Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Niñez

Llevábamos un largo rato conversando en su estudio, con sus libros abiertos en el escritorio, con sus ojos pendientes a mi rostro.

— Lo siento si me he tardado mucho en llegar al punto.

— Solo date prisa, ¿sí? Dije que tenía tiempo, pero tampoco tengo toda la tarde.

— Claro... — Qué voz más prepotente tenía... Pero tenía razón, ya había usado mucho tiempo en explicar la historia; era imposible no caer en retrospecciones, la gente suele notar detalles que en su instante no notó al pensar en el pasado, y eso era lo que me estaba pasando entonces.

Él me miró con impaciencia.

— ¿Por qué te quedas callado?

— Yo... No tengo nada más que contar, ya deberías saber cómo llegué a esta situación. — Me impuse.

— ¿Quieres que te ayude o no?

— Ya no.

Golpeó su escritorio, poniéndose de pie. Su dedo creó una esfera negra de energía en la punta, y me apuntó en la frente.

— ¡¿Qué d-

— Ya has soltado mucha información. Si realmente quieres salvar a tu madre, más vale que sigas contándome el resto. — Su sonrisa se tornó maliciosa, tanto que hasta yo, alguien ignorante e inocente, me sentí intimidado.

— ¡M-Mamá! — Pese al peligro, solo pude pensar en ella, sentía adrenalina. De un momento a otro supe lo que era sentir miedo por mi vida, y no solo por la mía.

Supongo que mi vida me importaba tanto porque alguien más sentía esa importancia. Si yo era quién era, es porque alguien que me quiere me enseñó, y no todos tienen la suerte de poder decir eso.

Corrí la mano de Hunter, quién me apuntaba. Intenté correr, pero sin frutos. Me tomó del cuello por la espalda, apuntando la energía en mi espalda, como si de pistola se tratase.

No me soltó, y yo, con una lágrima, supe que lo mejor no sería forcejear.

— ¿Y bien? Me saturas. — Dijo, obligándome a continuar.

Intentar escapar en mi situación sería un desastre, una muerte ineludible. Así que seguí contando la situación, con los brazos tensos y lengua trabada, que pasados los segundos fué soltándose.

— Como iba contando...

Thea y Pet ya estaban de pie, y limpiándose el polvo del cuerpo levantaron la mirada.

— ¿Eh? — Pet observó asombrada. — S-Sí que había una casa ahí. —

Thea no se lo creía aún, lo noté. Con paso lento, sin pestañear y con su boca abierta caminó a mi casa, estirando su mano para tocar la pared, comprobando si estaba allí o era una ilusión.

—¿Cómo? ¿Qué fue lo que nos golpeó? ¿Una especie de rayo de la verdad...?— Thea agitó su cabeza de lado a lado. —Chico, llévanos a tu madre.

Asentí, para así caminar a abrir la puerta de mi casa. Las guié hasta mi madre, quién seguía en el mismo sitio que antes.

Verla en su cama fué ciertamente reconfortante, pues parecía bien, bueno, dentro de lo posible.

Thea se acercó rápidamente a mi madre, poniendo su oído cerca de la boca y sus dedos al costado del cuello. Pasados unos segundos se dirigió al brazo de mi madre, tocando con un dedo la punta de su codo.

—¿Qué está haciendo, Pet?

—Revisó su pulso cardíaco y su respiración.

—¿Y por qué toca su codo?

—Estoy percibiendo su energía.— Interrumpió Thea.

Aprovechó las circunstancias para empezar a contarme al respecto.

—Verás, todo hyeomano tiene una energía bastante potente concentrada en sus brazos, la cuál se libera por el codo, en forma de navaja. Es un plasma oscuro, muy dañino, y es la razón por la que la gente persigue tanto a los hyeomanos, somos máquinas de matar, no simples personas.

La voz de Thea se puso tensa, como si estuviese a punto de soltar un río de lágrimas que siempre contuvo dentro de sí. Pero en vez de eso, lo que salió fue un gran cuchillo de materia oscura por su codo, extendiéndose por su brazo, como si de un incendio se tratase. Mas solo duró unos pocos segundos, volviendo de inmediato a la normalidad. Ciertamente se trataba de un ataque de ira.

—¡E-Entonces tú eres...! —No podía creerlo.

Thea guardó silencio, pasando a hablar Pet, aparentemente para "salvar la situación".

—¿Cómo está su madre entonces?

—...tiene esperanzas.

Me sentí incluso más aliviado en ese ámbito, pero también tenía una mezcla agridulce en mi boca. ¿Quién era exactamente Thea Serveah?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro