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Capítulo I

Era el segundo año de universidad y Chanyeol, un chico muy alto, de pelo negro, esmirriado y graciosas orejas de soplillo, estaba bastante agobiado, llevaba las matemáticas de segundo y primero suspensas. Lo había estado pensando y no quería pasar a su último año con una asignatura importante suspensa.

-No sé que hacer- dijo Chanyeol, por la mañana a su mejor amigo, Kris.

-Podrías pedir un profesor particular- propuso el chico.

-¿Quién?

-Bueno, en la biblioteca hay un chico que da clases a los demás. Pide precios y que te las dé.

-¿Cómo se llama?- se apresuró a preguntar.

-Byun Baekhyun. Tienes que ir a la biblioteca a la sección de matemáticas, es un chico castaño, siempre está en la misma mesa: la del fondo, al lado de la estantería.

-¡Gracias!

Chanyeol salió corriendo hacia la biblioteca y fue hacia la sección de matemáticas y allí lo vio. Se quedó quieto observándolo, era un chico de aspecto frágil y delicado. Se dirigió a aquella mesa y carraspeó, no quería asustarlo.

El chico alzó la vista y sus miradas conectaron, no se valoraban el uno al otro, simplemente se miraban, contemplándose. Chanyeol observaba aquel cuerpo frágil, esmirriado, débil y observaba su rostro fino y delicado. Era hermoso, sin dudas. Baekhyun observaba la gran estatura de Chanyeol, su delgadez, sus orejas de soplillo y su cara aniñada. Todo en él le atraída en grado sumo.

-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó Baekhyun, amablemente.

Chanyeol se sentó y lo miró.

-He oído que das clases...

-Sí, es cierto- contestó el chico, maravillado con la voz grave del chico.

-Necesito clases de matemáticas...

-Enséñame tu temario.

Chanyeol sacó su fajo de apuntes y se lo mostró. El chico se quedó en silencio, observando su bello rostro, mientras Baekhyun revisaba sus apuntes.

-Bien, podré hacerlo- concluyó el chico- ¿cuándo te viene bien empezar?

-Los lunes y los viernes salgo antes. Los miércoles no tengo clase.

-Vale, pues puedo darte clases los miércoles y los viernes. Es que los lunes no puedo.

-No te preocupes.

Se miraron un segundo, Kris le había dicho que por un precio le daría clases pero no le había dicho cual era ese precio.

-Esto... ¿Tengo que pagarte algo?

-Sí... Ya te diré qué- respondió el chico, mirando a Chanyeol de arriba abajo.
Chanyeol asintió claramente confundido y volvió con sus amigos.

-Me va a dar clases- anunció, feliz.

-¡Genial!- dijo Tao, desde los brazos de Kris- ¿días?

-Miércoles y viernes.

-Guay.

Chanyeol se quedó serio, pensativo.

-¿Te ocurre algo?- preguntó Kris.

-Es guapo... Baekhyun- dijo, sin más.
Tao y Kris lo miraron enarqueando las cejas.

-Bueno- dijo Kris- parece... delicado. Como a ti te gustan.

-Pero has quedado con él para aprender, no para tirártelo- dijo Tao.

-¿Quién dice que no puede hacer las dos cosas? ¡Míranos a nosotros!- dijo Kris.

-No me estáis ayudando- dijo Chanyeol, levantándose- me voy a estudiar...

-¡Que te diviertas subrayando!
 

Pasaron los días y Chanyeol se sentía ciertamente nervioso por las clases con Baekhyun y, mas que nervioso, también ansioso. No estaba seguro de porqué pero, un lado de él, deseaba volver a verle.

-Me voy- anunció.

Salió hacia la biblioteca y encontró a Baekhyun sentado a la mesa de siempre tras una torre de libros.

-Perdona- susurró. No quería asustarle.

El chico levantó la cabeza y sonrió al verle, señaló la silla y Chanyeol se sentó.

-Bien, déjame otra vez tus apuntes.

Baekhyun comenzó a hojear los apuntes de Chanyeol y cogió un tomo, lo abrió por el capítulo ocho y empezó a explicarle todo lo referente sobre las integrales.

Dos horas después, Chanyeol ya sabía lo necesario para resolver integrales.

-Haz estos ejercicios.

Chanyeol empezó a hacerlos, aun tenía dudas, pero no era como antes.

-Gracias.

Baekhyun se encogió de hombros.

-Aun no me has dicho el precio de las clases.

Durante unos segundos se miraron a los ojos.

-Págame con lo que quieras- dijo Baekhyun, al fin.

Chanyeol se quedó bloqueado ¿aquel chico acababa de lanzarle una indirecta? Le miró y vio que Baekhyun estaba sumido en una lectura matemática. No, posiblemente sólo querría de él su amistad.

-¿Pasa algo?- preguntó Baekhyun, al ver que el otro lo observaba- ¿Hay algo que no entiendes?

-No... no... esta todo bien.
 

Los días se sucedieron y Chanyeol y Baekhyun se volvieron cada vez más unidos. De hecho, Baekhyun salía de la biblioteca y se le solía ver con Chanyeol.

-¿Siempre estas en la biblioteca?- preguntó Chanyeol.

-No, hoy, por ejemplo, estoy aquí contigo.

Chanyeol rió y sus miradas conectaron pero no dijeron nada.
 

El examen de recuperación de Chanyeol se acercaba y el chico sentía que tenía más confianza en si mismo, no obstante, había veces que pensaba que suspendería.

-No vas a suspender- le dijo Baekhyun, en el momento en el que Chanyeol le confesó sus sentimientos.

-¿Y eso como lo sabes?
-Nunca nadie ha suspendido conmigo de profesor- dijo el chico, muy serio- no quiero que eso cambie y menos que cambie contigo.

Chanyeol sonrió. Siempre que Baekhyun decía aquellas cosas no sabía bien porque las decía, él quería pensar que porque Baekhyun quería que pasara algo entre los dos.

-¿Necesitas que vaya a tu casa este fin de semana para ayudarte?

-Te lo agradecería.

Se sonrieron el uno al otro.

-Aun no me has dicho el precio de tus clases- dijo Chanyeol.

-Ya te lo he dicho, págame con lo que quieras- dijo mirándolo de arriba abajo.

Chanyeol guardó silencio y volvió la vista a su libro, segundos después, cuando miró a Baekhyun, se encontró al chico mirándolo fijamente.

-Am... no... entiendo esto...

-Acércate y te lo explicaré.

Chanyeol acercó su silla a la de Baekhyun y Baekhyun se pegó totalmente a Chanyeol. Ambos sentían el cuerpo caliente del otro, la respiración agitada, podían incluso escuchar las pulsaciones aceleradas del otro pero no comentaban nada, simplemente seguían hablando acerca del problema matemático de Chanyeol.

-Bien, creo que ya lo entiendo. Muchas gracias.

-No hay de qué- respondió Baekhyun, sin separarse del cuerpo de Chanyeol.

-¿Mañana seguimos en mi casa?

-Claro, ¿a que hora?

-¿A las seis?

-De acuerdo.

Chanyeol se levantó y se fue a su casa. Estaba muy confuso, no sabía que pensar sobre Baekhyun, el chico le lanzaba indirectas pero puede que no fueran indirectas...

A la mañana siguiente, Chanyeol despertó pronto, había dormido poco y deseaba que fueran las seis para ver a Baekhyun. Finalmente, después de comer, se tumbó y durmió. Cuando se despertó, faltaba una media hora escasa para que Baekhyun llegara, ordenó su cuarto y bajó al salón. Sonó el timbre y abrió la puerta. Le temblaron ligeramente las piernas al ver a Baekhyun: el chico llevaba unos pantalones negros ajustados haciendo que su miembro se marcara sobremanera.

-Pasa.

Baekhyun pasó y se sentaron a la mesa.

-He buscado todos estos ejercicios de repaso para que los hagas. Así repasarás y veremos las dudas que tienes.

Chanyeol miró los ejercicios, eran hojas y hojas de ejercicios.

-¡No va a dar tiempo a hacerlas todas hoy!- dijo, con los ojos muy abiertos.

-Te dará tiempo, no te preocupes- dijo, con una sonrisa- además, yo te voy a ayudar- añadió mientras acercaba su silla a la silla de Chanyeol.

Chanyeol cogió aire y no lo soltó, se rascó la nuca, carraspeó y, finalmente, soltó el aire que tenía en sus pulmones.
Empezó a hacer los ejercicios, no eran complicados y, cuando se atascaba, Baekhyun lo ayudaba y luego tenía que hacer otro igual para demostrar que sabía hacerlo. Si sabía hacer un ejercicio, ya no tenía que hacer los demás ejercicios iguales, simplemente Baekhyun lo obligaba a pasar a otro. Así estuvieron hasta las diez y media.

-¿Ya es tan tarde?- preguntó Baekhyun, sobresaltándose.

-Sí, es un poco tarde.

-Será mejor que me vaya, tus padres llegarán de un momento a otro y...

-Mis padres están de viaje, vuelven el domingo por la tarde, puedes quedarte. ¿Quieres cenar? ¡Podemos pedir pizza!

Baekhyun lo miró y asintió con una sonrisa.

-¿De que la quieres? ¡Hoy hay dos por uno!

-Am... me gusta la barbacoa y... la cuatro quesos...

-¡Genial!

-Oye, pero si tu quieres otra cosa...

-No ¡esas dos están ricas!

Chanyeol llamó bajo la atenta mirada de Baekhyun.

-... bien, eso es todo, gracias.

Chanyeol colgó y su mirada se encontró con la de Baekhyun.

-Quince minutos y estarán aquí.

-¡Perfecto! Oye, ¿sigues teniendo esos nervios y temores de que vas a suspender?

-No, ya no, gracias.

Baekhyun sonrió. Se levantaron y trajeron vasos y platos para los dos.

-¿Que vas a hacer el año que viene?- preguntó Chanyeol.

-Supongo que haré lo mismo, estudiar, dar clases... ya sabes... ¿y tú?

-También lo mismo, aunque pretendo aprobar- dijo y ambos rieron.

-Bueno, ya sabes donde estoy si tienes algún problema...

Se miraron a los ojos y Chanyeol se decidió, se lo iba a preguntar pero, en el momento en el que abrió la boca para hablar, sonó el timbre.

-Voy yo... tiene que ser la pizza.
Ya se había olvidado de la pizza, sólo recordaba que Baekhyun estaba en su casa, casa donde solo estaban ellos.

-Su pizza, señor- dijo el hombre, amablemente.

-Gracias.

Chanyeol pagó y dejó las dos pizzas en la mesita, las abrieron y comieron, estaban deliciosas. Como tenían hambre, apenas hablaban mientras comían.

-No puedo más- dijo Chanyeol, dejando su servilleta encima de la mesa.

Baekhyun sonrió, se terminó su trozo de pizza y se recostó en el sofá.

-Necesitarás hacer ejercicio para bajar todo lo que te has metido- dijo, mirando a Chanyeol.

-Y no soy el único...

Sonrieron.

-Aun no me has dicho el precio de las clases.

-Ya te lo dije... págame con lo que quieras...

-No entiendo eso de “págame con lo que quieras”

-Una vez tenía problemas con el inglés y un chico nativo de allí se ofreció a darme clases de inglés a cambio de que yo le diera clases de matemáticas...

-Favores...

-De toda clase- dijo, poniendo su mano en la pierna de Chanyeol y subiendo hasta su entrepierna.

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