En el espacio lleno de estrellas, existían planetas con estilos diferentes de vida, desde seres evolucionados hasta aquellos que se confundían fácilmente con los humanos.

YoonGi pertenecía a este último grupo, su especie había evolucionado hasta pasar desapercibidos en sus visitas a la Tierra. En una de sus paradas conoció a otra de las poblaciones estelares parecidas a él y su gente, no sabe realmente que fue lo que sucedió...
Una fuerza mayor a lo que conocía, les atraía entre ellos, YoonGi no pudo dejar de verlo y tal parece que él se percató de ello.

- No lo sé, pero su existencia completa la mía...- le dijo la primera vez que hablaron, debido a él se quedó mucho mas tiempo de lo que pasaba en alguna estación estelar. Fue conociéndole poco a poco, hasta que en ambos brilló el mismo iris de ojos, reconociendose como su pareja eterna.

YoonGi sabía que su unión era irrevocable, y estaba cómodo con ello.

Amaba en absoluto cada uno de los detalles que hacían tan única a su pareja. YoonGi era un viajero de planetas y galaxias, a sabiendas de ello, tenía que encontrar un lugar para establecerse con su amado. Los seres interestelares decidían iniciar sus propias colonias, YoonGi tuvo que buscar un planeta que tuviera todas las comodidades para poder vivir y tener su propia familia.

Luego de describirle a su amor cómo era la Tierra, YoonGi organizó el viaje para desplazarse, allí le mostró la belleza del ecosistema natural, encantando a su pareja. Su querido JiMin, nacido en una supernova, en medio de la creación de una estrella, sus padres, quienes lo educaron fueron viajeros de galaxias, que se encontraban para recibir a las nuevas estrellas esperando por aquel pequeño que no habían tenido en muchos años.

Su estrella, era completamente único, luego de acompañarlo en sus viajes, se casaron en medio del sistema solar, en el cinturón de asteroides, los cometas corrieron con la noticia a sus seres más cercanos, justo cuando el polvo estelar brillaba por el sol, JiMin le había dicho "si".

Con los años, dejaron sus viajes y aunque tenían un planeta al que regresar, JiMin deseaba que su pequeño conociera la Tierra a través de sus ojos.

- Mi hermoso JiMin- le saluda al despertar. YoonGi sonríe al recibir una bonita sonrisa también.

- YoonGi...- su sonrisa es hermosa. Con cuidado, YoonGi toca el vientre de JiMin, su abdomen abultado dejando en claro su estado.

- Hola a ti también, estrellita...- acaricia con cariño el lugar donde nace la formación de su amor y vida. YoonGi había sido en extremo cuidadoso con respecto al estado de JiMin.

Los humanos no estaban listos para conocer la existencia de los seres del espacio. Los había conocido y analizado durante mucho tiempo, y aunque algunos eran curiosos de conocimiento, existían grupos muy crueles, que podían intentar acabar con la vida de su amor. Sabía lo que sucedía cada vez que encontraban algo nuevo, luego de asustarse, convencían a las masas de que era peligroso, para luego encerrarlos y experimentar, a palabras de YoonGi, ejercían tortura creyendo que estaban haciendo lo correcto, cuando realmente solo buscaban poder o cualquier cosa que pudiera hacerlos relevantes.

Eran seres crueles y YoonGi estaba seguro de desatar una guerra que acabaría con la humanidad, si algo le pasaba a su esposo y bebé.

- Estrellita esta feliz hoy...- JiMin le dice sonriendo, ambos se levantan. A su alrededor escuchan el cantar de muchas aves, su hogar esta entre las montañas, y ellos mismos se presentan como ecologistas, cuando algun grupo de campistas pasa cerca.

- Quizás sea hoy...- YoonGi menciona, su esposo ríe ante las cosquillas que provocan sus dedos presionando suave en su piel.- Nuestra estrellita está lista para brillar...

Su voz es escuchada por ese pequeño ser que ha conquistado su corazón sin conocerlo, que ama y que se mueve con mucho entusiasmo dentro de su papi.

JiMin utilizaba ropa muy floja que evitaba delatarlo, claramente al ser seres del espacio, su cuerpo no desarrollaba un abdomen tan ancho como en las mujeres de la Tierra, sin embargo no quería arriesgarse a que algo le pasara a su pequeño. Él solo quería que su bebé conociera las cosas bonitas de la Tierra, para regresar a su hogar.

Si bien su hogar terrestre estaba oculto, en algunas ocasiones debían bajar a las grandes urbes por algunas cosas que necesitaban para la casa y sobre todo para comer, si bien él desconfió mucho de la comida de la Tierra, YoonGi le aseguró que estaba bien, no tenía el sabor de las delicias que comían en el espacio, pero estaban comestibles.

Y a su bebé pareciera que le agradaban los sabores...