11
Lean con la canción 👆😔
Lisa había recibido tantos golpes en su rostro a pesar de estar defendiéndose, pero sin importar cuanto doliera, no se atrevería jamas a ponerle un dedo encima a Jennie.
Pedía a gritos que se calmara, sujetaba sus muñecas tan rápido al instante en se que le escapaba, sus ojos estaban humedecidos ante cada suplica, pero Jennie estaba fuera de control, sólo quería deshacerte de ese monstruo que torturaba su cabeza, aquel que tenía el rostro del asesino de sus padres, de quien la golpeaba todos los días.
Jennie estalló en llanto al llegar a su límite, sintiendo todos sus miedos carcomiendo su cuerpo como si fuera solo una pequeña niña. Su llanto pudo oírse finalmente. Se sujetó la cabeza con ambas manos, sacudiéndose con desesperación, cerrando los ojos con fuerza. Pero no podía huir de sus miedos, no podia huir de sus pensamientos.
_¡Vete! ¡Vete! - lloraba - ¡Dejame en paz! - su voz se quebró - ¡Solo soy una niña! ¡por favor! - suplicaba - ¡tengo miedo! - sollozó - tengo miedo...
Jennie tembló al sentir unos brazos rodearla, nuevamente quizo huir, intentó golpearla, no quería que la dañara. Pero estos brazos la atrajeron a un cuerpo cálido, donde escuchó una dulce voz, una voz que parecía quebrada como el de ella.
Volvió a intentar separarse, pero de pronto acariciaron su cabello con ternura, llevándola con calma al pecho de alguien para abrazarla. Jennie no dejaba de sollozar, pero el aroma familiar que sentia, lograba tranquilizarla. Sus malos pensamientos iban desvaneciéndose, dejando libre su mente para poder concentrarse en la dulce voz que hablaba en su oído.
_Aquí estoy, Jennie...- Lisa tenía sus ojos cristalinos, sonriendo con tristeza - aquí estoy yo, no tengas miedo...Yo te cuidaré - besó su cabeza, manteniéndose allí unos segundos mientras seguía abrazándola - yo estaré contigo.
Jennie seguía agitada, no decía nada, sólo escuchaba los latidos de aquella persona desconocida para ella. Aún no estaba en sus cinco sentidos. Su cuerpo temblaba levemente, pero se acurrucó con temor sobre el cuerpo de la mujer, buscando nuevamente su lugar seguro, donde sus miedos se desvanecían.
Cerró los ojos y se quedó allí, escuchando aún las palabras que llegaban a su oído como un dulce canto. Y en realidad era así, Lisa volvía a cantar la canción que Jennie había amado la primera vez que lo hizo, aquel recuerdo provocó una sonrisa en la castaña, quedándose dormida entre sus brazos, sintiéndose tranquila con ella a su lado.
Lisa seguía cantando por lo bajo, apoyando su cabeza cuidadosamente sobre la de ella, que se mantenía en su pecho. Podía sentir el ardor de sus heridas, pero le importaba menos. Lo único que deseaba ahora, era cuidar de Jennie, no dejar que nadie la haga daño. La iba a proteger, así sea necesario sacarla de ese lugar.
_Te protegeré, Jennie...- habló para si misma - lo prometo.
****
Tzuyu caminaba con decisión por una calle bastante colorida y habitada, mantenía sus manos en los bolsillos de su abrigo mientras mantenía una ligera sonrisa en su rostro. Ya era de día y se dirigía a su trabajo, Jihyo había ido temprano así que no pudo acompañarla.
Llegó a la entrada del internado e iba subiendo las escaleras que la guiarían a la puerta principal, cuando logró ver a Lisa quien pasaba por su lado. Ambas miradas se cruzaron, como si todo hubiera sido en cámara lenta, viendo cada una sus expresiones. Tzuyu se encontraba serena, mientras que en el de Lisa había algo distinto, la miraba con amargura.
Tzuyu giró a verla, deteniéndose a los pies de los escalones para observarla de lejos. Había notado que su rostro estaba llena de pequeñas heridas y cortes, sobre todo en su labio y pómulo.
Tzuyu volvió a sonreír al ver que su plan había funcionado.
Ingresó a su centro de trabajo y notó que Jihyo gritaba a otras enfermeras, pidiendo alguna clase de explicación de porqué Jennie se encontraba libre dentro de su habitación.
Nadie supo qué decirle, y Tzuyu sólo siguió su camino con normalidad.
****
Lisa llegaba a su departamento, tiraba su pequeña mochila sobre el sillón y ella caía cansada también en la misma. Gimió de dolor al tocarse la mejilla y se recostó con cuidado para más comodidad.
Suspiró profundamente y miró al techo, no a un lugar en específico, sólo se encontraba pensando. Tenía que hacer algo para cuidar a la castaña, algo extraño ocurría en ese lugar y estaba casi segura que Tzuyu tenía que ver.
Se sentó de inmediato y tomó su celular de su sacó, marcando el número de una amiga. Llevó el aparato a su oreja y esperó paciente.
_¡Hey! - se escuchó en la otra línea - Lisa, ¿y esta sorpresa?
La rubia sonrió.
_Hola, Ariana. Sólo llamo para saber algo.
_Lo sabía, siempre lo mismo contigo - ambas rieron - ¿qué es lo que quieres?
_¿Aun trabajas en aquel lugar?
_¿El de las llaves? - preguntó dudosa. Lisa afirmó con un "sí" - sí, ¿por qué?
_Porque...- Lisa levantó su otra mano, viendo con decisión y una sonrisa la llave que había logrado llevarse en secreto - ...necesito que me hagas un favor.
Voten ❤
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