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O2

Si llega a 100★ (votos) tendrán actualización del cap O3.

El viaje fue realmente largo, o al menos eso es lo que Yoongi sintió a lo largo del trayecto.

Durante el recorrido pudo apreciar la belleza de aquella ciudad, rodeada de hermosos árboles de cerezo, y un paisaje que sólo denotaba cuan en paz de mantenían.

Su reino no era igual al de los señores feudales del oeste, pero tampoco era como si no estuviera rodeado de veredas verdes y árboles de cerezo blanco.

Pero sin duda el norte no se comparaba en nada al oeste, YoonGi podía apreciar cuan reservada era la ciudad tradicionalista.

Sus manos estaban temblando, más cuando un joven sirviente se acercó para poder informarle que estaban llegando ya a los límites del palacio donde residían la familia feudal y el general.

YoonGi inhaló profundo y luego intento pensar y recordar la forma en la que debía actuar, cerró sus ojos y se transportó a la habitación real donde su gemela le explicaba algunos pequeños datos y le decía el nombre de los que serían sus suegros.

Joder, si HaeJi ni fuera una mujer YoonGi estaba seguro que ya le hubiera roto las costillas por meterlo en este aprieto. Aunque igualmente era su culpa al no querer asumir su puesto como Rey y huir lejos de sus deberes, dejando todo ese peso sobre su menor.

El remordimiento era el peor sentimiento que podía experimentar.

Corrió un poco las cortinas de seda roja que cubría su palanquín por dentro, y observó como se acercaban cada vez mas a los enormes muros que resguardaban a la familia feudal y el general.

La realidad que antes parecía tan lejana, cada vez se veía más cerca.

El palanquín se detuvo y con ellos Min sintió que su corazón también.

«Por favor, que todo salga bien»

Fue su plegaria interna, mientras el palanquín de volvía a mover para adentrarse en los terrenos del palacio.

Cerro sus ojos e intento tranquilizar el mar de nervios que le recorrió cuando escuchó como era anunciado.

Justo ahora quería correr, realmente estaba considerando la idea de salir corriendo de aquel palanquín.

“Su Alteza” una mano le fue tendida para ayudarle a salir del palanquín.

YoonGi remojó sus labios y duditativamente colocó su mano sobre la otra que estaba extendida en su dirección.

Tomando una profunda respiración, salió con gracia y elegancia de aquel palanquín, y se mostró ante el montón de rostros desconocidos que le observaban atentamente.

YoonGi se sentía juzgado y observado. Esa sensación no fue para nada agradable.

Cuando se giró para observar su entorno, sus ojos peculiares captaron la mirada de aquel hombre sobre su persona.

Su manzana de adán se movió lentamente cuando se percató que en realidad aquella mirada era del hijo de los señores feudales, que era del general con el que su hermana había sido comprometida.

Su hermana le había advertido que aquel hombre era un desconsiderado, que usualmente era gentil con ella únicamente cuando los señores feudales estaban presentes, pero que una vez ellos se retiraban él cambiaba y se volvía metafóricamente otra persona.

Dejo salir un suspiro y realizó una breve reverencia hacía él, siendo como él lo pensó. Ignorado.

Cuando el séquito de doncellas de la corte se acercaron, YoonGi comprendió que era para ser escoltado hacía la sala principal, donde supuso estarían los padres del general, los señores feudales del oeste.

Cierra sus ojos y se repite cual mantra «Todo estará bien» necesita creer que así será, porque inevitablemente siente sus piernas muy débiles.

Aunque también lo atribuye al largo viaje que a tenido, pues la trayectoria desde el reino del norte, hasta el oeste, la distancia era mucha y su cuerpo se sentía incómodo y cansado.

Plasmó una sonrisa en su rostro y se dejó guiar por el escolta al que le había sido asignado una vez piso las tierras del oeste.

Si el Palacio por fuera era hermoso, por dentro no daba crédito.

YoonGi admiro en secreto las hermosas pinturas y adornos ornamentales como también tradicionales, decoraban los pasillos por los que iba pasando.

Exquisito, todo era exquisito.

Para alguien que amaba mucho el diseño de interiores, ver la belleza y la sutileza de cómo estaban decorados los pasillos del pasillo, era magnífico, se sentía tan pleno que la sensación de asfixia se disminuía poco a poco.

Las enormes puertas que resguardaban a los señores feudales fueron abierta de a pares, y el corazón de YoonGi se aceleró más de lo que alguna vez pudo sentir.

El rostro estoico del general, su mirada gélida, YoonGi presentía que en cualquier momento iba a ser desenmascarado si cometía algún pequeño desliz, un pequeño error y él sería descubierto.

Las consecuencias de lo que estaban haciendo él y su gemela eran demasiado altas, tanto que arraigan a la muerte como una posibilidad factible.

Desvío la mirada de JiMin y se centro en los otros dos pares de ojos que le veían detenidamente.

Maldición, es que en esa familia la mirada gélida era tan común.

Detuvo sus pasos y tal como HaeJi le había instruido, realizó una venía hacía los altos mandos frente a él.

“Su señoría, espero estén gozando de una buena salud, está humilde princesa presenta sus respetos” trago grueso después de decir la última frase, y luego en su mente contó hasta diez para volver a su posición inicial.

La hermosa mujer que estaba sentada a la par de aquel imponente hombre sonrió ante la muestra de respeto y asintió en su dirección aceptado sus saludos.

En cambio el señor feudal no mostró alguna reacción en sí rostro, era tan serio como la punta de un iceberg.

“Hijo, saluda a tu prometida” demandó la mujer, quien pesar del tono de voz empleado, no mostró molestia en su rostro.

YoonGi observó como ahora él hijo de ellos se acercaba hasta estar a poca distancia de ella, y realizaba una reverencia hacía su persona.

Pero YoonGi pudo ver aquella mirada y sólo sintió compasión por aquel joven general, se veía tan deprimido, al menos eso es lo que su mirada mostró cuando realizo aquella reverencia.

“Princesa HaeJi, un placer verle de nuevo” aquellas palabras siendo tan monótonas sin pizca alguna de que en realidad estuviera alegre de verle.

Él sonrió más por inercia que porque en realidad tuviera deseo de hacerlo.

“Esperamos que con la princesa ahora aquí, deseches esos pensamientos absurdos y endureces ese caminó” aquellas palabras dichas por el señor feudal lo dejaron algo extrañado.

Curioso busco la mirada de la madre de JiMin y ella pareció comprender su pregunta muda.

La observo tocar el brazo de su esposo y como este se giraba para verle y luego soltar un suspiro y asentir.

Ella se giró a verle y su mirada era compresiva y suave.

“Mi hijo a estado renuente a este matrimonio, afirma que no gusta de ninguna mujer en el Reino y que por lo tanto, hubiese preferido gustar y casarse con el príncipe que con su hermana gemela” la boca de YoonGi se abrió no tan exceso pero si dejaba mostrar que él también estaba impresionado.

“Madre” el rechinar de aquella palabra con total advertencia, le dejó muy en claro a YoonGi que a JiMin no le agradaba que hablaron de aquello.

Ella no le prestó importancia y siguió hablando como si su hijo no estuviera presente escuchando todo aquello salir de su boca.

“Él siempre a admirado a su hermana gemelo, el prince– perdón, el Rey Min YoonGi, así que he de suponer que mi pobre y novato hijo a confundido los sentimientos de admiración por amor hacia su gemelo mayor”

Y aquella información lo dejo algo perplejo.

Así que él general gustaba de los de su género... Eso, eso era bueno o malo?

Ahora, como le diría que era Min YoonGi y no su gemela la que estaba ahí parada.

Ah~ por que las cosas se complicaban más y más?

YoonGi recompuso su postura y luego plasmó una sonrisa un poco fingida en su rostro.

“Mi hermano suele siempre atraer mucho la atención, su talento es nato y no puedo dejar por fuera su belleza igualmente” la mujer le sonrió y asintió dándole la razón a sus palabras.

“Ustedes son realmente muy parecidos, si no fuera por el hecho de que eres una mujer y tu cabello es negro, diríamos que estamos viendo al imponente Rey del norte” Min soltó una pequeña risa nasal.

“Suelen decirnos eso siempre, de pequeños nadie podía identificarnos cuando nos vestíamos iguales, aunque cuando fui llevada a otro país por unos largos años, cuando regrese mi cabello se había vuelto negro” YoonGi comento aquella anécdota.

Era cierto, después de pasar tres años sin ver a su hermana, cuando ella regreso era una persona diferente, su cabello había cambiado a negro y su actitud era diferente a como él la recuerda de niños.

Siempre se pregunto que fue lo que le paso a su gemela que tuvo un cambio tan drástico cuando regresó a su reino.

Temía volver a preguntarle, pues una vez cuando él apenas tenía diecisiete, le había preguntado y su hermana no había reaccionado bien y se había enojado mucho con él. Así que después de eso, Min jamás le volvió a preguntar, tal parece que las cosas para ella en aquel lugar a donde fue llevada no fueron nada agradables.

Hi~ no te olvides de votar y comentar~

Ya sabes, ahora si quieren seguir leyendo dependerá del apoyo que reciba el capítulo.

Pocos votos NO actualización.

Muchos votos (los que pedí al inicio) bien, capítulo nuevo.

Espero os guste~ sólo quedan 4 capítulos :)

Nos leemos en mis demás fanfics~

MinMin🍓

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