Capítulo 36 - "Sorpresas"
Capítulo 36 - Sorpresas.♡
Angie.
Cierro la puerta detrás de mí. Una oscuridad junto a un silencio se escucha en toda la gran casa.
Me había acostumbrado al cálido y pequeño hogar de Ángel.
Suelto un bostezo y camino a la cocina para prepararme algo. El hambre que tenía me ganaba más que el sueño.
Sentía que todo el cuerpo me dolía, como si hubiera corrido una maratón, la cual seguro he perdido.
Mientras mis pasos se dirigían al lugar, más murmuros se escuchaban, pero hasta donde llego ya son gritos.
-¡Esto es tu culpa! - escucho la voz de mamá, y siento como me paralizo. Admito que la había extrañado demasiado. -¡No, no me vengas con eso, Marco!... - Mi corazón se encoje al oír el nombre de papá, pero como era de esperarse siempre que hablan hay una discusión de entre medio.
Seguro están hablando por teléfono por el silencio de la respuesta.
Escucho el ruido de una silla ser arrastrada por el piso y un suspiro de mamá.
-No, todavía no regresa... - Ahora la voz de mamá se sentía derrotada y baja. -Marco, ¿Y si...?... - balbucea. - Llamaré a la policía... Si, eso.
En el momento que me alarma por que llamará a la policía entro por el umbral de la puerta. Mamá levanta la vista de sus pies y se queda estática en su lugar.
La voz de papá ahora se escuchaba más clara y se siente que pregunta por el silencio repentino.
Mamá estaba quieta en su lugar, con el moño desarreglado que se había echo, su camisa blanca arrugada y sus lentes estaban en la mesa.
Me remuevo inquieta ante la mirada que tenía puesta en mí, no era como la de antes; mala aunque sea algo que tenía puesto. Ni siquiera había apartado la mirada, estaba llena de sorpresa, alivio y... algo que no pude descifrar.
Ese sentimiento era tan nuevo a mí.
-Angie... -susurra dejando el teléfono de lado para pararse de la silla y venir hacia mí. Me envuelve en sus largos y delgados brazos y acaricia mi cabello.
Siento su respiración agitada y como su caricia va cesando.
La miro totalmente confundida ante su escena. Pero me sentía agradecida por su recibimiento, como si ahora corroboró que soy la verdadera Angie, su hija.
-Ma...mamá, estoy bien. - Le digo removiendome incómoda pero con una tímida sonrisa.
- ¿Dónde estabas, jovencita?
-preguntó en un tono acusador, poniendo sus brazos en jarra.
Reí un poco porque cambió de actitud repentinamente. ¿Me preguntaba que habría echo Ángel para que se comporte así ahora conmigo?
-Llamé a Roxana y Luci, ninguna me supo responder. Claramente no estabas con ellas...
Niego con la cabeza, poniéndome erguida en mi lugar para mirarla directamente a los ojos.
-Estuve con Ángel y Mikal -respondo mientras bajé la mirada, no pude ser fuerte por tanto tiempo.
-Oh, Angie... -balbucear, levanto la mirada confundida, me estaba mirando con cariño. -Lo siento tanto, hija. Yo... Te prohibí algo pensando que era lo mejor para vos cuando la que estaba equivocada era yo, lo siento mucho y espero que me perdones algún día... - La miro espectante ante sus palabras. Había sinceridad en su mirada, algo que me atrevo a decir nunca había visto.
Me siento tan afortunada ahora.
-Mamá... -le digo apenas y ya no siento esa inquietud por llamarla así. Le sonrío plenamente. -Está bien, te perdono, tranquila.
En cuanto digo esas palabras parece que le cayó un balde de agua que la hace reaccionar y me viene a abrazar.
-No sabes cuanto de agradecida estoy por lo que acabas de decir. Y por favor, no vuelvas a hacer esto de irte sin avisar, ¡Casi me vuelvo loca! - dice lo último abriendo sus ojos y río con algunas lágrimas en los ojos, aún no lo podía creer, Dios mío, ¿Ángel que hiciste?
Asiento con la cabeza y en ese momento el timbre de la casa suena precipitado.
Frunce el ceño.
-Ya vengo...
Se va dejándome sola en la cocina. Es ahora cuando siento un torbellino de emociones en mi pecho, no puedo describir como me siento por lo que acaba de pasar, pero principalmente muy feliz.
Ángel.
-Yo creo que deberías dejar de romperme los huevos e ir a decirle lo que sientes por ella. -menciono levantando la vista para ver a Mikal sentado en el sillón individual. Él me lanza una mirada de desaprobación. -¿Qué? Tengo derecho a opinar... -Me encojo de hombros.
Mi hermano ríe.
-La verdad te extrañe mucho, hermanita... - dice en voz baja, como si le costara que haya salido de sus labios.
-Yo no. - respondo mirando mi teléfono nuevamente, fijo estar sumida en los jueguitos. Obviamente si lo extrañe mucho, hasta creo que más que él.
No lo admitirá en voz alta ni aunque me esté muriendo.
Cosas de hermanos.
-Pues me importa un carajo, creo que hasta extraño a la vecina -habla muy risueño.
Ruedo los ojos.
Nunca me imaginaria estar enamorada, actuar así como lo hace Mikal. Si me imagino con 20 gatos alrededor en unos diez años más, pero con alguien de pareja, definitivamente ni mi madre lo creería.
Rio.
Y niego con la cabeza.
Que estupidez sería.
Claaaro, lo que te espera, Ángel... *guiño* *guiño*
😂
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