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『♡⃕』I 🐍

La lluvia caía acompañada de una suave brisa, manchando los cristales a un ritmo pacífico que tenía ensimismado al jóven que con atención miraba las gotas deslizarse sobre el mismo, como si estás fuesen lo más increíble del planeta.

── ¿Estás emocionado, medusita?──Inquirió entusiasmada la mujer al volante, sacándolo de su ensoñación.

Por el contrario, su hijo en el asiento aledaño solo pudo hacer una mueca inexplicable ante su pregunta.

── Ansioso, sería una mejor descripción, mamá.

Y es que realmente no sabía como describir correctamente sus sentimientos en ese momento. Era una mezcla rara, inexplicable e incómoda que recorría todo su cuerpo al pasar de los minutos y ante cada kilómetro acortado.

── Te prometo que te va a gustar, es un pueblo pequeño pero literalmente es un lugar mágico que te llena de libertad, te va a encantar con solo ver lo hermoso y hogareño que es, confía en mi ──Comentó con ilusión la fémina, con una sonrisa melancólica, sin despegar la vista de la carretera.

── Es lo que más deseo... ──Susurró para si mismo en medio de un suspiro temeroso, con la vista fija en la carretera, viendo el reflejo de sus mechas verdosas y los tatuajes en su cuello asomarse en el cristal como un constante recordatorio agridulce de quién era.

Libertad.

Parecía una palabra tan común y simple, algo que cualquier ser humano merecía tener y experimentar en su vida. El problema es que Jeon Jungkook no era precisamente un humano... o al menos, no del todo.

Y ese pequeño detalle lo ha perseguido y atormentado durante sus veintitrés largos años de existencia.

Por eso, deseaba realmente que su madre tuviese razón una vez más, y que este repentino ──y hasta cierto punto──, obligatorio cambio, le pudiera brindar por fin esa paz y libertad que desde niño siempre deseó tener. Porqué lastimosamente hasta ahora, la vida solo le demostró una y mil veces que nunca podría ser o si quiera, mínimamente sentirse como alguien normal, no siendo un monstruo.

Amaba a su madre, lógicamente, pero el haber heredado la mitad de los genes de su especie, se había convertido en la mayor de sus cargas y tristezas.

Pues, aunque para muchos tener los poderes y cualidades de un ser increíble, tan fantástico, místico y mitológico, solo podía significar infinidad de cosas positivas; para él solo eran una marca inmensa e imborrable que solo traía consigo rechazo, repudio, tristeza y dolor.

Y aunque seguía siendo un humano en su mayoría, aquello para el mundo externo parecía no ser válido.

Ante los ojos de todos solo era el monstruo, el experimento, el alíen de otro planeta... o simplemente el chico medusa al que no podías mirar a los ojos porque te convertiría en piedra.

Irónico, porqué ni si quiera eso podía hacer...

Ser un híbrido de gorgona había sido el mayor de sus castigos, y en parte era gracias a esa horrible maldición, es qué nuevamente había tenido que cambiar drasticamente su vida, no sólo por su propio bien, si no también por el de su inocente y pobre madre.

Y todavía se sentía tan miserable por ello...

Si tan solo nunca se hubiese topado con ellos, si nunca los hubiese conocido y si se hubiese podido conformar con seguir siendo invisible o simplemente aborrecible para todos los humanos, tal vez hubiese podido continuar fingiendo una vida común y mundana, y se hubiese podido ahorrar la carga emocional que conllevaba el empezar de nuevo en un lugar totalmente desconocido para él.

Pero debió suponer que su triste existencia sería así, cuándo su propio padre los abandonó tras su nacimiento al enterarse que era igual a su madre.

Debió tomar aquella cómo la mayor de las señales para entender qué jamás podría ser libre, ni mucho menos, feliz...

Dos Días Atrás...

── ¡Hey, Kook! ──Levantó la vista tras su llamado, sonriendo alegre al escuchar al dueño de aquella dulce voz.

Cerró de inmediato su casillero girandose para encarar a su novio, quién de inmediato lo atrapó entre sus brazos, dejando un suave beso en sus labios.

── Hola, Yugyeom-ie ──Susurró algo avergonzado por el sorpresivo acto, alejándose del azabache algo sonrojado. ── ¿Que haces aquí?, No se supone que estabas de vacaciones, ¿Cuándo regresaste?

Divertido y orgulloso de las reacciónes que causaba siempre en el menor, este lo acorraló contra los casilleros, mientras dejaba besos descuidados en su cuello, sin importarle estar en medio del pasillo a la vista de todos, aumentando la vergüenza del nívea.

── Llegué ayer, ojitos bonitos ──Explicó tranquilo en medio de las atenciones. ── Ya sabes, mis papás de nuevo discutieron, entonces las vacaciones duraron solo un par de días.

Jungkook notó el tono amargo de su pareja, por lo qué lo alejó un poco solo para mirar su expresión dolida y dejar una caricia cariñosa y compasiva en su mejilla.

── Lo lamento, Yug...

El aludido no respondió y en cambio solo se alejó de su tacto y fingió una sonrisa.

── No es nada nuevo, y tampoco hay mucho que lamentar realmente ──Dijo tenso, tratando de restarle importancia al asunto, por más que era obvio para el menor, cuanto le afectaba. Sin permitirle responder, volvió repentinamente a su expresión emocionada con una sonrisa, que por el contrario de lo esperado, sólo alertó a Jungkook.

» Como sea, vine a buscarte porque necesito ayuda en una misión importantisima, y solo tú eres el indicado para ayudarme a llevarla a cabo ──Murmuró tomándolo de la mano con una inquietante emoción, obligándolo a seguirlo a través de los pasillos. ── Asi qué, aprovechemos que aún no tienes tu siguiente clase y vamos.

── ¿Una misión? ──Preguntó confuso el de hebras verdes, siguiéndolo prácticamente a rastras.

── Si, una misión ──Confirmó el pelinegro. ── Es por el bien y el futuro de tu novio, así que tienes que ayudarme, ojitos.

Tan solo con esas palabras, Jungkook supo de inmediato que se avecinaban problemas.

Y no se imaginaba realmente de qué magnitud llegarían a ser esta vez...

─ ¡Yugyeom, no podemos hacer esto! ──Se quejó entre murmuros molestos, mientras el contrario casi que lo empujaba para que ingresará en el lugar.

── Si podemos cariño, para algo tenemos esto ──Agitó con descaro las llaves que le había sacado de su bolso minutos atrás, casi a fuerza, frente a su rostro. ── Y para algo eres el presidente estudiantil, debemos aprovechar estos privilegios, precioso. ──Le guiñó un ojo con cinismo antes de tomar asiento frente a la computadora algo anticuada que había en el cerrado y clautrofobico lugar, dando un giro en la silla con total calma. ── Tan solo vigila que nadie venga, yo me encargo de todo.

Jungkook, totalmente alarmado y molesto resopló en desacuerdo.

── Sabes que solo puedo estar aquí en compañía de los profesores o alguien de dirección, obviamente va a ser sospechoso si me ven parado en la puerta como un idiota y con alguien que es de otro curso ──Rebatió notablemente ansioso y estresado.

── No lo hagas tan obvio y ya, usa tus encantos de niño bueno, mi amor, para algo tienes esa dulce carita ──Se encogió de hombros con simpleza. ── Tranquilo, solo tengo que encontrar la carpeta de los expedientes, borrar el archivo de mis faltas y listo, nos vamos. ──Explicó con demasiada serenidad para el gusto del menor.

── ¿Y para qué carajos, quieres hacer eso? ──Reclamó frustrado este, cruzandose de brazos.

── Cariño, es obvio que si no paso este semestre no veré en años mi preciosa Harley, y con diez faltas en mi expediente la nota final no creo que sea la que necesito precisamente ──Realizó una mueca mientras encendía el computador entre tarareos. ── ¿No puedes hacer esto por tu amorsito? ──Lo miró con expresión inocente.

Jungkook rodó los ojos, no creyendo las estupideces que su novio estaba diciendo, ni mucho menos, haciendo.

── Las podrás borrar del sistema, pero los profesores también las tienen en sus apuntes semestrales, genio. Es algo estúpido e inútil, solo nos estamos arriesgando sin sentido ¡Vamonos ya, Yug! ──Pidió por milésima vez en un susurró ansioso. ── Te prometo que luego busco otra forma de ayudarte, pe...──

── ¡Mierda, Jungkook, ya basta de tu estúpida santidad y máscara de moralidad idiota que no te queda conmigo, cállate y solo vigila la puta puerta, ¿Puedes servir al menos para eso o es demasiado esfuerzo?! ──Reclamó el pelinegro, bufando y mirándolo con molestia. ── ¿O es que acaso debo recordarte cuanto he hecho yo por ti, Kook?

Ante el tono brusco y hastiado del pelinegro y sus reclamaciónes claramente manipuladoras, el nívea solo pudo chasquear la lengua igual de enfadado y tras un severo "Jódete" de su parte, salió del lugar dando un portazo para hacer a regañadientes y en total contra de su voluntad lo ordenado por este.

Irritado y bastante dolido se arrecostó a la pared al costado de la puerta, cerrando sus ojos con cansancio y cruzando sus brazos sobre su pecho, mientras su ansiedad hacía estragos en su cuerpo provocando que mordiera sus labios con fuerza, y sus ojos se llenarán de lágrimas retenidas.

No quería aceptarlo, pero en el fondo ahora entendía bien el porqué su madre no aceptaba, ni mucho menos, aprobaba su relación con el pelinegro.

Kim Yugyeom era su novio hace aproximadamente seis meses. Era un chico cariñoso, divertido, guapo y se la pasaban realmente bien juntos desde que empezaron a salir, ambos compartían el mismo gusto por el arte moderno, la música y los deportes extremos o cualquier cosa que conllevara adrenalina. Pero también era cierto que Yugyeom y su grupo de amigos no tenían la mejor de las reputaciónes entre los del campus por sus habitos rebeldes de no asistir a clase, consumir alcohol en horas escolares y exparcir ciertas sustancias ilegales entre los jóvenes del campus, incluso se rumoreaba que habían robado un par de veces algunas tiendas de conveniencia; Aunque aquello lo sabía bien, no fue tan importante para Jungkook cuando ellos habían sido los únicos en notar su presencia y aceptarlo en su grupo sin pensarlo.

Eran sus únicos amigos allí y aunque no compartía mucho de sus pensamientos, ni actitudes, con ellos por lo menos no se sentía tan solo y desencajado en el mundo.

Ellos no lo juzgaban, ni se preguntaban porque era tan raro y solitario.

Con Yugyeom se conocieron porque compartían algunas clases ──a pesar de cursar carreras diferentes──, en las cuáles les tocaba compartir también asiento. Y aúnque Jungkook no era alguien muy social o abierto a las amistades nuevas, el azabache por su parte si que lo era, por lo qué sin esperarselo, fue este quien tomó la delantera, rompiendo el hielo tras una semana sin siquiera saludarse; Sin darse cuenta, ambos empezaron a conocerse más poco a poco y a volverse bastante cercanos.

Al poco tiempo, por pedido de los maestros, siendo uno de los mejores alumnos de su curso y como parte de una de las responsabilidades que tenía como el presidente estudiantil de su carrera, Jungkook terminó siendo su tutor para ayudarle a subir las bajas notas con las qué Kim contaba, y a las cuáles le debía que su diploma se encontrará en total crisis.

Un mes después de tutorias, salidas después de clases y un par de fiestas compartidas, el mayor le confesó al pálido que le gustaba y sin mucho miramiento le pidió ser su novio. Por supuesto, con algo de alcohol en su organismo no fue difícil para Jungkook aceptar de inmediato. El problema radicó en qué, al día siguiente la indecisión, el arrepentimiento y el temor, se hicieron presentes, al recordar que aún había algo que su nuevo novio desconocía de él.

Y qué debía continuar así, por su bien...

Por eso se encargó de mantener oculto ese detalle durante sus meses de relación. Cómo el porqué sus ojos se le hacían tan atractivos y cautivadores al mayor, o el pequeño dato de qué las mechas de color en su cabello no se desvanecian nunca porque estas no se debían precisamente a un tinte fantasía y que los tatuajes en su cuello y brazos, tenían una razón mucho más profunda y significativa de lo que él llamaba simple gusto.

Jungkook no era tonto. Estaba conciente que su relación no era la más sana, y que su novio tampoco era tan bueno ni santo como se lo esperó, y que no había realmente algo profundo allí; Pero si seguir con él significaba sentirse un poco aceptado, querido u apreciado, y podía ser parte de algo por primera vez en su vida como cualquier persona normal, podía soportar el peso emocional y hasta moral que esta conllevaba consigo.

Con tal de no volver a sentirse invisible y anormal, podía soportarlo...

Al escuchar las bisagras de la puerta rechinar con demasiada brusquedad de repente, el menor abrió sus ojos asustado.

── ¿Ya lo hiciste? ──Inquirió ansioso viendo al contrario salir del lugar con dos carpetas en su mano, agitado, pálido y con una repentina expresión de terror.

Confundido, el menor frunció el ceño ante su estado.

── ¿Que pasó, Yug?, ¿Estás bien? ──Preguntó preocupado. ── ¿Que?, ¿Tan mal estaban tus notas? ──Intentó bromear, sin obtener resultado alguno.

Cuando intentó acercarse, el contrario retrocedió casi de un salto, rascando su cuello con demasiado nerviosismo y algo tembloroso.

── S-Si ──Respondió este con tono tosco y cortante, viéndolo de una manera que estremeció al nívea, no de una forma agradable. ── H-Hablamos... l-luego ──Balbuceó entre dientes, antes de darle una última mirada para luego desviar sus ojos a la carpeta entre sus manos, y prácticamente irse trotando a tropezones de allí.

Consternado con la extraña actitud del otro, Jungkook se quedó viendo por dónde este se había ido recientemente, con la confusión brillando en su mirada.

Tras un suspiro pesado para no darle muchas vueltas al ya habitual e inentedible humor cambiante de su novio, se aseguró de que todo en la oficina de archivos se encontrará en orden para después cerrarla. Cuando buscó las llaves para ponerle el seguro correspondiente, se dió cuenta que Yugyeom se había ido sin devolvérselas, por lo qué resopló, tomó rápidamente su bolso y fue en su búsqueda, rogando internamente que nadie tuviera que entrar a ese lugar, al menos hasta que pudiese dejarla tal y como debía estar.

Yugyeom, espero no meterme en problemas por tu culpa...

De nuevo...

Al Día Siguiente...

Con una expresión de real enfado y cansancio, marcó por milésima vez el número obteniendo de nuevo como única respuesta tras interminables tonos, la voz de la ya irritable contestadora.

Molesto, colgó de nuevo en medio de un bufido indignado, y con un puchero marcado volvió a insistir.

Desde la tarde anterior su novio no contestaba ni sus mensajes, sus llamadas ni abría la puerta de su casa, y aquello no era raro viniendo de Yugyeom quién solía desaparecer constantemente, lo extraño era que ni Mark, Jackson, BamBam, Jaebom, o Jinyoung tampoco lo hicieron ni le dieron alguna razón de su amigo.

── ¡Kookie!, ¡Por la Santa Luna, te he estado buscando desde la mañana, niño! ──Reprochó la voz de su primo, entre jadeos, corriendo hacia él con una expresión que solo preocupó al menor. ── ¡Ese jodido aparato no sirve, porque te he llamado desde temprano!

── Lo siento, Hobi hyung, lo he tenido que usar toda la mañana, debe ser por eso que no te entraron las llamadas ──Se disculpó con una mueca que el mayor aceptó con un tenso asentimiento. ── ¿Haz visto a Yugyeom o a los chicos? No sé qué pasa que no logro contactar a ninguno desde ayer ──Comentó frustrado sin dejar de insistir con sus llamadas, mientras caminaba hacia el campus con afán, seguido por el de hebras claras.

── Mejor así ──Murmuró con el ceño fruncido. ── Es mejor que vuelvas a casa Kook, no te recomiendo que entres ahí ──Advirtió con un tono triste.

Jungkook se frenó, colgó su teléfono para guardarlo de nuevo en el bolsillo de su inmenso Hoodie y tragó saliva con dureza.

── Mierda, ¿El director descubrió lo que hicimos, verdad? ──Preguntó ansioso mordiendo el interior de su mejilla.

El mayor asintió dubitativo.

── Pero no es solo eso, es mucho peor, hay un caos allí...

Frunció el ceño y miró hacia la entrada del campus con el corazón acelerado y la sangre helada.

No tuvo que pensarlo mucho para armar el rompecabezas en su mente y deducir lo que ocurría.

Los archivos con los expedientes de cada alumno...

Yugyeom viéndolos...

Las dos carpetas que este llevaba en su mano y la mirada de horror que le dió al salir de allí...

Estaba claro:

Su secreto había sido descubierto.

Con las lágrimas comenzando a empañar su vista, y el cuerpo tembloroso, no hizo caso a los gritos de su primo, e ingresó corriendo al edificio para comprobar con sus propios ojos, lo que su mente le advertía desde el día anterior pero que su corazón se negaba a creer.

Y deseó inmensamente haberse equivocado...

Aunque bastó pisar el pasillo principal para recibir de inmediato las miradas de repudio, horror y burla de los presentes. Para escuchar los incesantes cuchicheos y murmurios ante cada uno de sus pasos, y sobre todo, para ver la infinidad de copias de su expediente escolar y sus datos pegadas y exparsidas por todo el campus, con su secreto remarcado en negritas y ampliado para mejor vista, junto a un enunciado grande que decía: "El monstruo entre nosotros".

Jungkook palideció, sintió su sangre bombear con demasiada rapidez, sus oídos zumbar y sus lágrimas correr sin control por su rostro, mientras veía como todos a su alrededor lo juzgaban y señalaban con total asco, terror y repudio.

Tras él, Hoseok sólo intentaba arrancar y arrebartar los afiches a su alcance, gritando insultos a cualquiera que estuviese hablando o mirando mal a su pequeño primo que estaba a punto de desfallecer en medio del pasillo, muy cerca de un ataque de pánico que a nadie parecía importarle en lo absoluto.

Tembloroso y respirando con demasiado esfuerzo, el menor se abrazó a sí mismo e intentó volver a salir de allí tan rápido como pudo. En el intento y en medio de la bruma de su propio llanto, logró captar una imagen que solo terminó de destruirlo en ese momento.

Yugyeom y su grupo de amigos, eran quienes entre burlas y risas se encargaban de repartir los volantes.

Cuando intentó alejarse y evitarlos, no tuvo demasiada suerte, pues en poco tiempo el pelinegro notó su presencia y se acercó a él con paso furioso.

── ¡Tú, cosa del demonio! ──Lo señaló como si se tratará de cualquier pedazo de basura arrojado en medio de un pantano. Con tanto asco qué, Jungkook tembló ante su sola mirada. ── ¿Cómo pudiste engañarme durante tanto tiempo?, ¿Cuándo pensabas confesar la clase de... cosa que en realidad eres, eh?

── Yug, cuidado, te puede hacer algún hechizo y convertirte en piedra, no lo mires demasiado ──Advirtió entre la burla y el verdadero terror, BamBam.

El nombrado sonrió con petulancia.

── Si no lo hizo mientras estábamos juntos, dudo mucho que ahora tenga las bolas suficientes para hacerlo ──Se burló mirándolo de arriba a abajo como si no valiera nada. ── Siempre lo supe, esos malditos ojos... no podían ser normales, y mierda Jeon... de verdad eres un desperdicio de cosa, porque ni siendo la clase de aberración que eres puedes servir para algo. No sé porque creí que me serías útil, porque ni siquiera en la cama serviste ──Soltó una risa amarga. ── Aunque ahora me da asco si quiera pensar que te toqué y besé... Por suerte solo fuiste mi juguete de entretencion y beneficio durante un rato, porque ahora sé que eres un monstruo que solo debería existir para ser exhibido ridículamente en un circo de mala muerte.

Jungkook se encogió en su lugar, con el pecho ardiendo ante cada fría e insensible palabra del contrario. Sabía que no lo amaba, y sería hipócrita decir que él sí lo hacía, pero mínimo esperaba el mismo aprecio que de su parte sí existía y sobre todo, un poco de compasión.

── Aquí el único adefesio inservible que se hace llamar humano eres tú, Kim Yugyeom, asi que cuida tus palabras porque te estas describiendo al pié de la letra ──Intervino Hoseok, plantandose en medio con una expresión de pura y verdadera ira mientras apretaba sus puños conteniendose.

El pelinegro solo lo desafío con la mirada sin borrar su expresión de burla y superioridad, mientras la multitud miraban curiosos y atentos la escena, apoyando entre murmuros al grupo del azabache.

── No te metas Jung, porque teniendo en cuenta que comparten la misma y asquerosa sangre, tú debes ser otro experimento más.

── Sí, lo soy, y tú y la manada de decerebrados que tienes como acompañantes, deberían tener cuidado Wang, porque para su desgracia yo sí sé como usar mis poderes y no tengo miedo de hacerle un favor a la humanidad y desaparecer a unos cuantos imbéciles ──Amenazó con una mirada severa, antes de girarse hacia el menor que hipaba y temblaba con la vista en el suelo y las manos arañando su cuello, sumido en su propio mundo de dolor y horror. ── Kook, este tipo no merece que le des ni tú atención, ni tampoco tu dolor, y tampoco quiero que veas como le rompo la cara y lo envío directo al inframundo dónde merece estar, por eso mejor salgamos de aquí ──Habló por lo bajo con voz apacible mientras intentaba cuidadosamente lograr que el menor lo mirará y dejará de hacerse daño.

── Vamos, Jungkookie, te voy a sacar de aquí, estoy contigo ──Le murmuró mientras lo rodeaba con su brazo protectoramente y entre susurros le indicaba como respirar, mientras lo ayudaba a caminar entre la multitud de chismosos y desocupados que solo los miraban con cada sentimiento negativo peor al anterior.

Un par de minutos más y Jungkook afortunadamente respiraba al menos por su propia cuenta sin necesidad de indicaciones y caminaba sin el apoyo de Hobi. Estaban cerca a la salida, pero desgraciadamente alguien de nuevo se interpuso en su camino impidiendo su paso.

── Rose, si no te importa, es una emergencia, debemos irnos ──Le dijo entre un suspiro cansado el de hebras blancas a la rubia que solo mantenía una distancia ridícula y no se atrevía a si quiera mirarlos correctamente.

── Lo siento Jung, pero el director Kim quiere ver a... ──Hizo una pausa para escanear con desconfianza a Jungkook quien tenía la mirada perdida en sus botas, entre sollozos bajos, respiraciónes aún irregulares y temblores constantes. ── él... y... les advierto que convertir en piedra a alguien aquí equivale lo mismo a un asesinato, así que cuidado con lo que hacen...

Hoseok rodó los ojos ante el disparate dicho por la fémina.

── No hay tiempo, igual no creo que volvamos a pisar este miserable lugar, vamos Kookie ──Dijo enfadado el mayor, tomando la mano del nombrado, para hacerlo retomar su camino. ── Y cuidado con la vista Park, no vaya a ser que ya estén haciendo efecto los poderes y te conviertas en la próxima estatua de exhibición de las escaleras.

Tras esas palabras las chica gritó dando un brinco, antes de correr escaleras arriba.

Hoseok sólo pudo negar decepcionado de la raza humana.

Unos cuantos pasos y Jungkook sintió como su primo lo soltaba, solo para inmediatamente sentir unos cálidos y conocidos brazos rodearlo con la protección y amor que desde niño le habían brindado, y los cuáles siempre serían su único y verdadero lugar seguro.

── Shh, tranquilo mi medusita, mamá ya está contigo ──Arrulló entre murmuros suaves y calmados su madre, abrazandolo con fuerza, permitiendole esconderse en su cuello como si nuevamente fuese un niño asustado y dejando un beso en su coronilla. ── T-Todo va a estar bien, cariño, te lo pr-ometo ──Aunque su voz sonó igual de rota, Jungkook prefirió confiar en sus palabras, porque si no se aferraba a algo estaba seguro que iba a morir de miedo y dolor allí mismo.

Estaba tan aterrado como cuando tenía seis años y se perdió en el bosque del pueblo natal de su madre. Se sentía desorientado y débil, acechado por todos.

Aferrados el uno al otro, los Jeon lloraron en silencio en medio del pasillo, cargando con el peso de ser diferentes en un mundo dónde aquello solo estaba ligado a lo oscuro, diabólico y antinatural, cuando ellos solo deseaban una vida común y feliz.

Ya más calmado y aún en compañía de su fiel escudero, Hobi; Jungkook bebió el último trago de agua en su botella, antes de ver a su madre salir de la sala del director Seojoon, entre lágrimas.

── Va-mos, Kook...

── ¿Q-Que pasó, ma? ──Murmuró consternado y asustado, levantándose a la par de su primo que permanecía en silencio.

── Tenemos que irnos de la ciudad ──Respondió simplemente su madre en tono calmado, caminando sin mirarlo.

── ¿C-Como?, ¿A dónde, mamá?, Yo... simplemente, puedo ir a otra universidad, no cre...

── ¡Nos vamos, y no hay más discusión, Jungkook! ──Declaró con tono fuerte su madre entre lágrimas, encarandolo por fín. ── N-Nosotros no pertenecemos aquí, nunca lo haremos y siempre lo supe, pero tu padre... ──Su voz se quebró y el llanto intenso volvió.

Jungkook no hizo más que agachar la cabeza y volver a dejar que las lágrimas silenciosas cayeran también, mientras Hoseok presenciaba la escena en silencio pero con puro pesar e impotencia.

Jungkook era como su hermano pequeño, habían crecido juntos, y le dolía ver como su familia tenía que soportar la maldad e intolerancia humana.

Los Jeon y él mismo, eran todo menos esos demonios o monstruos terrorificos y temibles que los demás habían señalado y juzgado a pesar que los conocían perfectamente... aún eran humanos, y deberían ser tratados con la dignidad y el respeto que merecían.

Pero lastimosamente, no todo siempre era como debía.

─ V-Vamos, tenemos que empacar todo e irnos mañana mismo ──Anunció la de cabellos verdes limpiamdo sus lágrimas. ── Tuvimos suerte que el director Kim es bondadoso y nos dejó ir sin el debido reporte a las autoridades por tu complicidad en el robo de información, Jeon Jungkook ──Dijo con tono de reproche y observándolo con decepción, antes de tomarse el puente de la nariz, estresada. ── Luego hablaremos de eso jovensito, por ahora, solo salgamos de aquí antes de que alguien llame a la prensa y la información llegue a manos del gobierno y nuestra situación empeore.

Jungkook y Hoseok compartieron una mirada de terror. Ninguno había pensado en ese pequeño gran detalle.

Esa era una de las mayores razones por la que su especie debía mantenerse en secreto. Entre las oscuras noticias del bajo mundo que rondaban por la ciudad de Seúl, se rumoreaba que el gobierno buscaba híbridos de cualquier especie entre su población, a los cuáles capturaban bajo una vaga excusa para luego de manera ilegal ser vendidos al país vecino y enemigo, dónde los retenían como individuos de prueba para armas, experimentos y muchas más atrocidades inimaginables.

La sola idea de que su madre y él terminarán así, le heló la sangre.

Y comprendió que nuevamente ella tenía razón: debían irse cuanto antes de esa ciudad para salvar su vida.

En La Actualidad...

Es así como luego de horas haciendo su equipaje y escuchando el sermón esperado por haberse dejado manipular y enredar por Yugyeom para hacer cosas ilegales; ahora ambos se encontraban en medio de una carretera despoblada, en plena madrugada, rumbo a un pueblo fantasma mágico cercano a las fronteras del país, del que la mayoría de la humanidad, él mismo y el GPS, desconocían por completo.

── Este cambio nos hará bien cariño. En Ilheobolin estaremos mejor ── Afirmó ella apretando con cierta ansiedad el volante entre sus manos. ── Es a dónde pertenecemos y dónde debemos estar. Será una mejor vida, y era nuestro destino volver y quedarnos...

Jungkook no supo realmente si se lo decía a él o si solo eran palabras motivacionales para si misma. Pues la conocía bien para notar cuando estaba nerviosa u ansiosa, y justo ahora, dejando su máscara de emoción y serenidad a un lado, era una mezcla de ambas.

No era para menos. Conocía bien la historia y sabía que ella había huido de aquél lugar con su padre cuando supieron de su llegada, el rumor lo supó poco después todo el pueblo y sus abuelos fueron desterrados por culpa de su futuro nacimiento.

Su madre aseguraba que allí serían bien recibidos y podrían tener una vida tranquila, cotidiana, y en paz. Y él verdaderamente deseaba confiar y emocionarse genuinamente por ello como en algún punto del largo viaje su progenitora lo estaba, pero una parte de su corazón le decía que las desgracias para su familia aún no terminaban.

Era un doloroso pero creíble palpito, pues parecía que el destino de ambos realmente sólo estaba cargado de infelicidad y sufrimiento.

Las maldiciones los perseguían...

── Solo espero que el destino no se equivoque de nuevo...

🐍 [ Ťo Bə Continuə... ] 🦇



Holi ✨️🥺💚

Bienvenidos oficialmente al inicio de esta mágica historia. Como ven empezamos con un poco de contexto de nuestro único y auténtico protagonista principal, Kookie 💜 y con esto arrancamos con todo lo que se mos viene.

AHHHH estoy super emocionada por mostrarles toda la trama, los personajes, las escenas y todo lo que a través de estos meses he venido planeando con tanto cariño y entusiasmo 😭😭🥺✨️

Espero les guste mucho y que desde ya se sientan con ganas de saber más, y cómo dije por mis redes, no prometo un horario concreto de actualización porque no quiero quedarles mal, pero intentaré estar actualizando cada semana o máximo cada quince días. Ya qué afortunadamente ya tengo las bases principales escritas así que solo es cosa de darle desarrollo y pulimento cuanto antes 👀🥹

Así que nada, espero sus opiniones, comentarios, expectativas, tal vez, teorías desde ya

¿Por qué no? 🧐

Para no alargarme más innecesariamente, yo me despido ya. No olviden que los amo un montón y agradezco infinitamente su apoyo constante hacia mis obras. Un beso, cuídense mucho mucho y nos vemos en la siguiente actualización 💋💜

Pd: Happy Pride Month & Happy Purple Month 🥹🏳️‍🌈💜✨️

☪ VanTTGirl ▪︎《

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