Capítulo 27: Una cena desastrosa
Me encontraba sólo en calzones y en una camiseta de él. Y Luck estaba con su bóxer y una polera musculosa gastada de antaño. Yo estaba bebiendo un poco de café mientras él seguía fiel a su jugo de naranja.
—¡Sólo imagínalo! —reclamé.
Él rodó los ojos.
—Ya ¿qué? —rodó los ojos.
—Si estuviera a punto de acabarse el mundo ¿qué harías?
—Hacer el amor contigo.
—Pero Luck... no sabes jugar a esto.
—¡Pero eso haría!
—¡No puedes sólo querer hacer eso!
—Ir a una carrera, comer panqueques con mermelada, luego pizza. Luego besarte y ¿tener sexo contigo?
—¡Luck!
—Otra pregunta. Me la estás poniendo muy difícil.
—¿Qué harías si un día despertaras y ya no recordaras nada?
—Estás siendo una dramática —me observó mientras se echaba un trozo de panqueque a la boca —Yo jamás me podría olvidar de algo. No podría olvidarme de ti, ni del momento en que te vi por primera vez darle un puñetazo a un tipejo, ni menos cuando me decías "¿Cuál es tu problema?" —imitó mi voz cuando no quería salir con él. —Eras muy divertida.
—Lo sigo siendo.
—Es verdad —sonrió.
—Eras un idiota —reí.
—Lo sigo siendo. La diferencia, ahora, es que te enamoraste de este idiota.
De pronto, su móvil comenzó a sonar y él frunció el ceño cuando miró la pantalla.
—Contesta —le dije y él hizo una mueca.
—Es Vince.
—¿Y? Quizá es importante.
Él deslizó su dedo por la pantalla y comenzó a hablar.
—¿Qué quieres? —me reí por la forma en que contestó —¿Hoy? Que pereza ¿por qué no escogió otro día? ¿Quién irá? ¿Tu novia? ¿Desde cuando tienes novia? Tres días... Tu novia de tres días irá a cenar con nosotros...ok. Llevo más de tres días con Pascal. Una semana aprox. No me jodas, Vince. ¿Pizza? ¿Quieres que lleve a Pascal a cenar en familia y comeremos pizza? Dile a Norman que se esfuerce más —Luck soltó una carcajada y luego continuó mientras yo me encontraba frunciendo el ceño —Trey de seguro no se atreve a llevar a Millie.
—¡Yo la invito! —alcé la voz y Luck me observó negando con la cabeza. Asumiendo que era una pésima idea.
—Pascal quiere...no...creo que son amigas. Mira Trey, si no te ayudamos, no harás nada. ¿Qué tuviste qué? ¿Cómo es que te la llevas a la cama sin...? Joder —rio —Nos vemos en la noche, adiós.
—Luck...
—¿Sabías que Trey y Millie se acostaron en la habitación de invitados?
—Si.
—Mi pobre habitación de...espera ¿Qué? ¿Lo sabías y no me lo dijiste? —me observó descolocado.
—Pero es que yo...
—Eres un pequeño demonio chismoso y encima no me cuentas —me señaló y se puso de pie. Me puse en posición de ataque y comencé a correr por el departamento. Él me siguió hasta que me tuvo entre sus brazos y a mitad del pasillo me tenía acostada en el suelo con él sobre mi cuerpo.
—Trey no quiere decirle a Millie.
—¿Por qué?
—Porque dice que ella ha estado extraña con él desde esa vez que ensuciaron mi maldita habitación de invitados y mi novia no me contó que se habían acostado para lavar las putas sabanas.
—Luck —me reí. —Yo puedo invitarla.
—Trey se enfadará.
—Es que hay algo más que no te he contado.
—¡Dios! ¡¿De qué demonio chismoso me hiciste enamorarme?! —gritó mirando el techo. Luego regresó su mirada a mí —Cuéntame o no dejaré que te escapes.
—Es que la amiga que Trey y Millie tienen en común está enamorada de Trey. Y es la mejor amiga de Millie.
—¿Y?
—¿Cómo que "y"? ¡Existe un código de amistad!
—Ah. Claro. El código de amistad...Pero le valdrá una mierda a Trey.
—¿No respeta el código de amistad?
—Trey ni siquiera respeta el código de hermanos, Rocky.
—¿Qué?
—Si no hubiese estado enamorado de Millie de seguro hubiese intentado algo contigo.
—Con lo lento que es no hubiésemos llegado a ningún puerto.
Luck soltó una carcajada.
—Es cierto —confirmó. —Bueno ¿vienes conmigo a cenar con mi especial familia?
—De acuerdo —sonreí. —Pero bájate, ya me estoy quedando sin respiración —exageré.
Cuando regresé a casa le conté a papá que iría a cenar a la casa de Luck, supongo, con sus hermanos y papá. Él me observó con desconfianza, pero se rio cuando le dije que Norman Fenti estaría ahí. Se llevaban bien al parecer, pero me advirtió no darle demasiada confianza a nadie porque todavía no los conocía muy bien.
Hablé con Trey —obligada por Luck— para invitar a Millie a cenar también, pero él se negó las diez veces que le pregunté. A ratos creía que estaba convenciéndolo, pero luego sólo me decía que dejara de joder o no sería mi cuñado favorito.
La casa de los Fenti había sido destruida la noche en que los 'Demon' habían decidido dispararle a todas las ventanas y puertas, así que Luck me comentó que la cena era porque estaban celebrando la compra de una nueva casa un poco más alejados de la ciudad.
Estaba cerca del bosque. Era una casa de paredes altas y rústicas. Alrededor tenía árboles y arbustos. Nada igual a mi casa de Bellemore en medio de la nada fingiendo ser una pequeña cuevita. Esta no. Era una casa espaciosa, pero tan nueva que todavía no tenía todos los muebles necesarios.
Trey estaba sentado en el sofá de la sala viendo algo en su móvil cuando entramos, nos saludó con cara de pocos amigos y luego regresó sus ojos hasta la pantalla.
—¿Por qué tienes esa cara de culo? —le preguntó Luck quitándole el móvil de las manos. Trey rodó los ojos, pero no peleó, sólo se quedó mirándolo.
—Deja de joderme, Luck —contestó sin ánimo.
—¡Hola familia! —oímos un grito que nos sobresaltó a todos. Me giré sobre mis pies y vi a Jeff entrando con varias bolsas en sus manos. Me sonrió en cuanto me vio y se acercó a nosotros. Fui a la única que le besó la mejilla para saludar, a Luck y a Trey sólo les dijo "Hola idiotas" y continuó su camino hasta la cocina.
—¿Dónde está papá? —preguntó Luck lanzándole el móvil a Trey.
—En la terraza.
—¿Tenemos terraza? —sonrió emocionado —Ven Rocky.
Lo seguí por el pasillo hasta que estuvimos en la terraza, el patio trasero era gigantesco y lleno de césped. Me quedé sorprendida, de verdad era una casa muy linda. Dejé de mirar cuando mis ojos chocaron con los de Norman Fenti. Estaba de pie a un costado de una barbacoa asando carne. Nuestras miradas se encontraron y él sólo esbozó una sonrisa.
—¿Qué tal Pascal? ¿Cómo está tu padre? —me preguntó.
—Bien —contesté.
Norman Fenti era intimidante, tanto o más que mi padre. Se veía fuerte y poderoso. Todos sus hijos se parecían a él. No pude evitar recordar la historia que me había contado Jeff acerca de su madre, pero tampoco quería detallarle a él lo que le había pasado a la mía, así que no se lo comenté a Luck.
—¿Trey todavía tiene cara de culo?
—Trey siempre tiene la misma cara —contestó Jeff.
Se acercó a un mini refrigerador, sacó una cerveza y la destapó. Me preguntó si quería, pero me negué. Luck le recibió una y luego se quedó cerca de mí.
—Le dije que invitara a su amiga, pero me mandó a la mierda —contó Norman mientras volteaba un pedazo de carne.
—Es amiga de Pascal —dijo Luck y yo rodé los ojos —. Trey tampoco dejó que ella le preguntara si quería venir.
—Dejen de hablar de mí —oímos la voz de Trey mientras salía a la terraza. Se sentó cerca de Norman y sólo nos miró con cara de pocos amigos.
—Todavía estás a tiempo de invitarla —lo animó Jeff.
—No querrá venir.
—Este pesimista de mierda ¿a quién salió? —bufó Luck.
Jeff soltó una carcajada.
—Puedo decirle si quieres —me encogí de hombros intentando ser amable con Trey. Todos fastidiaban a Trey por ser el menor, pero a mí me caía bien. Esta vez mi cuñadito alzó la vista y se quedó mirándome, esbocé una sonrisa inocentona y de inmediato se puso de pie y se dirigió hacia donde estaba yo.
—Vince está afuera —comentó Jeff mirando su móvil.
—Viene con su novia de tres días.
—¿Tiene una novia de tres días?
—¡Qué imbécil Jeff! —lo regañó Luck —¡Que están juntos hace tres días!
Jeff sólo se rio y se fue a abrirle la puerta a su hermano mayor.
—¿Por qué estás mirándome? —le pregunté a Trey que se había quedado a mi lado.
—Tu algo sabes y no estás diciéndomelo.
—No presiones a mi novia —lo señaló Luck.
—No seas un puto controlador, Luck —lo fastidió Trey y Luck rodó los ojos.
Luck sólo sonrió y se alejó un poco para ayudar a Norman a poner un par de vasos en la mesa.
—Dime qué sabes de Millie que yo no sé —me observó Trey.
—¿Por qué no sólo se lo preguntas?
—No me lo dirá.
—No creo que Millie sea un grano en el culo como tú, Trey.
Él sonrió un poco.
—¿Ella te contó que estuvimos...
—Si —lo interrumpí antes de que me diera información innecesaria. —Vamos Trey, déjame pedirle que venga, así pueden hablar.
Él respiró hondo.
—No —soltó —. Yo le diré —comentó con seguridad, cogió su móvil para buscar su número y luego entró a casa mientras le marcaba.
No pasaron tantos minutos cuando Luck, Jeff, Vince y una chica se asomaron a la terraza. No pude evitar que mi mirada se centrara en la chica que venía entre los tres. La había visto antes. Mi mirada se quedó en Luck que no tenía una buena cara cuando me observó. Era la morena curvilínea de todas las fiestas. La que le bailaba casi teniendo sexo con ropa a Luck. La que nos miraba con llamas en sus ojos cuando nos besábamos. Apreté la mandíbula por inercia y cuando Vince y ella se acercaron para saludarme, no pude disimular la molestia. Era pésima fingiendo.
—¿Nos conocemos? —me sonrió la chica mientras me besaba la mejilla.
La observé a los ojos.
—No —respondí seca. Tanto que todas las miradas se quedaron en mí por unos segundos.
—Bueno. Soy Francesca.
Le sonreí sin ganas.
—¿Y tú cómo te llamas?
—Ella es Pascal —oí la voz de Luck. —Mi novia.
No me causó ternura que lo dijera. Me enfadó más.
—¿Y Trey? —preguntó Jeff tratando de alivianar el ambiente.
¿Por qué la chica estaba ahí? ¿Por qué Vince se había hecho novio de una de las tantas mujeres con las que había estado su hermano menor? ¿Acaso no sabía?
—Está hablando por teléfono —contesté. Intenté relajarme.
Francesca y Vince se alejaron para conversar con Norman, pero seguía mirándome de reojo y cuando me quedé a solas con Luck, él me observó con culpa.
—Rocky...—comenzó.
—¿Qué diablos hace aquí, Luck? —solté sólo para que él me oyera.
—No es la novia de Vince, te lo aseguro.
—¿Entonces qué está haciendo aquí?
—De seguro no se la pudo sacar de encima —opinó.
—Sólo ha venido aquí para verte Luck —reclamé con molestia.
—Me importa una mierda, Rocky. A ti igual debería valerte una mierda.
—Como si fuera fácil admitir que mi novio ha estado con toda la maldita ciudad —bufé.
Él guardó silencio, me observó a los ojos y luego desvió su mirada hasta su cerveza.
—Luck... —inmediatamente me sentí un poco culpable.
—Si pudiera cambiar lo que hice antes de conocerte, lo haría. Lo haría sólo para que no te sientas mal ahora, Rocky —me interrumpió.
Respiré hondo, calmándome.
—De acuerdo.
—Disfrutemos la cena y luego larguémonos a casa ¿está bien? —sonrió.
—Si —le devolví la sonrisa.
Decidí ignorar a Francesca, pero también me fijé en que Vince no le cogía la mano, no la abrazaba y no se quedaba mirándola como Luck me miraba a mí cuando hablaba sin parar. Parecían sólo ser amigos.
Trey salió a la terraza luego de un rato, saludó a Vince y a Francesca de lejos y luego se quedó mirando a Luck.
—¿Qué demonios?
—Ni me digas.
—Millie vendrá más tarde —comentó Trey y yo sonreí feliz.
—Una buena noticia —me animé.
—¡A comer! —exclamó Norman llamando la atención de todos.
Lo ayudé a servir los platos, las ensaladas y también las gaseosas. Cuando todos estuvimos sentados preparados para comer, Norman sirvió vino para todos en las copas de cristal redondas y alzó la que tenía en su mano.
—Brindemos por esta deliciosa cena. Porque tenemos una nueva casa Fenti y porque sigue habiendo trabajo y buenos amigos —sonrió dándome una fugaz mirada. —Y porque me alegra tener a una Fabregas sentada en mi mesa. —Le sonreí y todos chocaron sus copas.
Lamentablemente tenía sentada a Francesca y a Vince frente a mí. Jeff estaba despreocupado al otro costado de Francesca mientras ponía carne en su plato. Saqué un poco de ensalada y carne mientras todos estaban conversando acerca de lo deliciosa que había quedado la carne. Y me reí cuando Jeff bromeó con querer volverse vegetariano. Pues era el que más carne tenía el plato.
—¿Desde cuándo son novios? —me preguntó Francesca directamente tomándome por sorpresa.
No habíamos cruzado palabras después de habernos saludado y era claro el por qué. Ella me recordaba. Y yo a ella.
—Un par de días —contesté.
Todos parecían ignorar nuestra conversación mientras se reían a carcajadas de una anécdota de Trey pequeño.
—¿Pero de verdad eres su novia o sólo...
—¿A qué te refieres? —dejé el tenedor en el plato y fijé toda mi atención en ella.
—Ya sabes. Sé que me recuerdas. Luck no tiene novias —susurró sólo para que le leyera los labios.
Sentí el enfado en mis mejillas, pero intenté controlarme, estaba en una casa de invitada. No podía armar un escándalo.
—Que sorpresa ¿no? —ironicé —Yo si soy su novia. Una real —exageré.
En ese momento Luck se percató de que hablábamos, Trey también.
—¿Qué ocurre? —se adelantó Luck.
—Nada, sólo le decía a Pascal la bonita pareja que hacen.
Trey se atragantó con la gaseosa y luego rio pidiendo disculpas.
—No me ayudas, cuñado —lo observé.
—Lo lamento —rio por lo bajo.
—Sólo que es muy extraño que Luck tenga novia ¿no? —Francesca alzó la voz y a mí se me pusieron las mejillas coloradas, pude sentirlas. Todas las miradas se fijaron en ella, pero para mi sorpresa todos se lo tomaron con humor, excepto Luck y yo.
—A veces sólo llega alguien especial —comentó Jeff encogiéndose de hombros.
¿Acaso no notaban lo mal intencionada que estaba siendo la chica conmigo?
—¿Y cuántos años tienes? —continuó Francesca con su desplante avasallador.
—Diecisiete.
—Eres una niña —me sonrió fingiendo ternura —. En serio ¿nadie está sorprendido de que Luck...
—No, nadie está sorprendido —la interrumpió Luck con seriedad.
—Vamos Luck, todos sabemos que eras más de tener a un par de chicas en tu cama y luego mandarlas a la mierda ¿no? —sonrió ella.
—En eso tiene razón —la apoyó Vince.
Norman observaba todo desde su puesto. A ratos fijaba su mirada en la mía notando cómo mis mejillas se ruborizaban de la molestia. Estaba segura de que quería probar qué era lo que hacía cuando estaba molesta. Por eso estaba intentando controlarme.
Luck le dio una mirada fugaz a Vince que lo dejó callado.
Francesca bebió lo que le quedaba a su copa de vino y luego me observó a los ojos.
—Pero hacen linda pareja.
Guardé silencio. Me llevé una cucharada de ensalada a la boca para masticar con fuerza. Estaba enfadada. Me estaba tocando las pelotas ¡QUE NO TENÍA!
No sé cómo la conversación entre los hermanos se desvió a una fiesta que yo claramente no estaba, pues todavía no vivía en Bellemore. Trey también se unió a la conversación pese a no haber estado en la fiesta, pero decía que todos habían llegado borrachos a casa, pues él mismo les había abierto la puerta. Hasta que...
—¡Me acuerdo de esa noche! —exclamó Francesca. Luck tensó la mandíbula observándola con fastidio. —¿Te acuerdas Luck?
—Luck no regresó a casa esa noche —comentó Jeff con naturalidad —¿o sí? Estaba muy borracho para recordarlo.
—Claro que no llegó, estaba conmigo —dijo Francesca.
—No lo recuerdo, estaba muy borracho —agregó Luck sin reírse.
Comencé a sentirme más incómoda que hace dos segundos. Y eso no era bueno.
—Claro —rio ella —. Te conviene no acordarte —le dijo, luego me dio una mirada fugaz.
—Te estás pasando —le dijo Trey con molestia.
Se formó un silencio sepulcral en la mesa y todos observaron a Trey que había sido el único capaz de enfrentar a Francesca y a sus comentarios innecesarios.
—Tranquilo hombrecillo —le sonrió ella. —No diré nada más.
—¿Tú no venías de novia de Vince? —le pregunté frunciendo el ceño.
Vince y ella se miraron al mismo tiempo, luego soltaron una carcajada.
—Vince y yo somos amigos.
—¿Entonces por qué estás aquí? —continué seria.
Francesca se acomodó en la silla, tensó su mandíbula porque le había molestado mi pregunta, pero como una dama antigua, sólo esbozó una sonrisa.
—Vince me invitó a cenar con su familia y yo acepté.
Mi mirada se quedó en Vince. ¿Acaso ese idiota sabía que Luck había llevado a la cama a esa unas mil veces?
—Para querer a Luck tienes que conocer también su pasado ¿no? —continuó ella.
—¿Cuándo me escuchaste decir que no lo conocía?
—Por favor, la cena está deliciosa, deberíamos seguir comiendo felizmente —opinó Jeff desde su asiento.
Asentí dándole la razón, pero Francesca no estaba colaborando con mi mal carácter cuando estaba enfadada.
—Ignórala —me susurró Trey.
—¿Quieres irte? —oí la voz de Luck a mi costado. Sus ojos hicieron contacto con los míos, él también estaba incómodo con la situación.
—Pensé que lo pasaríamos bien y...
—Yo también —zanjó —, pero me vale ¿quieres irte?
—¿Tu sí?
—¡¿Ya se van?! —nuevamente la voz fastidiosa de Francesca —De seguro Luck tiene ganas de...ya sabes. Pensé que se le había quitado hace unos años esas obsesivas ganas de ir a la cama —rio.
A la mierda mi compostura.
Todo lo que tenía encima —el plato con comida, la copa con vino y un vaso con gaseosa— se lo lancé encima. Con cubiertos y todo. Ella chilló. No me importó dónde ni con quien estaba, me crucé por encima de la mesa que nos separaba y con rapidez le di un puñetazo que la sacó de la silla y la dejó plantada en el suelo.
—¡Pascal! —oí de pronto la voz de Luck.
Me cogió de la cintura jalándome hacia atrás.
—¡Me tienes malditamente cansada! —le grité mientras Luck me retenía detrás de él. Vince estaba ayudando a Francesca que ahora estaba con el rostro ardiendo, envuelta en vino, gaseosa y comida en el suelo. Jeff y Trey ya se habían puesto alerta y Norman seguía sentado mirando la situación.
—¡Eres una bruta! ¡¿Cómo se te ocurre golpearme así?! —me gritó ella desde el suelo, luego se puso de pie con la ayuda de Vince y rápidamente la vi rodear la mesa para encontrarse conmigo.
Empujé a Luck para que me diera espacio porque quería plantarle nuevamente mi puño en su rostro, pero él me detuvo.
—Ya basta —dijo con impaciencia.
—¡Cállate de una vez! —le grité mientras forcejeaba con Luck para acercarme a ella. —¡¿Qué demonios me importa a mí con cuantas se haya acostado Luck antes?!
—¡¿Entonces por qué estás tan alterada?!
—¡Suéltame joder! —empujé a Luck con fuerza zafándome de su agarre y cuando ella iba a golpearme, Vince la detuvo. Pero como nadie iba a detenerme a mí, iba a darle otro puñetazo cuando sentí las manos de Trey.
—Vuelve a tu sitio, demonio —oí su voz. Me jaló del brazo y me llevó hasta Luck.
—¡Basta! —se oyó el vozarrón de Norman.
Lo vi ponerse de pie y pese a que cuando yo me molestaba nadie me detenía, me quedé callada porque su imponente figura llamó mi atención. Francesca seguía quitándose un poco de lechuga del vestido mientras Luck estaba de pie frente a mí dándome la espalda.
—Puedes irte a tu casa, Francesca —comentó Norman. La observó fijamente a los ojos mientras a ella se le desfiguró el rostro. Se puso colorada, con molestia y miró a Vince.
—¿Puedes llevarme, Vince?
—No —contestó él secamente. —Te voy a dejar a la parada de autobús. Vamos.
—Pero...
—Vamos —la interrumpió Vince con más molestia.
No supe cómo, pero pese a que yo había sido la de los golpes, todo se giró en favor a mí. Norman me observó con cierta diversión en el rostro y luego regresó a sentarse en su puesto mientras Francesca y Vince salían de la terraza. Respiré hondo, avergonzada. No podía creer que había golpeado y derramado todo encima de Francesca frente a la familia Fenti.
—¿Estás bien? —me observó Luck.
Sólo asentí.
—Se lo merecía —resopló Trey volviendo a su silla. Jeff sólo me sonrió con tranquilidad.
—Si que pegas buenos puñetazos —opinó.
—Igualitos a los de Tony —agregó Norman.
—Lamento haber causado esto... —dije refiriéndome al desastre que había en la mesa y en el suelo —Es que...Dios...me tenía harta.
Luck soltó una carcajada mirándome, me dio unas palmaditas en el hombro y luego me besó la mejilla efusivamente.
—¿Ya ven por qué le digo Rocky?
Todos rieron y yo sólo rodé los ojos.
—Tranquila Pascal. Eres una Fabregas, parte de esta familia también, así que no te lamentes tanto. Ella estaba metiéndose contigo y Luck —me sonrió Norman. —Que nadie te pase por encima, menos si eres hija de Tony Fabregas.
—Te aseguro que nadie le pasa por encima —rio Luck.
—¿Todo bien, Vince? —preguntó Jeff cuando vio a su hermano mayor aparecer por la terraza. Vince asintió, luego me observó a los ojos.
—Una chica de armas tomar.
—Lamento haber golpeado a tu amiga, sé que era tu invitada y yo...
—Eres de la familia, Pascal. Golpea a quien se te venga en gana —me interrumpió Vince. Luego me sonrió y me dio unos golpecitos en el hombro. —Ahora pónganse de pie y ayúdenme a ordenar este desastre.
— —
Afortunadamente todos se tomaron con humor lo que había pasado, incluso Luck se lo contó a mi padre y a Jean. El primero me regañó diciéndome que debía controlar mis emociones y el segundo se burló de mí por quedar como una matona frente a los Fenti.
Esa noche había llegado Millie, conversamos un poco y luego la dejé a solas con Trey, pues él tenía —supongo— una lista de preguntas para hacerle.
Pero los días pasaron. Todo iba bien e incluso me sentí más cercana a Millie, hablábamos por mensajes, me contaba lo que le sucedía con Trey y con su mejor amiga. No quería encariñarme mucho con Millie, pues no quería que todo acabara como con Amy, así que me aseguré de contarle quien era mi padre por si debía alejarme de ella antes de quererla un poco. Afortunadamente no corrió de mí como si yo fuera un insecto. Y se estaba sintiendo agradable tener una nueva amiga.
Esa tarde habíamos quedado en una cafetería, así que despidiéndome de mi padre corrí por la calle para tomar un autobús que me dejó afuera de aquel lugar. Ya conocía un poco más la ciudad. No necesitaba a Jean ni a Luck para movilizarme. Apenas entré en la cafetería vi a Millie sentada con su móvil en su mano.
—¿Me tardé mucho? —le pregunté sobresaltándola, luego me sonrió y me besó en la mejilla.
—Llegué hace nada —me contestó.
Millie se pidió un café helado y yo un helado de frambuesa. Me contó que estaba buscando una carrera universitaria, pues tenía muchas ganas de mudarse e ir a una residencia a vivir para, al fin, escapar de Bellemore y dedicarse a cuidar animales o algo por el estilo. Yo todavía ni siquiera pensaba en estudiar o tener que hacer algo diferente aparte de cambiarme de ciudad una y otra vez.
—¿Y cómo va todo con Trey? —pregunté.
Ella suspiró.
—Un poco complicado —me contó —. Todavía no se lo he contado a mi mejor amiga.
—Si realmente es tu mejor amiga lo entenderá.
—Es que ella es tan...especial —dijo de mala manera, casi para no hacerla sentir mal incluso no estando allí.
De pronto su móvil sonó y miró la pantalla.
—Es ella, un mensaje —lo leyó por unos segundos y luego frunció el ceño. Vi sus mejillas coloradas y luego bloqueó el móvil.
—¿Qué ocurre?
—Nada.
—¡Millie!
—Mira lo que me escribió —desbloqueó el móvil y me enseñó la pantalla.
"Recuerda que en la noche tenemos esa fiesta a la que seguramente irá Trey... no te pongas ese vestido negro ¡Por favor! Sabes que llamas mucho la atención con él y estás ayudándome a que él se fije en mí, no en ti"
Me quedé perpleja mirando el mensaje, pestañeé un par de veces y me sorprendió lo tanto que me molestó el tono que había usado esa chica con Millie, que casi estaba acomplejándose la vida por no dañar sus sentimientos.
—¿Qué demonios se cree? —me molesté.
—¿Por qué? —frunció el ceño, confundida —sólo quiere la atención de Trey para ella...no es nada...siempre pasa igual.
—Está opinando sobre lo que debes o no debes ponerte, Millie. No dejes que suceda eso. Ve y ponte ese vestido. Sólo para joderla —bufé. —No está siendo una buena amiga.
Ella suspiró, miró por última vez el móvil y luego lo bloqueó.
—Cambiemos el tema —me pidió —¿Cómo va todo con Luck?
—Sigo acostumbrándome —sonreí —Todo está bien.
—Pero ya son novios ¿no?
—Sí.
Millie se quedó mirando hacia su costado un momento, luego me observó y en plan secreto comenzó a hablar.
—Mira, ese chico está mirándote —me señaló con sus ojos que mirara hacia nuestro costado. Y fue lo que hice. En otra mesa había tres chicos conversando entre ellos, pero uno desviaba descaradamente su mirada hasta nuestra mesa. Lo observé para ver si lo conocía, pero su cabello rubio y ojos azules no me parecieron conocidos.
—De seguro está mirándote —le dije a Millie restándole importancia.
—Olvídalo. No soy yo. Definitivamente eres tú.
Me reí.
—Me da igual.
Continuamos conversando acerca de su mejor amiga por un buen rato, luego de Trey —que estaba gustándole más de la cuenta— y luego de Luck. También me contó un poco de su familia, pero yo no entré en tanto detalle con la mía más de lo que ya lo había hecho en algún momento.
Había pasado más de una hora y ya tenía que regresar a casa, así que nos pusimos de pie para salir y noté que los chicos de la otra mesa también estaban despidiéndose. Millie abrió la puerta para salir de la cafetería y en un par de segundos mi móvil se deslizó por el bolsillo de mi chaqueta y se cayó al suelo. Iba a cogerlo con rapidez, pero alguien más lo hizo por mí. Alcé la vista y noté que se trataba del mismo chico de hace un rato que estaba mirándonos.
Me entregó el móvil y yo lo miré para ver si tenía alguna raya, pero nada.
—Gracias —miré al chico.
—Por nada —contestó de lo más relajado.
Era alto, me sacaba unos cuantos centímetros. Me giré sobre mis pies y salí de la cafetería encontrándome con Millie. Comenzamos a caminar lentamente mientras le contaba que se me había caído el móvil cuando alguien nos llamó. Nos giramos a mirar, era el mismo chico. Fruncí el ceño cuando se acercó a mí y Millie continuó lentamente su camino.
—Lo lamento —dijo —No me puedo quedar sin saberlo ¿cuál es tu nombre? —me preguntó.
***
Este capítulo es completamente inédito. Nuevito nuevito.
¿Ya recordaron el drama que se viene ahora? AAAAAGHHH!!
BESOPOS
XOXOXO
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