Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13 - Tiempo al tiempo

Instagram&Snapchat: LanaDvraux

Twitter: LanaDeveraux

Canción en multimedia: Shout out to my ex — Little mix

Chico en multimedia — Oficial William Garret (Graham Rogers)
 


Capítulo trece— Tiempo al tiempo


Dos meses después.

— ¡Más rápido, Alisson! —Estoy tan cansada que no sé cómo puedo seguir corriendo. Quiero gritar, caer al suelo y cerrar los ojos para poder dormir. Ni siquiera me molesta que esté lloviendo. Podría dormir igualmente, ni siquiera la hierba húmeda o la tierra encharcada podrían impedírmelo—. ¡¿Por qué tan lenta?! ¡Corre!

— No pued... —me da un ataque de tos mientras que trato de pronunciar esas palabras, teniendo que dejar de correr y colocando las manos en mis rodillas mientras que doblo la espalda en un intento de que el ataque de tos llegara a su fin. Cuando lo hace, estoy respirando con dificultad. No pasa mucho hasta que siento una mano sobre mi espalda, dando un par de suaves golpes para que me reincorporara. Cuando lo hago, sigo tratando de regular mi respiración—. No puedo más.

Logro decirlo, lo hago antes de dejarme caer al suelo, mis pantalones llenándose de barro en el momento en el que me siento. Encojo las rodillas, abrazándome a mí misma cuando empiezo a temblar por el frío.

— Si te quedas ahí sentada te vas a enfermar —Blake se cruza de brazos, de pie a mi derecha, el cronómetro todavía en su mano derecha.

A nuestro alrededor solo hay bosque. Un bosque que lleno de obstáculos que llevo las últimas semanas recorriendo a diario. Vuelvo a toser, cubriendo mi boca con la parte de la chaqueta que cubre mi brazo al hacerlo. Cuando Blake se ofreció a ayudarme a pasar las pruebas pensé que sería más fácil. Saber que, no solo iba a tener exámenes de las asignaturas que nos impartían, sino que también había físicos fue como lanzarme un balde de agua fría. No el agua de dentro, literalmente el balde.

La peor parte vino cuando me dijeron que, de no aprobar los exámenes físicos, no podría graduarme. Me reí en la cara de mi padre cuando me advirtió, su seriedad terminando con la ilusión de que hubiera sido una broma. "Es un internado militar, Alisson" había dicho él "¿Qué esperabas?

El Coronel me había ofrecido la ayuda del Oficial Garret, intensificar mis entrenamientos para lograr pasar los exámenes físicos que habría en menos de dos semanas. Me negué en redondo. El Oficial no había vuelto siquiera a rozarme, pero sí que se había asegurado de que, más de una vez, yo me quedase sola corriendo durante una hora más por no haber podido completar su entrenamiento.

"Esto me molesta más a mí que a ti" solía decir él antes de negar "Soy yo quien pierde parte de su tiempo libre por entrenar a crías inútiles"

No estoy segura de si fueron esas las palabras que me hicieron tomar la decisión, pero poco después me presenté en la puerta de la cabaña de Blake para pedirle que me ayudara con los entrenamientos. A pasar los exámenes, más concretamente. Él era uno de los dos mejores cadetes, con él podría lograrlo. Pero pensar que sería más fácil que teniendo al Oficial Garret como instructor fue un completo error.

Blake podía llegar a ser peor.

Más estricto. Llevándome hasta el límite antes de dejarme ir. Según él, no iba a lograr una mejoría si solo me movía en mi zona de confort. Y eso lo aplicaba a sus entrenamientos, volviéndolos tan duros que una de las veces terminó teniendo que cargarme hasta la enfermería tras haberme mareado y caído.

— No puedo moverme —Murmuro entonces. Solo quiero dormir, podría descansar aquí un rato, después volvería a mi habitación. Serían solo un par de minutos, una hora quizás. Podría resguardarme bajo un árbol. La idea sonaba tan bien que mis ojos empezaron a cerrándose nada más apoyé la frente sobre mis rodillas.

— Ni se te ocurra hacer eso, Alisson —Me reprende Blake de inmediato, pero el efecto de la molestia en su voz desaparece un segundo después de mi memoria. No tengo fuerzas ni para ponerme en pie.

Sin tener que preguntar, no tarda en cargarme. La confianza es suficiente como para que ni siquiera me plantee apoyar la cabeza contra su pecho mientras mantengo los ojos cerrados. No es la primera vez que él lo hace. Mientras que después de la segunda semana en el internado parecimos distanciarnos por completo, cada uno moviéndose en sus círculos y no coincidiendo más que los domingos en la cafetería a la que Johnson se aseguraba que yo también fuera, un mes después todo cambió.

Fue extraña la forma en la que pasamos de compartir escasas frases tras tener que compartir un castigo cuando yo, accidentalmente, le di con el plato a Dakota en la cabeza mientras que nos tocaba hacer el turno de limpiar tras una cena, a encontrarnos en todas partes. Una sola conversación en todo un mes pasó a ser horas juntos después de que le pidiera el favor de ayudarme con los entrenamientos. Y, en esta, la cuarta semana que llevamos así, la confianza ya ha llegado a un punto demasiado alto como para tener que preocuparme por sus gestos.

— Aguanta un poco más despierta —pide él—, tú piensa que mañana ya es sábado.

Dejo escapar un gruñido—. Eso no me ayuda.

No lo hace desde que Blake me despierta temprano para una mañana entera de entrenamiento, eso si no nos toca hacer ninguna misión en grupo o participar en las que hay en la tarde para aquellos que no están buscando a sus compañeros.

— Te dejaré dormir una hora más si ahora te das una ducha y te cambias antes de quedarte dormida —Ni siquiera soy capaz de abrir los ojos y ahora mismo suena demasiado bien quitarme las botas y cubrirme con las mantas. Podría quitarles el barro dejado por mi ropa mañana. No le veía ningún problema—. ¿Tenemos un trato?

— Sí —Miento. La idea de poder dormir una hora más siendo música para mis oídos. Creo escucharle murmurar algo más, tan bajo que no puedo ni quiero llegar a entenderlo. Me acomodo entre sus brazos de forma que mis ojos queden cubiertos de la lluvia.

— Alisson —Presiona él—. Que te esté llevando porque estás cansada no significa que tengas que dormirte.

— No me estoy durmiendo —Pero Blake es definitivamente cómodo para dormirse en sus brazos. Incluso con lluvia. Aunque, llegada a este punto, cualquier lugar me parecería igual de cómodo. En el momento en el que siento como me mueve para que mis pies toquen suelo sé que ya hemos llegado. Trato de abrir los ojos, lo logro con pesadez, mi visión estando algo borrosa y mis ojos cerrándose cada pocos segundos de forma que el camino se vuelva más costoso de ver.

Únicamente siendo capaz de mantener un ojo abierto, levanto un pie al tratar de subir las escaleras de madera de mi cabaña. Pero no soy tan buena calculando dónde queda como las otras veces. Es en mi segundo intento cuando logro apoyar el pie, mi mano sobre la pared de la cabaña para no caer mientras subo.

Ayer, después de haberme quedado entrenando con Blake hasta tarde, había buscado a mi padre para pedirle que me quitara a la psicóloga. No podía más con ella, la forma en la que me trataba, siempre diciendo que la viera como a una amiga, era tan similar a la forma en la que mi madre se comportaba conmigo que solo abría viejas heridas. Pero él no me quiso escuchar. Me dijo que era lo mejor para mí, que yo necesitaba terapia después de lo que pasó. Discutimos durante horas, y no me cabe duda de que ambos terminamos igual de mal. Dije cosas de las que, cuando se me pasó la rabia, me arrepentí. Y esas frases de odio que le dirigí todavía me queman por dentro. Ayer ni siquiera me dejaron dormir en toda la noche. Me mantuve en vela, pensando en ello antes de darme una duchar para despejarme y cambiarme de ropa. Nuevamente, fui la primera en el comedor, el maquillaje cubriendo mis ojeras las primeras horas.

Después vinieron las clases, el entrenamiento del Oficial Garret y, tras esa única hora que pude dormir antes de que Blake irrumpiera en nuestra cabaña, el entrenamiento de más de tres horas con él.

Tengo tal agotamiento físico y mental que sería capaz de dormir durante días.

Tropiezo en el último escalón, subir las escaleras había sido tedioso. Incluso cuando no me caigo, veo el suelo tan cerca que termino sentándome en él, descansando mis manos sobre la madera antes de tumbarme por completo y volver a cerrar los ojos.

— Mierda, Alisson levántate —Pide Blake, sus pasos resonando por la fuerza que usa al subir los escalones. Siento una de sus manos sobre mi hombro, moviéndome mientras pide que me reincorpore. Aparto su mano de un manotazo, mi brazo sintiéndose tan débil que tengo que volver a bajarlo con rapidez. Tirito de frío—. Tienes los labios azules.

Quiero decirle que es por el frío, pero las palabras mueren en mi garganta mientras que el agotamiento va pudiendo conmigo. El suelo es tan cómodo.

— Eh —Sus manos se apoyan sobre mis mejillas cuando trata de moverme—. ¿Cuándo ha sido la última vez que has dormido algo?

Pronto empiezo a dudar de si lo ha dicho o no. Trato de hacer memoria. Algo simple que se vuelve costoso cuando el sueño se va apoderando de mí. El jueves había sido la discusión con mi padre las que me arrebataron el sueño, el miércoles los recuerdos de la muerte de mi madre al darme cuenta del poco tiempo que quedaba para que se cumplieran tres meses desde que ella falleció.

— Martes —Creo alcanzar a decir. Todo mi cuerpo ha cedido a la comodidad que mi mente le regala al lugar en el que estoy tumbada. Pocas veces había estado tan cansada como en este momento. Había días del año pasado cuando, habiendo dormido únicamente dos horas por tener que preparar un examen el día anterior, había estado de dormirme en clase. Pero por aquel entonces yo no tenía unos entrenamientos tan agotadores como tengo aquí. Nada más cerrar los ojos, el sueño ha podido conmigo.

— Vamos a arreglar eso —La voz de Blake me devuelve a la realidad, pero pese a eso sigo sin poder abrir los ojos. No puedo ni con mi cuerpo. Cuando siento como vuelve a cargarme dejo que su cuerpo me reconforte. Me siento calmada cuando me sostiene, como si ya no tuviera que preocuparme de que, hasta ese momento, había estado dispuesta a dormirme en el mismísimo suelo de la puerta de mi cabaña—. ¿Te han dicho alguna vez —empieza él, me aferro a su chaqueta cuando le escucho hablar, volviendo la cara contra esta para que la lluvia dejara de golpearme—, que pareces estar borracha cuando estás cansada?

— No he bebido —Alcanzo a decir. No estoy segura de si la risa que escucho después proviene de él o de algún recuerdo.

Los párpados me pesan.

Me pesan tanto que no puedo abrirlos pese a que la fuerte luz que estoy sintiendo contra ellos me hace necesitar hacerlo. Así que giro, dándome cuenta de que vuelvo a sentir el suelo bajo mi cuerpo. Unas manos me impiden darme la vuelta por completo. Me obligan a sentarme, tomándome de los hombros para reincorporarme.

— Venga Alisson —escucho decir a Blake—, no seas vaga y abre los ojos. Solo serán cinco minutos.

Intento hacerlo, mis párpados pesando más que nunca cuando lo hago, me cuesta adaptarme a la luz. A mi izquierda hay una litera, la habitación está llena de ellas. Solo hay una diferencia con mi cabaña, aquí el color de los edredones es diferente. Son las de los chicos.

Mentalizándome de que debo llegar hasta mi cabaña, uso la cama que me queda más cerca de punto de apoyo para poder ponerme en pie. Mis ojos todavía entrecerrándose cada pocos segundos. Estoy agotada.

Algo se mueve a unos metros de mí, escucho pasos rápidos acercándose antes de poder verlo. De poder entender que es Blake el que se está acercando con algo de ropa entre sus manos.

— Mis compañeros suelen irse el viernes por la tarde.

Desvío la mirada hacia la cama de la izquierda. Tengo tanto sueño que no tardo en deshacerme de mis botas, dejando caer mi chaqueta al suelo pocos segundos después. Es ahí cuando Blake tira de mi brazo, mis piernas sintiéndose extremadamente débiles mientras que le sigo hacia el baño.

— Te he dejado una toalla sobre la puerta, tienes el pelo lleno de barro.

En el momento en el que él suelta mi brazo, me doy cuenta de que no me va a dejar tranquila hasta que me duche y cambie de ropa. ¿Tan difícil es dejarme dormir? En un último intento, me giro hacia él, rodeándole con mis brazos y apoyándome contra su pecho. Como si eso le avisara de que estoy tan cansada que no puedo más, como si eso fuera a hacer que me dejara simplemente dormir. No lo hace.

Lleva sus manos a mi espalda el tiempo suficiente como para hacerme creer que ha caído, pero luego me levanta del suelo para dejarme frente a la puerta de una de las duchas. Bufo, rindiéndome y entrando a esta antes de cerrar la puerta con fuerza.

Le doy al agua pese a tener el uniforme puesto, el calor de esta me reconforta de inmediato, despejándome lo suficiente como para poder mantenerme despierta un rato más. Pronto escucho otro grifo abrirse. Como alguno de los compañeros de cabaña de Blake haya decidido no pasar el fin de semana fuera voy a querer golpearme por haber terminado aquí.

Voy dejando caer la ropa mientras que el agua templada sigue quitándome el frío. Termino en ropa interior, tratando de quitarme el barro del pelo y de partes del cuerpo.

— Si en quince minutos no has salido, entro yo. Quedas avisada —No puedo evitar soltar una corta carcajada al escucharlo. Una puerta abriéndose antes de que el sonido de las chanclas hiciera eco en el baño. Después la puerta de los baños se cierra detrás de él.

Solo cuando sé que ha salido recojo la toalla, quitándome la ropa interior y envolviéndome en la blanca y corta toalla antes de salir de la ducha individual. Descalza, camino hasta los lavabos, dejando caer ahí las bragas y el sujetador. Quito toda el agua posible al doblarlos, lo hago antes de hacerme con el secador y probar con eso. Ni siquiera estoy segura del tiempo que pasa hasta que logro que se sequen por completo, poniéndomelo antes de quitarme la toalla y usarla para quitar el exceso de agua de mi pelo.

Vuelvo al cubículo para tomar el uniforme que ahora yace calado en el suelo de este. Lo dejo sobre otro de los lavabos sin querer preocuparme más por ello. La ropa que antes Blake había dejado sobre mis manos ha terminado en los colgadores que hay en la pared opuesta de las duchas. Son una camisa de manga larga blanca y unos pantalones de chándal cortos grises.

No me hace falta ponérmelos para saber que me van a quedar grandes. Y no me equivoco. Las mangas de la camisa cubren mis manos por completo y su largura me cubre hasta las pantorrillas. Después están los pantalones, llegando hasta mis rodillas y terminándome de hacer ver como un desastre cuando encuentro mi reflejo.

Vuelvo a hacerme con el secador poco después, tratando de quitar toda la humedad posible a mi pelo antes de que el sueño me golpee con fuerza por segunda vez. Me peino con los dedos mientras lo hago, teniendo las puntas aún húmedas cuando me rindo con ello. Echándome el pelo hacia atrás, camino hacia la puerta, esta está apunto de golpearme cuando la abren desde fuera. Forzándome a dar un rápido paso atrás para no ser golpeada.

— Ten cuidado —Me quejo nada más ver a Blake al otro lado. Este se hace un lado para dejarme pasar. Es al no oír sus pasos detrás de mí que vuelvo a hablar—. Si estás pensando en lo ridícula que me veo así, tienes razón.

Mirando por encima de mi hombro alcanzo a ver una sonrisa divertida sobre sus labios. Me acerco a la cama de abajo que recuerdo de la última vez que desperté aquí. Prefiero usar la cama de Blake y que él tenga que usar otra antes que ser yo la que tenga que dormir entre mantas de alguien que no conozco.

— Esa es mi cama —Comenta él mientras que aparto el edredón y un par de mantas.

— Por hoy es mía —canturreo, metiéndome entre las mantas antes de envolverme en ellas y cerrar los ojos. Al fin—. Búscate otra.

— Encima que te traigo hasta aquí, me robas el colchón —murmura divertido. Después siento el frío en mi espalda, las mantas moviéndose y mi espalda quedándose descubierta. Si cree que me va a echar de aquí se equivoca. Aferrándome aún más a las mantas, acomodo mi cabeza sobre la almohada, lo hago antes de sentir cómo el otro lado del colchón se hunde y siento el calor provocado por la presencia de Blake a mi espalda—. No pienso dormir en la cama de alguno de mis compañeros —sentencia, acomodando las mantas—. A saber lo que han hecho ahí.

Dejo escapar un "iugh".

— No quería tener esa imagen en mi cabeza.

Blake ríe—. Lo siento.

Bostezo contra la almohada, manteniendo los ojos cerrados y pasando un brazo por debajo de esta. Después de que el golpe de sueño se me hubiera pasado no creo poder caerme dormida tan fácilmente. Pero lo hago. Antes de que pueda darme cuenta, no puedo separar el sueño de la realidad y, poco después, la realidad ha desaparecido por completo, dejándome paseando por los pasillos de un abandonado hotel.



__________________________________________________________________________________________________________

Con este capítulo doy por terminada la parte de la "presentación" (capítulos que me planteé omitir) de la historia, así que, mis amores, que empiece la verdadera historia, y el caos ;)

dejaré esto por aquí...

pd- ¿Alguien que se vea supernatural ve también la serie de Quantico? Voy por el capítulo 3 y me he quedado como... "Como cuando Lucifer decide unirse al FBI"

¡Un beso & nos leemos el sábado!

—Lana 🐾

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro