Lisa llevaba exactamente una semana trabajando en ese internado. Cada día iba acostumbrándose a la compañía de las internas, a sus gritos, a sus escándalos, etc. Hasta ahora no había tenido ni un problema durante su turno, excepto que aquella chica seguía molestándola con cada susto que le daba.

Era seis de la mañana y el sol comenzaba a hacerse presente. Lisa bostezaba por el sueño que tenía y estiraba su cansado cuerpo mientras se dirigía a la entrada. Ya algunas enfermeras esperaban pacientes a que abriera la puerta, saludándola de paso a la vez que entraban en orden.

Volvió a bostezar y cerró los ojos con cansancio, quería irse de una vez a su departamento para poder dormir. Pero tenía que esperar la llegada del vigilante de turno mañana, así que regresó a su pequeña habitación y se recostó un momento en la silla.

Dos horas después se despertaba, dándose cuenta que se había quedado dormida. Se levantó lentamente y prosiguió a tomar sus cosas para poder marcharse, cuando la esposa de su jefa se detuvo en la entrada de la habitación cuando iba entrando al internado, llevaba puesto su uniforme junto a un abrigo encima.

_Hey - saludó. Lisa respondió con un justo, aún somnolienta - Sé que ya terminaste tu turno, ¿Pero podrías hacerme un favor?

_Claro - no podía decirle no, seguro a su jefa no le gustaría - sólo digalo.

_El vigilante aún no a llegado; llamó hace unos minutos y avisó sobre un pequeño contratiempo que tuvo. Él siempre me ayudaba con un trabajo, pero ahora que va a tardar, quisiera que me ayudaras.

_¿En qué exactamente? - preguntó dudosa.

_Solo sigueme - sonrió, comenzando a caminar.

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_¿Segura que no es peligrosa? - Lisa estaba atemorizada, Tzuyu estaba abriendo la puerta de quien se supone no deben acercarse.

_Hago esto todos los días. Procedo a darle sus medicamentos e inspecciono que no se haga hecho ningun daño. La pobre quiere suicidarse - sonrió con disimulo - y no podemos permitirlo. ¿No es cierto?

Lisa asintió no muy segura. Estar detrás de la puerta de la habitación de alguien que no está en sus cabales, es una cosa, pero estar dentro de la misma habitación, es una completa locura para ella.

_Ten - Tzuyu ofreció una pistola de inmovilidad a Lisa, quien la recibió dudosa - si la chica se descontrola, tú solo disparale, eso logrará detenerla.

_Está bien - asintió nerviosa.

Tzuyu abrió la puerta lentamente, dejando ver a Jennie, quien por primera vez, Lisa la veía dormida. Se veía tan inocente, como si no hiciera ningún daño.

Se sobresaltó cuando Tzuyu la atrajo más al interior, acercándola a una distancia donde Jennie fácilmente podría atraparla si no estuviera con esa camisa de fuerza.

_Tranquila - rió cuando Lisa se colocó detrás de ella.

Tzuyu colocó en el suelo el pequeño quit que traía consigo, y prosiguió a sacar una aguja junto a un pequeño frasco, comenzando a hacer su labor de todos los días.

Lisa observó como la chica se acercaba a la interna y sujetaba lentamente su rostro, para hacerla a un lado y hacer espacio en su cuello.

La rubia retrocedió con temor cuando la castaña sintió el tacto de la enfermera y despertó de inmediato. Comenzó a removerse pero Tzuyu se posicionó sin cuidado alguno sobre ella, inmovilizándola. Lisa levantó el arma ante cualquier percance.

La castaña se removía con enfado, queriendo liberarse, pero Tzuyu logró inyectarle la aguja en la parte baja de su cuello, haciéndola cerrar los ojos ante el dolor que siempre le causaba.

Poco a poco, su cuerpo fue perdiendo fuerza, pero su mente seguía estando consciente. Tzuyu la observaba con una leve sonrisa, sabía que esa "medicina" no servía para nada.

Se quitó sobre su cuerpo y aún estando arrodillada a su lado, fue inspeccionado su cuerpo, tenía que asegurarse que se encontrara bien. Así podría mantenerla más tiempo.

Fue quitando su vestuario poco a poco, dejándola sólo en pequeñas prendas. Revisó sus piernas, sus brazos, buscando cualquier señal que le diga que había intentado suicidarse nuevamente.

La revisión no tardó más de diez minutos, dejando a Jennie nuevamente vestida. Tzuyu giró a ver a Lisa un momento, observando su expresión nerviosa. Sonrió, para luego regresar su visión a Jennie, quien tenía la mirada sobre Lisa, notandola entristecida.

Tzuyu fingió querer revistar parte de su nuca, y acercándose lentamente a su oído mientras levantaba su cabeza, susurró para que solo Jennie lograra escucharla.

_¿Crees que es tu imaginación? - sonrió - No, Jennie. Ella en realidad está aquí - la mirada de la castaña iba cambiando, siendo indescifrable - Lisa está viva, ¿Y sabes cual es lo mejor? Que no te recuerda, no sabe quien eres. No siente nada por ti - la dejó lentamente en el suelo, viendo satisfecha la expresión de desesperación en sus ojos. Su mirada iba directamente a Lisa, comenzando a cristalizarse. Intentó llamarla, pero la movilidad de su cuerpo aún no regresaba.

Tzuyu se levantó y retrocedió al lado de Lisa.

_Eso es todo, ahora vámonos - sonrió, colocando intencionalmente su brazo al rededor de los hombros de la rubia, quien sólo asintió tímidamente.

Jennie sintió su sangre hervir ante esa acción, no tenía porqué tocarla. ¡No debe tocarla! ¡No bebía hacerlo!

Tzuyu notó su mirada enfurecida y sonrió con disimulo, acariciando la mano de Lisa al momento de tomar el arma de regreso.

Jennie gritó cuando volvió a sentir su cuerpo, viendo como ambas salían de la habitación.

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