Yoongi suspiro mientras terminaba de limpiar la sección de discos de acetato del fondo de la tienda, donde un letrero de "todo a 1000 won" parecía estar a punto de caerse. Había hablado infinidad de veces con su jefe sobre cómo nadie iba a la sección de discos viejos y sobre cómo el aura oscura y antigua de la sección terminaba de dañar la esencia de toda la tienda pero su jefe parecía empeñado en conservar la sección casi como una orden sagrada.

El tintineo de la puerta abriéndose le sobresalto mientras se daba la vuelta, tratando de poner una sonrisa en su blanco e inexpresivo rostro para el posible cliente que a esas horas de la tarde se había animado a entrar a la tienda del señor Choi. Llevaba trabajando en la tienda desde que era un estudiante de instituto y ahora que se encontraba en la universidad, era su principal fuentes de ingreso, aun cuando Yoongi era sin duda, el peor vendedor del mundo.

Forzó una sonrisa y se adelantó entre los estantes de novedades hasta la caja donde esperaba ver a una linda chica buscando el nuevo disco de su estúpido y patético oppa, en contraposición, se encontró a su mejor amigo recostado contra el mostrador y haciendo burbujas con su propia saliva. Así que la sonrisa desapareció y una mueca de fastidio tomó su rostro antes de adelantarse y golpear al chico en el cuello sin nada de consideración.

Taehyung gimió de dolor y le miró con los ojos entrecerrados, juzgándolo.

Entonces Yoongi sonrió contento hacia el menor y camino hasta la parte de atrás de la caja mientras Taehyung volvía a recostarse contra el mostrador y ahora jugaba con sus manos. Se conocían desde hace años, cuando Tae había terminado hablando con la bicicleta de Yoongi una tarde de verano. El mayor había tratado de huir del más chico pero Taehyung había sido insistente y Yoongi terminó hartándose.

Ahora eran mejores amigos.

O algo muy parecido a eso, claro está, Yoongi jamás iba a admitirlo.

.- Hyunggggg - sonrió Taehyung mientras le miraba con sus ojos abiertos a más no poder, luciendo como un niño inocente a punto de pedir algo.

Yoongi decidió que lo mejor era ignorarlo.

.- Yoongi Hyunggggg - volvió a hablar en tono meloso el menor, subiéndose aún más sobre el mostrador y tratando de alcanzarlo con sus manos, que Yoongi observó, estaban llenas de tierra - Hazme caso, hyung.

Si, ignorarlo era lo mejor.

Pero si por algo era conocido Taehyung era por no rendirse ante nada, mucho más si se trataba de ser el centro de atención de algo. Así que por los siguientes quince minutos, Taehyung estuvo bailando y gritando para él mientras Yoongi rogaba que nadie entrara a la tienda y viera el espectáculo gogo que Taehyung estaba montando para él.

No soportaría la vergüenza de ver los clientes, o aún más, al señor Choi.

Así que, para cuando Taehyung ya estaba montando su pierna derecha en la estantería de lo "Nuevo", Yoongi decidió que ya lo había ignorado mucho y si no quería que ningún desastre ocurriera, tenía que hacerle caso -con todo el dolor de su alma- al menor y ver qué era lo que quería con tanta insistencia.

.- Bien, bien - alzó la voz y apoyó sus codos en el mostrador, observando como Taehyung se detenía y le sonreía con muchas más ganas que al inicio - ¿Qué quieres, Tae?

.- El chico lindo y su amigo tienen hambre, hyung - fue todo lo que dijo Taehyung mientras volvía a apoyarse en el mostrador, Yoongi podía asegurar que la marca del abdomen de su amigo quedaría grabada en la madera vieja y rústica - Préstame dinero para poder comprarles algo de comer - pidió entonces el menor, juntando sus manos y alzando las palmas hacia él, esperando que le diera dinero.

Yoongi gruñó antes de sacar su billetera pero... ¿quién era el chico lindo? ¿Y quién carajos era su amigo?

.- ¿Qué chico lindo, Taehyung? - le preguntó, dejando su billetera a medio camino.

Taehyung alzó sus grandes y expresivos ojos hacia él, observándolo confundido para luego, en cuestión de segundos, fruncir el ceño.

.- ¡Te hablé de la puerta, hyung! - Tae hizo un puchero mientras se cruzaba de brazos - Te dije que el chico lindo vive al otro lado de ella y que tiene hambre. Hyunggggg...

Ah, la puerta... Yoongi gimió resignado mientras recordaba como Taehyung había estado hablando de la dichosa puerta por casi dos semanas seguidas. Como siempre, Yoongi había decidido ignorar en qué consistía el nuevo misterio de su mejor amigo, porque sí por otra cosa era conocido Taehyung, era por hablar con animales y objetos cualquieras, inventando historias fantasiosas.

Una puerta que hablaba no había sido novedad para él.

.- Bien - asintió y le tendió un billete de 20000 wons.

Taehyung sonrió y salió corriendo de la tienda.

Algo sobre que el chico lindo y su amigo ya no llorarían fue lo último que escucho antes de quedarse de nuevo solo en la tienda. ¿Quién sabría de qué rayos estaría hablando su mejor amigo?