Faltaban tan solo dos días para la ceremonia y sentía los nervios de punta; todo se sentía tan irreal que no sabía como sentirse.

Ahora, se encontraba en su cuarto tirado en la cama comiendo un poco de pudin que su madre había llevado el día anterior. Veía por su teléfono unos videos para pasar el rato en lo que su prometido llegaba, pues, hoy tendrían una cena entre familiares.

Realmente no le agradaba esa cena, no tenía ánimos para soportar lo que sus suegros dijeran sobre él y que, sin la ayuda de su prometido, tuviera que defenderse de ellos.

Al escuchar unos pasos acercarse a su habitación, rápidamente se levanta y apaga el teléfono para luego ocultar el postre; no quería ser descubierto. Deja el pote detrás de la foto que tenía en su mesa de luz y tira el aparato a su cama. Se limpia y acomoda la ropa, quitando las nulas pelusas y arrugas.

Los tres toques le ponen los pelos de punta, tomando un respiro va hacia la puerta y la abre. Retiene su respiración al ver a Namjoon parado frente a él.

-Jimin cariño, un gusto verte. Tu madre me ha dicho que estabas aquí -suelta con una sonrisa dócil, da unos pasos más acortando la distancia y toma de la cintura al susodicho, quien se encontraba perdido en la mirada de Namjoon-, y vine a pasar el rato contigo en lo que la cena esta lista.

Y antes de poder soltar palabra, Jimin siente los cálidos y secos labios del contrario sobre los suyos; lo único que pudo hacer fue soltar un suspiro embelesado para enseguida corresponder del mismo.

No podía creer que, después de meses de no recibir siquiera un buen trato ahora se estuvieran besando; pero eso ya no le importaba, disfrutaría ese momento. No sabría cuando volvería a suceder.

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El sonido de la respiración calmada de Yoongi se podía escuchar ante el silencio que había en la habitación, Tae lo observaba sin saber que hacer.

Se suponía que irían a su hogar para pasar el rato juntos, pero ninguno contaba con que el mayor se quedara dormido a los minutos de empezar la película.

-Ay, mi Yoonie, ¿qué haré contigo? -. Se lamentaba negando con la cabeza. Cubrió bien el cuerpo con una pequeña manta y dejó un suave beso en la mejilla de su amado.

Claramente no lo despertaría, podía notar las grandes ojeras debajo de los gatunos ojos; otra vez Min se estaba centrando en un caso, olvidándose de sus necesidades principales, como lo son el comer y el dormir.

Tomó el teléfono de su prometido y lo dejó debajo de la almohada, luego se recostó al lado y se abrazó al calentito cuerpo; tal vez dormiría un poco junto al contrario. Si debían pasar el tiempo juntos de esa manera, no le importaba porque lo tenía para él solito y sin interrupciones.

Antes de que se olvide, también apagó la televisión, mejor prevenir el mal humor por ser despertado por ruidos ajenos y tener que aguantarlo de esa forma.

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Hola :) vengo a anunciar que estaré subiendo los capítulos en facebook, así que no se preocupen si (por casualidad de la vida) ven este fic por allá.