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『♡⃕』III 🐍


Aún conmocionado y con los sentimientos revueltos y en alerta total; todavía jadeante y tembloroso, Jungkook llegó a su casa en menos de diez minutos, tras salir del bosque y tomar la ruta indicada por su salvador.

Como pudo, se obligó a calmarse un poco para que sus manos pudiesen dejar de temblar, tomar bien las llaves y abrir la puerta de su casa. Ignoró las miradas curiosas y risas de sus vecinos ante su estado y luego de un par de forcejeos con la oxidada chapa por fin logró ingresar.

Todavía escuchando sus propios latidos, cerró y se apoyó en la madera para intentar recuperarse durante unos breves segundos. Las luces se encontraban apagadas, por lo qué rápidamente se dispuso a encenderlas todas de inmediato, entre sollozos y lágrimas imparables.

── ¡¿M-Mamá?! ──Llamó asustado, buscándola por toda la casa.

Su estado empeoró al no verla por ningún lado. Rápidamente subió al segundo piso y ansioso abrió la puerta de la habitación de la mujer encontrando sólo la cama intacta y ni una sola señal de ella.

Asustado corrió de nuevo a la primera planta.

── ¡¿Mamá?!, ¡¿D-ónde estás?!

Sus lágrimas ya no tenían control. El terror lo invadió de nuevo y su respiración no tenía un ritmo estable. La ausencia de su madre solo empeoró el doble su miedo, y miles de imágenes horrorosas lo atacaron de repente.

¿Y sí ellos le habían hecho algo?

¿Y sí habían cumplido su promesa?

¿Y sí había llegado muy tarde?

Se tomó su cabeza con ambas manos, aterrado con los miles de escenarios que se pasaron por su mente. Cada uno peor que el anterior.

En un punto Jungkook estaba prácticamente hiperventilando, por lo qué su cuerpo perdió fuerza y cayó de rodillas en medio de la sala, abrazándose, temblando y llorando totalmente asustado.

Estaba solo...

Su peor miedo se había vuelto realidad.

No, no, no...

Mamá...

Cerró sus ojos y de repente unos orbes rojos se instalaron en su mente, dándole un sentimiento de paz y protección repentino e inexplicable.

No entendió porqué, pero tampoco le dio importancia al trasfondo de ello, únicamente se centró en la calma que estos le brindaban. Esa que tanto necesitaba en ese instante.

Por su propio bien, para evitar un colapso, se obligó a respirar a un ritmo lento, y a calmarse para poder tener más claridad y dejar de lado sus pensamientos negativos y paranoicos.

Tras un par de minutos y mucho esfuerzo, logró respirar de nuevo con más calma. Ansioso buscó en sus bolsillos con apuro, pero se frustró de nuevo al recordar que había perdido también su celular en el bosque. Aterrado, miró a su alrededor buscando alguna nota o pista que le pudiera decir dónde se podría encontrar su madre, y para su suerte en pocos segundos la hayó sobre la mesa de centro.

Con el cuerpo tenso y las piernas hormigueando por el miedo y esfuerzo hecho, se levantó y rápidamente fue a tomarla, con el corazón en la garganta.

"Medusita, te llamé y envié mensajes pero al parecer aquí no es muy buena la señal porque ninguno logró llegarte, por eso te escribo esta nota para que no te asustes al no verme en casa. Fuí a recoger a tu tía Haneul y a Hobi, ya sabes que el viaje es largo así que seguramente llegaremos hasta el domingo en la noche.

Lamento no haberme podido despedir y avisarte como corresponde, pero fue de imprevisto. No te preocupes mucho que pronto estaré de vuelta. Ya hice las compras y en la nevera está todo para que puedas hacerte de comer.

No duermas tarde, Te amo.
Mamá ♡ ."

Exhaló con todo el alivio que lo invadió y se dejó caer en el sofá tras él, dejando la nota de lado.

Al menos su madre estaba a salvo.

Cerró de nuevo sus ojos y se apoyó en el respaldo con cansancio. Las imágenes de lo ocurrido en el bosque se repitieron y el miedo, la rabia y la frustración que sintió allí volvieron a invadirlo. Lloró todo lo que pudo durante un rato, sacando su dolor, abrazado a sus rodillas y acurrucado en el sofá, soltando todo en la soledad de su casa, con la tormenta cayendo con fuerza y resonando con fiereza afuera.

En medio de las lágrimas, sus nublados y grisáceos orbes dieron de repente con una fotografía puesta sobre una de las mesas de decoración que su madre había acomodado esa mañana en el pasillo cercano a las escaleras. Con el ceño fruncido y entre hipidos de llanto se levantó para ir hacía allí y tomarla con rabia.

Se trataba de una foto de hace unos años, cuando él había acabado de nacer. En ella se veía a su madre cargándolo felíz y a su padre junto a esta con una mirada desinteresada y fría hacia la cámara. Se notaba el disgusto del hombre a leguas.

Sus lágrimas ganaron más fuerza, mientras su mano apretó el portaretratos.

Odio y desprecio.

Es lo único que esa imagen le provocó.

El mismo que seguramente ese hombre le tuvo que tener para condenarlo a vivir de esa manera, para abandonarlos a su suerte en un mundo injusto y putrido sin ningún tipo de remordimiento.

Limpió sus lágrimas con rabia y de la misma forma se dirigió a la cocina. Abrió el bote de basura y sin miramientos tiró la fotografía, escuchando el vidrio hacerse pedazos al instante debido a la fuerza con la que lo tiró.

Sin darle importancia volvió a cerrar la caneca, y prácticamente trotó escaleras arriba, para encerrarse en su habitación.

Lunes.

─ Aquí tienes, medusita ──Dijo alegre su madre, dejando una caricia cariñosa en su cabello, junto a su desayuno frente a él, antes de sentarse también a su lado con su propio plato.

── Gracias, mamá ──Correspondió su sonrisa, antes de disponerse a comer sus pancakes con un poco de desgana.

── Oye, cariño, ¿Y tus lentes? ──Lo miró confusa al verlo sin ellos.

Jungkook tragó lentamente su bocado, pensando en una excusa rápida y creíble.

── L-Los olvidé... en... la oficina del director el viernes, pero ya llamé y me dijeron que hoy me los devolverían.

Su madre frunció el ceño.

── ¿Desde cuando eres tan despistado, medusita? ──Regañó con una mirada severa. El contrario solo se encogió de hombros con una mueca. ── Tienes que tener más cuidado con tus cosas, cariño.

El menor sólo asintió, comiendo en silencio.

── ¿Que hiciste todo el fin de semana?, ¿Pasó algo mientras no estuve? ──Indagó ella tras unos minutos, observandolo curiosa.

── Nada ──Respondió simplemente con tono desinteresado. ── Estuve viendo series, leyendo mangas, y terminando de organizar la habitación.

── Ay, ¿No fuiste a conocer el pueblo? ──Regañó nuevamente con reproche en su tono. ── Tienes que salir más, hijo. El pueblo es muy lindo, me contaron que hay un parque de diversiónes y bares muy bonitos en la plaza ──Comentó entusiasmada.

El nívea permaneció en silencio centrándose únicamente en comer su desayuno.

── Tu tía y yo vamos a ir a recorrerlo hoy, y de paso compramos más muebles porque trajo muy pocas cosas, esa despistada ──Negó divertida. ── Me comentó que Hobi iniciará mañana sus clases, así que pensé qué después, podemos... -

── Mamá, ¿Y sí nos vamos? ──La interrumpió de repente, con un tono cansado, dejando los cubiertos de lado.

La de cabellos verdes, simplemente lo observó confundida con su bocado a medio camino.

── No me gusta este pueblo ──Explicó Jungkook con un suspiro pesado. ── Tú, siempre quisiste conocer Estados Unidos, ¿No?... Y-Yo tengo algo de ahorros, podemos ir, allí nadie nos conoce es...-

── No, Jungkook ──Lo cortó está vez su madre con severidad y el ceño fruncido en molestia. ── Aquí estamos bien, es aquí dónde pertenecemos. ¿Porqué nos iríamos?, tu tía y tu primo ya están también con nosotros. Estamos juntos en nuestro nuevo hogar, aquí nos vamos a quedar y no quiero discutir más este tema.

Jungkook resopló incrédulo y frustrado.

── ¿Hogar? ──Rebatió con una mirada de enojo. ── ¿Llamas hogar a un lugar dónde solo te juzgan y nos señalan igual o incluso peor que en Seúl? ¡Mamá, date cuenta que tampoco pertenecemos a esto!, ¿Si quiera haz visto como nos ven?, ¿Haz escuchado lo que dicen cuando pasamos?, ¿Lo qué dicen de ti?

── ¡S-Si, por supuesto que lo he hecho, Jungkook!, ¡Lo sé! ──Respondió ella con los ojos brillantes por las lágrimas retenidas, también tirando los cubiertos a su plato con molestia. ── Pero aquí es dónde debemos estar, entiendelo, cariño... aquí...

El nombrado se levantó con un bufido, dejando su desayuno intacto, tomando molesto su mochila, negando en su dirección.

── No, nunca voy a poder entender porque te aferras de repente tanto a este maldito lugar, porqué no puedes dejar el pasado atrás y dejar de creer tantas fantasías tontas que nunca van a pasar ──Bramó antes de caminar con paso furioso y pesado hacia la puerta.

── ¡¿Por qué tiraste la foto de tu padre a la basura?!, ¿Es por esto, Jungkook?

── ¡Porqué allí es dónde debe estar, él y todas tus tontas ilusiones de vivir felices en este horrible sitio! ──Se giró a verla con las lágrimas de frustración corriendo por su rostro. ── ¡Ese hombre no va a volver, no nos quizo y nunca le importamos, por eso la vida que siempre deseaste no va a pasar ya, porqué nosotros no somos bienvenidos aquí. Es hora que te des cuenta de eso, mamá!

Y sin decir más, el castaño solo se fue dándo un portazo fuerte, dejando a su madre entre lágrimas y recuerdos dolorosos.

Caminó pensativo, con un puchero de tristeza y molestia en sus labios y el cuerpo tenso a través de los arboles, agradeciendo que el día estuviese un poco más soleado que de constumbre y qué el bosque fuese menos aterrador a esa hora.

Ahora detestaba el triple ese lugar, pero desgraciadamente tampoco podía darse el lujo de evitarlo pues era la única ruta para ir hacía la plaza, la zona comercial y la universidad.

Suspiró, mordiéndo sus labios nervioso y caminando apurado, mientras observaba preocupado el camino, tratando de notar entre las hojas alguna de sus pertenecías.

Sus pensamientos seguían perdidos en la discusión con su madre. Lo admitía, realmente le dolía haberle hablado de esa forma.

Sabía que él era el mayor responsable de haber tenido que volver a ese lugar, pero en parte, también había sido totalmente sincero con ella; seguía sin entender su empeño con quedarse allí dónde nadie los quería. Tampoco lograba entender cómo es qué ella aún después de tantos años, esperaba que su padre volviera.

¿Cómo lo podía seguir amando y esperando a estas alturas de la vida, y después de lo que les hizo?

Gruñó molesto pateando una rama.

Resopló frustrado agachadose para mejor centrarse en encontrar sus cosas y no torturarse más con pensamientos y recuerdos desagradables.

¿Dónde están?

Frunció sus labios en un puchero rabioso, al caminar unos metros sin ningún resultado.

Veía bien sin sus lentes en realidad, pero sin duda los necesitaba para leer, y en parte también, sin ellos se sentía muy extraño.

Espero no los tengan esos imbéciles...

── Deben estar por aquí...

── Confieso que me está gustando demasiado esto de ser doblemente un héroe...

Jungkook se exaltó al escuchar una profunda y grave voz a sus espaldas.

Con una mano en el pecho por la impresión y algo agitado, se giró de inmediato a encarar al responsable de tal susto, encontrándose con una cabellera roja, unos orbes del mismo tono y una sonrisa torcida y divertida que dejaba ver dos filosos colmillos.

El chico del viernes.

Estaba apoyado a un arbol a un par de metros. Se veía algo diferente porque vestía un traje impecable, negro con pequeñas lineas blancas y una corbata roja. El cabello lo traía peinado a diferencia de las ondas rebeldes que había podido notar esa noche, aúnque los aretes largos no desaparecían al igual que sus singulares botas; el aro en su nariz resaltaba también el doble a la luz del día, y un pequeño rasguño casi imperceptible ganaba protagonismo en su mejilla en medio de la palidez de su piel.

── ¿Buscabas esto, mechitas? ──Preguntó, agitando su celular y sus lentes frente a sus sorprendidos ojos.

Jungkook tragó saliva con dificultad pero asintió en respuesta, algo torpe.

── S-Si... g-gracias ──Murmuró acercándose lentamente y algo avergonzado, sin poder mirar al contrario a la cara.

Cuando pensaba tomar sus cosas, el pelirojo las escondió tras su espalda, inclinándose un poco y viéndolo con la misma expresión socarrona y divertida, mientras chasqueaba la lengua en negación.

── Aún falta un gracias ──Reclamó. ── Son dos favores ¿Recuerdas?, salvé dos veces tu vida, es lo mínimo que espero.

Jungkook frunció el ceño, cruzandose de brazos fastidiado con la repentina actitud prepotente de este.

── Lo acabo de hacer, ¿O también eres sordo? ──Imitó las palabras que el mismo le había dicho hace un par de noches, con una leve sonrisa retadora y une ceja levantada.

El contrario rió divertido y negó.

── Me alegra saber que soy así de inolvidable, mechitas ──Le guiñó un ojo con descaro. ── Pero, ese gracias fue por encontrar tus cosas, yo todavía estoy esperando el gracias por salvar tu bonito trasero, el viernes. Arriesgué mi valiosa cara por el ¿No te parece lo más justo? ──Señaló la pequeña herida en su mejilla.

Jungkook sintió sus propias mejillas arder ante el comentario, pero lo ignoró y trató de disimularlo con un resoplido.

── ¿No conoces la bondad desinteresada acaso?

── Conozco la gratitud ──Rebatió el contrario acercándose lentamente, aún con sus manos detrás de su espalda──, y según he aprendido, los humanos deben tenerla cuando se les hace un favor, ¿No es así?

El castaño rodó los ojos. Acercándose un paso más para estar más cerca al pelirojo que lo rebasaba por un par de centímetros, sorprendiendolo un poco.

── Gracias ──Pronunció lentamente sin expresión a centímetros de su rostro risueño, antes de mover su mano hacia atrás y con astucia arrebatarle sus cosas para después alejarse triunfante.

Una vez logrado su objetivo, se puso sus lentes y le dió la espalda dispuesto a seguir su camino.

Sin duda se merecía un gran agradecimiento, lo sabía, pero esa actitud de idiota opacó por completo su heroico acto ante los ojos de Jungkook.

Lo escuchó reír de nuevo con diversión tras él.

── No es exactamente lo que esperaba, pero lo aceptaré, por ahora.

El nívea volvió a rodar los ojos, con una risa incrédula y apuró el paso.

── Es todo lo que tendrás ──Rebatió, mientras revisaba que su celular se encontrará en buen estado.

Afortunadamente el aparato estaba intacto y tenía un poco de batería todavía. Los mensaje y llamadas de su madre aparecieron de inmediato en la pantalla llenándolo de culpa, por lo qué lo guardó en el bolsillo de su pantalón rápidamente.

── Voy a hacer uso de la bondad desinteresada de la que hablabas, para que veas lo bueno que soy; el pueblo queda hacia el otro lado, ojos bonitos.

Detuvo sus pasos al oír ese apodo, girandose a verlo con molestia, pero gruñó al darse cuenta que el sujeto tenía razón. Estaba caminando en la dirección equivocada, por lo qué volvió sobre sus pasos caminando en la dirección opuesta.

Otra vez la risa divertida del contrario resonó.

── Cuanta ternura, por allí tampoco, es hacía el este, ojos bonitos. Solo debes seguir los árboles.

Jungkook gruñó de nuevo, caminando avergonzado hacia la dirección indicada con pisadas duras y molestas.

── Uno, deja de llamarme así ──Reclamó sin mirarlo, pero escuchando sus pasos tras él y su risa baja. ── Dos, gran dato, sería muy útil si tan solo todos los malditos árboles no fuesen idénticos, ¿No crees, Einstein? ──Reprochó sarcástico.

Otra risa.

Empezaba a irritarlo.

── No son iguales, los que están cerca al sendero son roble y son más oscuros, por ende más fáciles de reconocer, los demás son abetos, más claros ¿No lo notas? ──Explicó el contrario con tono sereno. ── ¿Y cómo prefieres que te llamé, entonces?

── Por mi nombre, estaría mejor ──Obvió.

── Claro, si lo supiera lo haría, genio ──Devolvió la broma el otro.

El castaño se giró a verlo entre la burla y la incredulidad.

── A estas alturas, dudo mucho que nadie en este pueblo sepa hasta mi tipo sanguíneo, así que no te hagas el inocente.

── Eso si me interesaría saberlo ──Señaló entre risas el vampiro. ── Y no, desgraciadamente, de verdad no tengo la dicha de saber de ti, mechitas ──Comentó con pesar.

El contrario resopló.

── Claro, sabes que soy humano, lo acabas de decir ──Contraatacó.

── Si, pero eso no dice mucho. No es relevante ──Comentó despreocupado el pelirojo, encogiendose de hombros.── Es como decirte que soy vampiro cuando claramente en mi caso es muy obvio, eso no te dice nada de mí ni de quién soy.

Detuvo su andar al escucharlo, carraspeando algo sorprendido con su respuesta.

── J-Jungkook ──Murmuró por lo bajo, algo dubitativo. ── Me llamo Jungkook, y... lamento arruinar la charla, pero ya debo irme, colmillos... Gracias otra vez ──Dijo aún sin mirarlo, levemente sonrojado por su arrebato de devolverle el apodo, antes de apresurar de nuevo su andar.

Afortunadamente no lo escuchó otra vez a lo largo de su camino, por lo qué a unos cuantos metros de distancia recorridos, se giró solo para confirmar que el vampiro también se había ido.

¿No se supone que los vampiros solo salen de noche?

Con esa duda y un par de orbes rojos instalados de nuevo en su mente, siguió su camino, casi trotando para lograr llegar a tiempo a su primera clase.

A lo lejos, esos orbes lo observaban con suma diversión e interés, escondidos tras los árboles.

── ¿Ya llegó? ──Inquirió con una mueca de angustia viendo al otro acercarse con una expresión de real preocupación.

El moreno negó, sentándose a su lado seguido por el de hebras púrpuras.

── Dijo que venía en camino.

Gimoteo frustrado al oírlo, recostandose a la pared sin ánimos.

── Fue muy idiota de tu parte, Taehyung, no debiste inmiscuirte ahí ──Regañó su hermano con una mirada de reproche.

El pelirojo rodó los ojos con un bufido incrédulo.

── ¿Me lo dices tú?, ¿Dónde quedó lo de ayudar a los necesitados? ──Reclamó.

── No arriesgandote a ti mismo en el proceso, ¿Viste tu cara? ──Intervino el otro con el mismo tono. ── Namjoonie tiene razón, fue muy estúpido de tu parte, jovensito.

El menor de los tres gruñó en desacuerdo levantándose del asiento.

── Solo es un rasguño, estoy bien y no pasó nada, ya dejen el drama.

── A ti no, tal vez ──Acusó el peligris con una mirada filosa y molesta que hizo brillar sus orbes rojizos con más intensidad que de constumbre.

Taehyung hizo un chasquido orgulloso con su lengua al escucharlo, pero cuando planeaba responder fue interrumpido por alguien más.

── Luego hablaremos de esto ──Intervino severo la voz de su padre a lo lejos, señalando la oficina como una orden silenciosa para los tres.

Con un suspiro pesado, el menor agachó la mirada, asintió y siguió a su progenitor y a sus guardaespaldas hasta el interior de esta, con sus hermanos pisandole los talones.

── Alcalde Kim, buenas tardes, que gusto tenerlo aquí ──Se levantó de inmediato el director Min, para hacer una reverencia, emocionado en demasía con la precencia del nombrado.

── Gracias Min, quisiera poder decir lo mismo pero desgraciadamente esta no es una visita social de mi agrado ──Gruñó el vampiro mayor, tomando asiento en una de las sillas de cuero viejo desocupadas frente al escritorio del lobo con expresión seria.

Sus hijos mayores se posicionaron tras él, dejando al responsable de tal reunión a su costado, junto a Byun y su padre, o lo poco que quedaba de este y los demás implicados.

La oficina era demasiada pequeña para casi veinte personas en ella, pero nadie a parte de Taehyung pareció darle importancia a ese detalle.

Ocho de ellos estaban cubiertos de vendas y con suturas en algunas partes del rostro, mientras Jennie y Kai solo tenían un par de rasguños similares a los suyos. Algunos de los padres lo miraban con odio puro, mientras la otra mitad no se atrevían si quiera a levantar la cara frente a su familia, como ya era habitual.

Sonrió orgulloso, volviendo a poner su mirada al frente y devolviendole el gruñido bajo que Baekhyun le dedicó.

Cuando el Sheriff Park cruzó la puerta y su mejor amigo le hizo señales de apoyo desde afuera ──antes de que esta le fuese cerrada prácticamente en la cara──, esa sonrisa volvió a borrarse al ser consciente que su sentencia estaba a punto de ser leída.

Tragó saliva nervioso en medio del tenso silencio.

── Bueno, señores, lamento haber irrumpido en sus ocupadas vidas, pero he tenido que tomarme la molestia de convocarlos aquí para informarles del bochornoso escándalo en el qué sus hijos se han visto involucrados hace un par de días.

── ¿Escándalo?, a mi me parece más un delito, director ──Comentó Taehyung, cruzandose de brazos con molestia.

── Taehyung ──Advirtió su padre, dándole una mirada severa para que se callara, cosa que a regañadientes el pelirojo hizo. ── Como entenderá no tengo mucho tiempo Min, ¿Podríamos ir al punto de esta reunión?

── El punto, Kim, es que tu hijo se disculpe e indemnice al mio por casi matarlo ──Reclamó el padre de Baekhyun iracundo, señalando a su hijo postrado en la silla de ruedas con una venda en su cuello y otra rodeando su torso, un parche en el ojo y un yeso en su mano derecha, mientras ponía una expresión de desahuciado que a Taehyung le parecía ridícula.

Bufó en desacuerdo.

── Alcalde Kim para usted ──Corrigió indignado, señalando al hombre. ── Y, ¿Por qué me disculparia con un asesino sádico como la escoria de su hijo?

── Taehyung... ──Volvió a reprochar su padre, al mismo tiempo que su hermano mayor le daba un leve empujón como regaño silencioso.

── ¡El asesino eres tú, que por poco nos matas! ──Intervino entre lágrimas falsas e hipidos dramáticos Jennie.

── ¡Si, él nos atacó sin darnos oportunidad de defendernos! ──La apoyó Chanyeol. ── ¡Cuando llegamos Baek estaba desangrándose, un par de minutos más y lo hubiese matado!

── Le hubiese hecho un favor al mundo...

── ¡¿Ven?! ──Señaló Kai, ahora. ── Aquí el único sádico es Kim, que cazó a Baek como un pobre animal y se aprovechó que estaba solo para someterlo.

El pelirojo soltó una carcajada llena de ironía.

── El golpe en la cabeza si debió afectarte bastante Jongin, porque de repente la amnesia es severa ¿Eh? ──Lo miró con una sonrisa amarga antes de volver a su semblante serio. ── Si no recuerdo mal, los únicos que estaban haciendo un estúpido y sádico juegüito de caza con un pobre chico inocente e indefenso en pleno siglo veintiúno, eran ustedes, manada de franch Poodle's desquiciados.

── ¿Como te atreviste a decirme, Kim?

── Dohyun, es el hijo del alcalde, porfavor...

── Oh, no se preocupe señor, con gusto lo repito para los sordos: French Poodle's.

De repente todos empezaron a atacarse, gruñirse y gritarse cosas, sin importar nada más. Los padres se insultaban entre si a la par de los hijos, mientras el Sheriff intentaba inutilmente mediar para no llegar a los golpes, y el director tan solo miraba la escena petrificado sin saber cómo controlar la situación.

El alcalde por su parte, tomó las riendas del asunto, levantándose y dando un fuerte golpe en la mesa, logrando que todos se callarán repdntinamente y posarán su atención en él.

── ¡Vamos a solucionar esto de una vez, o ¿Prefieren seguir comportándose todos como niñitos de primaria?!

── Papá...

── ¡Cállate! ──Lo interrumpió con un severo grito, haciéndolo agachar su cabeza al igual que a sus otros dos hijos.

── Director Min, no entiendo para que me hace perder mi valioso tiempo si esta situación claramente tiene una obvia resolución desde un principio ──Se giró para ver al viejo con una expresión molesta, apoyándo ambas manos en el escritorio con imponiencia.

── Señor Kim, lo convoqué para evitarnos una junta comunitaria con el pueblo, porqué su hijo fue quién atacó a varios de sus compañeros a sangre fría, y desgraciadamente eso es algo que le incumbe tanto a la universidad, como a usted en ambos roles de padre y alcalde ──Explicó el viejo algo tembloroso, pero manteniéndole la mirada impasible al vampiro frente a él.

── Oh, ¿Pero porque evitarla, Min? ──Inquirió con tono amable el pálido. ── Este caso claramente tiene que llegar a una junta comunitaria de algún modo, no sólo con los altos rangos y eminencias del pueblo, si no también con un par de periodistas y políticos humanos, amigos míos, que estarían muy interesados en saber la noticia de que un grupo de jóvenes alfas son tan fuertes y temibles que práctican la caza, la psicópatia y el canibalismo con los más débiles en pleno siglo moderno, porque tengo entendido que esta no es la primera vez, ¿Los últimos cinco cadáveres de omegas hayados en el bosque, te suenan? ──Se giró a ver a los culpables, quienes tragaron saliva nerviosos y desviaron sus miradas, escondiéndose como cachorros asustados tras sus padres quienes también se tensaron en su lugar.

── Y no olvidemos que esta vez, la víctima era un humano ──Añadió Taehyung con un tono sereno, pero igual de frío e intimidante que el de su padre.

── Un gran escándalo mediático para ambos mundos, si se llega a filtrar... ──Añadió Namjoon con una leve sonrisa.

── Eso no le haría bien a la poca buena reputación que hemos obtenido en el mundo humano ──Le siguió Seokjin con una sonrisa inocente.

El lobo gruñó por lo bajo al ver al trío de murciélagos caprichosos sonreirle con altivez.

── Mi hijo solo hizo lo que cualquier persona con bondad y un poco de moral haría en su caso. Los atacó en defensa de un inocente y lo único que lograrian al exponerlo aqui o afuera, es dejarlo como el héroe que es frente a una sociedad moderna que sí castiga estos desagradables actos ──Con el mismo tono impasible y sereno, volvió a sentarse para cruzar su pierna con elegancia y darle una mirada de advertencia al director. ── Si eliges esa opción, Min, te digo que de mi parte se acabarían también los patrocinios para esta institución y todos los negocios de los implicados y aquí presentes.

Murmullos y gruñidos inconformes y rabiosos inundaron la oficina, mientras los Kim sonreían triunfantes y poderosos.

El de canas, tragó saliva duramente junto a su dignidad y con un suspiro pesado y fastidiado, asintió antes de darle una falsa sonrisa amable al vampiro azabache.

── No es necesario llegar a esos extremos, señor Kim ──Murmuró nervioso──, creo que podemos resolver esto como un malentendido privado y dejarlo como una simple riña callejera entre estudiantes que recibirán la sanción correspondiente ¿Le parece?

El vampiro mayor sonrió satisfecho y asintió.

── Totalmente de acuerdo, Min.

── ¡Papá, esto es injusto! ──Reclamó furioso Byun menor.

── ¡Silencio, Baekhyun, ya escuchaste al director!

Taehyung le dedicó una sonrisa triunfante disfrutando del odio visible con que este lo miraba.

── Perfecto, entonces, Baekhyun va a tener que cumplir con un servicio comunitario, supervisado por el Sheriff Park, además de hacer la limpieza a las aulas de clubes durante dos meses ──Explicó el director, ignorando las miradas de pura indignación del mencionado, antes de continuar: ── Taehyung, tú por tu parte deberás encargarte de todo lo referente a las actividades del club de música y tendrás que ayudarnos con las lecciones de guitarra para los cursos menores durante un par de semanas; y los castigos de los demás responsables se los haré saber mañana respectivamente, ¿De acuerdo todos?

Los Kim asintieron de acuerdo, el menor con menos ganas que todos pero sin atreverse a reprochar tampoco. Mientras los demás presentes gruñeron y con muecas de disgusto asintieron sin más remedio a las órdenes impuestas.

Respirando aliviado ante el último timbre, Jungkook tomó con desgana sus cosas y esperó pacientemente a que los demás salieran del aula como una estampida de animales.

Ignoró de nuevo, como bien logró hacerlo a lo largo del día, todas esas miradas curiosas, de desagrado, de molestia o de lo que fuese que le causaba su sola existencia a las especies a su alrededor y sin más, se levantó para también salir.

── Tengo entrenamiento, mañana hablamos, Kook, y bienvenido otra vez ──Se despidió con una sonrisa y un efusivo abrazo amable, EunWoo ──su nuevo compañero de asiento──, antes de irse corriendo igual de apurado que los demás.

Jungkook sonrió.

Por lo menos no todos allí eran unos idiotas despreciables, o al menos, no la mayoría.

EunWoo era un alfa de fantasma, jugador del equipo de baloncesto de la universidad, y había sido muy amable con él durante todo su primer día. Desde el principio lo recibió con una sonrisa, le preguntó sobre su especie y su vida en Seúl con mucha emoción, escuchandolo con sumo interés y curiosidad. Incluso le había mostrado la universidad con más detalle y lo había invitado a conocer también el pueblo juntos algún día, sin dejar de alagar en ningún momento, su cabello, sus tatuajes o su talento para dibujar.

Por primera vez en días, Jungkook se sintió tranquilo y a gusto de nuevo con alguien desconocido, y eso se lo agradecía inmensamente al alfa.

Con paso tranquilo caminó por el pasillo directo a su nuevo casillero, de dónde sacó rápidamente sus pertenencias para volver cuanto antes a su casa. Entre más rápido saliera de allí, menos tarde se haría y menos aterrador y tortuoso sería cruzar de nuevo el bosque.

Cerró la puerta y con un suspiro abatido arrecostó su frente a esta. No quería volver a estar ahí a oscuras y solo.

¿Y vuelven a atacar?

Suspiró con pesadez.

Sin darle muchas vueltas al asunto para evitarse más ataques de pánico, se colgó la mochila al hombro y con una mueca ansiosa se dirigió hacia la salida.

Al pasar por el área de clubes, quizó acercarse para de una vez por todas inscribirse y quitarse esa responsabilidad de encima, pero desde lejos alcanzó a leer un letrero que decía: "Cerrado hasta el miércoles" pegado en la puerta del aula.

Se encogió de hombros, no teniendo más opcion que seguir aplazando aquello hasta el día mencionado.

Con paso apresurado llegó hasta la salida en un par de minutos, observando curioso el cielo grisáceo pero despejado y disfrutando de la leve brisa calida de esa tarde.

── ¿No supiste? Los castigaron por culpa del beta, todo lo ocurrido en el bosque fue su culpa, al parecer T-...

Frunció el ceño y detuvo el paso al escuchar a un par de chicas hablar entre murmuros a unos cuantos metros suyos, sin notar su precencia.

¿Los castigaron?

¿A quiénes?

¿Por qué?

¿De qué manera?

Cuando planeaba intentar seguir escuchando la conversación para intentar responder sus dudas, un grito y un fuerte abrazo efusivo lo tomaron por sorpresa, haciéndolo tambalear en su lugar.

── ¡Jungkookie! ──Gritó de nuevo con emoción la voz de Hoseok, mientras lo apretaba con fuerza, lo alzaba y le hacia dar vueltas. ── ¡Tu primo favorito vino a recogerte!

Jungkook sonrió contento y emocionado, pero lo disimuló con un gruñido y un leve golpe en el hombro del mayor.

── Si, Hobi, lo noté pero ya bajame ──Se quejó falsamente hastiado.

Con un puchero dolido el albino lo hizo, alejándose para verlo con indignación y las manos en jarra.

── Hasta ahora nos saludamos, vengo por ti para que no camines solo en ese feo bosque, ¿Y con ese poco amor me recibes? ──Jadeó con dramatismo tocando su pecho. ── Me dueles profundamente, Jungkookie.

El menor simplemente rió divertido con la actitud dramática del pálido, pero también geniunamente contento de tenerlo allí junto a él como siempre había sido.

Mientras Hoseok reprochaba y hablaba rápidamente super entusiasmado por los planes que deberían hacer juntos, la mirada de Jungkook se desvío sin una clara razón hacia el final del pasillo, dejando de escuchar a su primo por un momento.

Una cabellera roja y una peculiar sonrisa rectangular de colmillos, captaron por completo su atención.

El chico del bosque.

¿Que hace aquí?

Frunció el ceño.

Se encontraba acompañado de cuatro personas más, mientras reían y hablaban animadamente por lo alto. Todos los presentes miraban hacía allí con sumo interés, pero Jungkook solo pudo notar cómo en cuestión de segundos ese par de orbes rojos conectaron con los suyos, con la misma sorpresa y curiosidad reluciendo en ellos, antes de guiñar uno en su dirección y volver la atención a sus compañeros.

── ¿Kook, me estas escuchando? ──Reprochó Hoseok, al no obtener respuesta del menor a una pregunta que al parecer le había hecho.

Jungkook sonrió en su dirección como disculpa, y se obligó a prestarle atención y no voltearse a buscar el color rojo entre la multitud de estudiantes que salían apurados y eufóricos del edificio.

No sabía porqué exactamente y se sentía como un auténtico idiota por ello, pero la presencia de Hobi, sumada a la del pelirojo en un mismo lugar, le hicieron sentirse un poco menos solo y vacío.

Tal vez, realmente no estaba tan solo en el mundo como creyó...

🐍 [ Ťo Bə Continuə... ] 🦇

Holi, holi ^^

De nuevo estoy por aquí con un nuevo capítulo ♡

¡Por fín nuestro protagonistas preciosos interactuan un poco más! Ihhhhh que emoción 🥹😻

Cuéntenme, ¿Qué tal les parece la personalidad de Tae?, ¿Y qué tal su padre o su familia en general?, ¿No son lo más sexy?

Yo estoy así 🛐✨️🫦

Bueno de aquí en adelante arranca la trama principal, así que se viene lo bueno, agárrense 👀👹

Espero les esté gustando la historia, a mi me gustaría leerlos más con sus comentarios, teorías u opiniones de la historia y los personajes así que no les de pena porfi y cuéntenme todo lo que piensen 😭🥺💜

Gracias por leerme, ya saben que los amo y nos vemos en el próximo capítulo 💚💋✨️

Pd: arriba les dejé una imagen de Tae en el bosque por si no nos basta la imaginación con ese vampiro 🫦🫠🛐

¤《》VanTTGirl ◇ 💚✨️

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