Capítulo 31- Aclaraciones.♡

Ángel.

¡SÍ!

El bendito sábado se hizo presente. Tanto que se hacía rogar.

Me levanté con el mejor humor porque no había escuchado los gritos de la bruja desde ayer. Me sentía mejor que un día de mi cumpleaños.

Como hacía calor me levanté y me puse un pantalón corto negro y una blusa suelta gris. Con unas zapatillas deportivas que compré hace poco, si fuera por los zapatos ahora mismo tendría los pies lastimados.

Bajé a desayunar tranquilamente y cuando terminé la puerta principal se abrió dejando pasar a la señora Jones hablando con alguien.

Entró a la cocina con bolsas de papel, estaba cargada y detrás de ella entró Oliver también con algunas bolsas.

Casi gruño como un perro rabioso al otro perro aún más rabioso.

-Hola cariño - saludó alegremente y frunzo el ceño.

¿Que carajos se tomó?

-¿Como despertaste? - siguió con ese tono.

-Yo bien, pero parece que usted nada bien. - respondí para ver como actuaba pero seguía sacando las cosas de las bolsas sonriente.

Miro a Oliver como preguntandole qué le pasa (olvidando nuestra batalla de miradas) y se encoje de hombros.

Sacudo mi cabeza e iba a salir de la cocina cuando me detiene la señora Jones.

-Angie, no hace falta que vayas a las clases hoy ni mañana, eh...hablaremos más tarde de eso - habla y por último me guiña un ojo.- Cariño, me ayudas con esto - se dirige a Oli con voz maternal y anonadada me dirijo de vuelta a la habitación.

Cuando estoy en la habitación agarro el teléfono y llamo a Angie.

De inmediato atiende con voz adormilada.

-¿Ángel?

-Sí, a que no sabes que sucedió.

-¿Amh?

-Tu mamá por primera vez desde que pasó todo esto, me trató bien- casi lo grito pero me contuve.

-¿Que carajos, Ángel? ¿Segura? No te estuviste drogando en mi habitación eh, mira que la sirvienta que va a limpiar es muy chusma si encuentra algo le dirá...

-¡Estúpida! De verdad, además dijo que no fuera ni hoy ni mañana a las clases, que hablaríamos más tarde...
-. Reflexiono un poco las palabras que dijo Alyson. -Tampoco iba a ir.

-Esto es raro.

-Demasiado...

Escucho silencio en la otra línea.

-¿Ángel?

-¿Si?

-Mikal se está comportando raro conmigo.

-Déjalo él es raro, ahora más porque sabe que sos Angie en el cuerpo de su hermana.

Tapo mi boca al decir eso, pero la respuesta de Angie es otra.

Qué hueca.

-Hay que hacer esto lo antes posible.

-Lo sé, llamaré a Sofía para que nos acompañe ésta noche - le aviso.

-Okey, acordamos por el grupo.

Nos despedimos y cuelgo.

Unos golpes me hacen detener lo que hacía y mirar la puerta.

Ay no, otra vez la señora Jones con su dulzura no.

-¿Angie, puedo pasar? - la voz ronca de Oli me hace pararme de la silla y apoyarme en la puerta.

-Angie no está -respondo y me pego con fuerza en la frente.

Escucho su risa y me paralizo.

Mierda, no te rías, pones en peligro mi corazón.

Abro la puerta y me lo encuentro parado detrás del umbral con su posición recta y con las mano detrás en su espalda.

Me contengo a rodar los ojos. Sé chica buena por una vez en tu día, Ángel.

-¿Qué quieres? - pregunto ante él que se quedó mirándome directamente a los ojos.

-Quería invitarte a salir... - Se veía nervioso. Ruedo los ojos, esto es cosa de la señora Jones. -No es tu mamá, bueno ella me incentivó hace mucho pero lo dejo un tiempo al ver que tú no querías nada. Pero ahora yo quiero por mi cuenta que salgas conmigo a una cita.

Me trago una mueca.

Niego con la cabeza. -Mira, ahora mismo me siento mal, decepcionada al terminar con mi ex novio el cuál me golpeaba, no quiero una relación en éste momento. -¡Bravo, Ángel! Faltó decir "El mismo que me dejó embarazada"

-Esta bien, lo siento... -. Noto arrepentimiento.

-No no, está bien entiendo, quizás más adelante - Le regalo una sonrisa cargada de lástima.

-Entonces hasta más adelanta - dice con una sonrisa fresca y dulce.

Muerdo mi labio.

Asiento con la cabeza y cierro la puerta limpiándome las manos sudorosas.

Calmo mi respiración y me tiro a la cama. Ya que hoy está de buenas la señora Jones aprovecharé de dormir.

Angie.

Revuelvo la comida con el tenedor sintiendo un nudo en la boca del estómago.

Mikal no paraba de mirarme.

Y para hacerle la guerra también lo miro.

Esto es algo de a dos, ¿no? No negaré que me gusta mirar sus ojos azules.

-Uh, estamos entre una guerra - dice Jacob, el papá de Ángel mirándonos.

-¡Estamos comiendo, niños! - gruñe la señora Halsey y dejamos de hacer lo nuestro.

Como un bocado y recibo una patada de Mikal. Bajo la segunda cucharada que iba a comer y lo miro fulminante.

Él sonríe divertido.

Dios, que linda sonrisa.

-Mis niños, ¿Pueden ir a comprar algunas cosas en el supermercado? - preguntó Jacob.

Asiento con la cabeza y evito mirar a Mikal.

-Qué bien, porque igual iban a ir.

Niego con la cabeza riendo.

Media hora después salimos en el auto rumbo al supermercado. Prendo la radio para sacar el clima tenso.

Pero él la apaga.

-¿Te has levantado con ganas de molestarme? - pregunto con media sonrisa.

Él ríe y mira la calle para doblar la esquina para luego mirarme.

-Como vos lo hacías al mandarme a la manada de simios - suelta de repente y veo que se arrepintió y frunzo el ceño sintiéndome nuevamente mal.

Muy mal.

La manada de simios. Les dice a Colton, Jack y James.

-Mikal déjame explicarte... - Pero me interrumpe.

-¿Explicar cómo lo mandabas? ¿Explicarme cómo le decías las cosas? - ironiza con una sonrisa falsa.

Estaciona el auto y baja dejándome aturdida.

Ángel también pensaba que yo lo hacía.

Bajo de inmediato y lo sigo antes de entrar al supermercado, le agarro la muñeca y lo aparto detrás de una cartelera.

-Mikal, me tienes que creer yo no los mandaba. Nunca supe lo que te hacían, solo yo te molestaba y te juro que me siento la peor mierda en el mundo por hacerlo, créeme que me arrepiento de eso, pero jamás supe que Colton iba con sus amigos a golpearte, no habría aceptado eso de ninguna manera... créeme por favor. - le digo con sinceridad y mis ojos de suplica.

Él mira profundamente mis ojos y cambia la mirada rápidamente.

Asiente con la cabeza.

-Te creo.- susurró muy poco audible que si no fuera por el abrazo que me dio no entendería si aún sigue enojado. -Mierda, te creo, Angie.

Le devuelvo el abrazo y me fundo en su pecho aspirando su perfume. Me siento increíblemente cómoda en sus brazos, pasaría horas con él así.

Una anciana nos interrumpe quejándose y reímos. Refunfuñando entramos al supermercado para hacer las compras de la señora Halsey.

Un momento super tierno :'3

Increíble lo que está cambiando todo... >:)

-Lalu.

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