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『♡⃕』XI PT. II 🐍

Cuatro Días Después...

Viernes, 10:00 A. M.

El ambiente dentro de la gran y lujosa camioneta de Namjoon era inusualmente silencioso y tenso desde la perspectiva de Jungkook. Cosa que pocas o casi nulas veces sucedía cuando se trataba de estar los siete juntos en un mismo espacio, pues siempre solía ser todo lo contrario, o al menos, así había sido hasta ahora, cumpliéndose ya casi un mes desde que Hoseok y él habían ingresado al grupo.

Aunque no era usual, también era cierto que entendía bien el porqué de la situación, cuando él mismo hacía parte de ese semblante pensativo, tenso y malhumorado en el que los siete se habían sumido sin si quiera darse cuenta.

Por su parte, Jungkook había pasado los últimos cuatro días en un estado continúo de ansiedad, nerviosismo e irritación, debido a qué desde el pequeño incidente del bosque que había vivido en compañía de Taehyung, las cosas desgraciadamente no habían quedado ahí. A pesar de que ahora evitaba a toda costa caminar solo por el bosque, el tema parecía ser mucho más grave de lo que pensaba pues no se limitaba solo a ese lugar como creyó en un principio, porque desde entonces no importaba a dónde fuera o con quién estuviera, esa horrible sensación de sentirse constantemente vigilado y perseguido por alguien seguía creciendo más y más.

Aún no le decía nada a nadie y agradecía infinitamente que Taehyung tampoco hubiese hablado sobre lo ocurrido con los chicos, porque lo que menos quería era más preocupación o lástima de su parte. Ya bastante tenía con que cualquiera de ellos se ofreciera siempre a llevarlo a todos lados y lo cuidarán como a un bebé en constante peligro. Se los agradecía y en parte le conmovía esa preocupación notablemente genuina, pero no le gustaba sentirse de ese modo por más buenas que fueran las intenciones de los mayores.

Obviamente tampoco le había comentado sobre su actual e incómoda paranoia al vampiro. Prefería mantenerlo lo más al margen de sus problemas de seguridad posible o seguramente lo tendría que soportar ahora como su nuevo guardaespaldas personal e incansable, estando aún el doble de pendiente a él, de lo que de por sí ya estaba desde lo ocurrido. No le molestaba por completo su cuidado y atención constante si era del todo sincero consigo mismo, y era consciente también que muy probablemente el otro ya estaría sospechando que algo más ocurría, pero tampoco se lo confirmaría por cuenta propia; porque si algo había aprendido sobre rojito en las últimas cuatro semanas que llevaba conociéndolo, ──a parte de su coquetería nata y su ego del tamaño de Rusia──, es qué para su desgracia, Kim Taehyung era alguien sumamente intuitivo y observador.

Odiaba darle la razón, pero en aquello el vampiro no mentía cuando se jactó de esa cualidad suya en su cara días atrás. Aúnque también era un gran entrometido e intenso, según su criterio.

Sin darse cuenta, se encontró a sí mismo mirándolo con una pequeña e imperceptible sonrisa.

Este estaba ubicado al extremo contrario de su mismo asiento en la parte trasera del auto, mientras dormía placido con la cabeza apoyada en la ventana y abrazado a Jimin quién se encontraba igual de profundo recostado y acurrucado en su hombro hace aproximadamente una hora, luego de que Taehyung hubiese sucumbido al sueño tan pronto el sol empezó a ganar protagonismo en lo alto del opaco cielo matutino de la ciudad.

No supo porqué, pero se le escapó una mueca descontenta ante esa sola imagen, por lo que volvió de inmediato su mirada al frente, imitándolos y arrecostandose en el hombro de Hobi con la intención de también intentar dormir aunque fuera un poco más, mientras el mayor se mensajeaba contento con quién dedujo que era JiEun, quién había sido la única en lograr hacerle desaparecer por un momento el mal humor y la tensión con la que Hoseok raramente también había empezado aquel inesperado y sorpresivo viaje.

Porque allí radicaba la principal molestia e incomodidad de todos en ese auto.

La mañana siguiente al loco e inusual día de Jungkook, Namjoon los había citado para una reunión extraordinaria, dónde les comunicó que en la reciente cena con el productor Bang había logrado cerrar algo parecido a un contrato provisional para tocar ese fin de semana en un teatro pequeño de Seúl como parte de un festival de música organizado por unos productores extranjeros, los cuáles venían en busca de talentos locales. Y si bien la noticia los emocionó demasiado a todos en su momento por poder lograr juntos algo tan importante y deseado por los tres fundadores del grupo, ──después de casi cuatro años que los mayores llevaban como banda underground tocando únicamente en algunos bares pequeños de los alrededores del pueblo──; lo cierto también era que la noticia fue más que agridulce para la mayoría por diferentes motivos personales y conjuntos.

El principal y más grave de todos se debía a qué para el señor Bang, y para la mayoría de su público humano, la apariencia de los siete no se debía más que a disfraces muy bien logrados y personajes inexistentes creados para lograr una estética general de la banda basada en la fantasía y magia o las leyendas famosas de monstruos. Por lo que sus verdaderas identidades estaban en riesgo y era sumamente peligroso exponerse de esa forma en la ciudad, cuando para nadie era un secreto el rumor a voces que corría por todo el país sobre la siniestra captura y trata de híbridos que allí existía. Más aún cuando se tenía en cuenta que cinco de ellos eran monstruos puros.

Y aunque se podía creer que para Jungkook y Hoseok, aquello no era tan preocupante u grave debido a su previa experiencia de años viviendo en la ciudad y la apariencia un poco más mundana de ambos, la cuál podría lograr pasar más desapercibida, lo cierto es que no era del todo así, debido a los antecedentes que habían generado antes de irse, y a su misma historia y pasado en ese lugar lleno de recuerdos oscuros y desagradables para los dos, que tenían cero ganas de traer de nuevo a colación, y mucho menos, de revivir.

Además de tener que lidiar con el constante temor de contar con la mala suerte de encontrarse o ser reconocidos por alguien de su viejo círculo, si teníamos en cuenta las horribles casualidades de la vida qué últimamente parecían perseguirlos.

Y si a eso le sumábamos los nervios de la primera vez tocando frente a un público real e inmenso con gente importante y de alto rango incluido, todo era mucho más complejo y terrorífico de lo que al principio sonaba para todos. Pero también era cierto que tampoco podían darse el lujo de rechazar tal oportunidad para la banda, no cuando era algo que Taehyung, Yoongi y Jimin sí que habían deseado desde el inicio, en su locura de formar un grupo; por lo que luego de pensarlo y debatirlo juntos durante horas, decidieron tomarla a pesar de los innumerables riesgos.

Es así cómo el jueves en la noche, todos hicieron un equipaje para dos días y se emprendieron los siete en un viaje por carretera de casi diez horas, rumbo hacia Seúl, únicamente con un poco de dinero para gastos básicos dado por el alcalde Kim, quién muy a regañadientes les dió el permiso de participar en tal evento y se rehusó bastante en darles ese mínimo apoyo económico, que al final si les terminó brindando gracias al gtan poder de persuasión de sus hijos, a parte de pagar el hotel dónde descansarían ese día, antes del concierto en la tarde siguiente.

Faltando todavía casi una hora de viaje para llegar al hotel que el vampiro adulto les había reservado previamente, el ambiente desgraciadamente seguía siendo el mismo que al salir de Ilheobolin horas antes. A parte del cansancio por las extensas horas de viaje en la que los tres mayores ──Namjoon, Yoongi y Seokjin──, se habían relevado cada dos horas para conducir; los nervios, el hambre, la incomodidad y la paranoia conjunta los tenía de muy malas pulgas a todos.

Los tres mayores en los asientos del frente conversaban y debatían en voz baja tratando de no incomodar a nadie, mientras los cuatro en la parte trasera se la habían pasado todo el viaje dormidos, en silencio y sumidos en sus teléfonos o simplemente escuchando las discusiones de Jimin y Yoongi que ese día eran extrañamente más constantes y al parecer también genuinas, a comparación de lo habitual que no pasaban de ser pequeñas bromas y apodos infantiles disfrazadas de molestia.

Aunque era entendible. Jimin, al igual que los cuatro vampiros habían tenido que camuflarse por seguridad con ayuda de su ropa, usando gorros, lentes y tapabocas que pudiesen disimular o esconder de algún modo los pequeños detalles en su apariencia que pudieran delatarlos de alguna forma. Cómo las características orejas de Jimin, o los ojos rojizos y brillantes, los colmillos afilados y la palidez inusual de los otros cuatro. De nuevo siendo el par de mitad humanos los únicos con un punto a su favor esta vez, al tener una apariencia un poco más "común" y poco llamativa.

Para el menor era raro no verlos con sus habituales trajes o la ropa alternativa y más impresionante con la que siempre se vestía el rubio en su caso. Siendo estos reemplazadas por hoodies enormes con capuchas para cubrirse, gorras, lentes de sol y tapabocas, que si bien no les quedaba mal y por el contrario les daba una apariencia más relajada y jovial, tampoco era lo más común en ellos.

Cuando Hoseok lo abrazó y le permitió acomodarse mejor en su hombro, Jungkook sonrió complacido dispuesto a intentar descansar un poco más de lo que ya había podido hacerlo, al prácticamente ser el único en dormir la mayor parte del viaje durante toda la noche. Ya que cuatro de los demás no eran de dormir en la noche, y Jimin a pesar de sí hacerlo, parecía querer todo menos descansar, mientras Hoseok por su lado estaba muy preocupado como para también querer pegar un ojo.

Y era cierto que si había mucho por lo que preocuparse, pero no quería darse el lujo de seguir atormentandose sólo, cuando podía dormir un poco más y su cuerpo se lo suplicaba.

No había que olvidar que seguía siendo un humano con necesidades básicas y naturales de supervivencia mundana, para su desgracia.

Con un suspiro fuerte terminó quedándose dormido a los pocos minutos, por tercera vez, en los brazos de su primo.

Más tarde se preocuparía como tal vez debía hacerlo...

11:35 A. M.

Cuando Jungkook, Jimin y Taehyung despertaron una hora más tarde, Namjoon les informó que estaban a tan solo media hora de llegar, por lo que todos se sintieron alegres de al menos poderse bajar pronto por fin de ese auto y estirar sus entumecidos cuerpos.

En lo que ahora todos intentaban entablar conversaciones más alegres y miraban sorprendidos las calles de la ciudad desconocida para la mayoría de ellos, Jungkook por su parte veía la misma por la ventana, con una mueca de angustia fija en su rostro. Recibiendo por fin el golpe de realidad al reconocer perfectamente todo lo que pasaba con velocidad frente a sus ojos y qué tantos recuerdos ──En su mayoría amargos── le traía.

Se encontraban adentrándose en el centro de la ciudad dónde se hayaban la mayoría de bares y discotecas que en el pasado frecuentaba casi siempre en compañía de sus viejos amigos, y aquello no traía consigo buenos recuerdos.

Estaba ansioso, nervioso y verdaderamente preocupado.

No quería verlos otra vez, ni que supieran quién era ahora, ni mucho menos el porqué estaba allí. No después de lo que le habían hecho y de ser los principales culpables de mucho de lo que había tenido que soportar últimamente. Siendo también el líder de ellos, el único y gran responsable de su retraimiento hacía todo el tema amoroso y su casi nula confianza para con los demás.

No quería aceptarlo, pero Kim Yugyeom y su traición, si lo había logrado marcar y herir más de lo que desearía aceptar...

Si antes de conocerlo ya estaba roto, lo que Yugyeom había hecho fue el responsable de convertir su nula seguridad y amor propio, en nada más que un fino polvo de vidrio que cualquier brisa por más suave que fuese, podría hacerlo desaparecer en nada más que un efímero instante.

Y estaba aterrado por eso, porque esa brisa llegará en forma de amor nuevamente, cuando en realidad solo se trataba de un fuerte tornado que terminaría arrasando y destruyendo todo a su paso.

Destruyendolo hasta que no quedará nada...

Lo odiaba el doble por ello, pero se odiaba más a sí mismo por darle ese privilegio que aquél imbécil no se merecía tampoco.

Hoseok notó su estado pensativo y agobiado cuando lo vió morderse el labio con fuerza a su lado y mover su pierna con ansiedad constantemente. Por lo que de inmediato lo tomó de la mano dándole un apretón de consuelo y apoyó, obligándolo a verlo también con ese gesto.

Jungkook lo hizo, fingiendo una actitud tranquila y serena, que el mayor no se creyó ni un poco al ver las lágrimas acumuladas en sus orbes que pedían a gritos salir. Al igual que un par de ojos rojos que desde el otro extremo lo observaban con curiosidad y preocupación.

── Todo va a estar bien, roquita, la ciudad es inmensa y el mundo no es tan pequeño ni horrible para que terminemos encontrándonos a estas alturas de la vida ──Murmuró en un tono bajo e íntimo el albino con una sonrisa pequeña pero tranquilizadora, acariciandole el cabello con cariño.

El menor lo miró con desconfianza y un puchero inconforme, cuando sus ojos se desviaron inconscientemente hacia el pelirojo que todavía lo observaba con detenimiento.

No estoy tan seguro de eso después de esta semana...

Suspiró abatido, corriendo la mirada de inmediato para centrarla de nuevo en el peliblanco.

── Espero esta vez tengas toda la razón Hyung, porque lo que menos quiero ahora es verlos y... Recordar... ──Se quejó con molestia y frustración, tragando saliva con fuerza.

Hoseok le dio la razón con un asentimiento comprensivo.

── Lo sé, Kookie, créeme que yo tampoco quiero hacerlo, pero confiemos en nuestra buena suerte y pensemos positivo ──Aseguró animándolo con una sonrisa que exponía sus hoyuelos, despeinandolo un poco en un gesto cariñoso.

Para no preocuparlo más de lo que seguramente ya el mayor estaba también, Jungkook simplemente asintió devolviéndole una débil sonrisa antes de acomodar su cabello y volver a centrarse en mirar por la ventana, con un sentimiento de angustia y temor latente. Como si otra vez se encontrase en un oscuro y tinieblico bosque siendo esa débil presa de mil depredadores.

¿Como le explicaba al mayor que suerte era lo que menos gozaba de tener últimamente?

Imploraba por poder tener aunque fuese una pizca de ello para que en los dos días que tendrían que estar allí, nadie lo reconociera, por su propio bien.

Media hora más tarde, por fin llegaron a un hotel de perfil medio ubicado en el centro de la ciudad, el cuál el señor Kim les había reservado. Uno que desgraciadamente y como si ya no fuera demasiado, Jungkook también conocía a la perfección gracias a su estúpido ex novio.

Exhaló cansado al tan solo reconocerlo.

Bajaron del auto tan pronto Namjoon estacionó en el primer lugar libre, recibiendo de inmediato el impacto del potente y molesto sol de medio día sobre ellos, mientras todos estiraban sus cuerpos en medio de quejas y refunfuños bajos.

── Cómo odio a este gran hijo de puta ──Reclamó Yoongi entre dientes viendo hacía el cielo con desagrado.

Hoseok y Jungkook rieron divertidos ante aquello, mientras los otros cuatro le daban la razón al pelimenta con gruñidos y resoplidos de acuerdo.

── ¿Ahora es cuando ustedes se desvanecen o algo así? ──Intentó bromear viendo a los cuatro vampiros con una risita maliciosa que logró una mirada ofendida de parte de estos.

── No exactamente, esa solo es otra leyenda más del montón sobre nosotros, pero lo que sí es cierto es que no somos los más amantes de la luz diurna ni mucho menos de los rayos solares ──Explicó con tono calmado Namjoon pero sin borrar su mueca descontenta.

── En el pueblo es algo casi imperceptible gracias a la magia que rodea el mismo, y también a la altura en la que nos encontramos que nos privilegia de contar con más neblina de lo común y de nubes que nos ayudan a mantener este tipo de potencia solar lo más alejado posible de nosotros ──Le siguió Seokjin en un murmuro bajo y secreto, mientras se cubría mejor con la capucha de su buzo.

── He vivido engañado toda mi vida entonces ──Puchereó frustrado el de mechas, como un niño al que le acaban de confesar que Santa en realidad no existe.

Los mayores rieron en conjunto asintiendo con diversión.

── Para tu mala suerte si, niño ──Intentó consolarlo Yoongi.

El de mechas puchereó.

── Ahora yo también me siento estafado ──Lo imitó Hoseok indignado. ── Crepúsculo me mintió toda mi adolescencia, creí que vería brillos deslumbrantes o mínimo su extinción ──Bufó con decepción.

── Gracias por el cariño, Hobi Hyung, también te apreciamos ──Dijo Taehyung con ironía en medio de una risa grupal.

── ¿Podemos entrar de una buena vez?, para su información tener que soportar esta cosa en mi cabeza es un absoluta tortura por si no lo han notado, mierda ──Replicó Jimin con desagrado, el ceño fruncido y un puchero imborrable, mientras se rascaba con molestia y desesperación bajo el sombrero.

A ojos de los demás el rubio se veía adorable con su bucket hat, sin embargo él por su parte la estaba pasando fatal, con sus orejas presionadas bajo la molesta y rugosa tela, su estómago dolíendo desde que salieron de casa, e incluso creiá haber tenido fiebre unas cuatro veces en lo que llevaban de viaje. Se sentía verdaderamente mal y creía saber bien el porqué, que era lo peor del caso.

No era un momentos ideal para lidiar con eso.

Teniendo un poco de compasión, los mayores asintieron de inmediato a su pedido, tomando rápidamente sus mochilas para así ingresar juntos al hotel, dejando ir primero al tierno rubio bajito e irritado.

Cuando este pasó frente a los cuatro alfas una mueca de desconcierto e incomodidad se formó en ellos al mismo tiempo, sobre todo en un pelimenta en especial, quién de inmediato compartió una mirada extrañado con los otros tres.

Hoseok y Jungkook se miraron mutuamente sin entender nada, encogiendose de hombros con disimulo.

Algo raro sucedía con Jimin...

Mientras Namjoon realizaba el Chek In correspondiente por todos, los demás lo esperaban parados en una esquina del lobby en silencio.

El lobo del grupo se sentía tan mal que Jin en un momento lo tuvo que ayudar a sentar en un pequeño sofá libre que se hayaba cerca a la recepción, mientras lo mimaba y consolaba con caricias y murmuros bajos.

Yoongi a unos metros de distancia, justo al lado de Taehyung, Hoseok y Jungkook, observaba la escena cruzado de brazos, con la mandíbula notablemente apretada a pesar de llevar puesto su tapabocas, en conjunto con una expresión confusa y fastidiada.

Por su lado, Jungkook veía de reojo con cierta diversión cómo Taehyung jugueteaba con su colmillo de forma disimulada, se cubría con su capucha cada tres segundos y acomodaba constantemente su bandana, en lo qué se ponía con ansiedad los lentes de sol como si en cualquier momento su solo tono de cabello lo fuese a delatar.

Sintiendo una pizca de compasión y ternura por el estado ansioso del pelirojo, sonrió del lado rebuscando de inmediato algo en su mochila para hacer lo que debió desde el inicio del viaje pero que por orgulloso se negó a hacer. Solo para intentar con eso distraerlo de su ansiedad aunque fuera por un momento.

No había que mentirse, Taehyung lo hacía siempre por él y era momento de devolverle el gesto.

Taehyung frunció el ceño confundido cuando vió como este le extendía un tupper lleno hasta la mitad de lo que parecían ser fresas en un dudoso estado.

Lo miró de reojo con un ceja levantada en confusión y desconcierto.

── Mamá te lo envía... ──Explicó simplemente el menor con un tono receloso. Al ver que la expresión confusa del vampiro no cambiaba, continuó: ── No sé que clase de hechizo diabólico le hiciste a mi madre, pero ahora también tengo que soportar escuchar tu nombre cada cinco minutos en mi casa, es molesto ¿Sabes? ──Resopló sin verlo, aún ofreciéndole el contenedor.

Taehyung sonrió un poco sin mostrar sus dientes, tomando lo qué quedaba del regalo de la señora Jeon.

── Supongo que es mi encanto natural ──Dijo con altivez y una sonrisita maliciosa.

Jungkook gruñó mientras rodaba sus ojos.

── Ni siquiera sabe si puedes comer eso, y te acaba de conocer ──Reprochó en un murmuro falsamente indignado.

El pelirojo rió por lo bajo, destapando el pequeño envase de plástico para ver mejor su contenido entre la burla y la diversión, al notar las pobres fresas ya casi hechas puré pero aún en un estado consumibles.

El mayor se llevó una a la boca saboreando con deleite la mezcla agridulce de la fruta, y a la misma deshaciéndose en su boca al instante, soltando un sonido de satisfacción desde su garganta.

── Si puedo, y casualmente son mis favoritas ──Se regodeo feliz. ── Agradecele de mi parte cuando volvamos, aunque hubiese preferido que el regalo me llegará completo ──Se burló mientras chupaba sus dedos ante la atenta mirada del contrario.

Jungkook desvío la mirada algo incómodo con esa imagen.

── Te envía fresas a ti y a su hijo ni una mísera banana ──Bufó ofendido, cruzandose de brazos. ── No podía permitir tal ofensa, soy muy rencoroso para tu información...

── Ya lo noté ──Se burló divertido el vampiro.

» Pero, tranquilo, me enseñaron a compartir ──Le guiñó un ojo mientras mordía otra fresas y le extendía el recipiente de nuevo, relamiendose los labios frente a los curiosos ojos de este.

El castaño fingió desagrado, declinando la oferta con una mueca, desviando la mirada para luego tragar saliva con fuerza, sin saber exactamente porqué de repente la sentía tan densa en su boca.

── Así que es cierto que ya conociste a tía Eunha, Taehyungnie...──Murmuró con interés Hoseok abrazándolos a ambos por detrás y apoyándose en sus hombros. ── Le caíste bastante bien, por lo qué supe ──Lo miró brevemente con una sonrisa extraña que confundió a Jungkook, quién tenso, lo miraba con el ceño fruncido.

── Si, tuve la fortuna de conocerla cuando acompañé a Jungkook hasta su casa hace unos días.

── ¿No es un encanto de mujer?

── Lo es ──Afirmó el vampiro con tranquilidad, terminando sus fresas con una sonrisa dulce. ── Creo que es algo de genética de su familia... ──Añadió mirando de reojo al de mechas.

── Sin dudas, roquita heredó su belleza y dulzura ──Concordó Hoseok abrazando ahora únicamente al nombrado quien sólo respondió con un gruñido descontento, dejándose apretar con cariño por el fantasma.

A su lado, Yoongi ignoró totalmente la conversación de los tres contrarios, cuando sus ojos angustiados solo podían estar ocupados en el rubio que se abrazaba a Seokjin como si su vida dependiera de eso.

Cuando Namjoon se acercó de nuevo a ellos, seguido por Jin y un decaído Jimin, todos lo escucharon atentos.

── Papá reservó tres habitaciones por que al parecer son las únicas disponibles, el problema es que dos son matrimoniales y una es doble, así que no nos queda de otra, tendremos que repartirnos en ellas como podamos ──Explicó con un suspiro de cansancio y algo de incomodidad el peligris. ── Decidamos rápido y sin discusiones por favor, creo que todos necesitamos descansar.

Los demás se miraron entre sí, asintiendo y concordando con el alfa lider.

── Yo iré con TaeTae ─Declaró sin dudarlo Jimin en un murmuro débil, yendo de inmediato a abrazar al mencionado y escondiéndose en su cuello con quejiditos en busca de mimos, quién no dudó en recibirlo con una sonrisa cariñosa, abrazarlo con la misma fuerza y acariciar su espalda mientras asentía en silencio al pedido de este.

Dos pares de orbes en específico, vieron la cariñosa y diabetica escena protagonizada por la pareja de mejores amigos, con algo parecido a la amargura y el descontento puro, aunque ninguno se atrevía a reconocerlo en realidad.

── Si están de acuerdo, Kook y yo podemos acomodarnos en una de las camas de la habitación doble y la que quede libre la puede usar alguien más ──Propuso Hobi con tranquilidad aún abrazado al menor.

El nombrado asintió algo distraído, de acuerdo con el comentario del albino, más ocupado en mirar como Taehyung le susurraba cosas a Jimin con preocupación mientras este se apegaba más a él con casi desespero.

¿Que mierda le sucede?

── Yo me uno a ustedes entonces, me da igual, solo necesito dormir de una puta vez ──Gruñó cansado el pelimenta

Namjoon y Jin compartieron una mirada nerviosa, que de repente logró crear un sonrojo en el pelipúrpura. El cuál confundió bastante a Jungkook y Hoseok que se miraron extrañados al ser los únicos que aparentemente lo notaron.

── Está bien, supongo que Jinnie y yo iremos en la otra, entonces ──Comentó Namjoon con un carraspeo, evitando la mirada del nombrado, antes de proseguir, repentinamente avergonzado: ── Aquí están las llaves de las habitaciones ──Dijo entregándoles a cada uno, una copia de su respectivo cuarto.

» La prueba de sonido es hasta mañana en la tarde, un par de horas antes de la presentación, así que hoy tenemos el día libre para descansar y si quieren, incluso puden hacer un poco de turismo por los alrededores. Solo manténgan todos sus celulares encendidos siempre por favor, y ante cualquier inconveniente me dicen a mi, a Jungkookie o a Hobi Hyung, que son quienes mejor conocen la zona.

Los nombrados confirmaron lo dicho por el alfa, con un asentimiento tintado de cierto orgullo, al por fin poder serles de ayuda en algo a los demás gracias a su leve ventaja de conocer a la perfección aquellas calles de Seúl.

Dicho esto y una vez acordada la hora de encuentro del siguiente día, todos se dirigieron en parejas ──Y un trio── a sus respectivas habitaciones.

Aunque incluso en el tenso recorrido en el elevador, a Jungkook no dejó de incomodarle ni por un instante la cercanía que extrañamente Jimin estaba teniendo con Taehyung ese día, más intensa que de lo normal.

Bufó por lo bajo desviando la mirada.

Ya Jungkook, ese no es tu maldito asunto...

Deja de darle importancia.

Deja de mirarlos.

No te importa.

Mientras tanto, al igual que el menor, Yoongi miraba con el ceño fruncido a los ojos azules y brillantes del rubio, que aún abrazado a su mejor amigo lo observaba sin ninguna expresión en concreto.

Dos horas más tarde...

Una vez ya todos terminaron de acomodarse en sus respectivas habitaciones, cada uno se dispuso a descansar a su modo, tras el largo y agotador viaje. Siendo los dos medio humanos los únicos que no terminaron rendidos en los brazos de Morfeo, gracias a su opuesto reloj biológico.

Mientras Jungkook dibujaba en su libreta y veía aburrido las noticias en el televisor de mediano tamaño, a un volumen bajo para no interrumpir el sueño del gruñón vampiro ubicado en la cama aledaña ──quién había advertido de muy mal humor que odiaba ser despertado──; y con Hoseok bastante ocupado tomando fotos desde el pequeño balcón de la habitación, para enseñarselas luego a JiEun. Cuándo tocaron la puerta de la habitación, fue este el único que se dignó en levantarse para ir a abrir.

Se sorprendió al encontrarse de inmediato con un Taehyung de semblante agotado y muy estresado, con el cansancio reflejado en las dos pequeñas bolsas oscuras que resaltaban en medio de su palidez, bajo sus rojizos orbes.

Parecía no haber dormido u descansado ni un poco, y teniendo en cuenta que técnicamente a esas horas de la tarde para los vampiros equivalía a una madrugada, era totalmente normal su estado de agotamiento.

── Hola, mechitas, ¿Yoongi Hyung está? ──Preguntó sin ánimos el pelirojo, ni una pizca de coquetería ni nada parecido. Algo que era bastante raro en él.

── Está dormido ahora mismo, pero viendo tu deplorable estado, imagino que es grave, asi que supongo que con la confianza que se tienen es mejor que lo despiertes tú, para evitar asesinatos humanos ──Intentó bromear en un murmuro bajo, haciéndose a un lado para dejarlo entrar.

Taehyung solo le devolvió una leve sonrisa, antes de tomar su palabra y adentrarse para intentar despertar al casi inerte pelimenta que dormía extendido bocabajo en la angosta cama individual.

── Hyung, despierta tememos un problema ──Lo removió Taehyung con cansancio.

Yoongi simplemente gruñó entre sueños, girando su cabeza hacía el otro lado. El vampiro menor resopló y siguió intentando removerlo hasta poder despertarlo, no teniendo más opcion que quitarle la sábana que lo cubria con fuerza, ya frustrado; antes de rendirse ante su intento vano de mantener la situación lo más secreta posible.

── Es Jimin.

Ante la mención de ese solo nombre, el mayor que ya se encontraba medio despierto, se levantó de inmediato viendo como Taehyung lo miraba con molestia, a comparación de Jungkook y Hoseok que veían consternados la escena, sentados en silencio en su propia cama.

── ¿Que mierda pasa? Como te atreves a despertarme, no he dormido ni un puto segundo Taehyung ──Se quejó irritado, peinando algo somnoliento su cabello en medio de un bostezo.

── Felicidades, ya somos dos ──Ironizó, antes de suspirar con pesadez y dedicarle una rápida mirada a los otros dos. ── Era lo que creíamos Hyung, Jimin entró en celo... ──Murmuró preocupado.

Al parecer bastó escuchar aquello para que todo rastro de sueño o cansancio se esfumara por completo del pelimenta, quién frunció el ceño ante la noticia.

Jungkook y Hoseok por su parte se miraron sorprendidos.

── ¿Qué mierda?, ¿No se supone que era hasta la siguiente semana?

Taehyung lo miró entre el reproche y la diversión, mientras Hoseok alzaba una ceja con extrañeza al saber lo bien que conocía el mayor el ciclo del rubio.

Jungkook en cambio, optó por ver sus botas puestas en el suelo, con sumo interés, tratando de evadir el incómodo momento.

── Pues yo que carajos voy a saber de su ciclo, se habrá adelantado o algo así ──Se encogió de hombros irritado el de hebras rojas. ── El caso es que Namjoon Hyung está muy cansado por el viaje, y Jin no quiere que lo despertemos, pero se ofreció a ir por unos supresores. El problema es que no tenemos ni idea de dónde conseguirlos aquí ──Explicó dándole una mirada curiosa a los otros dos en el cuarto.

Jungkook se encogió de hombros, avergonzado, pues él no sabía de esas cosas ya que no tenía que lidiar con lo llamado celo.

── Yo puedo acompañarlo, sé dónde conseguirlas, aunque es casi a una hora de aquí ──Se ofreció Hobi, viendo cómo Jungkook lo miraba con extrañeza.

El fantasma se sonrojó un poco.

» Cosas de omegas, roquita, no lo entenderías ──Susurró avergonzado.

Taehyung rió por lo bajo mientras Jungkook resoplaba y desviaba la mirada con una falsa mueca de asco, por la información no pedida.

── Genial, entonces, Yoongi ve a cuidarlo tú mientras conseguimos los supresores ──Le ordenó prácticamente el pelirojo. ── La está pasando muy mal y me duele verlo así sin poder ayudarlo ──Confesó con una mueca triste.

El pelimenta le respondió con los ojos rojos brillantes de algún sentimiento desconocido para los demás, colisionando con los idénticos pero más suavizados del contrario, aúnque su actitud era tranquila a comparación de la mirada que le daba al menor.

Fingió fastidio viendo de reojo a los dos humanos.

── ¿Por qué yo?, cuídalo tú, es tu mejor amigo ──Replicó con un tono tenso, queriendo sonar fastidiado, con la mirada ahora en el piso y un semblante totalmente distinto a lo que intentaba inutilmente aparentar.

Taehyung se cruzó de brazos indignado con esa respuesta.

── Precisamente: porqué es bastante incómodo que mi mejor amigo con el que corríamos literalmente en pañales, me restriegue su trasero suplicandome con dolor que le ayude con su problema, es que te pido que vayas tú ──Replicó frustrado. ── Con lo mucho que se detestan será más fácil para ti cuidarlo sin el peligro de llegar a algo más, ¿No? ─Le sonrió altanero.

Bastó solo eso para que el mayor se levantará con un gruñido y una mala mirada, poniendose rápidamente sus zapatos con el ceño fruncido.

── Dame las jodidas llaves, y no se tarden con los malditos supresores ──Exigió tan pronto estuvo calzado de nuevo.

Taehyung sonrió triunfante dandoselas, y sin decir nada más, el pelimenta tomó su mochila y salió de la habitación con más prisa de la que quizó demostrar.

El pelirojo suspiró con fuerza, viendo ahora con vergüenza a los otros dos.

── ¿Puedo quedarme con ustedes?, de verdad necesito dormir un poco o me voy a terminar extinguiendo de cansancio ──Se arrecostó a la pared totalmente exhausto.

Jungkook preferió molestarlo un poco por lo que se le adelantó a Hobi rápidamente.

── ¿Por qué no vas con tu hermano? ──Se cruzó de brazos como niño haciendo rabieta.

── Namjoon me terminaría de matar con sus ronquidos de oso ──Resongó con un puchero frustrado.

Hoseok rió y se acercó a él para darle una palmada de consuelo en el hombro.

── No le hagas caso, claro que puedes quedarte con nosotros, Taehyungnie ──Aceptó de inmediato, ganándose una mirada ofendida de Jungkook, la cuál ignoró divertido. ── Iré a buscar a Jin Hyung para que vayamos rápido por los supresores para Jiminie, descansa, y tú diviértete roquita.

── Gracias, de verdad lo necesito.

── Yo voy contigo, Hyung, espera...

── No, Kook, quédate. Alguno de los chicos puede necesitar salir a otra parte y es mejor que uno de los dos esté para guiarlos ──Explicó con sensatez. ── No tardo, no te preocupes. ──Con una última sonrisa de las suyas, salió de la habitación dejando a un Jungkook molesto y con la palabra en la boca.

Taehyung rió bajito.

── Quita esa cara, mechitas, yo no ronco, lo prometo ──Bromeó guiñandole un ojo mientras se quitaba sus botas con pesadez.

── Más te vale o terminarás con una bota incrustada en la boca ──Advirtió sin mirarlo, acomodándose de nuevo contra el respaldo de la cama para terminar su dibujo, con semblante irritado.

Taehyung simplemente se rió divertido, mientras se quitaba su Hoodie negro con toda la confianza.

Ante esto, los curiosos ojos de Jungkook se alzaron por sobre su libreta con disimulo, viendo en el momento exacto, cómo el mayor le daba la espalda y también se despojaba de su camiseta, despeinando su cabellera roja con despreocupación en el proceso.

Tragó saliva con fuerza, ejerciendo más presion de la realmente necesaria en el lápiz que sus dedos sostenían torpemente, dibujando lineas y garabatos sin sentido sobre lo que iba a ser el boceto de una apetitosa fresa de manera distraída, mientras sus traicioneros ojos se atrevían a detallarlo con una insana curiosidad.

Se odió infinitamente por ello.

Sabía que no era lo correcto, que no estaba bien llegar hasta ese punto, ni sobrepasar esa línea delgada que se había auto-impuesto sobre no dejar que las cosas fueran más allá de los coqueteos mutuos, porque entonces sí que estaría perdido en un inmenso laberinto sin salida. Pero para su infortunio, mientras su mente tenía una disputa consigo mismo, su cuerpo ya parecía haber tomado una clara e irreversible decisión, muy en contra de lo qué juraba ──Según él── ser sus verdaderos deseos.

Para cuando se dió cuenta, ya se encontraba mirándolo con bastante atención...

Su piel era pálida, más que la suya propia si la comparabamos, pero la de él tenía también un bonito y singular subtono acaramelado que contrastaba inusualmente bien con el rojo que lo caracterizaba. Abrumado, se quizo obligar a quitarle la mirada de encima lo más rápido posible. Antes de que fuera demasiado tarde, mas sin embargo, sus ojos plata de nuevo fueron rebeldes cuando quisieron trazar por su propia cuenta y más a detalle la figura delgada pero trabajada de la que era dueño aquel vampiro; la cuál no llegaba a lo exagerado ni tampoco a lo inexistente, con los músculos marcandose justo dónde debían.

Jungkook deja de mirarlo, por un demonio...

Su cerebro nuevamente parecia no conectar con su cuerpo, ni escuchar sus reproches para su pésima suerte. Sintiendo su propio pulso acelerarse y su respiración pesada e inconstante ante cada detalle que repasaba del contrario.

Vió ahora los hombros anchos y la cintura estrecha, con la cuál Jungkook se sintió tan tentado de poder rodearla con sus propias manos, que se sintió sumamente agobiado. Inhaló con fuerza apretando la libreta entre sus manos, mientras sus ojos seguían viajando deleitados y sin vergüenza alguna por esa gran y extrañamente cautivadora espalda, perdiéndose en los dos pequeños hoyuelos sacros que se formaban cerca a su cintura, siendo los culpables del picor de sus manos que pedían a gritos encajarse allí.

Se mordió el labio con fuerza, sumamente culpable no sólo por ese pensamiento, si no también por fijarse de más en lo bien que esos pantalones oscuros marcaban su trasero firme y voluptuoso a simple vista.

Mierda...

¿Que carajos estas haciendo, Jungkook?

Detente, esto no está bien.

Jadeó abrumado, escondido tras las hojas de su libreta, masacrando con más fuerza su belfo inferior cuando lo notó girarse de nuevo ahora con el torso totalmente expuesto ante su vista. Los brazos fuertes y trabajados, las clavículas marcadas y su casi imperceptible six pack, siendo lo que más resaltó para el menor.

Cuando sus orbes desendieron al mismo tiempo que las grandes y huesudas manos del vampiro hasta detenerse en la hebilla de su cinturón, un carraspeo fuerte y lleno de diversión lo trajo de vuelta a la realidad.

── ¿Disfrutando de las vistas, mechitas? ──Se burló con egocentrismo y sumo deleite, viéndolo con una ceja en lo alto, mientras se relamía sus labios y terminaba de quitarse el cinturón con una malicia más que clara brillando en sus ahora oscurecidos orbes, conectados con los atentos grisáceos que lo miraron cohibido al verse atrapado.

Rápidamente el menor desvió la mirada con un bufido sintiendo su rostro tan rojo como el cabello del otro, y tragando la densa saliva acumulada en su garganta, respiró profundo tratando de disimular su acelerado estado. Centrándose de nuevo en ver con frustración como el boceto de la fruta se encontraba cubierto de múltiples garabatos y rayones.

Ese idiota creído...

Y tú tan hormonal, Jungkook

Se reprochó internamente, decepcionado de sí mismo por completo.

Aunque no podían culparlo...

Cualquiera en su lugar lo hibiese hecho, ¿Cierto?

Seguía siendo un debil hombre mortal, abiertamente homosexual frente a otro especímen de hombre indudablemente... Atractivo y como si fuera poco, semidesnudo.

── No hay mucho que ver tampoco...──Respondió cortante en medio de un bufido, encogiendose de hombros.

Sin embargo, en contra de sus propias palabras, se removió incómodo, ubicándo con disimulo ──pero urgencia──, una almohada sobre sus piernas con la vaga excusa de necesitar algo para apoyar su libreta.

── Pues para no haberlo, lo estabas detallando bastante entretenido, según me di cuenta ──Argumentó el mayor sin borrar su sonrisa altiva, recostandose con tranquilidad y elegancia sobre la cama. ── Pero tranquilo, afortunadamente ya vienen los supresores en camino ──Se burló en medio de un bostezo cerrando sus ojos.

Jungkook volvió a mirarlo, esta vez con nada más que molestia.

── ¿Tú también estás en celo?, digo, para andar exhibiéndote sin descaro...

── Me gusta dormir cómodo ──Se excusó el vampiro simplemente. ── ¿Te molesta? ──Giró su rostro para verlo, mientras se relamía los labios con diversión.

El de mechas verdes se quizó auto-cachetear, por permitirse repasar de nuevo su figura sobre la cama. Las piernas largas enfundadas en ese ajustado Jean negro, el torso desnudo y delgado...

Joder, ¡Ya basta, Jungkook!

Rápidamente volvió la vista a la hoja molesto cuando sus ojos quisieron reparar con el triple de curiosidad, algo más de su cuerpo.

── Me da lo mismo, solo me incómoda tu falta de vergüenza ──Murmuró intentando no sonar afectado.

── ¿Por qué? Creí que ya estábamos en confianza, somos amigos ¿O no es asi, mechitas? ──Dijo el otro girandose hacia su costado derecho para verlo directamente.

El menor contestó con un simple sonido afirmativo de garganta, tintado de un falso desdén.

── Supongo, para mí desgracia...

Taehyung sonrió satisfecho, sintiendo ya sus párpados bastante pesados y el cuerpo débil, por lo qué guardó silencio y tomó simplemente una de las almohadas para abrazarla y empezar a dejarse llevar por el cansancio. Lidiar con mantener a Jimin lo más alejado posible de él, había sido una ardua y agotadora tarea.

Tras unos minutos en silencio, algo dubitativo, Jungkook se atrevió a volver a mirarlo, todavía mordiéndose los labios con ansiedad. Agradeció que este hubiese usado la almohada a la que se abrazaba con fuerza para también cubrir su torso, dándole una pizca de tranquilidad.

Alzó la vista hasta su rostro, algo distraído y sin darse cuenta, comenzó a reparar ahora su rostro con más detalle de lo habitual, aprovechando el único par de metros que separaban sus camas gracias a la pequeña mesita de noche que estaba ubicada entre estas.

Reparó con detenimiento las pestañas largas y tupidas, la nariz recta pero redondeada, adornada con un pequeño lunar que nunca antes habia notado, resaltando lindamente en la punta de la misma a la par de otros dos, uno ubicado en medio de su mejilla derecha y el otro debajo de su ojo.

Sonrió débilmente muy en contra de sus deseos, reconociendo internamente lo bonito que el contrario se veía en ese estado de calma y tranquilidad.

Lentamente bajó la mirada hasta sus acorazonados labios, relamiendose los propios inconscientemente.

── Si me sigues mirando así, voy a empezar a creer que de verdad te enamoraste de mi ──Habló aún con los ojos cerrados el mayor, con un tono adormilado y una sonrisa ladeada.

Jungkook se exaltó desconcertado al haber sido descubierto por segunda vez en menos de una hora.

Intentó soltar algo parecido a una risa nasal de burla, tocando con disimulo sus mejillas calientes de repente, sumamente avergonzado.

── Ya duérmete mejor, definitivamente estas delirando ──Se defendió vagamente con un tono bajo, tomando rápidamente sus botas para ponérselas e irse de esa cuarto cuanto antes, por el bien de la poca dignidad que aún le quedaba.

Taehyung abrió un ojo, haciendo un puchero descontento al notar sus intenciones.

── ¿A dónde vas?

── A buscar cualquier otro lugar dónde pueda dibujar en calma, sin un irritante y creído vampiro a mi lado ──Replicó con falsa molestia.

── Quédate mechitas ──Pidió en un susurro bajo, volviendo a cerrar sus ojos con un sentimiento extraño en su pecho. ── En un par de minutos me quedaré dormido, lo prometo...

Jungkook detuvo sus movimientos y algo dubitativo volvió a poner sus zapatos en su lugar con un suspiro resignado, viendo al contrario respirar tranquilo y cada vez más inconsciente.

── Si roncas o dices otra palabra, te mato.

Taehyung soltó una risita baja y bastante adormilada, asintiendo débilmente.

Imitando su expresión, el menor se acomodó de nuevo en su cama en posición de indio y apagó la televisión dispuesto a rehacer su dibujo. Bastaron solo un par de minutos para que el pelirojo se quedará profundo en la misma posición, abrazado a su almohada como un infante y su peluche favorito.

Y a pesar del silencio grato en el que ahora se encontraba, Jungkook solo pudo hacer dos líneas, cuando frustrado dejó caer su cabeza contra el respaldo y giró levemente su rostro hacia el inconsciente y tranquilo vampiro, ya totalmente perdido en el país de los sueños.

Suspiró abrumado, quitándose sus lentes para tocar el puente de su nariz con verdadera angustia.

Estoy tan jodido...

Volvió a observar al mayor.

¿Que demonios me has hecho, rojito?

Estas arruinando todos mis planes, sin siquiera saberlo.


7:00 P. M.

Cuando horas más tarde, Taehyung despertó algo hambriento y se encontró de inmediato con la imagen de un Jungkook igual de profundo y acurrucado en su cama. No quizo despertarlo, no cuando lo notó tan tranquilo y en calma, sin su habitual ceño fruncido ni su puchero rabioso, solo un estado apacible y pacifico. Por lo que en silencio y con cuidado lo cubrió con una manta y se puso de nuevo sus prendas, saliendo luego de la habitación cubierto de nuevo con la capucha de su buzo, un tapabocas y los lentes de sol.

Le envío un mensaje a los mayores en su chat grupal, sin obtener respuesta, por lo que optó por bajar sólo al restaurante. Lo que no esperó fue que a mitad de escaleras, un Jungkook agitado y aún con semblante de recién despertado, lo alcanzara con una expresión enfadada.

── ¿A dónde crees que vas solo, rojito? ──Replicó molesto mientras se peinaba su cabello y restregaba sus ojos aún algo empequeñecidos, antes de ponerse sus lentes.

Taehyung lo miró con ternura y le ayudó a peinarse un poco, aún con la mirada enfadada de este puesto con dureza sobre él.

── Lo siento, tenia un poco de hambre y no quería despertarte, también te veías cansado... Además, no iba a ir muy lejos, planeaba ir al restaurante del hotel y pedir algo.

── ¿Con esa pinta de secuestrador mal encubierto? Estás loco ──Regañó viéndolo con cierta burla. ── Lo único que vas a lograr es exponerte y que te descubran ──Frunció el ceño antes de suspirar. ── Vamos, tengo una mejor idea ──Mumuró con una sonrisa confiada tomándolo del brazo para que lo siguiera.

Taehyung obedeció, casi bajando los escalones de manera automática, más centrado en ver la silueta del menor y su agarre, con una sonrisa escondida bajo el tapabocas. Viendo con orgullo la sutil que mantenía también el contrario, la cual, al parecer y por lo que había percibido en los últimos días, tenía el privilegio de ser el único en poder apreciarla con tanta frecuencia.

Lo supo de inmediato, al sentirse tan idiota con ese simple gesto:

Estaba en verdaderos problemas.

Tragó saliva con dureza.

¿En qué lió me metiste, mechitas?

Jungkook terminó llevándolo a una pequeña y acogedora tienda de conveniencia ubicada a dos calles del hotel, dónde ──luego de asegurarse que el mayor pudiera comer de todo──, compró con el dinero extra que le había dado su madre, y preparó allí mismo, dos tazones de Ramyeon para ambos, guardando otros cuantos para llevarles a los demás chicos.

Compraron también otras golosinas y dulces extra para comer en el camino y compartir luego con los mayores, y mientras caminaban de regreso al hotel, el menor aprovechaba también para enseñarle un poco de la ciudad al mayor, qué a pesar de seguir aún bastante ansioso y tenso por estar en el exterior, veía todo a su alrededor con suma curiosidad y encanto.

El castaño sonrió satisfecho cuando vio cómo el pelirojo detallaba todo con la misma maravilla de un niño en una inmensa juguetería. Veía con asombro todas las tiendas de marcas, los clubes, casinos o cibercafés por los que pasaban, deteniéndose a tomarle foto a cualquier mínima cosa que llamaba su atención.

── Wow, ¿Eso es un cine? ──Exclamó asombrado el vampiro deteniendo su andar y viendo con ojos deslumbrantes el gran letrero que claramente decía en letras rojas y gigantes: cinema. Jungkook rió ante el repentino estado deslumbrado del mayor, asintiendo a su pregunta. ── Siempre he querido entrar a uno...

── ¿Sales poco, no, rojito? ──Se burló el menor.

Taehyung lo miró mal a través de sus lentes oscuros, deduciendo que también había un puchero enfadado bajo el tapabocas.

── No te burles, mechitas, lo más lejos que habíamos llegado hasta ahora era el bar de Bangchan ──Se defendió y volvió su vista llena de ilusión hacia el edificio repleto de luces. ── Ustedes tienen suerte de poder disfrutar de este tipo de cosas. Le he rogado mil veces a papá para que inaugure uno en el pueblo, pero siempre dice que es una pérdida de tiempo y dinero...

── Hablas como si vivieras dentro de una cueva, dramático ──Lo miró divertido de soslayo. ── El pueblo si es anticuado y lo que quieras, pero tengo entendido que incluso tienen un parque de diversiónes, y eso le gana por mucho a un cine.

── Esa cosa tiene más años que todos nuestros antepasados juntos ──Replicó con gracia. ── Todo está oxidado y rechinante por la falta de uso, muy pocas personas todavía lo visitan y quienes lo hacen corren un gran riesgo de salir sin una extremidad como mínimo.

── Recuérdame decirle a mamá que ya no me gustan los parques de diversiones, ella insiste en que vaya ──Pidió con una mueca de fingido terror ante la descripción del lugar. Taehyung rió asintiendo a su pedido.── Pero tranquilo, el cine no es la gran cosa, tampoco te pierdes de mucho. Es bastante aburrido incluso.

El pelirojo dejó escapar un sonidito de decepción ante esa confesión.

Jungkook lo miró con compasión, antes de girarse para seguir con su camino, seguido con un desanimado alfa que se quejaba por lo bajo, mumurando lo mucho que quería entrar allí. No alcanzaron ni a caminar cinco pasos cuando el menor se detuvo abruptamente al reconocer perfectamente a un grupo de personas que hablaban animadamente en la salida de uno de los clubes a mitad de calle, incluso entre el tumulto de personas que transitaban por las animadas y habitualmente nocturnas calles.

Taehyung lo imitó sin opción, casi chocando con su espalda y teniendo que inevitablemente sostenerlo por la cintura para evitar que ambos cayeran.

── ¿Que ocurre, mechitas? ──Mumuró con preocupación en su nuca algo confundido con su repentino cambio de actitud.

Su cuerpo entero se heló, sintiendo sus músculos rígidos de repente y su boca seca ante la sola imagen de aquella persona que reía a lo lejos.

Kim Yugyeom...

Las manos comenzaron a temblarle, el corazón se le encogió de angustia y sus ojos sé inundaron de lágrimas ante los humillantes y dolorosos recuerdos que lo abordaron. Se arrepintió infinitamente de haber convencido a Taehyung de salir del hotel.

Aquel fatídico encuentro era lo que más deseaba evitar, y nuevamente la vida le demostraba cuán en su contra estaba, trayendo de nuevo ante él al culpable de su desdicha, después de un largo mes luchando por olvidarlo y sanar sus heridas, sin éxito.

Su suerte era tan nula, que en un par de segundos, el sujetó a lo lejos alzó también su rostro, reconociéndolo también al instante y borrando su sonrisa de inmediato.

Con la respiración irregular y el cuerpo tembloroso, el castaño se giró con casi desesperación hacia el mayor, quién de inmediato lo observó preocupado al notar su estado de pánico. Miró con el ceño fruncido tras el menor tratando de encontrar una respuesta, más no encontró más que un río de personas caminando de un lado para otro.

No le importó nada más cuando vió los ojos grisáceos del menor casi perdidos en el pavimento mientras intentaba respirar adecuadamente y un par de lagrimas rodaban por sus mejillas. Parecía tan aterrado como la primera vez que lo vió y eso lo angustió.

── Ey, ¿Que ocurre? ──Sin dudarlo lo tomo del rostro con ambas manos en un gesto delicado, obligando a que lo viera. Logrando con su tacto frío que esté por lo menos parpadeará devolviéndole la mirada angustiada. ── Estoy aquí, mechitas, tranquilo... mírame a mi, no hay nadie más aquí.

Jungkook lo hizo con toda su atención. Lo miró tratando de darse cuenta que no estaba en el pasillo de esa universidad, que los de su alrededor no lo estaban juzgando, señalando ni mirándolo con asco, que Yugyeom no estaba ahí diciéndole cuan repugnante era su existencia, y que por el contrario, quién lo sostenía con esas manos frías pero una mirada cálida, era únicamente Kim Taehyung.

Su rojito...

Volviendo a respirar con un poco más de ritmo, el menor agachó la mirada soltándose del agarre del alfa solo para acercarse a él y apoyar su frente en el hombro de este, mientras lograba estabilizar su estado por completo. Taehyung sin dudarlo, lo rodeó sutilmente con uno de sus brazos, por la cintura, sin obligarlo a nada, simplemente permitiéndole estar así por todo el tiempo necesario.

Jungkook sonrió un poco al escuchar los fuertes latidos del vampiro, siendo estos su melodía pacífica.

── Vamos al cine, yo invito ──Susurró suavemente el menor con voz algo llorosa, aferrándose a la tela del buzo del mayor en su cintura e inhalando por primera vez su aroma que era peculiarmente a roble.

Sintió el cuerpo de este vibrar en una risa.

── ¿Es mi impresión o me estás invitando a una cita, mechitas? ──Le susurró con coquetería, viendo cómo quienes pasaban a su alrededor los veían con ternura.

── Lamento decepcionarte, pero sólo quiero cumplir con mi acto benéfico del mes al cumplirle un mundano deseo a un vampiro ──Mumuró con una sonrisa sin romper la íntima posición.

── Que solidario ──Ironizó divertido el pelirojo. ── Pero aunque me duela profundamente rechazarte una cita, no sé qué tan buena idea sea exponernos de ese modo. No creo que me permitan ingresar con esta apariencia de delincuente en fuga, como dijiste antes ──Lo miró con complicidad.

Jungkook por fin salió de su reconfortante escondite, y algo avergonzado limpio sus lágrimas evadiéndo la mirada preocupada del alfa.

── Supongo que para mi desgracia, también es una excusa para no contarme que te puso así, ¿Verdad? ──Acusó con una sonrisa comprensiva.

El de mechas simplemente negó.

── No tiene importancia, y prefiero no hablar de ello ──Pidió en un susurró abrumado, suspirando con fuerza. ── Es más divertido ir a cine... ──Fingió una muy mala sonrisa de emoción que hizo reír al contrario.

── Nuevo dato de mechitas desbloqueado: También es bipolar ──Anunció Taehyung ganándose un leve empujón y un puchero ofendido del nombrado.── No me culpes, hace un rato me juraste que no era "la gran cosa", ¿Y ahora de repente te mueres por ir conmigo? ──Lo miró dudoso cruzándose de hombros.

── Eso me gano cuando quiero ser bueno contigo ──Se quejó con un resoplido débil el menor girando con disimulo su rostro hacia atrás, notando que Yugyeom ya no estaba para su alivio, pero si sus amigos. Respiró profundo viendo de nuevo al vampiro con el mismo semblante angustiado de antes.

Taehyung suspiró resignado, descruzándose y mirándolo comprensivo.

── Está bien, vamos ──Cedió logrando una sonrisita triunfante en el castaño. ── Solo primero le avisamos a los chicos, o de nuevo terminaremos con un sermón que no tengo ganas de soportar.

Jungkook asintió totalmente de acuerdo, sorprendiéndolo al acercarse a él para con su misma sonrisita satisfecha, quitarle los lentes oscuros, permitiéndose ver sus brillantes y cautivadores ojos.

── Genial. Si preguntan por los ojos, eres un Otaku Cosplayer ──Advirtió divertido guardándo los lentes en el bolsillo trasero de su pantalón.

Los ojos del vampiro brillaron con ese solo acto algo descarado del menor.

── Si soy Otaku, pero acepto que me ofende un poco, son naturales ──Dijo resoplando falsa molestia, haciendo reír por fin al otro.

── Es necesario si quieres cumplir tu sueño mundano ──Se encogió de hombros. ── Vamos antes de que acaben las funciones ──Dijo con un gesto de cabeza y una sonrisa cómplice.

── Bueno, pero para que suene más creíble, propongo que seamos una pareja de Cosplayers... ──Dijo con una mirada maliciosa, alcanzándolo y entrelazando de repente sus manos y dedicándole un guiño.

Al contrario de lo que esperaba, incluso de sí mismo, Jungkook afianzó su agarre, devolviéndole la mirada y notando como un leve sonrojo aparecía en las mejillas de ambos.

De repente toda preocupación u temor, desapareció de sus cuerpos. Únicamente disfrutando de ese momento juntos en la grata compañía del otro.

Después se preocuparían por lo bien que se estaban sintiendo o lo que aquello verdaderamente significaba para cada uno.

Mientras la pareja ingresaba al cine, un par de ojos los miraban desde lejos con suma curiosidad...

🐍 [ Ťo Bə Continuə... ] 🦇

Holiii 👀🥺
Bueno no voy a hablar mucho, porque como ven este capítulo se extendió bastante y no quiero agobiarlos con mucho más de lo que ya tuvieron que leer pero, ya en futuros capítulos sabrán porque era necesario que viéramos todo esto, porque literalmente este capítulo es crucial para lo que viene 🫢🫠🤫

Como me dejan siempre flor con las dedicatorias decidí finalmente hacerlas de forma aleatoria a cualquier lector fiel. Y este va dedicado con mucho cariño a esa personada que llegó hace poco a la historia pero que le ha dado tanto apoyo y amor, gracias bebé 😭💕✨🥺

Y bueno, para no extenderme mucho más, me despido ya y espero leer sus reacciones y teorías. Espero sinceramente poder actualizar de nuevo el domingo para el especial de cumpleaños de Kook, sin embargo, no puedo asegurarles demasiado porque también es un capítulo bastante largo e importante y no sé si alcanzaré a acabarlo endos días. Aunque si no se puede pues lo subo cualquier otro día de la siguiente semana y lo tomamos como especial ¿Va? 🥹😬👀💜

Mil gracias para quienes leyeron hasta aquí y como siempre, los amo, cuídense y nos vemos muy pronto otra vez ✨💚💜😌

VanTTGirl ▪︎

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