Tzuyu esperaba nerviosa en la sala de espera, Nayeon era quien se encargaba de responder las preguntas que los oficiales hacían, ya que, por reglas del hospital, cualquiera que ingrese con un disparo de bala, tienen que informar a la policía.

Parecía que Nayeon tenía todo controlado, pero la más mayor tenía que controlarse, o comenzarían a sospechar por los nerviosa que se veía. Para su suerte, su celular vibró, dándole un pequeño momento lejos de las miradas.

Sacó su celular y contestó dándoles la espalda.

_Hola, cariño - respondió, fingiendo tranquilidad en su voz.

_Tzuyu - Jihyo estaba muy alterada - encontré a Lisa herida una bala, en los pasillos - Tzuyu quedó perpleja, no supo qué responder - ¿tú estás bien? ¿donde estás?

_Sí - respondió de inmediato - salí a comprar comida y dejé a Lisa en su puesto, no sé lo que habrá pasado. ¿está grave?

_Mucho, pero aún sigue consciente, estoy llevándola ahora mismo al hospital, por favor ven, necesito que estés aquí.

_S-sí - ¿como es que esa chica seguía viva? - voy enseguida, nos vemos allá - colgó la llamada.

Al hacerlo, Nayeon llegaba a su lado, fingiendo estar tan preocupada como si de un familiar de tratase. Los policías iban saliendo, estaba claro que iban a investigar mas a fondo esto, pero por ahora no tenían nada que los hagan sospechar de esas dos jóvenes.

_Debemos irnos - Tzuyu pronunció nerviosa - Jihyo está llegando, está trayendo a Lisa consigo.

_¿Qué dices? - preguntó incrédula - se supone que Lisa debe estar muerta, ¿y qué demonios hace tu esposa involucrada en esto? ¡nos va a joder el plan! - murmuró con enojo.

_¡No lo sé! ¡debió ir a verme! Pero eso ya no importa ahora, tenemos que salir antes que nos vea aquí.

Nayeon gruñó con fastidio, pasó su mano por la parte delantera de su cabello en señal de frustración. Tenía que pensar algo rápido para terminar con la rubia, si esa chica logra sobrevivir, aunque sea poco probable, ellas estarán acabadas.

_Nayeon...

_¡Está bien! - respondió - vámonos de aquí - ambas caminaron deprisa hasta la salida.

A tan solo minutos de irse, una camilla era ingresada al hospital, en ella se encontraba Lisa siendo atendida, y a su lado se encontraba Jihyo, asegurándose que sea atendida rápidamente.

Tzuyu se mostraba impaciente y nerviosa dentro de su propio auto, no sabía si entrar, ¿qué pasaría si comienza a hacerle preguntas? Ella no podía mantenerse tranquila, no sabía qué decirle si se entera que Jennie también estaba en ese lugar. Ella no había planeado esto, solo quería que todo se quedara como estaba, sin alguna víctima más.

A pesar que desde un principio su objetivo era Lisa, al pasar los días junto a quien es ahora su esposa, se dio cuenta que no podía desperdiciar el tiempo en una absurda venganza cuando tenía todo un futuro con ella. Pero tampoco podía solo dejar ir a Jennie después de lo que había hecho, prefirió dejarla allí, donde se aseguraría que no hiciera daño a nadie más, pero tuvo que aparecer Lisa, tuvo que intervenir y comenzar a arruinar todo, a pesar que ella intentara alejarla de Jennie, Lisa estaba allí sin importar lo que haga. De nada sirvió hacer que la golpeara, de nada sirvió tener un trato mal hacia ella, no sirvió llevar esos documentos para mostrarle porqué Jennie estaba allí, ella ya lo sabía, sabía absolutamente todo.

_¡Maldición! - golpeó el volante con rabia, sus ojos estaban humedecidos, dos mujeres se debatían entre la vida y la muerte y ella era parte de eso, estaba aterrada.

Observó con tristeza la pantalla de su celular, Jihyo la estaba llamando, pero ella no deseaba contestar por el temor de que su voz se quiebre al oírla.

Jihyo volvía a insistir preocupada, pero un mensaje interrumpió su tercer intento de llamada.

"Estoy fuera del hospital, en el estacionamiento. Necesito hablar contigo"

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En el mismo hospital, en habitaciones cercanas, Jennie y Lisa luchaban por mantenerse con vida. Los doctores hacían su mayor esfuerzo, el resto dependía de ellas y de la suerte.