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El nuevo trabajo de Lisa comenzaba y los nervios no tardaron en hacerse presente. Observaba al detalle la entrada del internado y dando un suspiro, se colocó su casaca y gorra de vigilancia a la vez que ingresaba. Saludó de paso a las enfermeras que iban saliendo y cruzó la puerta principal, se dirigió a la pequeña habitación que sería como su lugar de descanso y se sentó con tranquilidad sobre la silla. Esperaría allí por unos minutos hasta que todas se hayan ido. Observó en la mesita que se encontraba a su lado y notó que había una canasta de frutas. Tomó una manzana con confianza y le dio una gran mordida mientras se relajaba en su asiento con una sonrisa.
_¿Apenas llega y ya va a dormir? - Lisa se enderezó de inmediato al escuchar aquella voz.
_Jefa - se puso de pie - yo...sólo comía un poco, no estaba durmiendo.
_Tranquila - sonrió - solo venía a darte las llaves - ofreció un pequeño aro con muchas llaves en ella. Era de cada habitación por si es que ocurría una emergencia. Lisa las recibió aún nerviosa - y no me llames jefa, solo dime Jihyo.
_Está bien - asintió con timidez.
_Hasta luego, que tengas buena noche - se retiró en compañía de otra mujer que la esperaba en la puerta.
Lisa volvió a sentarse y esperó paciente a que hasta que la señora de limpieza se retirara. Cerró la puerta principal con llave desde dentro y prosiguió a hacer su primera caminata nocturna por el internado.
Los pasillos no tenían tanta iluminación, las habitaciones vacías estaban completamente a oscuras, sus pasos retumbaban en eco y se lograban escuchar algunos ruidos que provenían de las internas encerradas.
Lisa comenzaba a aburrirse al pasar sólo una hora, y comenzó a silbar una canción mientras seguía en su segunda caminata de la noche. Pasó por las puertas de las habitaciones y fue observando que la mayoría de las internas dormían, otras estaban despiertas pero tranquilas y otras....bueno, reírse mirando a la nada, si aterraba un poco.
Había algo que a Lisa le llamó la atención, ninguna de ellas estaban atadas como la mujer que había visto el día anterior, ellas tenían la libertad de moverse dentro de su cuarto.
Se preguntó qué estará haciendo aquella chica, aunque estando de esa manera, poco podía hacer.
Lisa continuó su camino, cuando brincó del susto al instante en que una mujer se estrelló contra la puerta por donde iba pasando. La chica rió a carcajadas por haberla asustado y provocar que sacara su arma. Lisa estaba temblando.
_Tu arma - sonreía la mujer mientras seguía asomada en la rendija de la puerta - se estás apuntando a ti - rió.
Lisa observó su pistola y era cierto, casi se mata a si misma. Avergonzada, carraspeo incomoda y la guardó nuevamente en su cintura. Se alejó de la puerta mientras seguía escuchando la escandalosa risa de la chica.
Eran las tres de la madrugada y Lisa dejaba de comer y ver su película, para comenzar otra ronda, tenía que estar bien atenta a todo lo que ocurriese durante su tiempo de vigilancia.
Se metió otra última porción de papas en la boca y salió de su pequeño cuarto mientras se limpiaba las manos con un pañuelo.
No iba ni dos minutos caminando cuando nuevamente fue asustada por la misma mujer quien volvió a estrellarse con la puerta con la intención de molestarla.
_¡Dios Santo! ¡¿Acaso tú no duermes?! - tenía la mano en el pecho por el susto.
_¿Y tú porqué no duermes?
_Yo estoy de vigilancia - respondió con molestia.
_Bueno, yo también estoy de vigilancia - sonrió - te vigilo a ti - le sacó la lengua como una niña de cinco años.
Lisa viró los ojos y decidió ignorarla. Siguió caminando por al lado de las puerta hasta llegar al final, todo parecía estar en orden. Estaba por regresar hasta que observó la puerta que estaba al final del pasillo, muy alejado de los otros. Sabía que allí se encontraba la castaña mujer, había intentado no acercarse durante toda la noche porque ella era la única quien le daba miedo. ¿Por qué estaría aprisionada si no fuera peligrosa?
Lisa se quedó observando la puerta unos segundos, indecisa, hasta que decidió acercarse a inspeccionar. Era su trabajo, tenía que ver que todo estuviera en orden.
Se acercó lentamente a la puerta, y fue asomando sólo su cabeza mientras sus pies los mantenía lejos. Tenía que estar preparada para correr si algo ocurría. Observó a la castaña mujer, estaba apoyada sobre la pared y era como si estuviera pensativa. Sintió la mirada de alguien y sin interés alguno, giró a verla. Por segunda vez, Jennie volvía a ver a Lisa, a su amada chica. Pero no hizo nada, ni siquiera intentó levantarse, sólo se le quedó viendo como si fuera una completa desconocida.
"Ella no está aquí" pensaba "Sólo es mi imaginación, ella está muerta"
Quitó la mirada de la rubia y cerró los ojos con nostalgia, verla sólo provocaba mas dolor en ella. Desde que había perdido a Lisa, todo su mundo se había venido abajo. Ya no tenía alguna razón seguir en ese mundo y lo único que quería, era acabar con su propia vida. Pero no se lo permitían, la estaban obligando a vivir una vida que no deseaba, estando solo en un pequeño cuarto, encerrada para siempre.
Aquella noche había terminado, y Lisa proseguía a retirarse después de despedirse de su jefa. Pero antes, otra mujer se había detenido frente a ella en la entrada del internado. La mujer la observó unos segundos, para luego solo sonreír.
_Tzuyu - Jihyo llegaba a su lado.
_Hola, cariño - no quitaba la mirada de Lisa, y eso ponía algo nerviosa a la rubia.
_Si me permiten - intentó esquivarlas para salir, pero Jihyo la detuvo.
_Lisa, ya que estamos aquí, quiero presentarte a mi esposa, es una de las enfermeras de aquí - la presentó y Tzuyu ofreció su mano como saludó, Lisa la recibió con amabilidad - y cariño, ella es Lisa, la nueva vigilante de turno noche.
_Mucho gusto, Lisa. Espero que hayas tenido una tranquila noche.
_Sí, fue tranquila - sonrió levemente - aunque la chica aún me asusta - rió.
_¿Quien? - preguntó Tzuyu con curiosidad.
_Oh, ella habla de Jennie. Había escuchado rumores de las demás enfermeras - respondió Jihyo.
_Tú no te preocupes - aconsejó Tzuyu - no hay qué temer, ella es fácil de controlar. Bueno, al menos si vas conmigo - sonrió.
_¿Por qué lo dices? - preguntó Lisa.
Jihyo respondió por su esposa.
_Ella se encarga personalmente de Jennie.
Voten ❤
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