🎼EXTRA ✨
TaeHyung abrió sus ojos, se sintió entumecido, no reconoció el techo que veía, pero los sonidos a su alrededor le advirtieron que estaba hospitalizado.
¿Hacía cuánto? ¿Por qué?
Se levantó repentinamente y gimió del dolor al sentarse—. ¡Mierda!
—¡Hijo! Tranquilo, aquí estoy —su padre se apresuró a ayudarle.
—¿Por qué me siento como un anciano con la cadera entumecida? —preguntó con voz rasposa, como si no hubiese usado su voz en varios días.
Su padre lo miró con ojos húmedos—. No tienes idea el susto que me diste.
TaeHyung parpadeó confundido—. ¿Estoy en la isla?
—No, estamos en Seúl. Cuando recibí el llamado, casi mato a alguien. Lo juro, TaeHyung. Casi muero del maldito susto —su padre golpeó su brazo y TaeHyung se quejó—. Lo siento, hijo. Lo siento.
Miró a su alrededor y no comprendió.
— ¿Podrías iluminarme? —cuestionó confundido sin saber qué decirle a su padre.
— ¿No recuerdas nada? Llamaré al doctor.
—¡No, no es eso! —dijo tomándolo del brazo para que el hombre no saliera corriendo—. Sé lo que sucedió, lo que no entiendo es cómo llegaste aquí y por qué estoy hospitalizado.
Su padre suspiró y le entregó un vaso de agua. La puerta sonó antes de que pudiera decir algo y su padre permitió la entrada a la persona del otro lado. El corazón de TaeHyung se aceleró con fuerza cuando un hombre de cabello negro entró detrás de Hye, pero no era Seokjin. Su corazón se detuvo, su nariz picó y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Llegó tarde.
—Te dejaré para que te expliquen —susurró su padre, besando su frente antes de salir y saludar al oficial DoHwan con un apretón de manos y una inclinación a Hye.
Cuando la puerta se cerró detrás de su padre, TaeHyung no aguantó. Sus ojos comenzaron a derramar lágrimas saladas mientras apretaba sus dientes y se sentía inútil. Miró al mejor amigo de Seokjin y luego a Hye, sacudiendo la cabeza en negación.
—Tranquilo, cariño. Solo vengo a ponerte al día.
—¿Qué pasó con Seokjin? ¿Dónde está?
DoHwan y Hye se miraron con el ceño fruncido y una mueca de preocupación en el rostro. La mujer suspiró y se sentó a un lado de la cama de TaeHyung, tomando su mano. TaeHyung se sintió horrible, como si una parte de él hubiera sido arrancada sin piedad ni previo aviso.
—¿Cómo está tu espalda baja? ¿Te duele? —preguntó Hye.
—¿Qué? —soltó entre dientes, confundido.
—Los vidrios rotos —dijo DoHwan—. Se incrustaron en tu espalda. El más grave fue en la parte baja de tu cintura. Estuviste dormido una semana.
TaeHyung no pudo evitar la confusión que pintó su rostro.
—¿Una semana?
Hye asintió—. Llamamos a tu padre y le explicamos lo sucedido.
—¿Qué sucedió? —cuestionó firmemente—. Carajo, Hye. ¿Qué sucedió? —susurró, sintiendo que le faltaba el aire. Las lágrimas habían mojado su rostro y no se detuvieron de caer un segundo.
Hye pasó el nudo en su garganta—. Mi hermana me advirtió cuando se fueron que algo estaba mal contigo. No entendí y ella no supo explicarlo. Pero mis sueños me revelaron que el espectro del infierno estaba aferrado a ti, cariño. Se movía contigo.
—¿Qué? ¿Yo lo traje a Seokjin? —preguntó sin aliento.
Hye asintió—. Pasó desapercibido en ti porque no estaba cazándote, sino a Jin. Cuando lo supe, me comuniqué con Hwan-ie —exclamó señalando al amigo de Seokjin—. Le rogué que me llevara a la ejecución de JiHyuk. Sabía que algo estaba mal, pero no sabía que aquel bastardo buscaba intercambiar su alma por la de Seokjin y sacrificarlo una última vez. Conseguirlo con éxito, usurpar su cuerpo.
TaeHyung sacudió su cabeza—. Yo lo vi, Hye. Vi cómo esa cosa tomó el alma asquerosa de ese hombre y pretendió atacar a Seokjin. Yo lo detuve —dijo TaeHyung tocando su pecho—. Dime que lo detuve.
—El problema de usar tu don sin entrenamiento es el peligro en el que puedes caer. Estuviste en coma una semana, los doctores no lograban comprender y tu padre estaba devastado.
TaeHyung tragó el nudo en su garganta mientras relamía sus labios. Estaban salados debido a sus lágrimas—. ¿Qué le dijeron a mi padre?
—La verdad —respondió Hye—. Se lo mostré. No puedes tener una vida con un don sobrenatural sin hacérselo saber a tus seres amados. Es desgastante. Él comprendió, bueno... Se enfureció y amenazó con demandarnos, pero eventualmente lo entendió.
TaeHyung alzó su mirada y parpadeó sus ojos, queriendo dejar de sentir que las lágrimas caían y caían sin remedio. Pero era inevitable, cerró sus ojos y sollozó un momento. Hye acarició su hombro. El silencio fue horrible y desgarrador. TaeHyung lloró y se sintió tan crudo cuando se detuvo segundos después.
—Yo intenté llegar... Llegar a tiempo. Pero cuando él despertó, no era él. No era Jin —dijo con voz temblorosa y aguda.
—¿De qué estás hablando?
TaeHyung abrió sus ojos y miró en dirección a la puerta. Seokjin vestía una camisa beige con un pantalón negro y su cabello estaba más corto y peinado hacia un lado. Llevaba una bandita en su mejilla derecha, un ramo de flores en sus manos y lo miraba con ceño fruncido.
—¿Por qué estás llorando? —se apresuró a caminar con pasos acelerados en dirección a TaeHyung, pero este se precipitó intentando correr en dirección opuesta, aunque todavía estaba postrado en la cama.
—¡Aléjate de mí! —dijo rápidamente levantando su mano.
El escritor se detuvo de inmediato y alzó sus manos mirando a Hye y DoHwan, volvió a TaeHyung—. ¿Tae? ¿Qué sucede?
TaeHyung sintió el temblor en su mentón cuando escuchó su nombre con esa voz suave y el tono preocupado. Los ojos de Seokjin estaban húmedos, confundidos y lo miraban esperando una respuesta.
—Yo lo vi en ti... N-no no eran tus ojos, no eras tú —dijo con más lágrimas brotando.
Hye lo miró y Seokjin derramaba lágrimas a la par de él.
—Cariño, tú te desvaneciste al instante en que te arrojaste sobre Seokjin para evitar que el espectro lograra su cometido —dijo Hye.
TaeHyung la miró un segundo y volvió sus ojos a Seokjin. El escritor seguía parado sin moverse. TaeHyung reconoció sus ojos pero se preguntó si tan solo era su desesperante necesidad de saber que lo hizo bien.
—Cuando llegamos con Hye ambos habían perdido el conocimiento, tú fuiste hospitalizado de inmediato debido a tus heridas. Seokjin se encontraba bien físicamente pero...
—Pero tuvo la jodida batalla espiritual más agotadora de su vida —dijo Hye.
TaeHyung relamió sus labios y secó sus ojos, las lágrimas no le permitían ver correctamente. Seokjin aspiró con fuerza—. Sí me salvaste, niño. Creo que solo tuviste una pesadilla mientras dormías. Soy yo, Tae —Seokjin tocó su pecho y caminó lentamente hacia la camilla.
Hye se puso de pie y se alejó, parándose junto a DoHwan.
—Seokjin tuvo que luchar por recuperar el mando de su cuerpo. Pero eventualmente lo logró —dijo Hye.
TaeHyung sintió que le costaba respirar mientras veía el cauteloso acercamiento de Seokjin.
—Fueron unos días intensos —susurró el escritor—, pero necesitaba vencerlo si quería verte de nuevo.
TaeHyung sintió de nuevo que su mentón temblaba, lo cual hacía que su labio inferior también—. Pero yo te vi...
—No, cariño, desperté dos días después —Seokjin suspiró, ya estaba parado a su lado. Su rostro no estaba más seco que el de TaeHyung—. Sí me salvaste.
El sonido de una puerta cerrándose le hizo saber a TaeHyung que estaban solos. Sus manos enmarañaron las sábanas mientras Seokjin lo miraba.
—Resulta que no tenías entrenamiento pero sí fuertes sentimientos que ayudaron a canalizar toda tu energía y ser un escudo poderoso.
TaeHyung parpadeó, más lágrimas cayeron—. Pero dijiste que tuviste que luchar por tu cuerpo.
—Estaba débil. Podría haber vuelto y tomar mi cuerpo si me rendía, tú lo alejaste al instante. Pero luego tuve que luchar por mi cuenta —Seokjin suspiró, tragó y extendió su mano en dirección al rostro de TaeHyung.
El chico apretó sus ojos y la caricia fue tan familiar como el calor que provenía de esa palma y la electrizante sensación que ese tacto le había dado desde un inicio. Tembló levemente cuando sintió la nariz de Seokjin rozar la suya. Sus labios tan cerca de los suyos. Se sintió desfallecer, temió abrir sus ojos y volver a ver esos oscuros y fríos que vio, aparentemente, en sus sueños.
—No sé qué sientes por mí, pero lo que yo siento por ti me trajo de vuelta. No podía pensar en otra cosa que no fuera ver tu rostro de nuevo y decirte... —Seokjin aspiró y largó el aire, su aliento dulce golpeó los labios de TaeHyung y el chico se derritió—. No es el momento...
—Dilo —pidió TaeHyung en un hilo de voz, su rostro se movía suavemente, acarició su nariz con la de Seokjin y rozó sus labios—. Dilo, por favor. Dímelo...
Seokjin rió ladino y suspiró—. Estás equivocado si crees que vas a ser mi escudo —dijo firmemente. TaeHyung gimió y lo atrajo más cerca si fuera posible. La mano del chico en su nuca, sus dedos largos enredados en su cabello.
—Jin —gimió frustrado, abriendo sus ojos finalmente, venciendo el temor, pero reconociendo esa mirada dulce—. Dímelo —rogó en un sutil susurro.
El escritor sonrió—. Sí —dijo jugando con los nervios de TaeHyung—. Te amo tanto... Que sea la última vez que hagas algo tan est-... —Seokjin no terminó con su reprimenda, porque TaeHyung lo atrajo para un beso desgarrador.
El gemido que abandonó sus labios fue inevitable y no pudo contenerlo cuando el chico olvidó todos sus dolores y lo besó con fuerza. Los beso con hambre, con intensidad. Con una pasión que hizo temblar sus piernas y facilitó la tarea de TaeHyung que era arrojarlo sobre la cama y recibir el cuerpo del chico sobre el suyo. El ramo de flores que no soltó, no importó. Estaba debajo del cuerpo de un TaeHyung que lo besaba como si no lo hubiese visto en meses. Él le correspondía con el mismo ímpetu. La misma necesidad pasional y hambrienta.
La lengua del chico no fue tímida, y la suya se dejó encontrar, bailaron a la par dentro de sus bocas desenfrenadas, mientras su labios se restregaban y sus dientes mordian para asegurar que estaban ahí. Juntos, uno con el otro, degustandose.
—Sí, te amo —dijo TaeHyung entre besos—. Yo lo hago, yo te amo.
Seokjin rió entre los besos desesperados del chico—. Lo sé, cariño. Sé que lo haces.
Si TaeHyung no lo amara, lo que hizo hubiera terminado en desastre para ambos. Fue un acto puro de amor que solo alguien con el don de ser un escudo podría haber logrado. TaeHyung no tenía experiencia alguna, solo quedaban sus sentimientos haciendo el trabajo por él y sus sentimientos eran demasiado grandes como para fallar en su misión.
Si bien Seokjin le dijo que no le debía nada, TaeHyung sintió que pagó su deuda por haber vuelto y la pagaría mil veces más si se tratara de salvar a Seokjin. Y Seokjin sabía que lucharía contra lo que fuera una y mil veces por este chico. Lo encontró cuando no buscaba nada. Se enamoró cuando no sabía cómo se sentía eso.
Y no iba a perderlo ahora. Nunca más iban a perderse.
En esta historia, el preludio de TaeHyung y Seokjin fue un encuentro marcado por destinos entrelazados y caminos inciertos. El interludio, donde TaeHyung permaneció en coma, sirvió como el puente inesperado que unió sus almas y forjó su conexión más allá de las barreras del tiempo y el espacio.
Las cicatrices y los recuerdos de las batallas libradas son testigos de su fortaleza y de su promesa de nunca más perderse. Aunque las sombras del pasado intentaron arrebatarlos, se levantaron, sus fuertes sentimientos hacia el otro como un escudo invencible, transformando el interludio en un paso esencial para su destino compartido.
Porque así como hay preludios llenos de expectativas y postludios cargados de intensidad, este interludio forjó un vínculo irrompible, demostra.ndo que trasciende los límites del tiempo y la oscuridad. Y así, la historia de TaeHyung y Seokjin seguirá adelante en un preludio eterno hacia el mañana.
Fin
Notas de autorA
Amé este final, amé esta historia sobrenatural con romance GAY. Espero les haya gustado tanto como a mí, espero haber mantenido la magia que me caracteriza desde que me encontraron y vuelvan a releerla cuando así lo necesiten.
Perdón que haya tardado, pero infinitas gracias, abrazos y besotes en donde más les guste (😌 con shespeto y consentimiento jeje) gracias en serio por la paciencia que siempre me tienen. Podrían abandonar mis historias y no lo hacen. Me siguen de cerquita, me pagan con su paciencia y apoyo y yo estoy feliz y por eso sigo escribiendo.
Vamos a retomar ASHES y UNCONDITIONAL FRIEND porque se lo merecen 💜
2025, primer librito que cerramos. Otro mundo que se une a mis historias terminadas 💜 seguimos sumandos personajes y e historias entrañables (eso espero con una mano en el corazón) realmente anhelo que la historia haya seguido conforme a lo que sintieron desde un inicio y que no haya perdido su esencia y yo tampoco UWU
Con amorcito niñita Nanykoo 💜
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