💕9💕
Esa tarde Afrodita al lado de Máscara mortal torturaba los oídos del gran pontífice.
-Yo no puedo estar en esta situación, ya fui a la mansión, Athena se retiró en cuanto me vió llegar, ni siquiera pude pedirle una explicación!
-Afrodita, la última vez que ella hizo algo, tú fuiste el más afectado, por lo tanto el castigo que le diste siendo su mayor, fue clavarle rosas venenosas hasta que se disculpara. Pero el que esta vez ella se atreva a huir, no es por que fue la principal culpable, sino porque temía que le hicieras lo mismo.
-Ah...-Afrodita parpadeó.-
Pero aún así no puedo asegurar que ella no lo haya realizado. Esto no me gusta, me pegué un tremendo susto cuando estaba en la ducha, se imagina que a usted le cambien el cuerpo cuando se está bañando y de repente sienta que algo le creció aún más grande de lo que ya es?
-...
¿crecer qué cosa exactamente...?
-¡La barba!
-Oh...
Era eso jaja
El patriarca pensó nervioso: Necesito purificar mi mente, de últimas dar ofrendas a los dioses para que me libren de estos pensamientos tan poco honoríficos que arruinarían mi patriarcado.
-Está bien patriarca, por esta vez no acusaré a la pequeña athena sin antes conseguir pruebas. Camus y Milo fueron los primeros, pero no sé por qué, deberíamos tener algo en común para que nos sucediera lo mismo.
-Sería una buena razón, pero no podemos estar seguros, con esto que te pasó a tí confirmo que la situación es verdadera.
-Osea que..no creyó a Milo ni a Camus?.-afrodita entrecerró los ojos, y en el cuerpo de Death se veía bastante molesto con esa pequeña expresión. Y el verdadero Death Mask aún no decía nada, permaneciendo a un lado mientras miraba fuera de la ventana distraído. Después de todo, de tanto grito que lanzó le dolía la garganta.
-En parte Afrodita, no es como si nunca hubieran jugado sus bromas, yo también necesitaba asegurarme de que todo esto sea cierto. Si fuese una treta más, cómo quedaría mi posición en la cima de la élite dorada?
Afrodita suspiró, recuperó su compostura, se despidió dando a entender que no diría más y tomó a Death de un brazo jalándolo hacia el templo de acuario o quizá escorpio. Investigaría por sí mismo.
-Afrodita, te juro que no hice nada inapropiado.-Death se apresuró a agitar sus manos en negativa. Su voz un poco ronca.
-Te creo, y lo hago porque no puedo imaginar una escena como la que me acabas de sugerir.
-Los pillé con las manos en la masa.-Añadió Zeus mirando a Heracles y Prometeo que acababan de despertar.
-Quiero desmentir eso, yo no sé hacer ni pan ¡Ni siquiera sé qué se necesita para hacer una masa!
Zeus:...*Si no fueran unos niños, ya los habría colgado con una soga cabeza abajo para que mueran desangrados!*
-Tsk, Teo no te pases...ya sé que tu inteligencia es perturbadoramente alta, pero mejor guárdala para otro momento, no hables o nos veremos en nuestra próxima reencarnación.
-No, de hecho debería lucirme mas seguido..-Los ojitos de Prometeo brillaron.
-No entendiste ¿Cierto?.-Le preguntó con una de sus cejas levantada.
-¿Entender que?
-No, ya nada.
Zeus suspiró y dijo.
-Regresen a los afectados a la normalidad.
-Incluso a Hermes?
-¿Hermes?
-Bueno, la supuesta ninfa que está con usted a media noche los días lunes y miércoles es Hermes convertido en mujer.-confesó Teo. Al segundo siguiente se arrepintió de haberlo dicho y lentamente, lo más despacio posible como para pasar desapercibido, se escondió detrás de Heracles. Este último susurró: No te basta con cagarla ¿No Teo? Ahora la terminas de embarrar, mi muerte está próxima..-lloriqueó
Hermes que escuchaba detrás de un pilar, tragó en seco, levantó uno de sus pies tratando de huir de puntillas y fingir que nada ocurrió. Pero..
-¡Hermes! Se que estás ahí viendo todo esto, ven aquí!
-..io?
-Si, tú. No conozco a otro Hermes en todo el Olimpo.
-Ejem! Si, ya voy.
El delgado, pelicastaño, y ahora tratando de encogerse en una pequeñita bolita llamada Hermes se acercó temblando.
-¿Es cierto?
-¡Cofcofcofsicofcof!
-¡Serás miserable! Y yo como idiota tratando de buscar el origen de esa bella ninfa! Esta noche, a las siete te quiero en mis aposentos! ¡Yo mismo te castigaré como es debido!
-Por favor no...-pidió apunto de llorar, pensando que lo azotaría con sus respectivos rayos o algo así.
Desde atrás, Artemisa que apareció de quién sabe dónde, le susurró;
-Acepta! Te está diciendo que en la noche te dará como cajón que no cierra! Es mejor que colgarte de un poste para que te coman los buitres!
-¡Mi crisantemo es virgen aún, no querrá que me convierta en mujer como lo hice las anteriores veces!
-Mala suerte compadre, toca aceptar lo lindo.
Y posteriormente desapareció.
Mientras tanto Camus leía un libro en su sala, todo relajado como un inmortal. Si bien estaba en el cuerpo de otro, igual mantenía ese porte sublime y anhelante.
-Camus!
El susodicho se sobresaltó por la repentina aparición de alguien que levantó la voz tan pronto como entraba al templo.
-Afrodita?
-Si, a mí también me cambiaron! Ya encontraste alguna manera de revertir todo este asunto?.-preguntó haciendo ojitos llorosos.
-Realmente no sé porqué sucedió esto.-dijo casualmente mientras fijaba su mirada en el libro de nuevo.-Aun no he hallado nada que pueda revertirlo.
-Ugh..será una maldición?.-especuló sentándose en el suelo.
-No lo parece. De haber sido una maldición no seguiríamos cómo estamos, podríamos incluso haber muerto Milo y yo por el tiempo que ya llevamos en esta situación.
-Te ves tan calmado..-suspiró.
-Es porque no hay tanto de lo qué quejarse, al principio es solo incomodidad, incertidumbre y nerviosismo, uno no podría saber en qué momento podría cambiar a otro cuerpo. Milo no ha venido a hablar conmigo y temo que vaya a hacer algo que no deba, sabe meterse en problemas muy seguido...
Al ver las miradas curiosas de los dos, Camus se dió cuenta de que su voz se volvió más suave y lijeramente aclaró su garganta, negándose a decir más.
-Ya que empezaste con ello, Aioros comentó que Milo estaba en su templo, dijo que su humor no era bueno.
-Cuando dijo eso?
-Hace un rato, cuando regresamos de la mansión de Athena, pasamos por tu templo pero no te pedimos permiso puesto que estaba algo perdido en mis pensamientos.
Death Mask que había estado callado todo este tiempo, se animó a decir.
-A Milo le gustaste desde pequeño, pero no dijo nada al respecto y tocaba descubrirlo por nuestra cuenta, ahora que la mayoría lo sabe deberias hablar un poco más con él. De seguro en estos momentos se encuentra decaído, fue el único que no sabía sobre tu relación con Shura.
-Shura y yo solo lo estámos intentando.-Confesó ante el asombro de Death y afro.-Nos entendemos y por ello llegué a imaginar que estando con él sería una reacción como esas cosas de pareja. Con sentimientos mezclados, y Shura está al tanto.
-¿No sientes nada por Milo?.-Nuevamente preguntó Death, levemente inclinando la cabeza para poder ver mejor el rostro del acuariano.-Cuando te fuiste del templo principal pensé que estabas enfadado, sabemos que Milo fue extremista en su comportamiento, pero también estaba alterado y fue un gran golpe enterarse de tú y shura.
Camus no respondió, así que ambas personas se dieron cuenta de que podría haber sentimientos ocultos entre ambos, solo que aún Camus no se daba cuenta.
Llegada la noche, Camus se puso en marcha al templo de Milo. Pensando profundamente en lo que le diría y cómo no terminar en malos términos.
-¡Milo! Estar sentado moviéndome en un solo lugar ha hecho que se me escalde la cola como la de un bebé! ¡Necesito tu ayuda, es tu culpa!
Camus escuchó eso cuando terminaba de dar los últimos pasos de los escalones. Su mente no le permitió pensar en algo lógico.
-¡No es mi culpa! Estuviste molestando y no te callabas, por lo tanto no me quedó otra opción que hacerte eso! Aparte por tirar mi ropa a todas partes ahora te daré una paliza!
La respuesta no aclaró nada, es más, hizo que Camus se molestara internamente. La respuesta fue ducha entre risas, ¿No que muy deprimido?
Aún así, pensando en lo que ambos podrían haber hecho mientras él mismo se devanaba los sesos tratando de pensar en una forma de hablar sobre su futuro, decidió ingresar por completo al templo.
Lo que vió realmente lo hizo sentir impotente.
Aioria se colocaba unos shorts y no tenía ni una blusa encima, su mirada se esparció sobre las ropas en todas partes. Y también vió una mancha roja en su pecho.
Inmediatamente se giró, no quedaba duda alguna.
-¡Camus! ¡Detente! Dile a Milo que por encerrarme en el closed me dé algo para curarme, me he golpeado el pecho con una perilla y me dejó encerrado allí durante toda la tarde!
¿Escuchó bien..?
El calor subió a su rostro, realmente pensó otras cosas, ah~.
-¿Con quién me estás acusando? Tú..
Milo salió por una puerta mientras sujetaba un par de cervezas, inmediatamente al notar a la persona extra, escondió las botellas detrás de su espalda con una sonrisa culpable.
Camus se dió la vuelta y miró profundamente al tembloroso Milo.
-Necesito hablar contigo.
-Si es sobre tu libro..te lo devolveré, pero aún no recuerdo en donde lo puse ¿Bien?
-No es sobre el libro, es sobre nosotros.
-....?
-¡Ejem! Yo...supongo que salgo sobrando, mejor hagan como que jamás estuve aquí.-y kanon en el cuerpo de aioria se perdió entre una habitación del templo.
Milo disimuladamente guardó las cervezas y regresó para la conversación sorpresa entre él y Camus.
-Dime, específicamente de qué quieres hablar?
-Shura y yo no tenemos sentimientos profundos en la relación. Solo lo estábamos intentando por un tiempo. El...anillo que me diste también lo tengo aquí.
La vista de Milo se dirigió al dedo de Camus, su asombro fue evidente.
Tragó una poca de saliva con dificultad y preguntó.
-Por qué lo traes puesto..?
-¿No creo que sea para no perderlo?
Milo se quedó sin palabras.
¡Su mente se volvió un caos! Hace unos minutos todavía estaba medio ansioso y triste, la presencia de kanon le hizo sentir un poco mejor pero...Camus lo visitaba y ahora decía aquello?
¡Se viene el fin del mundo ahh!!
Tenía tantas ganas de preguntarle si su reciente actitud era porque de verdad sentía algo, pero...tenía tanto miedo de ser rechazado como antes que se quedó callado.
Sin preveer en absoluto el siguiente movimiento de Camus en su actual cuerpo, Milo se sorprendió cuando una mano se posó sobre su mejilla.
Fue como si hubiera chocado contra el fuego y se apartó. ¿No debería ser él el que haga eso?! ¡¿Por qué las cosas sucedieron así de rápido?!
Su corazón se saltó varios latidos y de repente sintió que el humor que se había perdido por una tristeza, regresaba como mariposas por todo su cuerpo. Inmediatamente su anterior actitud despreocupada regresó. Sonrió y esta vez, fue él quien se aproximó y acarició el rostro del otro.
-Acuario, soy yo o es que siento que me has extrañado en este corto periodo de tiempo?
Esa mirada llena de picardía..
El asombrado ahora fue Camus en el cuerpo de Milo.
-Camus.-sonrió.-¿Cuál es la razón por la cual vienes hasta mi templo, llevas el anillo puesto y dices que tu relación con Shura es superficial? Habla claramente ¿quieres?
-Milo, no entendía por qué siempre permanencias a mi lado, pensé que era porque no tenia a muchos amigos como tú, y que estabas a mi lado al principio por lastima. Pero..enterarme de que tú tienes sentimientos hacia a mi, fue como si me sintiera un poco liberado, creía que me sentiría bien cuando te viera al lado de otra persona como tú pareja, pero dado el caso, creo que no me sentiría bien. No entiendo esto...
-¿No entiendes que?.
Las mejillas de Milo reflejaban unos pequeños hoyuelos por su sonrisa, viendo el nerviosismo de acuario aún así seguía haciendo más preguntas.
-Si tú significas más que un amigo para mí..
-Así que eso era, realmente he estado haciendo cosas tontas pero veo que algunas de ellas hizo que te dieras cuenta..¿ de tus sentimientos?
-Fue cuando te emborrachaste.-murmuró ya con las puntas inferiores de sus orejas rojas.
Milo se inclinó y se detuvo a unos centímetros de su rostro sin perder esa sonrisa picarona que tanto lo caracterizaba.
Esa nevada manzana de Adán temblaba cuando hablaba, y Camus apretó los labios mirándolo a los ojos fijamente.
-Probablemente digan todos que estoy loco, pero escribiré tu nombre en el muro más alto que vea, y también quizá me tatúe tu rostro para verlo todo el tiempo. Porque realmente eres la belleza que ha estado alegrando mi vida desde que te conocí.
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