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Ninguno se había percatado de que la persona a su lado no era quien creían sino hasta el aterrizaje del avión. Ambos fueron despertados por la azafata, enseguida sintiéndose desconcertados al ver a un desconocido junto a ellos.

Con una gran confusión, ambos tomaron sus pertenencias y con desconfianza bajaron del avión, yendo hacia el aeropuerto; debían hablar bien sobre lo que estaba ocurriendo.

Por ello, ahora, sentados en la cafetería del lugar, ambos no podían creer ni entender nada.

-Entonces... ¿me estas diciendo que, al parecer, hubo un error en nuestras bodas y no nos dimos cuenta hasta ahora? -habló Yoongi sin poder creer nada, tampoco sabía como sentirse ante eso. Tenía la leve sospecha de quien pudo haber sido el culpable.

-Sí, es lo que acabo de decir -. Al pronunciar aquellas palabras, Jimin vio como, su ahora esposo, prendió su teléfono, que minutos después comenzó a sonar desesperadamente.

Él sabía de todo ese enrollo al ver los miles de mensajes que tuvo por parte de su madre, hermano, Namjoon y demás personas que se querían comunicar con él; lo había hecho en la espera de las bebidas que pidieron.

Yoongi, quedando atónito, leía los mensajes que Taehyung le había mandado. Allí pudo creer en las palabras del desconocido.

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Ambos decidieron ir al hotel que Jimin había reservado para pasar esa semana de luna de miel, aunque era más un gran penthouse a gusto del mencionado. En cuanto dejaron las maletas aun lado, Yoongi quedó impresionado por la elegancia del lugar.

-Es muy... -habló el mayor intentando salir de la delicadeza que sus ojos veían, pero fue interrumpido por el contrario, quien abatido habló.

-¿Horrible? ¿Nada cómodo? ¿Inaceptable? -. Todo aquello confundió a Yoongi, pero solo negó.

Jimin veía hacia el piso, sabía que aquel departamento era mucho para lo que estaba acostumbrado. Pero quería hacer sentir cómodo a Namjoon y ahora temía que llegar a incomodar al chico bonito.

-Al contrario, es muy bonito; quien haya elegido este lugar tuvo una buena elección -declaró y se adentró mejor al lugar. Jimin solo se le quedó viendo atónito, aunque enseguida siguió los pasos del otro para poder cerrar la puerta.

-Supongo que lo mejor es descansar, ya casi son las nueve y mañana podremos hablar bien de todo esto -habló caminando hacia las escaleras para poder ir a la única "habitación" que había allí. Sin embargo se detuvo al notar ese pequeño detalle-.

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En cuanto ambos se cambiaron a sus pijamas, o más Jimin, quien era el que traía bien su maleta, se acostaron en la dichosa cama; Yoongi llevaba puesto una ropa que de lejos se notaba no era su estilo y su talle. Al parecer también se llevó algo que no le pertenecía.

Park recostado en el lado derecho, mientras que Yoongi en el izquierdo, cada uno dándose la espalda para no incomodar al otro. Aunque, sin embargo, eso lo hacía más incomodo.

-¿Puedo saber su nombre, sunbae-nim? -preguntó Jimin con un poco de vacilación, dando la vuelta para más comodidad al hablar, y enseguida siendo enfrentado por el rostro del mayor.

A pesar de querer girarse nuevamente, no lo hizo al colocar su mirada en los ojos del otro, los cuales eran muy bonitos y oscuros, captando toda su atención. Desde la vez que se habían chocado a causa suya, le habían llamado la atención por lo llamativos que eran.

Y Yoongi, en cuanto escuchó aquellas palabras, pudo recordar de donde se le hacía familiar aquel chico.

-Te he dicho, nada de eso, puedes tutearme -habló para luego hacer una pausa,- Min Yoongi, un gusto.

-¿E-eres Min Yoongi? ¿El gran abogado de Seul? -preguntó Jimin atónito de tener a su lado al más famoso abogado de toda la ciudad, haciendo caso a las palabras dichas del susodicho.

En cambio, como respuesta, solo obtuvo una sonrisa que venía cargada con egocentrismo.

-Solo hago mi trabajo.

-Oh, mh, soy Park Jimin, el gusto es mío -se presentó con una gran sonrisa, pero que fue interrumpida por un bostezo que lo tomó por sorpresa-. ¡Lo siento! Creo que es mejor dormir, Min sunbae.

-Puedes solo decirme Yoongi, Park Jimin. -él también habló entre un bostezo, mas no sintió tanto pudor como su compañero-. Pero tienes razón, mañana nos espera un día muy largo. Descansa.

-Tú también, Yoongi-ssi.

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Perdonen la tardanza T-T aquí está el capítulo que les debía, espero les guste.