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Capítulo 42 - Pov Blake

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Canción en multimedia: Edge — Gracie Abrams


Capítulo cuarenta — Fiestas y antigua "ex-novia" ღ (Pov BLAKE)


Alisson es más orgullosa de lo que podría haber imaginado. Las mallas que lleva son tan finas que no llega a estar cubierta. Su gabardina, negra y larga, tampoco es demasiado gruesa para el día que hace. Aun así se niega siquiera a abrazarse a sí misma por no querer demostrarme que tiene frío, no cuando antes de salir le he advertido del frío que haría y que con el vestido que lleva debajo, esa gabardina no sería suficiente para evitar que ella se congelara.

"No hace tanto frío" Había respondido ella. Claramente, se ha equivocado aunque se niegue a demostrarlo. Sabiendo que de acercarme ella sólo se echaría hacia el otro lado y que proponerle prestarle la chaqueta por tercera vez no cambiaría nada, busco marcar un paso rápido y que ella pueda seguir con los tacones para llegar lo antes posible a la puerta del local.

De reojo, puedo alcanzar a notar que está esforzándose para que el temblor de su cuerpo sea poco notorio. Está helada. Y, aun así, prefiere fingir que realmente no hacía "tanto frío".

Doy nuestros datos a uno de los seguratas de la puerta. Nos coloca el sello de la discoteca y una pulsera naranja a cada uno para entrar a la zona reservada. Alisson prácticamente echa a correr al interior. Sus tacones no son, sorprendentemente, problema para que ella suba las escaleras a una velocidad vertiginosa. Se adentra por el pasillo, obligándome a correr para volver a alcanzarla.

La música no tarda en llenar el pasillo donde luces de distintos tonos azules crean formas abstractas que guían el camino. No es la primera vez que se reserva una sala en este local, no es la primera vez que estoy y, al ver cómo Alisson trata de abrir la puerta principal me adelanto para sostener su mano, previendo la cantidad de gente que nos espera dentro.

— No te sueltes.

Ella entrecierra los ojos, desconfiada del gesto en alguna forma. Puedo preguntarle, puedo hacerlo si me apetece reescuchar ese "nada" cuando quiero saber si está todo bien. Al igual que en el coche. Primero había llegado a la conclusión de que ella venía sin ganas, sólo por haber sido convencida, pero sin querer realmente salir y que eso la tenía ligeramente molesta. Aun así, prefiero que venga, quiero que lo haga por mucho que pueda llegar a molestarse. Tiene que relacionarse más. Se mueve en un pequeño círculo y no sale de ahí, ni siquiera puede hablar de todo lo que quiere con todos. Puedo notar cómo ella llegaba a mirar con curiosidad a otros cadetes, sonriendo con disimulo al verles reír. Su mirada me mostraba el mismo anhelo que cuando me hablaba de su antiguo instituto o de sus dos mejores amigos. Alisson estaba acostumbrada a estar rodeada de gente, si quiero que se sienta más cómoda en el internado, que la estancia se le haga más llevadera y realmente lo sienta como un sitio cómodo para estar, necesita aumentar su círculo de amigos. Una fiesta puede llegar a ser la forma más fácil. Necesitaba que ella viniera aquí de una forma u otra porque no, no siempre vamos a poder estar ahí y no quiero que, cuando ese día llegue, ella no tenga a nadie que la distraiga de sus propios pensamientos, sobre todo al saber lo autodestructiva que puede volverse con ellos.

Finalmente, cierra sus dedos con lentitud sobre los míos, aceptando el gesto. Abro la puerta, la música aumentando de volumen en escasos segundos. El calor es prácticamente inmediato, y empiezo a hacerme un hueco entre las personas. Tengo cuidado de no pasar por el medio de grupos ni por zonas donde las personas que están tienen demasiados vasos en total. Lo peor de empezar la noche sería con la ropa llena de alcohol.

Hay bastante gente, mayores. La edad puede subir de los veintidós a los treinta con facilidad. Los viernes son prácticamente suyos. Aun así, no se escapan las personas más jóvenes que también prefieren salir de fiesta un viernes aunque, para ellos, generalmente reina el sábado o, dependiendo de si están ya o no en la universidad, el jueves.

Tengo que desviarme cuando un camarero pasa con esa bandeja gris sobre la cual hay una inmensa cantidad de chupitos, probablemente de algún licor suave, sobre ella. Las personas se amontonan a su alrededor para conseguir uno gratis. Eso es lo que me obliga a cambiar de dirección para que no terminemos encerrados entre la multitud por algún tiempo.

Finalmente llegamos, otro miembro de la seguridad del local está de pie en el primero de los tres escalones que preceden a la cortina grisácea. Nos deja pasar al enseñarle las pulseras, con eso, subimos a la sala VIP, la zona alquilada.

El contraste es inmediato. Se trata de un piso superior donde se puede estar más esparcidos, con copas de cristal sobre las mesas y botellas en cubiteras por un lado de la sala. Por el frente, finas cortinas cierran la opción de que se nos pueda ver desde la sala principal. Aun así, el pequeño balcón que hay, nos dejaría verlo si alguien las moviera. Un par de sofás y mesas ocupan el lado izquierdo. Llega a haber baños privados sólo para los que estamos aquí. Más sitio para movernos.

Suelto la mano de Alisson, quitándome el abrigo y llevándolo hacia esa mesa donde el resto del grupo han ido dejando los suyos. Lo único que hago antes de dejarlo es asegurarme de tomar mi móvil y guardarlo en el bolsillo delantero de mis pantalones. En el internado apenas hay buena cobertura y alguna que otra vez me obligo a responder a Rose. A seguir con ese juego que lleva ya tiempo en pie. La gabardina de Alisson pronto queda junto a mi abrigo. Ella coloca sus manos sobre las mejillas, sintiendo el frío antes de apartarlas y echarse el pelo hacia adelante.

Se ve bien. El maquillaje que lleva no busca cambiar nada, no busca cambiarla a ella, sólo remarca sus rasgos. Su piel está tan impoluta como siempre, ahora con un tono más rojizo sobre las mejillas por el frío. Sus ojos son más llamativos, dando la sensación de mirar con descaro y curiosidad al mismo tiempo. Algo ya típico en ella que ahora es más fácil notar. Cruza los brazos desnudos sobre la tela roja de su vestido, ese que se adhiere a su cuerpo como una segunda piel y vuelve más notable cada curva. Ella arruga la nariz.

— No conozco a nadie de aquí.

Omito decir que esa es la razón principal por la que he querido que ella viniera. En su lugar, murmuro un "vamos" antes de pasar la mano por su espalda y guiar sus pasos hacia el primer grupo de personas conocidas que llama mi atención.

Cooper, mi compañero de litera desde que llegué y ese con quien ni dejar de hablar por meses cambia la confianza que nos tenemos, está manteniendo la que parece ser una animada conversación con Cara, la prima de Caitlin y dos chicas más. Una de ellas, la pelirroja con acento francés con quien Spencer aguantó tres días.

Mantengo a Alisson cerca antes de llegar al lado de Cooper, él acerca su puño para que lo choque sin tener que mirar. Sabe que era yo antes de mirar, abre un hueco y no tarda en expandir la conversación hacia nosotros.

— Cara y Abigail —termina por señalar a la única chica del grupo con quien nunca he llegado a hablar, una chica alta y rubia con nariz respingona y ojos saltones— dicen que las películas de Ouija son las peores, Valentina que son las de Paranormal Activity y yo que son cualquiera de The Ring, así que, parejita, ¿qué creéis?

— Voto por Ouija —tampoco es para tanto, pero esa tiene como punto fuerte las leyendas ya existentes y ese miedo que te meten desde niños de que todo es real. Cooper ignora mi respuesta, llevando sus ojos hacia Alisson y disparándole con un gesto de la mano para pedir su respuesta. La atención puesta en ella logra una cierta incomodidad en mi novia. Noto, por la mano que todavía mantengo sobre su espalda, cómo trata de alejarse al menos un poco, por lo que alargo el brazo para sostenerla de la cintura y traerla más cerca, buscando que no esté tan incómoda entre esos que son desconocidos para ella.

Finalmente, fuerza una sonrisa, las palabras saliendo todavía con cierta desconfianza.

— Me hicieron ver las de The Ring hace un par de años y todavía no se me va de la cabeza, así que definitivamente esas.

Cooper eleva una mano para chocar los cinco con ella quien, todavía desconfiada lo hace, entonces el chico sonríe.

— Al fin alguien que realmente sabe de lo que habla aquí.

Cara rueda los ojos, echándose la trenza en la que ha recogido su cabello castaño claro hacia atrás.

— No seas niño, de todas formas seguís siendo minoría, gana Ouija.

— ¡Si ni siquiera te has visto las otras películas tu voto no cuenta!

La prima de Caitlin señala a la rubia—. Abigail sí las ha visto y sigue diciendo que Ouija asusta más.

— Entonces su voto sí cuenta, pero el tuyo todavía no, así que estamos en empate.

— ¡Mi voto también cuenta!

Alisson cada vez está menos tensa, tratando de no reír cuando la miro de reojo. Me alivia notar que está empezando a sentirse cómoda entre más gente. Quiero que se quede, pero no voy a obligarla a estar en un Internado que no hace más que hacer que ella se sienta fuera de lugar por meses. Al menos así su estancia sería más llevadera.

Dejo que la conversación fluya, viendo cómo más personas se unen y otras se van para bailar un rato. Prefiero que nos quedemos aquí, que Alisson se quede para empezar a entablar nuevas amistades y poder sentirse más cómoda con otras personas. Tiene que dejar de ver al resto de cadetes como a enemigos, en el fondo son iguales, quiero que se dé cuenta.

Reviso mi reloj de muñeca para darme cuenta de que ha pasado poco más de una hora cuando los que quedamos, Cooper, Abigail, Tamara y, el medio borracho de William, además de nosotros terminamos hablando de los momentos más vergonzosos que hemos pasado en nuestra vida. Alisson ya se ha empezado a abrir por completo para ese momento, divirtiéndose con la conversación como sabía que terminaría haciendo. Y sé, que mientras que William no termine teniendo una de sus rabietas, la noche seguirá bien, así que doy un paso más.

Busco a alguien más conocido con la mirada hasta dar con Johnson, Amanda y Dakota sentados en una de las mesas, bebiendo con tranquilidad.

Me inclino hacia el oído de Alisson para que el resto no escuche que le estoy preguntando si está cómoda aquí, con ellos. Ella me dedica una sonrisa sincera y asiente. Es ahí cuando entiendo que es el momento de que se quede sola con ellos, sin un punto de apoyo. Quiero que se dé cuenta de que no necesito estar yo aquí para que se comporten de la misma forma con ella. Estaría bien que Alisson pudiera empezar a verles como amigos, sobre todo si son ellos, les conozco, van a tratarla como a una más en escasos segundos. Además, Cooper lleva molestándome con que quería conocer a Alisson desde que le conté que estábamos juntos hará menos de una semana. Sé que va a hacer lo posible para que ella esté cómoda, llegó a prometérmelo pese a ni siquiera conocerla.

— Voy con Johnson, si necesitas algo estoy por las mesas.

Se niega a mirarme cuando asiente. Si antes ya había notado que estaba algo molesta conmigo, ahora eso va a empeorar. Aun así, decirle que estoy tratando de que se relacione con más personas sólo lograría quejas por su parte y una molestia hacia el resto. Lo dejo así. Ella se da cuenta de que voy a darle un corto beso a modo de despedida y, en un intento de disimulado gesto, se mueve para que mis labios terminen únicamente rozando la comisura de sus labios. Definitivamente debe de estar pensando que la he arrastrado aquí para luego darle de lado. Un "Si ella supiera..."cruza mi mente antes de ceder y buscar la atención de Cooper quien, sin necesitar más que una mirada y disimulado gesto hacia William, entiende mi petición y sonríe de vuelta. No tengo que mirarles para darme cuenta de que Cooper ya ha debido de lanzar alguna pregunta a Alisson para que ella no se siente dada de lado. Además, me vendrá bien que mantenga un ojo sobre William. Es nuestro amigo, pero su comportamiento puede pasar al de un niño molesto y capaz de decir cualquier cosa si no consigue lo que quiere.

Johnson se echa un poco hacia un lado, más cerca de Dakota para hacerme un hueco cuando llego. Adivina con facilidad que prefiero tener a Amanda enfrente en vez de a un lado y no lo cuestiona. Amanda da un gran trago al vaso que tiene delante nada más me ve.

— El chico de oro ha decidido deleitarnos con su presencia —Sonríe Dakota con frialdad—. ¿A qué se debe el honor?

Mi mejor amigo gruñe un "Dakota..." buscando su silencio. Ella se encoje de hombros y termina el contenido de su copa, entonces hace un gesto hacia Amanda para que ella le dejara pasar y se pone en pie.

— Voy a por algo de beber y en busca de alguien que no se olvide de sus amigos, ¿Vienes Amanda?

Puedo notar cómo Amanda duda hasta que finalmente niega. Dakota suelta un "bien" y se tambalea hacia otro lugar. El estereotipo en el que ella había metido a Alisson en el primer día se había quedado grabado a fuego en su cabeza y, aunque en el fondo fuera un buena chica, el bullying que sufrió años atrás por ser demasiado "masculina" según esas chicas pijas de su antiguo instituto ha conseguido que metiera a Alisson en la misma bolsa. Le hace lo que una vez le hicieron a ella, es su forma de vengarse de quienes realmente le hicieron daño y, que yo trate de convencerle de lo contrario o me junte con Alisson, no hace más que molestarle todavía más.

— Bueno —murmura Amanda, sus dedos moviendo el vaso sobre la mesa con lentitud y nerviosismo. Sé que va a llevar el tema hacia Alisson antes de que pronuncie las palabras. Ese es el único tema que trato de esquivar estando ella cerca para no hacerle más daño y, aun así, el único que da la sensación de querer traer a la luz—. Al final has convencido a Alisson para venir, ¿ha sido muy difícil?

Aunque ella busque sonreír, no logra más que una mueca.

Limito la respuesta a un simple "Un poco". Johnson busca a la recién nombrada entre el resto de cadetes, señalando con un dedo su situación, Amanda no llega a mirar.

— ¿Kitty conoce a Coops?

— Se han conocido hoy.

Johnson asiente—. Parecen bastante cercanos para haberse conocido hoy. Espera, ¿le has presentado y la has dejado ahí tirada? —ríe con fuerza, el alcohol que se ha estado tomado haciendo mella en él. Habla con rapidez, las palabras pisándose unas con otras—. Como novio eres un cero, Evanson.

— Quiero que se relacione con más gente.

— Relacionar —murmura él— se está relacionando.

Y eso es lo que termina haciéndome revisar la situación. Siguen como antes, Alisson riéndose por algo que Cooper parece haber dicho, esta vez hay una o dos personas más que se han sumado. Mientras que Spencer no esté cerca, no hay problema. Él todavía no sabe quién es Alisson y, aun sabiendo que es mi novia, no dudo que sería capaz de poner al alcohol de excusa si se pasa de la raya. Para mi suerte, ni siquiera parece estar por la sala.

Alcanzo a ver cómo Amanda se termina su vaso, poco después, se levanta avisando de que va a ir a por otro hasta que vuelve a sentarse minutos después. Para entonces, ya he sacado el móvil, tratando de ignorar a Johnson y sus continuos comentarios fuera de lugar acerca de prácticamente todo y todos.

"Stoy dseando k llegue Navidad para vrnos 😜💦" — Rose 23:01

"Imagen" — Rose 23:43

No llego a ampliar la foto que ella me ha mandado a través de Instagram. Puedo alcanzar a ver unos pantalones cortos y botella de vodka además de poca luz. Probablemente es ella en alguna fiesta. Ni siquiera me interesa, aun así, me obligo a mandarle la respuesta que debería para que la mentira no caiga.

"Me gustaría estar ahí ahora mismo... la botella no es lo único apetecible de esa foto 😏" — 00:11

Lo bloqueo y dejo boca abajo sobre la mesa. Johnson lo toma con torpeza, riendo antes de leer la conversación. Él ya sabe de qué se trata, prácticamente fue quien estuvo conmigo cuando se me ocurrió. Eso además de prohibirme darle a Rose mi número de móvil para estar seguros de que ella no lo hubiera guardado tiempo atrás y pudiera reconocerme. En su lugar, conoce mi perfil de Instagram, ese que me creé hará poco más de un año y donde aunque tenga pocas fotos parece que me gané su atención. Le di, por curiosidad, a seguir su perfil para poder ver las fotos que tenía. Quise creer que el karma se la había devuelto, pero no fue así. Cuando me aceptó me di cuenta de que ella seguía igual. Su pelo rubio estaba más claro y largo, completamente liso en todas y cada una de sus fotos. Esos pómulos altos y ojos de un llamativo gris sobre una piel de porcelana. Sus ojos felinos, labios gruesos y pequeña nariz envueltos por un rostro ovalado y esa sensación desafiante cada vez que la veías. Su cuerpo fue y es de escándalo, imposible no fijarse en ella. Pero, todo lo que se ve, está contaminado por una personalidad tan asquerosa que la vuelve repulsiva. Aun así, ella me siguió de vuelta. Rose me envió un mensaje privado. Ella se arrastró detrás de mí por meses. Y yo dejé que lo hiciera, quise que lo hiciera, más aun cuando me di cuenta de que no me había reconocido. Necesité devolvérsela.

— Está desesperada —ríe él.

Después hablamos de tonterías, algún que otro juego de beber mientras que procuro mantener un ojo sobre Alisson para asegurarme de que todo esté bien también por su lado. Aunque yo me ponga como límite un único vaso para toda la noche, sabiendo que a la vuelta tengo que conducir, Johnson y Amanda no piensan igual. Johnson ya no tiene que beber demasiado, se está riendo por todo para este momento. Incluso cuando se le cae lo que le queda de uno de los vasos y sus pantalones y camisa quedan empapados. Él sigue riendo para ese momento. Amanda, en cambio, mantiene un ceño fruncido y termina vaso tras vaso. Pasado un tiempo tengo que quitarle el siguiente que está trayendo al ver como ella comienza a tener dificultades para andar y hablar.

— Mo —Murmura con pesadez, trata de alcanzar el vaso, pierde el equilibrio y, para su suerte, cae sobre el sofá. Johnson se empieza a reír con más fuerza y Amanda le manda callar. Cuando se recompone, sentándose y negándose a apartar el pelo de su cara. Está llorando. Se ha pasado con el alcohol, inmediatamente me siento culpable por no haberle parado antes o, al menos, haberle obligado a bajar el ritmo. Bloqueo mi móvil nuevamente tras responder al último mensaje que he recibido. Sólo tengo que seguir esto hasta navidad. Rose se cree que me tiene en el bote, ella está detrás de mí, deseosa de vernos, cree que realmente estoy detrás de ella, quiere eso. Y yo estoy deseoso de aparecer allí y humillarla como hizo conmigo. Necesito terminar como empezó, sentir que ella ha pagado y demostrarle lo que pudo haber tenido. Demostrar a todo el mundo que yo no era tan enclenque ni muñeco de burla como creyeron. Esa necesidad va más allá de lo lógico, es inexplicable e imborrable. Quiero terminar ya con eso, poder pasar de página y, para eso, tengo que hacer esto.

"Cuando kieras bb 😝 " — Rose 01:14

"Me estás tentando mucho..." — 01:32

Guardo el móvil en el bolsillo de mi pantalón y me pongo a un lado de Amanda, ella aparta mis manos cuando trato de sostenerla para hacer que se ponga en pie.

— Vamos —pido—, deja que te lleve de vuelta.

Niega. No puede dejar de llorar y está terminando por dejar líneas negras por sus mejillas cuanto más pasa las manos por ellas.

— No quiero irme —lloriquea—. Quiero...quiero tomar el...necesito aire.

Palidece, está en ese punto en el que ya he visto a gente antes. Ha cruzado el límite y es muy fácil adivinar que pronto va a terminar vomitando. Quiero ir a buscar a Kenner y pedirle que mantenga un ojo sobre Alisson mientras que acompaño fuera a Amanda, pero no llego a encontrarle. Está aquí, entre tanta gente que verle es difícil. Ni siquiera encuentro a Caitlin. Estoy a punto de empezar a recorrer la sala cuando Amanda suelta mi agarre y empieza a tratar de alcanzar la salida. La alcanzo de nuevo.

— Espera un minuto.

Niega—. ¡Suelta!

— No puedes salir sola.

— Quiero ir fuera.

— Ahora vamos, dame un minuto, ¿vale?

Aunque asiente, nada más la suelto por un segundo, ya está tratando de correr hacia la salida de esta sala. Sé que se va a caer si va sola entre la gente que hay abajo, es un peligro para ella estar ahí tan borracha como se encuentra por más razones de las que puedo contar. Aun así alcanza a bajar las escaleras antes de poder alcanzarla y hacer que suba va a ser inútil. Doy una última mirada hacia Alisson, maldigo y me acerco a Johnson.

— No te quedes sólo, busca a Kenner y no te separes de él, pídele también que eche un ojo a Alisson ¿Vale?

Johnson vuelve a reír, pero después me enseña ambos pulgares y se termina por poner en pie.

Sabiendo que no tengo tiempo de repetirlo, ruego mentalmente para que lo haga y salgo corriendo del lugar. Amanda está sentada en el suelo, en una de las paredes más cercanas al lugar por el que acaba de salir.

Aquí la música es más alta, tanto que apenas se puede entender algo si hablamos. Ella está cerrando los ojos. Llego a su lado, llevando una mano a su mejilla para obligarla a abrir los ojos. Aunque ella no pueda escucharme, le pido que se ponga en pie. Termino siendo yo quien hace todo el esfuerzo para levantarla de ahí. Al menos logro que ella ande por su cuenta, balanceándose de un lado a otro y con los ojos entre cerrados, pareciendo cerca de dormirse, a medida que cruzamos la sala principal. Termino por sacarla de la discoteca. Ella le enseña el sello y la pulsera al segurata de fuera como si hiciera falta.

Hay poca gente fuera, algunos fumando y otros apoyados contra los coches. Quiero alejar un poco a Amanda de ahí, llevarla al parque que hay a unos metros y lograr que se siente un rato. Ella tira de mi brazo a los pocos pasos. Sus ojos siguen cristalizados cuando la miro aunque esta vez no parezca con ganas de llorar, simplemente está mal.

— Quiero vomitar —suelta.

— Espera un minuto.

— Quiero vomitar ahora.

— Vamos donde haya menos gente, dame un minuto.

— Ahora —repite.

Aun así, la sostengo de la cintura para que no caiga y la obligo a andar, primero hasta el paso peatonal y finalmente logro que haga todo el camino hasta el parque donde, nada más conseguir que se siente en el banco, tengo que apartarme para que no me vomite encima. Termino detrás del banco, sosteniéndole el pelo. La idea de que en cierta forma sea mi culpa me golpea. Si no hubiera ido a la mesa en la que estaban ella no se hubiera metido de lleno con el alcohol para tener algo que hacer y poder ignorarme.

Por muy asquerosa que sea la situación, trato de no hacer ninguna mueca antes de preguntarle si ha terminado y ayudarla a llegar hasta la fuente para que se enjuague. Justo después de hacerlo, trata de sentarse en el suelo, algo que por poco logro impedir.

— Quiero irme.

Lo sabía. Sabía que esto iba a para y ella no me ha dado ni un mísero minuto para poder arreglar las cosas. Ahora estoy con las manos atadas. No puedo dejar a Amanda aquí por su cuenta y tampoco puedo meterla de nuevo dentro de la discoteca en este estado, incluso llego a dudar que los guardias de seguridad del local la dejaran pasar. La gente del exterior no es conocida para mí. Son más mayores, no del internado. Por mucho que quiera avisar de que voy a acompañar a Amanda de vuelta y luego venir, no tengo la opción de hacerlo. Me quedaría esperar a que alguien conocido saliera, aun así, el frío y mal estar de Amanda no la harían aguantar mucho hasta querer irse por su cuenta y hacer alguna estupidez.

Maldigo en voz alta, pasando uno de los brazos de ella sobre mis hombros y levantándola para no hacerla andar todo el tramo hasta el coche, eso nos haría ir más lentos. Ahora mismo sólo tengo en mente hacer esto lo antes posible.

Saco con dificultad las llaves de mi coche de uno de los bolsillos traseros de mis pantalones, abriendo y metiendo a Amanda en el asiento del copiloto antes de ponerle el cinturón. Ella cierra los ojos nada más quedar sentada.

Miro el reloj al entrar al coche, son cerca de las dos. Con suerte podría estar de vuelta en media hora.

Con suerte.

Después me doy cuenta de lo errados que mis cálculos han ido.

Llevar a Amanda a través de todo el internado ha sido prácticamente imposible. Ella se negaba a permitir que yo volviera a cargarla y quitarse los tacones no entraba en sus planes, cuanto más le proponía mi ayuda más alto gritaba que no la quería. Además está la parada que hemos tenido que hacer hacia unos baños que hay cerca de la enfermería para que ella volviera a vomitar. Ha llegado a estar más de media hora ahí metida hasta sentirse lo suficientemente bien como para alejarse de ahí.

Después estaban las quejas por el frío, la lentitud de sus pasos y las paradas porque ella se negaba a dar otro paso más. Ni siquiera estoy seguro de cómo me ha dado la paciencia para no arrastrarla hasta la cabaña e irme como si nada. Le estoy haciendo un favor de todas formas.

Aun así, terminamos por llegar. Ella cae sobre el colchón y se quita los zapatos con dificultad. Soy yo quien le echa las mantas por encima y pide disculpas a esas otras cadetes a quienes el ruido les ha despertado. Con eso finalmente consigo irme.

Vuelvo a mi coche corriendo, como si eso fuera a cambiar la hora y a hacer un gran cambio. Aun así, para cuando vuelvo a llegar a la ciudad y aparcar, ya son más de las cuatro de la mañana.

Odio la forma en la que las noches pueden salir tan diferentes a lo planeado con tal facilidad.

Enseño el sello para entrar y la pulsera naranja para poder adentrarme a la sala VIP. Una vez dentro, el número de personas que están bailando en vez de estar sentadas o simplemente hablando ha aumentado. Normal teniendo en cuenta que sólo quedan dos horas. Para mi suerte, Kenner está a la vista, Johnson con él, Caitlin y Cara. Antes de poder acercarme demasiado, es Caitlin quien me ve y se acerca. Me toma del brazo y arrastra hacia una mesa vacía.

— ¿Habéis...

— Johnson nos ha dicho que ibas a llevar a Amanda y que cuidáramos de Ally, no ha habido problemas —responde sin la necesidad de lanzar una pregunta completa—. Pero tú y yo tenemos que hablar.

Con un empujón, me señala uno de los sofás, sus ojos manteniéndose desafiante sobre mí antes de tomar asiento frente a mí y juntar sus manos sobre la mesa. Al menos, aquí es fácil hablar sin tener que terminar gritando para volver las frases medianamente entendibles.

— Blake —murmura con pesadez—, ¿puedo hablarte claro?

— Eh, ¿sí?

— Bien. Pues, Blake, estás embarrado hasta el fondo.

— ¿Perdón?

— Con Alisson —remarca, rodando los ojos al verlo ella como algo obvio. Entonces coloca las manos boca abajo sobre la mesa y da un seco golpe—. Las chicas notamos esas cosas y, bueno, puede que antes haya estado hablando con ella. Eres un desastre.

— ¿Te ha dicho ella eso?

— En realidad, Alisson te ha defendido bastante, pero no estoy ciega.

— Ve al grano, Caitlin.

— Sé que en esta última semana apenas habéis hablado, ella cree que es porque habéis dejado de entrenar juntos y tú has empezado a verla como a alguien menos metida en este mundillo que tanto amas.

Frunzo el ceño, haciendo memoria. Sí, es verdad que hemos estado cada uno más por su cuenta, pero eso es porque las horas que antes pasábamos juntos a diario eran entrenando y, ahora, he tenido que invertir esas horas en estudiar para asegurarme de levantar un poco la nota en los exámenes que tenía antes del físico. Prácticamente ni siquiera tenía tiempo de comer y dormir, aunque quisiera no podía sacar tiempo para Alisson, no sin terminar pasando toda la tarde juntos y perdiendo yo horas que necesitaba para pasar los exámenes.

No tardo en defenderme.

— No ha sido por eso.

— No es a mí a quien tengas que decirle eso —eso llega a frustrarme, la forma en la que Caitlin expone el tema y a la vez es ajena a ello—. Y en el examen físico, joder Blake, vino hasta Landon a desearle suerte cuando él había tenido menos tiempo para alcanzarnos.

Esto tiene que ser una broma—. ¿Sabes el tiempo que llevo entrenando para conseguir la marca que obtuve? Sé que a ella le importaba, pero a mí también lo hacía. No me eches en cara no haberle ido a desear suerte cuando llevo apoyándola con los entrenamientos desde hace meses y diciéndole que le iría bien desde hace semanas.

— No es para que te pongas así.

— ¿No lo es? Joder, Caitlin, me estás echando en cara ser un mal novio o diciéndome que no me preocupo con ella por haber ido a celebrar que yo también había conseguido lo que quería. Alisson tampoco se adelantó en la fila para desearme suerte, pero ¿sabe qué? Eso está bien, está bien porque yo no necesito que ella esté siempre detrás ni creo tener que ser yo quien lo esté.

— Pero ella es más nueva en esto.

— ¿Y qué? Yo sé todo lo que estaba en juego para ella como sé lo que estaba en juego para mí. Y, además de eso, además de que ella ni se acercó, fui a asegurarme que todo había salido como esperarla cuando vi que había terminado.

— Ni siquiera viste su carrera, me lo dijo Kenner.

— Oh, sí, claro, perdona por haberme distraído con mis amigos por la emoción de que todo el puto esfuerzo que he puesto a lo largo de estos años al fin ha servido para algo. Ahora por eso soy el egoísta aquí ¿no? La he traído a la fiesta y hecho lo mejor para ella para que se relacione con más gente, pero soy yo el malo. Estoy tratando de no decirle la verdad sobre lo mala que va a ser su estancia en la academia de preparación para la fuerza aérea porque, créeme, ella no está ni de lejos lista física o mentalmente para llevarlo bien, pero no lo digo ¿por qué? Porque sé lo mucho que necesita estar con su primo y no quiero meterle miedo. Pero, sí, soy yo el malo en todo esto.

Siento una mano sobre mi hombro. No es hasta que miro y me doy cuenta de que Kenner está mandándome un claro "cálmate" con el gesto que veo lo que he llegado a alterarme y la forma en la que Caitlin se ha empezado a pegar más al asiento.

— Ella sólo está tratando de ayudarte —la defiende él—. Ninguno de nosotros quiere que terminéis por tontos malentendidos.

Tenso la mandíbula—. Ya.

Caitlin me ha dejado claros todos los puntos por los que Alisson se muestra distante conmigo y, aun así, no puedo arrepentirme por ninguno. Que ella no entienda que pretendo que esté con más gente para que se sienta más cómoda en el internado y, por ende, más feliz, no quiere decir que no lo haga por eso. Que haya tenido una semana ocupada y visto tanto a Alisson como a cualquiera de los chicos como una distracción que esquivar para poder estudiar, tampoco quiere decir que la aleje porque no "queremos el mismo futuro", algo que temo que ella ya tenga demasiado metido en esa bonita cabeza suya. Y, que yo no vea necesario estar siempre ahí en las buenas aunque sé que sería capaz de hacer lo que fuera para no separarme en las malas, tampoco quiere decir que sea un mal novio para ella. No voy a sentirme culpable por haber tenido un momento de egoísmo después del examen. Dudo que Alisson entienda todo lo que esa marca significa para mí, la forma en la que no solo he buscado por años demostrarme que yo mismo sirvo para algo sino buscar demostrárselo también a mis padres. Demostrarles que no sólo uno de sus hijos puede destacar en algo. También yo tengo el derecho a celebrar, también yo me he jugado mucho hoy.

— Luego nos vemos —me obligo a darle una pesada disculpa a Caitlin antes de alejarme de la mesa. Kenner se queda con ella.

Ahí es cuando me acerco a las botellas, llenando ligeramente una de las copas para prepararme un rápido chupito que termino en busca de tranquilidad. La conversación con la novia de Kenner no ha logrado más que alterarme.

El intercambio que habrá vuelve a mi cabeza y me estremezco. Me asusta que Alisson vaya. Este internado mantiene pocas horas de entrenamiento, entre las clases y el tiempo que nos dan para hacer los deberes, estudiar, tiempo libre en general, no hay mucho. Allí es diferente. Entrenamiento tras entrenamiento y oficiales como Garret en cada esquina. Saber que no está preparada me preocupa, aun así, tiene tantas ganas de pasar unos días con su primo que quitarle eso sería doloroso.

Como si de una petición unida a su nombre se tratase, el perfume que se ha echado Alisson antes de salir me llega antes de poder sentir sus delgados brazos obligándome a dejar la copa sobre una de las mesas para poder acomodarse contra mi pecho. Paso una mano por su pelo.

— ¿Está todo bien?

— Sí —sus manos llegan al cuello de mi camisa y, como gesto que ya empiezo a conocer de ella, tira con cuidado al igual que si de una petición silenciosa se tratase para que yo me inclinara. Sus delicadas manos rozan mi cuello mientras me besa, enviando una cómoda sensación a través de mi cuerpo que mi mente me pide no terminar. Llevo ambas manos a la parte baja de su espalda, manteniéndola cerca. Por un momento, ella se aparta, en ese instante ella se ríe y menciona adivina de qué era el chupito que me acabo de tomar. Sonrío contra sus labios antes de volver a donde estábamos. Todas las preocupaciones que las palabras dichas por Caitlin me habían causado desaparecen al sentir la forma en la que Alisson parece sentirse tan cómoda en mis brazos. La sensación de sus labios sobre los míos es algo de lo que no creo cansarme, su forma de apropiarse del ritmo con cambios que lo vuelvan desafiante, hipnótico.

Una de sus manos permanece sobre mi nuca, sus dedos acariciando mi cuello mientras que la se aparta. Por un segundo, hace un rápido movimiento, levantándose sobre sus zapatos para alcanzar mis labios con una mayor y temporal facilidad. Entonces se acomoda, me sonríe por un segundo y apoya la cabeza contra mi pecho de nuevo antes de que la mano que ella mantenía sobre mi cuello bajase hasta la espalda.

Apoyo la barbilla sobre su cabeza, sintiéndome agradecido de tenerla cerca, de que, aunque ambos tengamos nuestros propios monstruos esperanzo agazapados entre las sombras, estos momentos devuelvan todo a la normalidad. Y, por el tiempo que dure, sólo seamos dos adolescentes más entre un mar de gente. Sin un futuro ya pensado, sin un pasado marcado.

Pero entonces, poco más de un minuto después de que esa sensación me llenara, su mano se cierra por un segundo con fuerza sobre mi cintura, me aparta con molestia y su rostro se crispa.

— ¿Allison, qué ha...

Una de sus manos golpea mi pecho, cerrada pero no por buscar un puñetazo, sostiene algo en ella. El corazón me late con demasiada fuerza al notar lo que es. Mi móvil. Lo ha debido de tomar mientras nos besábamos. Tiene contraseña, alguien se la ha dado. Ella quería eso, en ningún momento su gesto ha sido completamente inocente. La rabia en su mirada me advierte de lo que ha visto. Llevo mi mano a la suya, suelta el móvil para no tener que rozarme cuando lo tomo.

— Métete el móvil por donde te quepa y vete a ser un capullo a otra parte.

— No es lo que crees.

Completamente tensa, se cruza de brazos para no estallar—. Venga. Estoy deseando escuchar tu historia.

— Todo lo que has leído no es más que un juego.

Bufa—. Definitivamente lo estás arreglando.

— Yo sólo quería devolvérsela a Rose, hacerle creer que vamos a tener algo y luego recordarle lo que pasó y, no sé, necesito eso.

— Ah, que encima es la misma Rose que te utilizó ¿No? Vas a copiar sus pasos para dañarla —Alisson pasa una mano por su frente, puedo notar todo el esfuerzo que está haciendo por buscar entenderme y, a su vez, lo que le ha llegado a doler verlo—. No sé cómo tengo que sentirme ahora mismo, esto... esto no está bien.

— Alisson... —Tratar de tomar su brazo sólo logra que ella se apartara con rapidez. Notoriamente molesta.

— Estoy haciendo un gran esfuerzo por escucharte y tratar de entenderte, Blake, así que, de verdad, no me toques.

Con lentitud, aparto la mano hasta terminar cerrándola a mi lado. Veo en Alisson una bomba de relojería que está llegando a sus segundos finales. Quizás no tenía que haber tratado esto a sus espaldas, habérselo contado antes en busca de su comprensión. No tenía que haberse enterado así, por mensajes demasiado explícitos que, aunque para mí sean un juego cuyo fin es hundir a Rose, para la recién nombrada es todo real. Y sé que alguien le ha hablado de ello tan bien como puedo jurar que ha sido Johnson. Porque, de aquí, sólo él y Kenner lo saben además de conocer mi contraseña de móvil y que lo he traído. Pero Kenner siempre ha preferido mantenerse al margen de ello, decirme que no era una buena idea y que prefería ni siquiera saberlo. En cambio, la última vez que he visto a Johnson él hubiera sido capaz de vender a su madre para conseguir un simple calcetín.

— Mira, sé que lo que has leído puede ser un poco...

— "Tengo la casa libre, es una pena que no estés aquí" —cita ella—. "Es una pena que tú no estés en este internado para calentarme por las noches", "Tendremos la casa sola en navidades, bebé" ¿Cuál es la definición que le darías, Blake?

Alisson tensa la mandíbula y sus manos se cierran con fuerza.

— Yo no iba a hacer nada con ella, es más, quería que tú vinieras conmigo. Ella vería que yo tengo novia, yo sólo... quiero devolvérsela —noto en mi tono de voz cómo estoy rogando para que ella lo entienda. Es mi forma de pasar página, necesito que lo entienda. Quiero que Alisson entienda que nada era real y que es lógico. En su lugar, me encuentro con decepción en su mirada y un tono bajo que, junto a la música, prácticamente acalla su respuesta.

— Querías que yo fuera en navidad sólo para dañar a otra.

Entendiendo cómo ha sonado, trato de enmendarlo—. ¡No! También quería pasar la navidad contigo.

— ¿Te das cuenta... —ella tiene que aclararse la garganta para que su voz dejara de temblar—. ¿Te das cuenta de que a quien humillarías si fuera sería a mí? —frunzo el ceño sin entender. Humillaría a Rose—. ¿Qué creías que ella iba a decir cuando, si ya había contado a la gente que ibais a estar juntos, te veía conmigo y me llamabas tu novia? ¿No pensaste, ni por un momento, que le enseñaría a todo el mundo las conversaciones para defenderse y que sería yo quien quedaría como la, yo qué sé, cornuda?

— Pero yo no te engañaría.

— ¿Has leído esos mensajes? ¿Cuántas pruebas más necesita una persona con influencia para hundir a otra? Me humillarías a mí si hicieras eso, Blake. Si es la misma Rose, ella sería capaz de lo que sea para no quedar mal y, si tiene que pisarme y decir que me estás utilizando mientras que quieres con ella, lo hará.

Saber que sus palabras encajan con el carácter de Rose y la reacción en la que no había pensado, me roba la voz.

— Mira, si necesitas "humillarla" para sentirte mejor, si tienes que devolvérsela para avanzar, hazlo. Pero no me pidas que vaya contigo o que te incite a hacerlo. No veo que las venganzas sean siquiera sanas, no eres esa clase de chico. Vas a dañar a alguién más por sentirte mejor y estas anteponiendo esa idea a una nueva relación, eso no es bueno.

— Eso no debería cambiar nada —Sentir cómo la situación se está escapando de mis manos es exasperante—. Eres tú a quien quiero, Alisson, pensaba que lo sabías.

Su labio inferior tiembla por un segundo y ella se echa el pelo hacia atrás en un intento de tener algo que hacer para recomponerse. Se humedece los labios.

— También era yo quien pensaba que podría ayudarte a superar todo lo que Rose te hizo, pero parece que no soy suficiente.

— Sabes que no es eso.

Suelta un amargo suspiro—. Lo es, Blake, y hasta cierto putno también es mi culpa. Si yo no te hubiera metido tanto en mis problemas o si hubieras podido confiar en mí tanto como para abrirte con el tema quizás hubieras podido lograr algo estable para superarlo en vez de centrarte en esa venganza tuya. No he sido suficiente y tú no estás bien emocionalmente como para meterte en una relación.

— Los mensajes no significaban nada para mí, era un simple juego —en un intento, mi voz está cerca de apagarse al entender sus conclusiones. Lo peor es que le veo razón en eso, no estoy estable emocionalmente, lo sé desde hace tiempo.

— Y sé eso —murmura—. Ahora lo entiendo, pero eso no cambia nada. Soy tu novia y aun así estás cegado por esa chica de tu pasado porque yo no he podido ayudarte en eso aunque se supone que debería. Se supone que nuestra relación tenía que haber hecho algún cambio, pero no ha sido suficiente porque no estás listo. No voy a presionarte ¿vale? Pero no puedes pedirme que esté contigo mientras que veo cómo juegas con los sentimientos de otra persona por muy mal que se haya portado. No estarás listo para estar en una relación hasta que no dejes de centrarte tanto en Rose.

Dolido, las palabras se escapan de mis labios antes de poder contenerlas—. Puedes dejar de inventarte excusas. Sólo estabas buscando un pretexto para dejarme porque no eres capaz de darte cuenta de que no todos los que se alistan son como tu padre.

Está a punto de responder cuando, repentinamente, calla y me dedica la más suave y forzada de las sonrisas.

— Lo peor es que nos parecemos en eso. No creo que ninguno de los dos esté preparado para mantener una relación sana, sólo nos terminaremos haciendo más daño.

Es una verdad echada a la cara con tanta dulzura que no puedo evitar odiarlo. Hubiera llegado a preferir que se cabreara, que me gritara. Pero la forma que tiene Alisson para analizar las cosas y entender a la gente con tal facilidad sigue golpeándome con fuerza. Explícitamente, me ha dado la opción, la opción de hacer su mayor esfuerzo si yo trato de permitirle hacerme olvidar, si dejo a un lado la rabia hacia Rose. Mi mente me grita que no lo haga, que esto es lo que debo hacer, que ella no lo entiende. Guardo el móvil nuevamente en el bolsillo de mis pantalones.

Quiero demostrarle a Rose que yo sí valía la pena, quiero dejar de sentirme como si no lo hiciera. Yo no valí la pena para ella, no lo hice para mis antiguos compañeros y ni siquiera como hijo pude. Necesito esto, lo hago más que nada. Hasta que no lo consiga no voy a poder quitármelo de la cabeza, ella tiene razón en eso.

— Como digas —acabo—, entonces supongo que hemos terminado.



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Alisson quiere lo mejor para Blake, pero cada uno tiene una idea diferente de lo que él necesita. ¿Qué pensáis de que a Blake le dé igual jugar con Rose para demostrarle lo que se perdió, de que él necesite demostrárselo? Alisson nunca ha conocido ese tipo de rechazo aunque quiera entenderlo, pero ha notado que él no está preparado. Se aferra demasado al dolor que le causaron... ¿qué pensáis de su respuesta?

#BlalissonEstáDifícil...

Blake ha estado jugando con Rose, hablando con ella, manipulándola mientras que estaba con Alisson...

¿Johnson ha hecho bien o mal contándole eso a Alisson? ¿Hubiera sido mejor que ella nunca lo supiera?

Nos leemos el sábado -quiero escribir capítulos algo más largos (quizás no tanto como este) y asegurarme bien de que todo tenga sentido. Al subirlos tan rápidos me he llegado a encontrar con cosas que no quería que pasaran- ღ

—Lana 🐾

Pregunta del capítulo: ¿Preferís leer en primera persona o en tercera? ¿Por qué?

pd - antes de que lo preguntéis, no, todavía no ha empeado el caos del que os hablé, es algo que no tiene nada que ver con Blalisson;)

pd2 - ¿alguien lleva spn al día y se ha visto el capítulo de "Regarding Dean"? Porque, joder, creo que ese fue el que dijo Jensen que era su preferido al decir que le recordaba a error frances. Ha pasado de ser Dean interpretando a Jensen, a ser en este último capítulo algo así como Jensen interpretando a Dean. Toda su emoción e inocencia era tan...dios*-*  (Si lo habéis visto, la parte de que toma la linterna y se va tan feliz es tan...JAJAJAJ me encanta) 




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