—- Averigua todo sobre Kim Dan —- habló firmemente el señor Joo a su secretario, definitivamente no permitiría que su hijo este con alguien así.

No debía correr con la misma suerte que él, recordaba haberse enamorado de una mujer de clase baje. Dicha zorra, que solo quería su dinero y afortunadamente, no logró destruir su matrimonio con su actual esposa.

Gracias a dicha mujer, entendió lo ambiciosa que podía ser la mente humana cuando venían de la nada y también, su falta de agradecimiento. 

No quería desilusionar los sentimientos de sus hijos, pero no estaba de acuerdo con la pareja que le presentaba.

—- Si señor, no demoraré mucho —- comentó el joven.

El señor Joo negó, no quería un informe simple. Deseaba saber hasta el más mínimo detalle, incluso si una comida le gustaba o no. Y explicó eso a su secretario, quién puso una mueca confundido.

—- Extremadamente detallado —- recalcó nuevamente el mayor —- Quiero saber absolutamente todo.

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(￣(エ)￣)

Una semana había pasado demasiado rápido. Dan había vuelto al departamento, pero aún seguía en esa isla. Durante todo ese tiempo, la relación con Jaekyung iba mejorando poco a poco, siendo más cómoda. 

Y no había visto a sus "suegros" en todo ese tiempo, cosa que lo aliviaba. Aunque no podía evitar sentirse preocupado por la mala relación que tenía su novio con sus padres.

Esa semana había sido muy interesante, estar cerca del alfa le dan demasiada tranquilidad. Y cierto cosquilleo en la parte baja de su abdomen cada que se besaban se iba intensificando con el paso de los días.

Unir sus lenguas constantemente, sentir como Jaekyung sostenía y acariciaba su espalda, tocándolo con sus grandes manos y soltando sus feromonas constantemente, demostrando excitación... Todo eso, hacía que sus mejillas se pusieran rojas irremediablemente.

Enojándose un poco al tener que detenerse, no poder concretar nada cuando el contacto era tan suave, era realmente desesperante.

Bueno, habían varias razones por la cuál no pasaba nada.

1.- Casi siempre los interrumpían.

2.- Estaban en el hospital.

3.- La recomendación del médico.

Por eso, el estar cerca a su alfa ese día, saliendo del hospital y llegando a dicho departamento... Hacía que la imaginación de Dan subiera un poco de tono.

 El camino había sido tranquilo, no había muchas cosas que trasladar y tan pronto cerraron la puerta, empezaron a besarse, comiéndose la boca con desesperación.

Jaekyung tomaba al omega entre sus brazos, para cargarlo con cuidado y llevarlo a su habitación. Era consciente de que no podía concretar nada, pero realmente deseaba hacer un contacto de pieles más intensos que solo besos.

Dan, gemía suavemente, queriendo provocar al alfa, queriendo que lo despoje de sus prendas, que lo toque para hacerle jadear y termine cansado bajo la protección del menor.

Jaekyung quería descubrir cada parte del cuerpo del mayor, adoraba cada gesto que este presentaba, cada pequeño sonido que salía de su boca, lo prendía en sobremanera.

Le quitó con rapidez el camisón que llevaba puesto, dejando al descubierto su suave piel, incluyendo ese pequeño bultito en su abdomen.

Era demasiado tierno verlo con el abdomen un poco abultado, pues Dan siempre había sido demasiado flaco. Sin pensarlo muy bien, puso su mano en dicha zona, acariciando en círculos... Ahí se encontraba su cachorro.

Dan jadeo fuertemente al sentir cosquillas en esa zona, cubriéndose inmediatamente sus labios, oh, que vergonzoso sonido salió de él.

—- ¿Te excita que te toque aquí? —- preguntó divertido el pelinegro, haciendo un poco más de presión, obviamente sin llegar a lastimar. Subiendo y bajando sus dedos, desde el ombligo hasta el inicio de su intimidad.

Dan, cerró los ojos sumamente avergonzado, limitándose a gemir mientras asentía.

El sonido del celular timbrando le hizo sobresaltar, levantándose como pudo y cubriendo su cuerpo por instinto.

Jaekyung gruño sin pudor, ¿quién se atrevía a molestarlos? Definitivamente mataría a esa persona.

—- Tus feromonas —- susurro el pelicastaño cubriéndose la nariz. También estaba enojado y se enojaría aún más si seguía oliendo el agrio aroma del menor.

El menor asintió, controlando mejor sus feromonas y contestando el celular que vibraba sin cesar.

—- ¿Qué quieres? —- dijo, intentando mantener la calma. Era su padre, habían llegado a un acuerdo de "respeto" de esa manera, poder seguir en ese lugar tranquilo.

Escuchaba lo que tenía que decir, muy probablemente eran estupideces, pero ahí tenía que soportar eso por su privacidad. 

Intentaba seguir moviendo sus manos alrededor de Dan, pero este mismo negó... Completamente nervioso por la posible idea de jadear inconsciente o soltar sonidos obscenos e indecentes, quedando aún peor para la vista de su "suegro"

El menor entendió lo que quería decir su pareja con la mirada, entonces se detuvo y sentó un momento, mientras seguía en la llamada, rogando porque su padre se detenga.

—- Tengo mucha información sobre ese omega —- comentó el mayor —- Y no te gustará nada, saber su pasado... ¿Sabes qué intentó...?

Jaekyung suspiro, demasiada palabrería lo estaba cansando, incluso oír esa quejosa voz le había quitado las ganas de continuar con lo que estaba haciendo con su pareja.

—-Me dices después —- habló este —- Ahora estoy ocupado con algo.

El padre, chasqueo inmediatamente. Pero, cortó la llamada. Necesitaba ser escuchado con atención.

Al saber eso, Dan se acercó a besar a Jaekyung quién había dejado su celular a un lado. Este, correspondió por un momento, pero luego se alejó.

—- Lo siento, estoy distraído —- dijo, separándose. Queria tomar agua, respirar un rato y luego animarse para volver, completamente centrado en su pareja.

Dan frunció inmediatamente el ceño cuando lo vio salir de la habitación, ¿qué mierda había pasado? Tomó un camisón que tenía al costado y sin ponerse nada más, solo con su ropa interior... Siguió a Jaekyung, quién había bajado a la cocina.

—- ¿Por qué te vas de esa manera? —- preguntó con un tono de voz amenazante, luego se calló por un rato... No sabía de donde había sacado el valor de reclamar.

El menor sonrió un poco confundido, no planeaba irse por mucho tiempo... Sinceramente él tampoco sabía porqué lo había hecho. 

¿Cómo se atrevía a dejar a Dan semidesnudo? Ni él mismo se comprendía.

¿Por qué no tenía tantas ganas ni excitación?

Si, le emocionaba la idea de ver todas las expresiones que mostraba el mayor cuando sentía placer. Adoraba cada suspiro que daba y le gustaba verlo enfadado.

Sin embargo, gruño de frustración al saber que su 'amiguito" se había ido a descansar. Y eso era una completa vergüenza para alguien como él.

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(｡･ω･｡)

Continuará...

¿Qué les pareció? ¿Creen que Dan reclamará por gogoog?