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『♡⃕』XVI 🦇

El vampiro suspiró aliviado en cuanto la bolsa se vació por completo en su boca, y el calor abrazador que volvía a invadir su cuerpo de repente, se esfumó tras saborear la dulzura de la sangre bajando por su garganta.

Agradeció poder beberla por fin o definitivamente habría estado en problemas, de nuevo.

Con una inhalación tranquila, limpió los restos de la sustancia carmesí de sus labios con su pulgar y luego desechó la bolsa rápidamente, fijando la vista en el reloj de su mesa de noche por instinto.

8:30 P. M.

Ya casi es hora...

Sus ojos inmediatamente volvieron a posarse sobre el inmenso rollito humano que reposaba tranquilamente sobre su cama envuelto en sus sábanas, descansando con tanta paz y tranquilidad que lo envidió. Sonrió sin darse cuenta con esa imagen, mientras recogía la camisa y el pantalón ajenos del suelo para dejarlos perfectamente doblados sobre una de las sillas vacías que había en su habitación.

Tras una ducha fugaz pero relajante y necesaria, ──y con sus deseos más que saciados──, volvió a ocupar su lugar en la cama, abrazando por la espalda a ese mimado castaño que le juró matarlo si lo soltaba.

Su eternidad dependía de que Jungkook en realidad tuviera el sueño pesado, contrario a lo que le había advertido.

Apoyó su rostro en uno de sus brazos mientras lo observaba dormir tan pacifico y relajado, riendo para sí mismo al recordar el pequeño berrinche que le había hecho minutos atrás...

Flashback.

Luego de casi cinco minutos en la misma posición, tras regular sus respiraciones, aplacar sus corazones y limpiar sus cuerpos de toda evidencia de sus fechorías compartidas; cuando el mayor sintió la tacita y tranquila respiración del castaño acariciarle el cuello y al agarre del mismo perder fuerza en su cuerpo, sonrió dejando de darle los mimos que le había exigido, solo para levantarse y ponerlo con cuidado sobre el colchón. Delicadamente y cuidando de no despertarlo, le retiró por completo la camisa y los jeans, acomodando también su ropa interior para así permitirle descansar más cómodamente.

Se mordió los labios ──cuidando de no volver a lastimarse──, al poder apreciar mejor el hermoso y esbelto cuerpo nívea del menor a más detalle.

Era perfecto: delicado en muchas partes, como esa linda y estrecha cintura, pero también trabajado y firme en los lugares indicados como sus brazos y muslos fuertes, o sus pectorales bien formados, con la tinta resaltando en su palidez en conjunto con las marcas de las que orgullosamente ahora era dueño. Sintió su sangre burbujear de nuevo por el deseo, pero se obligó a controlarse y sacudió la cabeza para ignorar sus primitivos y descarados pensamientos que no necesitaba devuelta en ese momento.

Piensa con el cerebro humano, Taehyung.

Respiró profundo para darse valor, y rápidamente ──y por su propio bien──, tomó las sábanas para cubrirlo con estas; aunque antes de poder hacerlo, una pequeña y casi invisible cicatriz de tres lineas en la parte alta de uno de sus muslos capturó toda su atención.

Frunció el ceño, acariciandola con cuidado antes de si quiera darse cuenta que lo estaba haciendo.

¿Cómo se hizo esto?

Se ve que en su momento fue profunda y muy doloroso...

Jungkook se removió entre quejidos adormilado al percibir el tacto tibio, deteniendo así sus actos. Aún con esa espina de curiosidad incrustada en el pecho, el mayor se obligó a retirar su mano, olvidar su curiosidad y continuar con su objetivo inicial; envolviendo por fin el grande cuerpo del castaño entre las sábanas con sumo cuidado, para después secarle el sudor que cubria su frente, dejando también una caricia tierna en una de sus mejillas.

El de mechas se quejó con una mueca de incomodidad, entreabriendo sus ojos segundos después junto a un puchero tierno.

── Mhg, ¿Q-Qué?, ¿Ahora también me ves como un burrito gigante? ──Balbuceó en queja con la voz algo ronca. ── ¿Así de mal estás?

Taehyung río, quitándole los mechones que se le pegaban al rostro por el sudor y negando a sus preguntas.

── Hace frío y mi temperatura está bajando otra vez temporalmente, es mejor que te cubras o te vas a resfriar.

── Yo solo tengo mucho calor, y con esto me vas a cocinar vivo ──Rezongó con un bufido, intentando salir de la prisión de tela.

── Quien lo diría, eres todo un mimado después de un buen orgasmo, mechitas ──Se burló con una sonrisa altiva y orgullosa el pelirrojo, dando un toque en su nariz y volviéndolo a cubrir con la sábanas con una mirada de regaño.

El menor resopló incrédulo y rodó los ojos algo sonrojado, dándose por vencido en su inútil lucha.

── Y tú todo un engreído, como siempre ──Replicó antes de darle la espalda. ── Dijiste que podías vivir con ello, no prometas cosas que no vas a cumplir entonces ──Bufó con falsa molestia.

Taehyung río levemente antes de abrazarlo con fuerza por la espalda y juntar sus cuerpos, acercándose poco después a su oído.

── No me estoy quejando tampoco, siempre cumplo mis promesas, mechitas ──Susurró. ── Como dije, puedo vivir con ello. Me gusta bastante lidiar con esta faceta tuya ──Afirmó con coquetería dejando un beso tras su oreja que le hizo cosquillas al castaño, quién trató de ignorarlas vagamente.

── Menos mal... Estarías en graves problemas sino ──Respondió somnoliento pero sonriente.

El vampiro lo imitó, mientras acariciaba su cuello distraído y lo olfateaba ahora más tranquilo, con leves caricias de su nariz allí de vez en cuando que estaban relajando y arrullando al menor.

Los efectos del celo seguían vigentes en el alfa pero en dosis bajas y soportables, y aunque sabía que solo era cuestión de horas para que regresaran, estaba disfrutando demasiado de esa calma momentánea que Jungkook le había regalado con su precencia.

Ahora entendía porqué todos le aconsejaban pasar su celo con alguien: Era tranquilizador, calido y maravilloso.

Aunque estaba seguro también que lo era aún más, si escogías a la persona correcta.

O si esa persona te escoge a ti...

── Descansa mechitas ──Le susurró al oído con toda la intención de levantarse, pero Jungkook fue más rápido y lo sostuvo del brazo como pudo por sobre la tela, impidiendo su huida con un quejido.

── Abrázame, rojito.

── No puedo, te voy a provocar frío, ya volví a mi temperatura habitual ──Informó tocando su mejilla con la yema de sus dedos solo para corroborarselo.

Jungkook se estremeció un poco por lo helado del tacto, pero aún así se encogió de hombros, y decidido, lo apegó más a su cuerpo.

── Tú nunca me provocas frío ──Rezongó en un susurro avergonzado pero totalmente sincero, mordisqueado sus labios nervioso. ── Solo abrázame y déjame dormir un rato... Si me sueltas, amanecerás con algo clavado en tu corazón, te lo advierto ──Bromeó sintiendo una calidez en su pecho cuando el mayor río en su nuca, apretando más su cuerpo y juntándolos tal y como pidió.

── ¿Y el mandón soy yo? ──Se quejó en burla el mayor en su oído, aunque acató de inmediato su orden. ── Igual solo funciona con estacas si de verdad planeas matarme ──Dijo burlón antes de soltar un suspiro divertido. ── Lo acepto, creo que la mayor cajita de sorpresas resultaste siendo tú, definitivamente...

Jungkook sonrió conforme aunque el otro no lo viera.

── Te lo dije, ya estamos a mano... y, gracias por el dato, lo tendré presente.

El vampiro chasqueó la lengua risueño, suspiró resignado y se escondió en su cuello disfrutando de la mezcla de aromas dulces y tranquilizadores que los rodeaba.

── Necesito ducharme de verdad, por más cómodo que esté ahora mismo, ¿Que hacemos en ese caso?

── Dame quince minutos y negociamos ──Respondió entre balbuceos somnoliento. ── Ahora, shhh... no hagas más ruido que tengo el sueño ligero ──Frunció el ceño indignado.

Taehyung soltó una risita de diversión y ternura total, mientras resignado y sin muchas más opciones, acataba su pedido y se dedicaba solo a acariciarlo y verlo dormir tan tranquilo y pacífico como siempre.

Fin del flashback.

Se supone que el mimado de los dos, tendría que ser yo...

Negó divertido en medio de un suspiro, observándolo embelesado.

Eso había ocurrido hace aproximadamente media hora, y tal y como se lo prometió, unos quince minutos después de eso Jungkook despertó y la "negociación" por su libertad terminó convirtiéndose inevitablemente en una nueva sesión de besos y caricias subidas de tono, que terminaron dejando otra vez exhausto al menor, regresandolo al país de los sueños; cosa que Taehyung aprovechó para darse su anhelada ducha y beber su dosis necesaria de sangre que tanto le estaba exigiendo su organismo, sin alarmarlo con su faceta más primitiva y natural, como temía.

Ahora Taehyung sabía que el tiempo se les agotaba, y aunque desearía poder quedarse así junto a él toda la noche, era consciente también de que sería imposible y arriesgado.

Suspiró pesado, delineando con su índice los tatuajes de la nuca del contrario con parsimonia, justo donde se encontraba dibujada una mariposa con un ala rota en medio de muchas serpientes acorralandola.

La acarició con calma, detallando y admirando en silencio lo hermoso y trágico de la ilustración.

Se sorprendió por como las cosas entre ellos habían cambiado tan drasticamente de un día para otro; sin embargo, en el fondo lo esperaba, pues así era su relación desde un inicio: sorpresiva e inusual. Jungkook inesperadamente se había convertido en la adrenalina y serotonina en su vida desde que lo conoció. Ahora era muy consciente de ello y de cuanto le gustaba sentirse así junto a él.

Ambos decían y se prometían mil cosas a sí mismos, pero inevitablemente terminaban haciendo todo lo contrario, porque en el fondo era lo que más deseaban, y justo en ese preciso momento les encantaba haber caído en esa propia trampa de negaciones falsas, incluso pese a las consecuencias próximas que sabían que en algún momento habría que enfrentar.

Salió de sus tormentosos pensamientos cuando el de mechas se giró hacia él con un bostezo, entreabriendo sus hermosos ojos grises solo para sonreírle débilmente y acurrucarse adormilado en su pecho con las mejillas sonrojadas, reconociendo de inmediato el aroma fresco a jabón con olor a fresa que este emanaba y notando también su cabello rojizo todavía húmedo y despeinado.

── Te duchaste ──Murmuró con tono de reproche. ── ¿Ya estás contento, señor berrinches?

El contrario lo miró con una ceja en lo alto entre la burla y la ofensa.

── El diablo hablando de milagros ──Replicó── mira quien lo dice... ──Contraatacó mientras delineaba con su índice cada una de sus facciones.

Jungkook fingió inocencia, intentando calmar su corazón acelerado y el sonrojo que sabia cubría sus mejillas, con un puchero indignado; el cual duró segundos en cuanto el alfa comenzó a peinar con cariño su cabello, y a separar sus mechas distraído como un niño centrado en agrupar sus dulces favoritos.

El menor solo pudo suspirar tranquilo.

» ¿Como te sientes?, ¿Dormiste bien?, ¿Ya no estas cansado?

Asintió con un sonido afirmativo, todavía con los ojos cerrados.

── Estoy bien... Creo que nunca había dormido tan bien en mi vida ──Aceptó con una pequeña sonrisa.

── Dormiste solo una hora, exagerado...──Se burló el vampiro, dándole un toquesito juguetón en el lunar que había bajo su labio inferior.

── Lo digo por tu cama, es muy comoda ──Explicó con una sonrisa cómplice removiéndose con gusto sobre las sábanas mientras el pelirrojo chasqueaba la lengua con ofensa fingida. ── Aunque me hubiera gustado más saber que se siente dormir en un ataúd ──Puchereó apoyándose en su codo solo para levantarse un poco y poder mirar hacía la esquina del cuarto, dónde se encontraba puesto el mencionado; grande y de madera negra, decorado con muchas pegatinas referentes a la música. ── ¿No lo usas?, ¿En eso también me mintieron las películas? Si es así, debo decir que mi yo de diez años está muy ofendido ahora mismo ──Reprochó con una mueca.

El pelirrojo respondió con una linda risa de las suyas que cada vez lo cautivaba más.

── No, eso si es cierto ──Lo tranquilizó. ── Solo que nosotros nos acostumbramos a la vida mundana, gracias a mamá y sus enseñanzas, así que solo lo uso cuando necesito paz o... durante mis peores celos ──Explicó relamiéndose los labios mientras observaba con atención los ajenos. ── Aunque hoy hacía mucho calor, por eso no lo usé ──Torció los labios captando la atención del menor.

── Te iba a demandar por fraude si me decías que eso tampoco era cierto ──Se quejó en broma, sacándole otra carcajada al mayor.

── Lamento no ser el Edward Cullen que esperabas.

El castaño bufó llevando de nuevo su vista al ataúd y encogiéndose de hombros.

── Da igual, siempre supe que eras una estafa ──Lo molestó en broma, ganándose una mala mirada del mayor. ── ¿Puedo usarlo algún día? ──Pidió mirándolo con los ojos gigantes brillantes de emoción.

Taehyung lo observó embobado y enternecido. Sin resistirse más, hizo de lado su semblante orgulloso, se acercó y dejó un casto beso en sus labios, acariciando su cabello desordenado mientras asentía.

── Mechitas, como decirte que no, si pareces un niño emocionado viendo por primera vez una atracción de Spiderman ──Le picoteo la mejilla con ternura.

El contrario se avergonzó dándole un leve manotazo y bufando en desacuerdo, antes de volver a recostarse en la cama, liberándose de las sábanas para estirar su cuerpo.

── Sería Dracula en todo caso ──Lo miró burlón y divertido cuando el vampiro se hizo el ofendido por la comparación y de igual modo volvió a acostarse mirando el techo.

» Por cierto, ¿V-Vino alguien más? ── Preguntó con preocupación, mientras el contrario sonreía con malicia y negaba en respuesta.

── No, creo que ya les quedó claro que estoy bastante... ocupado, lidiando con mi celo...──Le guiñó un ojo mientras mantenía su expresión maliciosa.

── Nunca voy a conocer a tu madre, no puedo mirarla a la cara después de hoy ──Se quejó en un murmuró, sonrojado y resoplando tan solo de recordar el momento.

Sin dudas, ya había superado su límite de vergüenzas en un mismo día de la peor forma, y no podía enorgullecerse de eso...

Eso te pasa por hormonal, Jungkook...

Flashback.

Veinte Minutos antes.

Jadeó sorprendido cuando el mayor lo giró sin esfuerzo hasta darle la espalda, pero lo obligó a seguir besándolo con la misma desesperación y ganas. Por más incómoda que era la posición en la que se encontraban, no se quejó y cumplió con lo exigido, tomándolo del rostro para que no se separara.

No supo bien cómo ni cuándo habían terminado de nuevo de esa manera, o cuanto tiempo exacto había dormido desde su primera ronda. Incluso seguía algo adormilado pues Taehyung ni siquiera le habia permitido despertar correctamente cuando ya estaba atacando sus labios sin darle oportunidades para reprochar; pero, sinceramente tampoco le importaba demasiado, no cuando de nuevo el vampiro lo estaba llenando de besos y caricias estremecedoras.

Confirmó que el estado de desesperación del pelirrojo se debía de nuevo al celo, por la temperatura corporal de este que había vuelto a ser alta y a sus ojos, que otra vez se habían oscurecido.

Gimió débilmente cuando el alfa mordió con cuidado pero sumo erotismo su labio inferior y pegó a propósito su pelvis a su trasero con fuerza, restregándose un poco en el, haciéndolo temblar.

A ese paso, se volvería adicto a ser despertado de esa forma...

Bendito celo...

Benditos vampiros...

── L-Lo siento, mechitas, n-o pude contenerme más ──Se disculpó en un susurro avergonzado Taehyung encima de sus labios, con la respiración agitada y los orbes resplandecientes de nuevo. ── Te dije que necesitaba la ducha, eso lo hubiera retrasado un poco más ──Reprochó con el ceño fruncido y un gruñido frustrado, apoyándose en su hombro, mientras sus caderas seguían buscando consuelo en el trasero ajeno.

» S-Solo pídemelo y me detengo ahora mismo...

El castaño se relamió los labios, también agitado y repentinamente sofocado, pero sin pensarlo mucho negó atrayendo de nuevo el rostro ajeno.

── Dije que negociariamos tu libertad cuando despertara ¿No? ──Murmuró con la voz ronca y una sonrisa maliciosa, la que de inmediato fue correspondida por el mayor, a pesar de la sorpresa. ── P-Prometí que te ayudaría con tu celo, las veces que sea necesario, mientras siga aquí no tienes que detenerte ──Confesó sonrojado, mordiendo sus labios sorprendido incluso de su propio atrevimiento. ── Si soy sincero, no quiero que te detengas tampoco...

Taehyung sonrió deleitado con la respuesta, y sin esperar más, volvió a besarlo con más ganas, al tiempo que su mano se escabullía bajo las sábanas para acariciar con libertad y lentitud tortuosa el abdomen marcado que tanto le había fascinado, hasta encontrarse con el borde de su ropa interior. El menor se sintió ansioso y nervioso a partes iguales, cuando el alfa hizo del lado las sábanas solo para juntar mejor sus cuerpos y permitir que se tocarán sin barreras, con su pecho y espalda desnudos totalmente pegados, y su trasero presionando la dureza del otro, sacándole gruñidos roncos.

El juego de besos, roces y caricias inocentes duró tan solo un par de minutos, cuando de nuevo, ya sobrepasado de calor y síntomas, Taehyung no pudo controlar sus deseos primitivos y comenzó a quitar del camino la ropa interior del castaño, tomándolo por sorpresa y provocando que inmediatamente este tomará su mano para detenerlo, algo alarmado.

── E-Espera, ¿Q-Que harás?

El vampiro le dedicó una sonrisa tranquilizadora y dejó un beso en su mejilla, arrullandolo con un sonido de calma.

── Tranquilo bonito, no voy a hacer nada que no quieras ──Le aseguró sincero. ── Lo pondré entre tus muslos ──Le susurró al oído dejando una sutil lamida tras este. ── ¿Puedo?, ¿Todavía confías en mi?

Volviendo a relajarse un poco, Jungkook asintió y le permitió continuar con sus planes, aferrándose nervioso a la almohada en la que reposaba.

Esa posición era mucho más intima y sabía que lo iba a disfrutar sin dudas, y por supuesto confiaba en él ciegamente, pero temía hasta que punto de control llegarían ambos y las consecuencias que esto podría añadir a su de por sí complicada y confusa situación.

Se obligó a no pensar en eso en ese momento.

Cuando la ropa interior dejó de ser una barrera entre ambos, Jungkook tembló al sentir la punta firme rozar sus glúteos desnudos, antes de ser reemplazado por la mano del mayor, que dejó una suave y sutil caricia allí.

── Separa un poco las piernas ──Ordenó grave en su oído.

El menor tragó saliva con fuerza, pero no tardó en realizar lo pedido. Separó sus muslos permitiéndole al alfa acomodarse entre ellos, compartiendo un jadeo de placer cuando ambas pieles cálidas se tocaron al igual que sus intimidades.

── Muy bien, ahora ciérralas y haz presión, te prometo que lo vamos a disfrutar ambos ──Susurró, repartiendo besos húmedos en su cuello y el hombro cubierto de tinta, mientras lo abrazaba con fuerza y juntaba sus cuerpos sin permitir ningún milímetro de separación entre ambos.

Ansioso, el castaño asintió y nuevamente acató la petición contraria, cerrando sus piernas y gimiendo ahogado cuando de inmediato el mayor realizó un movimiento que se asemejaba a una embestida, provocando que ambas intimidades crearan una sofocante fricción.

En ese momento Jungkook se planteó seriamente que tan aburrida e insulsa había sido su vida sexual antes, porque jamás había probado algo así, pero tal y como le había dicho el vampiro: se sentía muy placentero e increíble.

Taehyung por su parte, se centró únicamente en su tarea, ahora tomando un ritmo lento pero constante, gimiendo ronco en el oído del menor mientras este se aferraba a la almohada y apretaba sus muslos como se lo había pedido.

La sensación era abrumadoramente placentera, tanto que frustraba. No habian sobrepasado ningún límite físico, pero incluso siendo solo roces y fricciones vagas, ambos estaban al borde del delirio en cuestión de pocos minutos.

Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor y sus caderas se movían a un ritmo torpe en conjunto, con tanta fuerza y frenesí que la cama incluso rechinó un par de veces en lo que sus labios intentaban acallar los gemidos de disfrute. El alfa guiaba los movimientos inconstantes del menor con su diestra anclada a su cadera dejando su marca en ella, sincronizándolo con su propio ritmo desesperado y algo brusco y totalmente encantado con los quejidos y gruñidos imparables que este ahogaba en su boca, entre mordidas y besos desordenados o balbuceos incoherentes y maldiciones sofocadas.

Los colmillos de Taehyung picaban de deseo por enterrarse en el bonito cuello del castaño, pero se obligó a reprimirse, y en cambio se concentró en hacerlo sentir bien.

── Mhg, e-espera... T-Taehyung... ¡Ahg! m-más despacio o no voy a resistir mucho si sigues moviéndote de esa maldita forma... ──Replicó entre dientes, frustrado por sentir el clímax tan cerca, aferrado a las sábanas y mordiendo sus labios para acallar un ruidoso gemido que quiso escapársele cuando el mayor succionó su cuello al tiempo que bajaba un poco el ritmo solo para torturarlo.

── ¿Así está mejor?

El vampiro sonrió con cierta arrogancia y sumo orgullo propio, más aún cuando en busca de un mayor consuelo, Jungkook negó e intentó tocarse a sí mismo para calmar la abrumadora sensación que recorría su cuerpo. Sin embargo, el pelirrojo fue más veloz al impedirlo con un gruñido de reclamo, solo para después tomar sus manos y con el brazo derecho que sostenía su cuerpo, aprisionarlas a su propio pecho dejándolo totalmente sumiso y a su merced.

── Me encargaré también de eso entonces... ──Le susurró con voz grave, antes de descender lentamente por su abdomen con su mano libre para tomar su extensión y comenzar a atenderlo por su cuenta a un ritmo sincronizado con sus caderas: continuó y certero. Todavía impidiéndole cualquier movimiento y aprovechando de paso para pellizcar y jalonear a su antojo uno de los botones de su pecho, añadiendo más placer abrumador a la ecuación.

» Si me sígues apretando así de bien, te aseguro que no tendrás que resistir demasiado, belleza.

Jungkook jadeó en respuesta, arqueando su cuerpo y apoyándose en el hombro contrario, mientras su mano arañaba levemente su propio pecho como consecuencia a los malvados actos del pálido.

El calor lo consumía, y el aroma del otro ──que ahora reconocía a la perfección── a roble y rosas que inundaba el lugar era embriagador, tanto que se sentía mareado.

Se creía en el maldito infierno, pero le encantaba estar allí.

── J-Joder, entonces solo apurat...──

De repente su burbuja de placer se estalló al escuchar tres toques en la puerta. Y aunque Jungkook intentó alejarse y detener cualquier movimiento del contrario, este hizo caso omiso y siguió concentrado en su tarea, tan solo cubriendo con una de sus manos su boca siguiendo con sus asuntos.

De nuevo los toques insistentes.

El menor se quejó bajito al tiempo que el vampiro pellizcaba su pecho con reproche, acelerando la llegada del clímax de ambos que ya se encontraba muy cerca.

── Rubí, soy yo, mamá ──Se escuchó decir tras la puerta a una mujer de voz dulce y apacible. ── Vine antes que tu padre para ver cómo estabas. Te traje tu sangre favorita, ¿Puedo entrar, cielo?

De solo escuchar aquellas palabras de su madre, juró salivar y su cuerpo quemó añorando probar dicho elixir, pero ahora mismo estaba teniendo a su disposición algo mucho más delicioso y dulce que se negaba completamente a soltar.

Gimió grave cuando con toda la intención, Jungkook hizo más presión intentando que con eso lo soltara.

Grave error.

── No hagas eso o no voy querer soltarte en horas, mechitas

El aludido tembló.

── ¿Hijo?

Taehyung gruñó fuerte.

── M-Mamá estoy... o-ocupado ahora, vuelve más tarde p-or favor ──Respondió con dificultad y notablemente agitado cuando en venganza el menor movió también su cadera al mismo tiempo, provocando que por inercia mordiera cuidadoso su cuello tan solo rasguñándolo un poco con los colmillos.

El menor gimió de sorpresa, mientras el vampiro lo acallaba con su palma.

── Mierda...

La señora Kim tras la puerta frunció el ceño ante la fuerte y pesada maldición de su hijo. Bastaron unos segundos de confusión para que luego, de inmediato la mujer sacará una deducción lógica de lo que pasaba con su hijo y entonces sintió su rostro enrojecer.

── O-Oh, entiendo, vendré... luego en ese caso ──Murmuró avergonzada. ── ¿T-Tienes pañuelos?, ¿Necesitas que traiga algúno de esos... libros o películas que te gustan, o...──

── ¡M-Mamá, solo vete ya! ──La interrumpió de inmediato, avergonzado cuando el castaño se giró a verlo con burla y soltó una carcajada ahogada en su mano.

── Está bien, mi rubi... Recuerda contar hasta cien si el calor regresa y... piensa en cosas lindas.

El vampiro cerró los ojos con un suspiro de paciencia.

── ¡Mamá!

── ¡Ya, ya me voy! ──Dijo entre risas la mujer. ── ¡Te espero en la cena con tu padre!, ¡Suerte con eso!

Cuando los tacones resonaron a lo lejos, Jungkook por fin se liberó de los brazos del alfa solo para reír con libertad, intentando así evitar también la vergüenza que lo carcomía.

── ¿Cosas lindas? ¿Libros? ──lo molestó con una sonrisa burlona.

Taehyung rodó los ojos intentando esconder el sonrojo, y simplemente volvió a apresarlo entre sus brazos, callándolo con sus besos desesperados otra vez

── Siempre me aconseja que piense en cosas lindas para no caer en la necesidad de... calmarlo físicamente, pero es imposible hacerlo ahora si tengo algo mucho más que precioso entre mis brazos ──Respondió el vampiro con malicia, devolviéndolo al caos de besos y caricias.── Entonces, ¿En qué estábamos?

Vaya día...

Presente.

Taehyung se rió también al recordarlo.

── No es para tanto mechitas, en todo caso quién no la podrá ver a la cara por días seré yo ──Hizo una mueca de incomodidad. ── Tranquilo, sigues en el anonimato. Por lo menos no sabe que te metiste a la mansión a escondidas para seducir a su hijo favorito en pleno celo ──Se burló ganándose un almohadazo inofensivo como respuesta.

Y ahí estaba lo que tanto temía...

Subíste diez escalas su ego, Jungkook, bravo...

── Cállate, idiota, y-yo solo venía a hablar desde un principio ──Se defendió algo nervioso. ── Tú empezaste a usarme de aromatizante personal y después me sedujiste descaradamente.

Taehyung boqueó con fingida sorpresa.

── ¿Me echas la culpa en mi propia casa? ──Reclamó indignado. ── Tu descaro es increíble, mechitas... ──Entrecerró sus ojos con falsa desaprobación── Yo lo recuerdo muy diferente...

── ¿Te quieres quedar sin tus preciados colmillos, cierto, rojito?

Jungkook volvió a golpearlo con la almohada, haciéndolo reír un rato antes de que ágilmente el vampiro pudiera quitársela y se subiera encima de su cuerpo reteniendo sus brazos contra el colchón

» Yo solo soy culpable de caer en tus encantos, mechitas ──Le sonrió con coquetería rozando a propósito sus labios.

Jungkook agradeció que ahora ambos tuvieran su ropa interior puesta o estaba seguro que no sabría de autocontrol, y sinceramente, se sentía exhausto por más que quisiera repetir la sesión de ayuda para el vampiro.

Sin borrar su sonrisa de poder, el alfa relamió sus labios con toda la intención de provocarlo. Acercándose solo un poco para que sus bocas se acariciaran y de inmediato alejándose con malicia justo cuando Jungkook planeaba corresponderle, mientras sus ojos no se despegaban de los ajenos que le reprochaban su maldad.

── ¿Ahora vas a jugar?

── Acabo de descubrir que te gusta bastante que juegue ──Aseguró con una sonrisa ladeada de pura arrogancia y satisfacción. ── ¿O miento? ──Dejó un pequeño beso en su lunar solo para desesperarlo, lográndolo victoriosamente.

── Esto sucedió solo por mi increible bondad y tu celo, que quede claro, no te hagas ilusiones ──Advirtió con seriedad.

Taehyung soltó una risa nasal y un pequeño chasquido.

── Yo lo tengo bastante claro, mechitas, ¿Seguro que tú también lo estás? Porque me acabas de demostrar todo lo contrario ──Señaló con orgullo, tentando de nuevo un beso que nunca llegó.

Cuando el menor intentó recriminarle sus jueguitos maliciosos con la voz tensa y débil, el sonido de un celular retumbando en la habitación, detuvo cualquier movimiento de alguno. Taehyung de inmediato llevó la vista hacia su mesa de noche, percatandose de que no se trataba del suyo.

── Es el tuyo.

── Mierda, ¿Dónde lo dejé? ──Se liberó de su agarre ágilmente, haciéndolo a un lado y levantándose rápido para buscarlo. ── Si sigue sonando alguien podría venir... ──Replicó con preocupación buscando bajo la cama.

El pelirrojo concordó, levantándose también para ayudar en la búsqueda, hasta que por suerte lo encontró tirado a los pies de la cama. Lo tomó y de inmediato reconoció el número de quién llamaba con un sonrisa burlona.

── Es Jimin.

── ¿Puedes contestarle? Necesito ir al baño ──Pidió apurado y todavía sofocado por el reciente momento compartido. ── ¿Puedo usarlo, cierto? ¿O voy a encontrar tus libros y eso? ──Se burló de nuevo algo nervioso.

Taehyung río y rodó los ojos por su comentario, mientras asentía al pedido, señalando la puerta correspondiente a la que sin pensarlo Jungkook corrió y se encerró.

Con la misma expresión risueña, el mayor se dispuso a contestar la llamada como le había pedido, percatándose antes, que el celular de este en realidad tenía la mitad de la batería completa.

¿No estaba descargado?

Frunció el ceño confundido por ese detalle, pero ignorando el asunto, contestó antes de perder la oportunidad.

── ¿Sabes correr pulgoso?

Tras la bocina se escuchó la risita traviesa del lobo.

── Se dice: "gracias mejor amigo, eres el mejor, te debo mi eterna vida", murciélago desagradecido ──Regañó con fingido tono molesto.── Hieres mi pobre y bondadoso corazón.

── No voy a decir eso, ¿Sabes lo peligroso que fue haberlo traído, perro tonto?

── Bueno, que ya hayan pasado dos horas cuando me dijo que serían solo diez minutos, y que seas tú quién me esté contestando su teléfono ahora, me dice que todo salió muy bien y como siempre, me da la razón a mi y mis increíbles planes ──Se jactó orgulloso el rubio. ── Eso, o no te pudiste controlar y lo drenaste, dime que no fue la segunda por favor... ──Se preocupó.

Taehyung solo bufó, pero ni siquiera tuvo tiempo de reprochar cuando su mejor amigo ya estaba hablando de nuevo.

» En fin, estoy seguro que no lo fue, así que me debes una, pero luego hablamos de eso ──Suspiró con dramatismo. ── Odio ser yo el que acabe así con su bonita velada, pero dile a tu Romeo que baje ya, acabo de ver al Conde Drácula estacionándose frente a tu casa.

El vampiro se alertó de inmediato.

── ¡¿Qué?, ¿Papá ya está aquí?!

── Si, así que si quieres mantener a tu amado con su linda sangre en su cuerpo, apúrate y dile que lo veo en la entrada del bosque en cinco minutos ──Fue lo último que escuchó de Jimin antes de que este le colgara sin esperar de nuevo una respuesta.

Taehyung exhaló estresado con la vista puesta sobre la pantalla del celular.

── ¿Todo bien? ──Murmuró Jungkook preocupado al salir del baño y encontrarselo con una mueca angustiada en el rostro.

── Voy a sonar como un grandísimo patán, pero debes irte ya, mechitas ──Lo miró avergonzado, acercándose para devolverle el celular. ── Mi padre acaba de llegar y no debe tardar en subir a ver cómo estoy, y a él si es difícil evitarlo ──Hizo una mueca inconforme.── Jiminie dijo que te espera frente a la entrada del bosque que lleva a su casa... De verdad, lo siento.

Jungkook tomó su celular y simplemente asintió con una sonrisa forzada.

── Está bien, de todos modos ya me iba,  debo llegar rápido a casa o mamá tambien se va a preocupar.

Tras una última mirada compartida, cargada de sentimientos guardados de ambos, en silencio el castaño se alejó para tomar su ropa y comenzar a vestirse, mientras Taehyung desde atrás lo observaba con un incómodo sentimiento de culpa y tristeza que de repente lo había abordado.


Un par de minutos más tarde, en lo qué Jungkook terminaba de amarrar sus botas en un silencio abrumador y con un semblante pensativo, fue sacado de repente de su turbulenta cabeza cuando sus ojos notaron una pequeña caja negra y rectangular ser puesta frente a su rostro.

Frunció el ceño sin entender nada, girándose para poder mostrarle su confusión al pelirrojo, quién lo observaba desde su hombro con una pequeña sonrisa.

── Feliz cumpleaños atrasado, mechitas ──Susurró manteniendo su preciosa sonrisa y descolocando aún más con esto al menor. ── Lamento entregártelo casi dos semanas después pero me llegó apenas, y además si lo llevaba ese día nos ibas a descubrir, así que te lo entrego ahora. Espero te guste.

Jungkook todavía consternado, tomó la caja algo dubitativo.

── No era necesario, creí que ya me habías dado tu regalo ──Sonrió con un deje de malicia contagiando al contrario.

── Eso era solo un pequeño adelanto, y también un regalo propio debo aceptar ──Le susurró al oído entre la burla y la coquetería.

El menor solo negó levemente con burla, dándole un inofensivo codazo, mientras con cuidado abría la caja, encontrando dentro de ella un par de baquetas de madera oscura con un grabado de serpientes blancas en el mango y unas pequeñas iniciales "Jk" escritas en medio de estas.

Jungkook jadeó sorprendido, acariciando la madera con cuidado, temeroso de arruinarla. No supo que decir, simplemente estaba fascinado con el regalo del vampiro y lo que este significaba para él.

── ¿M-Mandaste a hacer esto... para mi? ──Murmuró aún sin poder creerlo.

Sin dudarlo el contrario asintió.

── Cuando encontré la página en internet hace unas semanas no dude en hacer el pedido, creí que te gustaría recibir algo así... Aunque no esperé que fueran a tardar tanto en llegar, lo siento. Espero lo haya valido.

── Gracias, rojito... son maravillosas, m-me encantan, de verdad ──Le dedicó la más grande y genuina sonrisa de todas, la qué de inmediato aceleró por completo los latidos del alfa.

── No agradezcas. Eres un increíble baterista Jungkook, lo menos que mereces es tener algo que te lo recuerde y te ayude a seguir amando lo que haces, algo que haga que esa soga de dolor que significaba la música para ti ya no te asfixie tanto y en cambio te genere el placer que deseas ──Guiñó un ojo con coquetería y complicidad, mientras peinaba con cariño su cabello, logrando con esto sonrojar al menor y hacerlo morder su labio por la revolución en su estómago y corazón, ante sus bonitos y constantes gestos.

» Alguien tan único e increíble como lo eres tú, merece tener un instrumento a su altura: tan especial como su dueño.

Ambos se quedaron viéndose a los ojos por un instante que pareció eterno, con sonrisas pequeñas pero genuinas, y por parte del castaño, una mirada cristalizada como consecuencia a las significativas palabras de Taehyung que tanto lo habían tocado. Sin pensarlo dos veces, se inclinó y unió sus labios con los del vampiro. El beso está vez fue lento y diferente a todos los que hasta ahora habian compartido, lleno de emociones que lo abrumaron. Aunque Taehyung tampoco supo reconocer lo que eso significaba, no dudó en corresponder con la misma delicadeza y cuidado, su respuesta tan genuina y cariñosa que hizo vibrar el pecho de Jungkook.

Tras unos segundos dónde el beso ──Inevitablemente── logró subir de nivel, Jungkook rompió el encuentro, tomando las baquetas y levantándose apurado y todavía agitado, dispuesto a salir de allí cuanto antes por su propio bien, tanto físico como emocional.

Sentía que su corazón iba a reventar, y lo asustaba demasiado.

── G-Gracias de nuevo, las usaré en la próxima presentación ──Balbuceó sin mirarlo, volviendo a poner la tapa de la caja con manos temblorosas y guardándola en el bolsillo trasero de su pantalón, al igual que su celular, para luego tomar su chaqueta y ponérsela apurado. ── Me voy ya, Jiminssi debe estar esperándome.

Taehyung sonrió, mientras relamía sus labios y lo observaba sentado en el borde de su cama, apoyado en sus brazos con envidiable tranquilidad, soltando un suspiro ruidoso que estremeció al menor.

── Mechitas ──Lo llamó, captando de inmediato la atención del otro, quién lo miro por sobre su hombro. ── Gracias por lo de hoy ──Dijo sincero y luego se mordió el labio con un brillo de malicia en sus carmesíes ojos, acompañado de un dramático suspiro.── Confieso que será una tortura pasar el resto del celo sin ti y tus increíbles cuidados...

── Entonces guárdalo bien en tu memoria porqué no se va a volver a repetir. Mi bondad y amabilidad tienen sus límites, rojito... Suerte con eso──Dijo con una última sonrisa cómplice compartida, antes de desaparecer con afán por el vestidor del mayor, dejándolo únicamente con la compañía de su delicioso aroma a menta.

Como tú digas mechitas...

Taehyung mantuvo la sonrisa en sus labios, pero esta vez su mirada se perdió brevemente en la puerta por dónde había desaparecido. Aunque sabía que era mejor dejarlo ir, no pudo evitar preguntarse si algún día podría ser diferente.

Suspiró con fuerza.

Quizás ese último beso también debería guardarlo bien en mi memoria...

Sábado, 2:00 P. M.

Frustrado, Jungkook miró la pantalla por milésima vez como había estado haciendo en los últimos dos días, soltando una exasperada exhalación cargada de decepción al no ver ningún cambio.

Estaba a punto de lanzar contra la pared su celular, pero por suerte amaba demasiado el aparato para atreverse a hacer una atrocidad de ese tipo.

Mordiendo su labio con ansiedad, releyó la conversación que ya se sabía casi de memoria.

"Rojito Chupasangre 🦇🩸"

Jueves.

Ya deja tus dotes de conquistador y mejor dime, ¿Qué tal vas con esos cálculos? 😌
11:59 P. M.

Viernes.

Ni lo menciones, odio el celo. Si no fuera por eso, ya habría presentado ese maldito final como todos :(
12:01 A. M.

La vida, me odia demasiado, pero tú debes ser quién más está disfrutando de mi sufrimiento ¿verdad? -_-
12:01 A. M.

No lo niego, ahora mismo como humano tengo una ventaja
al gozar con el privilegio de poder dormir tranquilamente, mientras el pobre vampiro pasa la noche entre números.
La vida de un humano, no lo entenderias 🫢😜
12:04 A. M.

Que cruel eres mechitas, burlandote de mi desgracia cuando hiciste parte de ella, ¿Te lo tengo que recordar acaso? ^*^
12:06 A. M.

🙄😒
12:07 A. M.

Porque lo recuerdo es por lo que lo estoy disfrutando tanto, me parece algo bastante justo cuando soy yo quien terminó de esta forma:
12:15 A. M.
 
[Foto]
12:15 A. M.

La imagen se trataba de Jungkook frente al espejo de su baño, recién duchado y con el ceño fruncido, el torso descubierto dejando en evidencia múltiples marcas rojizas y algunas incluso ya casi violáceas repartidas por su abdomen, pecho, clavículas y hombros. La que más resaltaba era una mordida en uno de sus pectorales donde se marcaban perfectamente la dentadura del vampiro.

Agradece que tengo tatuajes en el cuello o seguramente ya me habrían preguntado que clase de bestia horrorosa me atacó de ese modo 🤨😤
12:16 A. M.

Mierda, si que eres cruel conmigo >n<
¿Cómo carajo voy a concentrarme en los malditos números después de semejante foto? x.x
12:20 A. M.

En mi merecida y pobre defensa, ──a la que tengo derecho según Jinnie Hyung──; esas son las consecuencias de ofrecerte como voluntario, y te lo advertí :P
12:21 A. M.

Además, los arañazos en mi espalda y hombros demuestran que no fui el unico que lo disfrutó ;) ¿También quieres verlos? :3
12:21 A. M.

Eres tan culpable como yo, mucho más si tienes ese bendito y perfecto cuerpo que solo me invita a marcarlo por completo ;S
12:22 A. M.

No se de que marcas hablas, creo que el celo si te hizo alucinar 🤨🧐
12:35 A. M.

Buenas noches, rojito
12:36  A. M.
[Foto]
12:38 A. M.

En la última fotografía se podía ver a Jungkook acostado en su cama con el cabello desparramado en su almohada,  haciendo resaltar sus mechas verdes, tapado hasta el cuello con su frazada y una mueca burlona adirnando su lindo rostro.

Y justo allí estaba también el responsable de su frustración y enojo: ¡Un maldito visto que llevaba ahí dos putos días!

Realizó un puchero enfadado viendo las palomitas azules como si fueran su peor enemigo.

Después de lo sucedido el miércoles, las cosas con Taehyung habían cambiado de una forma positiva. Su complicidad y confianza habían escalado a un nivel mucho más íntimo, qué aunque era inusual y extraño, estaba disfrutando bastante, al punto de mensajearse durante horas con él por los siguientes días y tener el valor de incluso mandarle esas fotos. Él quien odiaba mandar mensajes y casi nunca lo hacía a menos de que fuera necesario, prefería las llamadas y que estas fueran lo más cortas y concisas posibles, y ni hablar de las fotografías que detestaba y juró nunca intercambiar con nadie.

Su poca autoestima hacían siempre que la tarea de tomarse fotos de cualquier tipo fuera un desafío sobrehumano, mucho más si se trataba de fotografías de ese estilo... Tan arriesgado y que lo hacían sentir vulnerable.

Después del impulso que lo había empujado a tomarla, le costó mucho reunir el valor suficiente para enviársela, pero la confianza y comodidad que le transmitían las conversaciones con el vampiro fue lo que lo terminó de convencer para atreverse a hacerlo. Pero ahora, viendo como único resultado a su inmenso sacrificio ese maldito visto en unas fotos que ya ni siquiera podía borrar, se sentía sumamente frustrado, decepcionado, irritado y abatido; sobretodo porque creyó que las cosas entre ambos estaban mejor que nunca.

Al parecer también se había equivocado enormemente en esa deducción...

¿Por qué siempre que damos un paso nos terminamos alejando mil más?

Me hubiera conformado hasta con un emoji...

Con otro suspiro igual de pesado y abrumado, apagó su celular y lo guardó con semblante molesto y un puchero rabioso.

La ansiedad por ese maldito visto y el deseo de una respuesta pronta lo estaban atormentando, y aunque sabía que no podría borrar ese asunto tan fácilmente de su cabeza, intentó dejar de arruinarse lo que quedaba del fin de semana y tratar de centrarse en otras cosas.

Tal vez lo mejor era dejar de esperar algo por parte del vampiro, más aún cuando al parecer ese siempre era su método de escape.

Como siempre, siendo un enorme idiota...

── ¿Todo en orden Jungkookie? ──La voz de Namjoon a su lado lo sacó de sus pensamientos, provocando que se girará repentinamente a verlo con una expresión confusa, intentando disimular el fastidio que en realidad lo consumía por culpa de el menor de sus hermanos. ── Llevas diez minutos viendo tu celular.

── Los mismos que tú llevas viendo ese teclado, Hyung ──Señaló con una sonrisa tímida en respuesta.

El contrario le devolvió la sonrisa culpable al también dejar al descubierto la poca concentración que tenía ese día.

Namjoon le había pedido esa mañana que lo acompañará a comprar los repuestos y un par de nuevos instrumentos que necesitaban para la próxima presentación. Los demás se encontraban bastante ocupados con los exámenes finales y sus resultados, además de otros compromisos, por lo qué Jungkook no dudó en aceptar ir en su lugar.

Al fin de cuentas, necesitaba distraerse con urgencia.

Llevaban casi veinte minutos en la tienda tratando de encontrar lo que buscaban, aunque aparentemente ninguno de los dos se estaba esforzando tampoco demasiado en su tarea. Estaban perdidos en sus propios y desastrosos mundos.

── Tengo que asegurarme de la calidad, no queremos más instrumentos rotos ¿Verdad? ──Intentó bromear el alfa, reluciendo sus lindos hoyuelos y sus colmillos en una pequeña sonrisa.

Esa semana se habían roto dos baquetas, un teclado y uno de los altavoces sorprendentemente, aunque más bien, todos habían sido rotos accidentalmente por el peligris, quien esos días parecía más torpe y descuidado de lo normal.

Jungkook rió del mismo modo al recordarlo, tratando de no dejarse embobar por la belleza en la sonrisa del más alto.

¿Todos en esa familia sonríen tan bonito?

Debería ser ilegal.

── Hyung, eso va a seguir pasando mientras no te hagas una limpia ──Bromeó con una sonrisa traviesa que hizo a Namjoon mirarlo con los ojos entrecerrados en pura desaprobación.

── Increíble, no esperé que tú también te dejarás malinfluenciar tan rápido por esa manada de tontos, que decepción Jungkookie ──Negó dramáticamente el moreno tocandose el pecho con una exagerada expresión triste que solo logró agrandar la sonrisa del castaño. ── ¿También me vas a culpar?

── Tranquilo, con todo y maldición, te queremos Hyung ──Lo compadeció con una leve y amistosa palmada en el hombro y el mismo dramatismo.

Namjoon río en un chasquido y simplemente suspiró.

── Bien, es bueno saberlo... ──Le guiñó un ojo burlón, antes de despeinarlo un poco cariñosamente. ── Iré a buscar la bocina, ¿Tú te encargas de las baquetas de repuesto? Eres el experto.

Algo cohibido y un poco sonrojado, el menor solo asintió y se alejó rápidamente para dirigirse a la zona indicada, con una mueca enfurruñada.

Malditos vampiros y sus encantos...

Con esa queja en mente y su pequeña y repentina irritación hacia los vampiros Kim y su excesiva e injusta belleza, se dispuso a buscar unas buenas baquetas cerca de la vitrina principal de la tienda, probando su calidad.

Mientras revisaba con cuidado y a detalle las baquetas en la vitrina, algo llamó su atención por el rabillo del ojo,  a través de los grandes ventanales de la tienda, donde pudo distinguir en el parque que se encontraba al otro lado de la calle, a una figura bastante familiar e inconfundible: Taehyung.

Sin pensarlo, de inmediato se concentró en esa imagen, olvidando todo lo demás.

El vampiro estaba sentado en una de las bancas del lugar bajo la sombra de uno de los árboles más grandes, bebiendo un refresco, luciendo tan relajado y perfecto como siempre. Su cabellera rojiza brillando bajo la tenue luz del sol que siempre cubría el pueblo, y su risa era perceptible incluso desde la distancia.

Lo qué dejó a medias la sonrisa que quizo asomarse en el menor que tan atento lo observaba, fue él darse cuenta que ──para su sorpresa── este no se encontraba solo.

A su lado, un chico alto y pálido, de cabello oscuro y un corte estilizado, lo miraba con atención, sonriendo de una forma perfecta, con esa clase de interés que hizo que el estómago de Jungkook se contrajera al instante. Había algo demasiado cercano en la manera en que hablaban, en cómo las expresiones de ambos parecían sincronizarse y la complicidad que irradiaban.

El desconocido se inclinó un poco hacia Taehyung, diciéndole algo que provocó una carcajada suave de las suyas en el vampiro. Luego, sin dudarlo, el pelinegro levantó una mano para apartar una hoja que había caído sobre el hombro de Taehyung mientras ambos reían, un gesto tan natural que Jungkook sintió un nudo apretarse en su pecho.

Frunció el ceño y empujó el interior de su mejilla con la lengua bastante irritado, tratando de ignorar esa molesta punzada que comenzaba a arder en su interior. No debería importarle lo que Taehyung hiciera ni con quién lo hiciera, pero, joder, verlo tan cómodo y risueño con alguien más le revolvía las entrañas.

¡No te importa Jungkook, no te importa lo que ese murciélago idiota haga o deje de hacer!

Le ardió el estomago de solo ver lo estúpidamente perfectos que ambos se veían desde allí. Guapos, altos, con un estilo despreocupado y elegante al vestir, y unas malditas sonrisas deslumbrantes. Sobretodo la del individuo, era una sonrisa de comercial de pasta dental que sólo lo hacía enojar más cada que se la dedicaba con tanta naturalidad al vampiro.

Mierda, quería vomitar.

── ¿Las encontraste, Jungkookie? ──La voz de Namjoon lo sacó de su trance, pero no logró hacer que apartara la mirada de fuego de la escena frente a él. Incluso juraba que sus ojos estaban resplandeciendo de ira.

── ¿Quién es el Ken coreano que está con tu hermano? ──Murmuró casi sin darse cuenta, su mandíbula tensa mientras observaba cómo Taehyung sonreía ampliamente enseñando sus colmillos con su particular sonrisa cuadrada, por algo que el otro dijo.

Namjoon lo miró con curiosidad antes de seguir la dirección de su mirada. Al descubrir de qué hablaba, una sonrisa divertida curvó sus labios, pero por un momento, dejó que su atención se centrara más en el semblante de Jungkook.

¿Por qué está tan tenso de repente?

¿Eso son celos...?

Vaya, interesante...

Se rió por lo bajo, decidiendo guardar para sí mismo lo que acababa de notar.

── Es Park Bogum, su mejor amigo de infancia, ¿Por qué ese amable interés en él? ──Dijo con sarcasmo y una mirada de malicia, a la que no fue correspondido porque el de mechas estaba más ocupado tratando de averiguar si por casualidad también contaba con el poder de incinerar a las personas con una sola mirada, pues parecía tener todo el deseo de calcinar vivo al inocente chico.

── Simple curiosidad ──Respondió entre dientes el menor, sin deshacer su ceño y apretando las baquetas que anteriormente veía, entre sus manos. ── ¿Su mejor amigo no era solamente Jimin? ──Acusó con notable fastidio.

¿Y por qué mierda lo hace reír tanto?

Namjoon sonrió por lo amargo y el desdén que captó en esa pregunta, pero tragandose su diversión, intentó contestarle con tranquilidad.

── Lo es, al igual que Bogum ──Explicó. ── Es solo que dejaron de ser unidos cuando perdieron el contacto hace unos años, su familia se mudó a Japón y ahora sólo hablan de vez en cuando por mensaje.

» Acaban de volver hoy por unos... negocios en común con mi familia ──Murmuró con una mueca inconforme, que el menor no pudo ver.

Así que por eso no me contestó...

Con un gruñido bajo de molestia, Jungkook se obligó a desviar la mirada de nuevo a las baquetas y a intentar volver a centrarse en su tarea. Aunque el sentimiento de incomodidad, irritación y tristeza ahora se había apoderado de él por completo.

¿Por qué carajos se sentía así?

Cerró sus párpados y exhaló con fuerza.

Carajo, tenía que aceptar lo obvio:

Estaba celoso.

Jodidamente celoso.

¿Pero de qué realmente lo estaba?

¿De verlo reirse y ser cómplice con alguien que no era él? O ¿De no poder ser él ese chico para estar de esa forma tan libre, tranquila y despreocupada a su lado?

Tal vez de ambas.

── H-Hyung, él... ¿T-Tambien es alfa? ──Inquirió en un balbuceo casi inaudible y apagado, mientras fingía detallar con interés las baquetas en sus manos.

Namjoon lo observó de reojo con curiosidad, notando cómo el rostro de Jungkook parecía un libro abierto: frustración, incomodidad y algo más que no terminaba de descifrar...

── N-No... Es un omega vampiro ──Respondió casi culpable el mayor con una mirada de comprensión.

Jungkook solo asintió débilmente con un suspiro ruidoso y se alejó de la ventana con la excusa de buscar otro estilo de baquetas en otra vitrina mientras su pecho dolía de esa manera ya tan conocida y al mismo tiempo tan destructiva.

Ese era el inevitable resultado de arriesgarse: Salir siempre lastimado.

Él no era un omega.

No era un monstruo por completo.

Tampoco un humano ni siquiera.

Nunca era, ni sería suficiente para nadie, y lo sabia bien...

Sin embargo, Taehyung había logrado sembrar una pequeña y ridícula esperanza en él, en la que  absurdamente decidió confiar. Y si bien, no se arrepentía, eso no quitaba que estaba siendo tan doloroso como temía o incluso más...

¿Por qué tenía que tener ese maldito poder sobre él?

No lo entendia ni un poco, pero llegaba al punto de arrancarle emociones que ya conocia, que no queria volver a sentir, e incluso lo inundaba de mil más que desconocía pero disfrutaba. Era desconcertante. Doloroso. Y peor aún... a este punto, Innegable.

Mientras Jungkook seguía atrapado en su propio torbellino de emociones, Namjoon desvió la mirada de nuevo hacia el parque, notando que un par de conocidos se habían sumado a la amena charla de su hermano menor con su amigo.

Su ceja se levantó de forma inconsciente al ver a SeokJin llegando entrelazado del brazo de nada más y nada menos que: Park Yunha.

Conversaba casualmente con la rubia quién parecía decidida a robarle toda su atención. La joven no perdía la oportunidad de lanzarle miradas coquetas y risas exageradas al vampiro mayor, mientras Jin por su parte, como siempre, respondía con una sonrisa educada pero distante.

El alfa frunció el ceño, observando cómo la chica se recostaba ligeramente en el brazo del pelipurpura con caricias excesivas e inecesarias a las que Jin parecía no darle atención, pero para el peligris en cambio, esa interacción era un espectáculo insoportable.

── ¿A que punto llega su falta de dignidad? Quierete un poco niña ──Murmuró por lo bajo, sin apartar la vista de la escena.

Jungkook, aún en su propio lío emocional, lo miró confundido desde atrás. ── ¿Qué?

── Nada, solo... me preguntaba si el descaro tiene cuerpo de mujer y viene con un manual para molestar a los demás a pesar de que es obvio el rechazo que le tienen ──Dijo, con una sonrisa ladeada y una ligera risa nerviosa, apretando el cable que sostenían sus manos con tanta fuerza que sus nudillos se blanquearon.

Jungkook desconcertado con las palabras y la actitud del mayor, dejó del lado de nuevo las baquetas para acercarse al ventanal. Ignoró con toda la incomodidad y tristeza como el par de vampiros seguían sonriendose y hablando animadamente entre ellos, y en cambio centró su vista en el recién llegado Seokjin y en la bajita pero preciosa rubia de cuerpo esbelto que lo acompañaba.

── ¿Quien es?

── La mocosa mimada, caprichosa, engreída e insoportable hermana menor de Bogum, Park Yunha ──Murmuró en respuesta Namjoon con un tono mordaz, la mirada rojiza y brillante fija en la aludida y la mandíbula a punto de quebrarse por la fuerza que estaba ejerciendo.

Jungkook ladeó una sonrisa, mientras se cruzaba de brazos.

── Vaya bonita y completa descripción ──Susurró levemente divertido. ── Veo que no se llevan bien, entonces supongo que lo insoportable debe venir de familia.

El alfa a su lado soltó un gruñido al ver a la fémina colgada del cuello de Seokjin mientras inútilmente el pobre intentaba alejarla con clara incomodidad.

── Ese pequeño diablillo rubio, es la viva encarnación de esa palabra, desde pequeña ha sido como un grano en el trasero de Jinnie y como un ajo en mi comida.

Jungkook soltó una breve carcajada.

── Y te molesta de ese modo por eso ¿No es así, Hyung?

── Si, claramente ──Bufó el mayor.

El menor lo miró entre la sorpresa y la diversión por su respuesta clara, logrando que en ese pequeño tramo de segundos el vampiro se percatara de su concisa afirmación y de inmediato quisiera corregirse.

» Me refiero a que me molesta que no respete el espacio personal de Jinnie, no entienda ni respete negativas y que no capte las indirectas de que nadie la soporta ──Aclaró con tono firme y un último resoplido antes de girarse para dirigirse a la caja. ── Como no me di cuenta que ella también vendría... Joder, ya me arruinaron la semana ──Se le escuchó murmurar para sí mismo con irritación.

Jungkook por su parte solo se quedó viéndolo con interés.

¿Soy yo o huele a celos?

Ese pensamiento ──Aunque divertido── solo lo confundió más y lo desconcertó por completo. Se dijo a sí mismo que solo debía tratarse de celos de hermano sobreprotector y típicos de un alfa, ──por lo poco que había aprendido sobre ellos──, para no darle vueltas innecesarias a la reacción de Namjoon que lo llevaran a conjeturas... raras e inapropiadas.

Con un último suspiro, llevó de nuevo la vista hacia cierto pelirrojo que ahora le daba la espalda mientras era abrazado por los hombros por el omega a su lado.

Ya somos dos a quien se nos arruinó la semana...

Domingo, 8:50 A. M.

" Chupasangre 🦇🩸"

Sábado.

De verdad siento no haber respondido antes mechitas, tuve que encargarme de un asunto familiar con Jin hyung y no tuve tiempo de ver más el celular ;"(
10:00 P. M.

Gracias por esa última foto, me ayudó a estudiar ;3
10:01 P. M.

Domingo.

Bien, sé que me merezco que me hayas devuelto el visto, no me voy a quejar, pero dame una tregua, dijimos que teníamos una conversación pendiente ¿Recuerdas? >.>
4:00 A. M.

¿Qué tal a las 9:00 en el parque de la plaza? ;*
No hay mucha gente en la mañana, ambos estamos libres y te prometo que llevaré ofrendas de paz, además dejaré que me golpees cuanto quieras ;D
¿Qué dices mechitas? *u*
4:02 A. M.

9:00 en punto en la plaza o lo único que te llevarás
será una patada en los huevos.
7:30 A. M.

Hecho, nos vemos ahí, belleza <3
7:32 A. M.

Con una leve sonrisa, Jungkook leyó de nuevo los mensajes, viendo con ansiedad los minutos del reloj de su celular pasar como una eternidad frente a sus ojos. La mañana era fría, y a pesar de que intentaba mostrarse indiferente, su pie se movía nervioso contra el suelo.

Llevaba solo cinco minutos sentado en esa banca pero ya sentía que quería huir de nuevo a su casa y esconderse bajo sus sabanas por semanas.

Había visto los mensajes de Taehyung tan pronto estos fueron enviados, pero su orgullo y enojo le hicieron querer darle una cucharada de su propia medicina, mucho más después de lo que había visto la tarde anterior. Y aunque había pasado toda la noche dándole vueltas a este encuentro, preguntándose si debía aceptar o no, o si debería tener más dignidad y hacerse de rogar un poco, o simplemente bloquearlo como debió en un principio; lo cierto era que su debilidad con el vampiro era ridículamente alta, e inevitablemente terminó cediendo de nuevo para darse la oportunidad de escucharlo.

Después de todo era estúpido sentirse traicionado u herido por un acto del vampiro del cual era totalmente inocente, porque ellos no eran nada.

Nada más que amigos.

Unos cuantos coqueteos, besos y caricias compartidas en un momento vulnerable no los convertía automáticamente en algo real. Y Taehyung tampoco era culpable de sus problemas de inferioridad que nada tenían que ver con él.

Si era sincero, ni siquiera tenía claro que le diría ahora, su cabeza estaba en blanco. Una parte de él ──La más orgullosa── estaba molesta aún por haber aceptado venir. Pero otra... otra no podía evitar querer verlo.

Guardó su celular en el bolsillo de su chaqueta para no seguir alimentando su ansiedad, e intentó calmar los movimientos de su pierna con inhalaciones profundas, cargadas del fresco aire de la mañana. Tal y como el mayor había dicho, la plaza se encontraba solitaria, únicamente ambientada por el cantar de los pájaros y la fría brisa otoñal que ya avisaba la inminente llegada del invierno.

Fijó su vista en la punta de sus botas mientras resguardaba sus manos en su chaqueta de la helada brisa, de repente la oscuridad lo envolvió al sentir como unas frías manos cubrían sus párpados desde atrás.

Chasqueó una risa amarga.

── Tus trucos románticos no van a funcionar esta vez.

Su sonrisa perdió fuerza al reconocer un perfume cítrico que tanto conocía, y al percatarse que las manos que lo cubrían no eran pálidas, delicadas ni elegantes, si no más bien toscas, grandes y sin anillos en ellas. Lo que escuchó después fue la puñalada final a su temida realidad.

── Pero si yo recuerdo que siempre funcionaban muy bien contigo, ojitos ──Murmuró con falso pesar esa voz que tanto le aterrorizaba tener que volver a escuchar.

Su cuerpo se tensó, y un nudo se formó en su garganta.

No. No podía ser él.

Sin pensarlo quitó sus manos con la más mínima delicadeza, y se giró a encarar a su verdugo. Al girarse, lo vio. Su peor pesadilla hecha realidad: Yugyeom estaba allí, de pie frente a él con esa misma y maldita sonrisa que tanto lo había herido en el pasado.

── Hola de nuevo, ojitos ──Saludó con su característico descaro, y una sonrisa inocente que solo estremeció a Jungkook.

La misma sonrisa cruel que le había dedicado ese día, la misma mirada dulce y segura que escondía la maldad de sus actos, y el mismo hombre que lo había empujado hacia ese pozo de oscuridad del que tanto estaba luchando por salir.

Sus ojos de inmediato se llenaron de lágrimas y su respiración se aceleró mientras desconcertado trataba de entender como su peor miedo se había realizado y justo en ese momento.

Kim Yugyeom había vuelto a su vida y con él todas sus heridas cerradas, se abrieron de nuevo dolorosamente.

Desde lo lejos, parado a unos metros de distancia Taehyung detuvo su andar y borró su inmensa sonrisa al ver la escena de un desconocido cubriendo los ojos de su mechitas. La pequeña botella de leche de banana que sostenía en su mano tembló de repente.

La sonrisa de aquel chico, la cercanía entre ambos, el modo en que Jungkook parecía quedarse sin palabras frente a él... Todo lo que vio desde fuera lo interpretó como una intimidad que no entendía pero envidiaba.

Con su lengua presionando su colmillo, los ojos oscurecidos y la respiración acelerada, bajó la mirada a la bebida en su mano. El pequeño acto de bondad que había querido tener con el castaño, ahora parecía nada más que una estupidez.

¿Qué sentido tenía intentar reparar algo o avanzar de algún modo si Jungkook aparentemente ya había encontrado consuelo en alguien más?

Alguien aparentemente importante para él...

La forma en que el castaño lo miraba ──aunque fuera con sorpresa── fue suficiente para hacer que un dolor inesperado le atravesara el pecho. No podía escuchar lo que decían, pero el acercamiento entre ellos le pareció demasiado cercano, demasiado íntimo.

Y esa sonrisa que el pelinegro le dedicaba a Jungkook, esa manera en que parecía disfrutar de su atención...

Fue como un golpe directo al corazón.

Su mano libre se cerró en un puño, y un destello rojizo cruzó sus orbes. Había algo en esa escena que no podía soportar, algo que removía todas esas emociones que había intentado evitar, pero no sabía ni siquiera que era lo que tanto le afectaba de todo eso.

¡Carajo, ni siquiera somos nada!

Sabia que en parte era su culpa por no aclarar las cosas a tiempo, desde sus sentimientos hasta lo que estaban compartiendo últimamente, pero la sensación de derrota era asfixiante y se negaba a tener que soportar ver esa escena desde ahora en adelante.

No tenía idea de quién era ese tipo, pero su presencia se sintió como una terrible amenaza que solo hizo hervir su sangre.

Sin pensarlo mucho más e intentando pensar con cabeza fría, lejos de sus instintos asesinos, dio media vuelta y caminó hacia un basurero cercano. Sostuvo la bebida durante unos segundos, debatiéndose entre la lógica y la emoción que lo desgarraba por dentro, pero finalmente la dejó caer con frustración en el contenedor. El sonido hueco del plástico al impactar contra el fondo metálico resonó más fuerte en su cabeza de lo que esperaba.

Respiró profundo, intentando calmarse, pero el ardor en su pecho no cedía. Miró hacia atrás una última vez, viendo cómo el extraño parecía seguir hablando con Jungkook, y este lo escuchaba como si nada más en el mundo existiera.

Taehyung tragó con fuerza, dejando que su orgullo tomara el control por encima de sus emociones, y sin darle una oportunidad a la incertidumbre o a la duda, se marchó del parque con pasos rápidos y decididos, intentando convencerse de nuevo con aquella frase que empezaba a detestar:

Es mejor así.

🐍 [ Ťo Bə Continuə... ] 🦇

Me retiro lentamente y me vuelvo a desaparecer otro mes 🫣👹

Jsjsjs no cierto bebes

Hola, ¿como están mis amores? 💗
Perdonen estuve con un bloqueo en este capítulo, y por eso me tardé en actualizar además de que estaba ocupada con otras cositas 🥺. Pero bueno, por fin salimos de eso y estoy de nuevo por aquí 😌✨💚

Ok, hay mucho que hablar sobre este capítulo pero yo no diré nada porque soy muda no escucho 😀😗
Solo como se habrán dado cuenta, esto es la puerta al inicio del drama potente, así que preparen los pañuelos porque vamos a llorar de dolor, pero también de mucho mucho amor y miel 🥹✨😭💚❤️

Espero les haya gustado el capítulo con nuestros dos nuevos peligrosos integrados muajaja 👹 Y MUCHAS GRACIAS PORQUE ESTAMOS A NADA DE LOS 3k VOTITOS Y ESO ME PONE MUY FELIZ, AL IGUAL DEL MONTÓN DE GENTE NUEVA QUE HA LLEGADO A LA HISTORIA. MUCHAS MUCHAS GRACIAS POR DARLE UNA OPORTUNIDAD A ESTA MONTAÑA RUSA Y A SUS DOS TONTITOS QUE NO SE DAN CUENTA QUE SE AMAN 🥹🥹😭🫂

Los amo mucho mucho, gracias por leer y espero volver más que pronto con el siguiente capítulo 😩🛐😭🥹💚
Mil besos y abrazos, bye . 💜🌷

VanTTGirl ▪︎

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