Capítulo 24 - "Oliver Rivera"
Capítulo 24 - Oliver Rivera. ♡
Ángel.
-... O sea, si se hacen parejas seria una gran publicidad que traerá plata y nuevos negocios entre su padre y yo, para eso tienes que darle la bienvenida, de manera educada y formal, pareciendo una chica linda.
Reacciono y me siento derecha en la silla cuando escucho qué por fin termina de narrar no se que cosa.
-Claro - le digo con una sonrisa y me marcho de la cocina.
Me siento libre por primera vez en toda la mañana.
Me pongo una campera que me abriga bien y salgo a la calle.
Cuando meto la mano en los bolsillos de la campera encuentro dinero y sonrio contenta.
Me acerco a un negocio que me queda de camino y pido un chocolate. Me lo entrega y cuando me doy vuelta choco con alguien haciendo que casi me caigo, tuve que hacer una fuerza sobrenatural para no caer y pasar un papelón.
-Perdón, no venía concentrada - se disculpa una chica de baja estatura, tez blanca y su pelo castaño que le quedaba muy largo.
-No te disculpes, yo también estaba distraída, supongo que estaba concentrada en mi nuevo chocolate - Levanto el paquete haciéndolo notar y ríe.
-Me pareces buena onda, ¿Quieres que pasemos a la plaza?- dice señalando la plaza que estaba frente a nosotras, la cual no había notado.
Recuerdo las palabras de mi madre, No te vayas con un desconocido, Te pueden secuestrar y nunca más en nuestra vidas te volvemos a ver. A la hora de contarnos sobre cuidarnos siempre exageraba. Pero puede ser verdad, en la calle no sabes que puedes encontrarte.
¿Pero, que pude ser una chica enana que me llega al hombro?
-Okey, vamos -le digo y empiezo a caminar.
-Espera - en su grito me detengo y la veo comprar algo.
Cuando se gira me miraba con una sonrisa mostrándome una botella de alcohol.
-¿Como te lo vendió? Pareces de 15 años - Con la boca abierta y sin poder creerlo no me doy cuenta en lo que dije y ella pone una cara de indignada. Luego sonríe.
-Traje la documentación, tengo que tenerla encima todo el día. Piensan que soy menor de edad cuando tengo 19 años - Suelta un bufido y largo una carcajada sin importarme lo que piensa. -Problema de enanas - se encoje de hombros y vuelvo a reír.
Luego de recorrer la plaza que estaba vacía, hablando y riendo como si nos conociéramos de toda la vida, o como si fuéramos amigas separadas, nos acercamos a un grupo de chicos que al parecer, la estaban pasando muy bien.
-¡Chicos! - grita Brunela, la chica enana.
Nos unimos al grupo y la mayoría preguntaba quién era yo, una pequeña presentación mía les narre y siguieron con lo suyo, pero incluyéndome en sus chistes y no dejándome de lado.
Me caían muy bien.
Eran alrededor de 20 chicos los que habían. Pero algunos estaban separados en grupos y otros se encargaban de la música. Y en el que estaba yo, se encargaba de pasarla lindo
Pasar el rato con ellos me hizo muy bien, me había olvidado de todo, me reía sin parar con sus ocurrencias, y hasta creo estar un poco ebria.
Todo lindo hasta que la sirena de una patrulla acercándose nos hizo parar todo. Y la adrenalina se poso en el cuerpo de los presentes amigos y empezamos a correr.
Dos patrullas de habían parado y nosotros ya estábamos a una cuadra de la plaza que provenía la supuesta fiesta.
Cuando ya estaba alejada del grupo recompongo mi caminata con normalidad.
Pero algo me hace detener cuando me giro hacia atrás y es al ver un chico con el teléfono en mano.
Era el mismo chico sostificado que vi en la fiesta de la señora Alyson.
Esperen... ¿Fue él el que llamó a la policía?
Jodeme.
-¡Hey! - le grito desde mi lugar y él gira a verme, cuando lo hace corre a otra dirección desapareciendo de mi vista. Cobarde.
(...)
Estaba reposada en la cómoda cama de Angie cuando la puerta se abre con rapidez y entra una Alyson con una sonrisa de felicidad en la cara, pero se borra cuando me ve.
La veo desde aquí abajo como mueve sus labios dedicándome un lindo sermón, que gracias a Dios no escucho.
Era chistoso verla como movía los labios hablando y levantando sus brazos sin escucharla.
Cuando veo que termina, me saco los audífonos y pongo mi mejor cara de santa.
-No sé por qué te comportas de esta manera, madura Angie, ya eres bastante grande para tomar las decisiones que te parezcan bien...
Las decisiones que me parecen bien es que ella deje en paz a Angie, y que ella misma tome las decisiones por cuenta propia, y no la madre.
Pero por qué sacar conclusiones que capaz Angie ni las tenga en cuenta.
Apayo los codos en la cama y me levanto.
-¿Que necesitas?
-Oliver estará en 5 minutos aquí, ponte tu mejor ropa para impresionarlo a él y a mi. Muéstrame que esta vez no hace falta fingir estar orgullosa de ti.
Termina de hablar y sale de la habitación. Mientras yo aún seguía con una cara de sorpresa, no puede ser tan maldita y directa a la vez. ¡Al menos que finja al frente mio!
-"Que me vista con lo mejor que tenga"- repito sus palabras en burla y voy al armario.
Saco la prenda más "linda" y me maquillo, lo mejor que pueda.
Maldigo no ver videos de como maquillarse, parezco la hija del Guason.
(...)
-Tendrías que sacarte ese saco, hace calor aquí - comenta el rubio-hueco.
Oliver, el cual tenía una cita preparada por gruñona-Alyson, y también el chico involucrado en llamar a la policía, estaba sentado frente a mi con mucha tranquilidad, como si nada habría pasado. Y eso me hizo estar con mi humor molesta.
Mi atuendo perfecto para venir a una cena en un restaurante muy caro, fue el pijama de Angie, pero esta vez no era ningún escotado, sino que es infantil y que si me lo ven me echarían del restaurante.
Supongo que como Oliver es tan caballeroso me acompañará en salir bajo la mirada de todos los presentes.
Plan perfecto.
Deslizo en mis brazo el saco grueso pero lindo haciendo que caiga sobre la silla. Cuando me ve, abre sus ojos y se remueve en su silla mirando con el rabillo del ojo a nuestro alrededor. Sus mejillas blancas se tornan en dos segundos tan rojas como un tomate.
Me siento satisfecha al verlo en primera fila.
-Y como decía... - digo con un tono maléfico.
Me vuelvo a sentar y apoyo los codos en la mesa viendo a mi alrededor también todas las reacciones.
Qué exagerados.
-Hazme el favor de volver a ponerte el saco -susurra mirando a nuestro alrededor.
-Pero hace calor, no serás tan malo... - hablana con inocencia cargada en mi voz.
Algunos padres de familia que estaban en las mesas cercanas intentaban poner a sus hijos para que nos den la espalda.
Mi vista vuelve a Oliver y este intentaba aflojar su corbata. Estaba acalorado.
Déjame quitarte ese traje...
Sacudo mi cabeza ante ese pensamiento pervertido.
-¿Te ayudo corazón? - le pregunto con cariño.
-No creí que eras así - dice con incomodidad.
La segunda vez que lo dice.
-Dulce venganza...
Cuando termino mi parte del plan un guardia se acerca.
Aquí venía la mejor parte.
-Señorita, esa no es la forma adecuada de presentarse en el restaurante - la voz gruesa del guardia hace que me tense, pero aún seguía con mi actuación de estar tranquila.
-¿Ah no? - le digo haciendo un puchero.
-Acompáñame a la salida.
-Claro, amor ¿vamos?
-le digo ya levantada de la silla y al lado del guardia. Oliver no sabía dónde meterse para no pasar vergüenza.
-¿De que hablas? Ay guardia, menos mal que vino usted, esta muchacha que nunca había visto en mi vida se acercó y me amenazó, además se sacó el saco y pasé una verguenza que nunca había pasado en mi vida.
No. Lo. Podía. Creer.
Es un cobarde, definitivamente.
- Hay que reforzar la seguridad...
-Si, lo siento tanto señor, no es la primera vez que sucede - susurra lo último acercándose a Oliver.
-Capullo - le suelto un insulto y me marcho sola hasta la puerta. Pero antes de irme le saco el dedo del medio ya que me miraba.
Ojalá nunca verlo de nuevo.
Increíble lo vengativa que es Ángel 😂
¿Cómo están? Espero que bien 💕 les deseo una linda noche🌌🌃
-Lalu.
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