O4
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Cuando por fin bajaron para cenar, una de las sirvientas les dijo que los señores no iban a poder acompañarles a cenar, porque al parecer habían llegado visitas inesperadas y debían ser atendidas urgentemente por los señores feudales.
Ninguno dijo nada y el silencio reino en el comedor.
YoonGi se preguntaba, que qué era lo que JiMin tendría en mente.
Cuando le confesó que era YoonGi y no HaeJi, él de cabellos oscuros no había dicho nada, solamente se había quedado en silencio sin decir palabra alguna, y aquello a YoonGi le ponía los nervios de punta, porque temía que explotase y saliera corriendo de su habitación para contarle a sus padres.
Pero en cambio, JiMin únicamente se había puesto de pie, le había ignorado y luego solo le había dicho "Baja a cenar, mis padres te esperan" para con la misma salir y abandonar la habitación y a YoonGi.
Cuando las personas se comportaban asi, era porque estaban pensando algo, o como su gemela solía decirle, tramar algo en su contra.
Así que cuando bajo, estuvo muy alerta a lo que JiMin hacia o decía, pero el hombre solo se había dedicado a ignorar su mirada y centrar su atención en la comida frente a él.
YoonGi pensó que JiMin era tan extraño, muy extraño que asustaba.
Seguía estando tensó, porque no sabía cómo actuaría el mayor a partir de ahora.
Era tan jodidamente difícil mantener la compostura cuando internamente estaba colapsando.
Dejo de navegar en sus pensamientos cuando la silla fue arrastrada y luego puesta en su lugar.
YoonGi observó los movimientos del mayor, sus ojos puestos sobre él. JiMin no dijo nada y sólo abandono el comedor.
La actitud fría de JiMin lo confundía, lo ponía muy extraño y se sentía raro.
Y YoonGi se preguntó cómo le estaría yendo a su hermana.
Estaría ella bien?
La extrañaba muchísimo.
Un jadeo abandono sus labios cuando una punzada de dolor se situó en su estómago, Min se apretó aquella zona y nuevamente sintió ese dolor, como si su estómago hubiese sido traspasado por una cuchilla.
"¿Princesa, estad usted bien?" la joven que venía para recoger los platos sucios dejados por JiMin, se acercó cuando vio a la princesa jadear y apretar su estómago.
YoonGi mordio su labio inferior intentado reprimir las maldiciones que quería decir, porque ante todos allí él era una mujer, y las mujeres con clase no maldicen.
Así que negó ante la pregunta antes impuesta, y se quejo cuando sintió otro pinchazo más fuerte en la zona baja del estómago.
Maldición, sentía que se iba a quedar sin aire si las punzadas seguían a ese ritmo.
Jamás durante sus veinticinco años había experimentado un dolor así como el que estaba sintiendo ahora.
Y YoonGi se preguntó si eso era el karma por estar mintiendo y actuando ser una persona que obviamente no era.
"¿Qué es lo que tiene princesa, desea que le traiga algo, un té y otra cosa?"
Ella preguntaba preocupada pero Min no sabía cómo responder ante sus preguntas.
Un nuevo dolor atravesó su vientre y lo hizo lagrimar un poco, tanto que está vez su quejido fue más fuerte, atrayendo la atención de otra sirvienta que cruzaba por el comedor.
Y lo último que YoonGi supo fue ver como ahora él escolta a cargo de su protección y el séquito de damas que le seguía, corrían en su dirección gritando quien sabe que cosa, porque todo después se tornó oscuro y frío a su alrededor.
YoonGi sintió su cuerpo pesado, sentía como si una carreta de bueyes había pasado por sobre su cuerpo, y gimió de dolor cuando intento al menos mover un poco sus brazos.
¿Qué es lo que estaba pasando?
Él muy raras veces enfermaba, así que no entendía que es lo que le pasaba a su cuerpo ahora.
"No te esfuerces, aún estás débil" aquellas palabras resonaron en su cabeza.
¿Quién era... Dé quien era esas palabras?
"YoonGi Joder, quédate quieto maldición" su cuerpo se tenso ante aquello.
E hizo todo lo contrario a lo que la voz masculina pedía, removiéndose más e intentado abrir sus ojos.
"Por Dios, podéis quedarte un maldito instante quieto, él médico dijo que necesitabas reposó, así que obedece" Min arrugó su entrecejo ante aquella mención.
Hizo un último esfuerzo y abrió sus ojos, lentamente se acostumbro a la luz que iluminaba la habitación.
Sintió su cabeza martillar como si hubieran tambores a su alrededor y estuvieran haciendo mucha bulla.
"Qué me pasó?" es lo primero que pregunto cuando su vista se topó con la de JiMin, quien tenía un semblante serió.
Lo vio suspirar para luego levantarse de la silla donde estaba sentado y caminar hasta donde había un pequeño cuenco de agua y unas mantas.
"Te desmayaste en el comedor y has estado afiebrado desde hace dos días, mis padres llamaron al médico y tal parece que tú cuerpo sufría una recaída de estrés y por eso enfermaste" JiMin se acercó nuevamente hacía la cama y con el paño húmedo en su mano, levanto el brazo izquierdo de YoonGi y recogió las túnicas interiores para empezar a pasar el paño por sus brazos.
La boquita rosa de YoonGi se abrió en conmoción ante aquello, pero sabía que de cierta forma él médico tenía razón, pues últimamente venían acarreando con muchas cosas y parece que su mente y cuerpo no soportaron más y terminó colapsando.
Entonces recién se percata de que JiMin lo llamó por su nombre y que ha estado tal parece, inconsciente por dos días, lo que significa que quizás JiMin estuvo cuidando de él todo ese tiempo.
"Pensé que me odiabas por mentir respecto a quien era" comento de la nada YoonGi, en un suspiro cansado.
JiMin detuvo su faena de limpiar ahora el brazo derecho del menor y sonrió de lado ante aquello.
¿Odiarlo?
Imposible, aunque quisiera, jamás de los jamases podría siquiera odiarlo.
Si, acepta que estuvo renuente, porque a simple vista el parecía estar frente a HaeJi, la mujer a la que obligadamente debe de desposar, y se siente atrapado y furioso.
Pero entonces viene él y le dice que no es HaeJi, que en realidad es YoonGi, y eso lo confunde más, porque ver al rey, o bueno, verlo a él con ropas de mujer, usando el maquillaje de una princesa y actuando como una, es raro, demasiado raro y perverso.
YoonGi es hermoso, de eso no cabe duda, pero usando túnicas y vestimenta femenina lo es aún más.
"No lo odio, es sólo que esto me ha tomado por sorpresa, jamás imaginé toparme con el Rey vestido de mujer y actuando como una, y es extraño." confeso JiMin luego de alejar aquel mar de pensamientos.
YoonGi suspiro, extrañamente su corazón sintiéndose más ligero.
Y luego soltó a reírse un poco bajo, porque ciertamente este tampoco era el método que el quiso para huir de su deber como Rey.
"Creeme, para mi también lo es, cuando acepte el intercambio con mi hermana, jamás me cruzo por la cabeza que su repentino viaje hacia aquí era por matrimonio, ella me lo ocultó" Min chasqueo la lengua, enojado por ese detalle porque por eso, estaba ahora en ese embrollo.
"Supongo que ella pensó que si le confesaba el por qué de su viaje, usted se negaría a intercambiar los roles con ella" y Min asintió porque eso es lo que también el pensó.
"Supongo que si" murmuró bajo. "Y ahora estoy aquí, sin saber que hacer o cómo actuar, porque ha este tiempo mi hermana ya es Rey, bueno según el pueblo yo ya soy Rey, y se que si vuelvo padre nos castigará con cien azotes y no quiero que mi hermana pase por eso" y JiMin lo entiende.
Él no tiene hermanos, pero sabe que si los tuviera él actuaría igual que YoonGi, pondría primero la seguridad de su hermano o hermana, primero que la de él.
"Es por eso que..." YoonGi inhaló profundamente y luego tomo rápido entre sus manos las de JiMin. "Necesito que me ayudes a seguir esta mentira, por favor, realmente no deseo volver a mi reino, y se que tampoco puedo dejar este, pero al menos aquí se que seré un poco libre y se que suena egoísta pedirte esto de mi parte, pero podrías por favor seguir con el matrimonio adelante, te prometo que cuando nos toque dormir lo haré en el suelo y no haremos nada de nada, sólo... Por favor ayudame" el agarre se volvía a cada instante más fuerte y el corazón se JiMin se oprimió.
Hacer lo que YoonGi le pedía sería un total reto, estar cerca de YoonGi y no hacer nada de lo que un matrimonio hacia sería un martirio, pero si a cambio recibiría siempre la atención del mayor y le otorgaría esas pequeñas sonrisas, no importaría su dolor, si con eso podría ayudar a YoonGi a ser libre de algo que él por obvias razones, no desea.
Asi que asintió lentamente sin decir palabra alguna, y sólo aquel gesto bastó para que YoonGi le abrazara mientras repetía una y otra vez "Gracias".
Y quien sabe, quizás más adelante las cosas puedan cambiar, después de todo les queda un largo trayecto por recorrer.
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MinMin🍓
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