad? Ow, resulta tan tonto de siquiera pensar. Eso, hasta que sus demonios nocturnos le recuerdan su humanidad.
Ojalá fuera como todos piensan, Albus realmente desea que cada vez que cierra los ojos pueda dejar de escuchar esa exasperante voz en su cabeza murmurando incesantemente insultos y dudas que impactan siempre en su alma. "No eres suficiente" "Huh, ¿seguro que eres un buen amigo? ¿Acaso no recuerdas aquella vez que le negaste un favor a Scorpius en Tercer Año?" "¿Buen hijo y buen hermano? ¿No has visto lo bueno que es James en Defensa y Lily en Transformaciones? No eres digno de un Potter". Palabras sin sentido, amargos dichos que lo atormentan cada semana; algunos incluso tan banales como "Ugh, ¿realmente tus ojos verdes son tan únicos como piensas?" "Que seas tan alto arruina todo tu aspecto" "¿Acaso no has notado esas imperfecciones por todo tu rostro?" "La cicatriz que tienes en tu pierna derecha es horrible" "Tu cabello es un desastre" "Eres una decepción".
Albus trata de opacar esa voz tan agobiante con cumplidos que le han hecho y aspectos positivos que sabe que tiene. Sin embargo, últimamente esa voz parece hacerse más y más poderosa con una razón que lo atormenta más de lo que podría admitir. "Luca jamás te querrá. ¿Cómo podría hacerlo? ¿Cómo un ser como él podría querer a alguien como tú habiendo miles de mejores personas allá fuera? ¿Cómo alguien podría siquiera quererte? Ni siquiera Scorpius pudo ser capaz de hacerlo"; y parece un pozo sin fondo, honestamente. Un ciclo interminable y agobiante.
Albus entonces se recuerda, que para él también es válido sentir inseguridades. Se lo recuerda cada vez que lagrimas salen de sus orbes esmeralda y caen con pesar en su almohada, se lo recuerda cuando muerde su labio nervioso ante lo que dirá, se lo recuerda cuando escucha murmullos al caminar en los pasillos, se lo recuerda al recibir un trato diferente por su apellido o una mala mirada ante un prejuicio, y finalmente se lo recuerda cuando le dirigen una mirada cálida y suave; una que siente que puede exponerlo sin pudor. Y recae sobre él como un descubrimiento pesado; las inseguridades son pesares transformados en humanidad.
El Potter sale de sus pensamientos cuando Luca se deja caer con cansancio en el asiento libre a su lado en la biblioteca.
Luca suspira y le dirige una mirada azul cargada de dulzura y cansancio entremezclados que Albus sencillamente no puede comprender con exactitud; el italiano luce una piel más pálida y sus mejillas sonrojadas fuertemente por el frío, su cabello pelinegro cae en un flequillo sobre su frente, viste el jersey de Ravenclaw con el abrigo de jean deportivo del mismo Albus (quien quizás ha sonreído involuntariamente al notarlo, quizás) que no ha querido devolver.
El italiano le sonríe y Albus no puede evitar devolvérsela— Hola, Albus.
Albuuuus. La manera más cantarina, suave y cálida en la que su nombre es pronunciado; compite incluso con el arrullo que su madre le proporcionaba de pequeño. Las sílabas suenan alargadas en un cántico alegre y Albus ahora siente que su nombre siendo pronunciado de otra manera suena frío y seco.
—Luca —espeta él, su lengua deslizándose hacia adelante y hacia atrás para armonizar una simple pronunciación de dos sílabas. Entonces su cabeza solo puede ir en un "Luca, Luca, Luca, Luca, Luca, Luca" cuando la sonrisa del italiano se acentúa en una mueca perezosa y Albus se aterra al descubrir la rapidez con la que su corazón se acelera ante el simple gesto.
Luca dirige una mirada curiosa al pedazo de pergamino bajo sus manos. El Potter muerde su labio sabiendo lo que hay en ese pergamino.
Los ojos del italiano se abren, brillantes— ¡Woah! ¡Qué es eso! —Luca se estira hasta observar bien el pergamino con el que Albus estaba trabajando—. No sabía que pintabas, Al.
Al.
Albus frunce el ceño tratando de disipar el apodo resonando en su cabeza.
—¿Por qué? —ambos ahora observan el pergamino que ilustra un rostro suave masculino sin terminar, solo siendo visible desde el cuello hasta el inicio de la nariz. El resto es constituido por flores y estrellas posicionadas de forma que lucen aleatorias pero que Albus ha ubicado estratégicamente. Para cualquiera aquel dibujo sería una persona aleatoria, Albus se avergüenza y siente sus mejillas calientes al pensar en que ojalá que desearía que fuera de esa manera. Realmente ha hecho ese dibujo con una persona en mente.
—No lo sé, solo no te veía de, uh, esa forma.
El ceño de Albus se pronuncia y no puede controlarse cuando espeta— ¿Por qué? ¿Tu imagen de jugador estrella de Quidditch con aspecto amenazante no concuerda con dibujar retratos delicados?
Luca se sonroja y le observa en vergüenza— Yo jamás dije eso.
—Pero lo pensaste, ¿no es así?... Vale, el silencio me lo confirma.
—¡No! ¡No es eso! Es solo que jamás pensé que dibujaras porque nunca te había visto o lo habías comentado.
—Lo he hecho.
—No, Albus, no lo recuerdo. Estoy seguro de ello.
—Luca, a veces estás tan concentrado en tu propio mundo de planetitas y estrellas que dejas de prestar atención a los demás —Albus realmente no sabe por qué esta conversación está tomando tal ritmo cuando Luca solo le ha dicho un "Hola" y le ha halagado por su dibujo. Quizás sea el hecho de ser impulsivo hasta cierto punto o que ha sido una semana tan pesada que debe descargar eso en alguien. Está mal, pero si no lo hace ahora entonces va a explotar.
—Debes despertar, dejar de ser tan egoísta y centrarte más en lo que sucede a tu alrededor —sigue hablando antes de poder detenerse. Las palabras salen una de tras de otra inevitablemente—. Si lo estuvieras, habrías notado las incansables veces que me he sentado a tu lado a pintar o te he llamado para mostrarte dibujos. Peticiones que has rechazado con datos sobre cosas del espacio que no me interesan, a veces cansa que solo siempre hables de lo mismo y lo mismo. Es como un parloteo incesante. Y molesta aún más que ni siquiera sepas qué ocurre a tu alrededor o no prestes atención a algo más que a ti.
Listo. Lo ha arruinado. Su parte Potter ha arruinado esa cosa que tenía con la primera persona de la que se ha enamorado después de Scorpius Malfoy. Jodido infierno; parte-impulsiva-Potter, puedes irte bien a la mierda.
Luca permanece callado, al parecer procesando todo ese atropello de palabras dichas por Albus. Su voz suena sensible cuando habla:
—Lo haré.
—¿Disculpa?
—Yo, uh, tienes razón —no no, joder, no tiene razón. Albus solo se ha desahogado con la persona menos oportuna—. Varias personas me lo han dicho, ¿sabes? Mi mamá siempre me dice que debo dejar de ser tan inconsciente, y mi abuela me dice que quizás hablar de otras cosas que no sea ciencia pueda ser interesante —Luca suelta una risa corta incómoda—. No tenía idea de que me veía de esa forma.
El ceño fruncido de Albus se transforma en una mueca de preocupación— No, yo- no, Luca. No quise decir eso, de verdad.
—Hey, no es nada malo. Es solo la verdad, de seguro debe ser bien cansado escucharme hablar todo el tiempo sobre ciencia muggle.
—Pero no es algo que tengas que corregir, te hace tú.
—Y lo sé, calma —la manita del italiano se posa sobre el hombro del Potter, Luca sonríe suave en comprensión—. Solo has dicho lo que tenía que haber escuchado desde hace un tiempo.
Igualmente, Albus no puede evitar sentirse culpable.
—No, Lou, es-
—Hey, Al, calma. Solo me dices las cosas como son, los buenos amigos se ayudan a cambiar las malas actitudes y errores sobre el otro, ¿no?. Eso supongo yo, ya sabes que no he tenido una muy buena vida social.
En el rostro de Albus se forma una mueca y quiere rebatir hasta que el brillo en los ojos de Luca luzca nuevamente tan luminoso como hace unos minutos, pero el italiano no le deja decir palabra alguna.
—Y, ¿a quién pintaste? —Luca nuevamente se inclina hacia el dibujo, cambiando de tema abruptamente.
Albus suspira— No es nadie en específico.
—Tonterías, los trazos están tan bien hechos que por lo menos debiste haberte basado en alguien para hacerlos.
—Umh, ¿y eso según quien?
—Según yo.
—Ya, claro —la risa de Albus suena jocosa—. Hoy estás más obstinado de lo usual.
—Habla todo lo que quieras —Luca se cruza de brazos y en sus labios se forma un puchero. Albus recién nota la corona de flores violetas encima de su cabeza—. Pero tuviste que haber pensado en alguien, parece haber sido dibujado de memoria. Además, sé que soy medio lento pero hasta yo noto la sonrisa esa rara que se te forma.
Albus ríe por la ironía. Qué hilarante resulta para él que Luca pueda darse cuenta de eso y no percatarse de que aquella sonrisa siempre y únicamente va dirigida a él.
—¿Cuál sonrisa? No sé de lo que estás hablando —Albus no puede evitar la sonrisa de oreja a oreja que surca sus labios.
—¡La que estás haciendo ahora mismo! ¡Estoy seguro de que estás pensando en alguien!
Albus suelta una carcajada— Claro que no.
—Que sí.
—Que no.
—Sí.
—No.
—Sí.
—No.
—No.
El Slytherin sonríe triunfante—: Ya ves, que no.
—Cazzo, leí que hacían eso en algún libro y pensé que funcionaría. No vuelvo a confiar en nadie.
Albus no puede evitar reír y es que, ¿ya ha mencionado lo hilarante que puede ser Luca?
El italiano le da una tímida sonrisa y el sonrojo de sus mejillas acelera el corazón del Potter— Sí, uh, ¿cómo fue tu día hoy?
La sonrisa de Albus se ensancha— ¿Mi día?
—Mjúm.
—Ha sido cansado, una semana cansada. Demasiados trabajos, demasiados estreses.
—Ugh, dímelo a mí, esta semana ha sido horrible. Me han explotado de formas que ni siquiera creía posibles. Además aún tengo que hacer un informe para mis clases de astronomía, voy a explotar —el Valutto deja caer su cabeza contra la mesa y la corona de flores cae.
Albus ríe entre dientes— Oh, pobre piccola stella.
Luca alza su cabeza enseguida y lo mira con el ceño fruncido y las mejillas rojas— Pensé que habíamos acordado dejar el apodo de lado.
—Yo nunca accedí a eso, piccola stella.
Luca rueda los ojos pero Albus aún puede ver el atisbo de sonrisa que mantiene. El Potter se mantiene en silencio y baja su mirada al pergamino con el dibujo que ha hecho hace un tiempo tratando de sacar todo el estrés acumulado. Lo mira con atención, alzando una ceja.
—¿Lou?
—¿Sí?
—¿Qué significa tu nombre?
—Oh, bueno —Luca rasca su nuca—, según mi mamá, Luca tiene dos significados: "Hombre de Lucania" y "Portador de luz".
El Potter asiente— Portador de luz —murmura bajo su aliento, saboreando el significado que le resulta tan correcto para el italiano que tiene a su lado.
Luca tose con incomodidad— Uh, sí, ¿y el tuyo? Me refiero a el significado de tu nombre, umh.
—Blanco, brillante.
El italiano alza las cejas y sonríe— Huh, mi nombre significa portador de luz y el tuyo brillante. Curioso.
Albus frunce el ceño y asiente— Tienes razón —el Potter dirige nuevamente su mirada al dibujo y toma la pluma más cercana a él—. Lou, ¿cómo dices "luz brillante" en italiano?
—Luce luminosa.
Y de pronto el dibujo de Albus ya tiene título.
Luce luminosa.
✞
hOLA SWEET CREATURESSSSSS
¿Me extrañaron?
Ya sé, ya sé, más de un mes sin actualizar; pueden matarme. Pero tiene una justificación enorme, la escuela me explota y consume lmao. De verdad ya no me queda tiempo ni para respirar.
¿Cual fue su parte favorita?
Bueno, en este capítulo suceden mUCHAS COSAS. Vayamos por partes: al fin conocemos quiénes son Indie y Evangeline y porqué son tan importantes para Luca. Por otro lado, Luca conoce a James y sus amigos. ¿Cual de ellos les cae mejor? Admito que Fred es mi favorito aJAJAJAJJA lo amo, da miedo.
Segundo punto, Lune y Luca. Podemos ver cómo hablan amenamente y se llevan bien; también el carácter sarcástico de Lune. Porfi no la puteen por su sarcasmo atacando a Luca, es algo parte de ella y además sus hormonas no cooperan. Me gusta retratar a mis personajes muy humanos y en algún punto a alguien tendría que cansarle el hecho de que Lou sea un libro de astronomía andante. Realmente, me gusta bastante esa parte del capítulo pues pienso que escribo muy humanamente a Lune, en especial lo avergonzada que se sintió después de darse cuenta de que hizo sentir mal a Luca.
Finalmente, Albus y Luca. La última parte de este capítulo es mi favorita. Hacía falta un punto de vista de Albus, ya era necesario saber cómo se sentía respecto a TODO. Conocemos además lo sensible e inseguro que realmente es Albus aunque siempre se muestre confiado, creo que ninguno de ustedes realmente se imaginó encontrar a Albus como alguien un tanto inseguro. Es muy triste que la imagen que proyecta hace pensar a los demás que no puede sentir inseguridades, y esa creencia lo hace sentir aún más inseguro. Recuerden que hasta la persona que consideran perfecta carga con sus propios demonios.
Además de eso hay una pequeña discusión entre Albus y Luca. Recuerden que no todo siempre puede ser color de rosas, sería irreal. En realidad, es bueno que Albus le haya dicho aquellas cosas a Luca, aunque considero que pudo habérselas dicho con más tacto. No obstante hay que comprender que estaba teniendo una mala semana y explotó ahí (no estoy justificando esto porque de igual forma no es bueno descargar nuestro mal humor en otras personas).
Luca se muestra calmado ante los comentarios de Albus, es más, hasta positivo pues cree que lo ayuda a corregir sus errores; dejo a ustedes si fue una buena forma de reaccionar o debió mostrarse más ofendido y a la defensiva. Quiero que tengan en cuenta la personalidad de Luca, recuerden que es alguien bastante suave y que solo se mete en sus asuntos y nada más; además se acostumbra a estar solo siempre y es muy dulce. ¿Ustedes que dicen ante esta situación? ¿Luca debió reaccionar de otra manera? ¿Estuvo bien lo qué pasó o se muestran en contra? Coméntenme, me gustaría escuchar sus puntos de vista.
Tocando otro punto, ¡ya estoy escribiendo Shooting Star! El fanfic de Scorpius Malfoy que hace parte de este universo. Estoy supremamente emocionada y espero que les guste tanto como a mí.
Les tengo una mala tho, lo más probable es que después de Interstellar y Shooting Star me vaya de Wattpad por un tiempo considerable. Las únicas razones por las que sigo literalmente son ustedes y mis personajes, nada más. Aún voy a pensármelo pero es lo más probable.
¡Ya solo faltan como dos o un capítulo para que se acabe el acto! aAAAAAA QUÉ EMOCIÓN, man, igual es re triste porque entre mas rápido lleguemos al acto tres, más rápido se acaba Interstellar. Recuerden que solo tiene 3 actos la historia, kajdks.
¿Que opinan sobre Interstellar? Realmente, ¿que les parece la historia? ¿Cómo se sienten respecto a ella? Ya saben que amo leer sus opiniones.
Los dejo porque ya hablé demasiado y seguro los tengo cansados.
Los amo de aquí a Andromeda y de vuelta
Sofs
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