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Una semana había ocurrido, como se había dicho, Yoongi no le escribió ni se vio con Kim. En cambio, salió con Jimin para seguir conociéndose y pasar el rato juntos. Ambos aprovechaban cada oportunidad para mensajearse y saber del otro.

Cada uno se sentía cómodo con la amistad que habían formado. Y más lo era Jimin, a quien siempre le había costado entablar algún tipo de relación con las personas a causa de su madre. Pero ahora que tenía la libertad de hacer con su vida lo que le diera en gana, le gustaba conocer a Min Yoongi.

Y a pesar de ya no tener ningún contacto con su familia, no le interesaba en absoluto porque se había dado cuenta de lo poco importante que era para sus vidas. Con Jungkook, luego de decirle que había roto con Namjoon, el chico le dejó de hablar y le bloqueo de todas las redes sociales. Su madre, también había hecho lo mismo y hasta lo echó de la casa, y arrastró a su padre para que no lo buscara. Claramente al principio de costó salir adelante sin nada material, pero fue donde una tía que lo ayudó a conseguir un pequeño trabajo y le dejó quedarse con ella.

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Jimin veía el atardecer, disfrutando el viento cálido de la primavera, se encontraba sentado en un banco ubicado en una pequeña plaza debajo de un arbol lleno de flores. Se sentía tranquilo y en paz, sin tener la presión de comportarse y actuar de cierta manera para complacer a alguien.

Pronto, la figura de alguien se posó frente a él y solo pudo sonreír ante lo que la otra persona le tendía.

-Yoongi hyung -murmuró tomando el helado que había pedido-, gracias.

-No agradezcas, mejor disfrútalo.

El mayor pronto se sentó a su lado, muy cerca para ambos, pero que no les incomodó. A pesar de tener poco conociéndose, la confianza había crecido enormemente y la comodidad era de esperarse.

Aprovechando el calor de aquel día, ambos decidieron comer un poco de aquel dulce frío. No solo para seguir pasando tiempo juntos, mas bien porque Yoongi le debía una salida a comer helado a Jimin; en una de las tantas platicas, el abogado le prometió llevarlo a una salida a probar el mejor helado de su vida mientras veían el atardecer.

-¿Y cómo va tu trabajo, Yoongi hyung? -. Pregunta Jimin antes de meterse un trozo del dulce a la boca, el cual saboreaba al ser su sabor favorito.

-Bien, por suerte esta semana solo he tenido poco clientes y pude adelantar algunos casos en casa, al igual que descansar -contó con simpleza, aunque por dentro aguantaba la sonrisa ante lo atento que era el otro-. ¿Y a ti cómo te va? Me dijiste que tu tía enfermó y necesitas dinero, ¿conseguiste otro trabajo?

Al preguntar, su mirada estaba puesta en Jimin, veía con detalle el simple gesto que hacía al disfrutar del helado; como el cerrar los ojos junto con una sonrisa, muy bella por cierto, o el pequeño piquito que hacían los rellenos labios, lo que le hacía relamer los propios.