-Me siento tan...molesto últimamente.-Murmuró Aioria suspirando, pasando una de sus manos por su nuca.-¿Quien será ese idiota que nos hizo esto a Milo, Camus y a mi? ¡Ya no hay gracia en esta situación! Además estoy siendo explotado!

-¡Kanon! ¡Ve a tirar la basura!

-¡¿A donde quieres ir?!

-¡¿Qué?!

-¡Nada!

En otra parte Teo dió un codazo a Heracles a toda risa. Sin embargo su risa se desvaneció en cuanto alguien con un aura amenazante posó sus manos sobre los hombros de ambos jóvenes. No hizo falta darse la vuelta, el hormigueo llegó instantáneamente a sus nucas de forma algo incómoda.

-Así que eran ustedes dos los traviesos ¿Eh?.-una sonrisa maquiavélica se dió a conocer en un pequeño reflejo de la pared, además, el tono de voz hizo que ambos sintieran escalofríos por toda su espalda.

-N..No!

-Nosotros no fuim...

-Callense par de inútiles, flojos, niños mimados!

-¡La idea fue de Heracles!

-....
¡Traición! ¡Fue idea de Prometeo! ¡Yo fui obligado a seguirlo!

-Traviesos, debería asignarles el título de alborotadores en el Olimpo, o quizá enviarlos a ser las sirvientas de Hades.
¡Ambos son responsables! ¡Vengan conmigo ahora!

-Pe..pe..pero...

-¡Silencio!.-regañó el mayor arrastrándolos de sus solapas como cualquier trapo.-¿Pero qué se piensan ustedes dos con jugar de esta manera? ¡Deben de crecer de una vez por todas!

-Yo no voy a crecer más, según mi madre, dijo que mi padre era un chaparro enano y pues..yo a quien saldría alto?.-sonrió Prometeo.

Zeus sujetó a Prometeo de una oreja.

-!No hablaba de eso!.

-¡Ah!

Heracles lo miró con algo de lástima en sus ojos, debería defenderlo o echarle toda la culpa? Bueno...convencer a Zeus sería medio complicado, solo le quedaba esperar su castigo junto con su compañero.
Minutos después de ser jalados del cuello, fueron llevados a un salón en donde frecuentaban varios dioses y semidioses.

-Den gracias a Athena que no les clavo el tridente de Poseidón entre el pescuezo y el espinazo. Perezosos, romper las reglas e interferir con la vida de los humanos es pena de destierro.

-No es para tanto..-Sonrió Heracles con nerviosismo.-Si Saori causó todo un lío para Navidad y nadie la castigó, por qué nosotros debemos ser castigados?

-Eso fue un accidente, yo le regalé esa muñeca tamaño humano parecida a su hermana. Pero jamás pensé que un espíritu del inframundo lo poseería y trataría de comerse sus cabezas en plena madrugada, los de bronce estaban allí para defenderla.-Dijo recordando.

-Ellos fueron los primeros en salir de la mansión a toda prisa.-Esclareció Prometeo.-No la defienda señor Zeus. Pero perdónenos por esta vez.

-Tsk, no puedo perdonarlos.-los zarandeó un par de veces.-La que tiene que perdonarlos es Saori, un par caballeros aparecieron de pronto en su casa, y como es conocida por divertirse mucho con sus caballeros corrieron los rumores de que ella fue la culpable.

-Será la última vez que hacemos esto. No nos castigue ¿Si?

-Colocar esa carita de cachorro hambriento no te servirá.-le susurró Heracles a Teo.

-....

¡Déjame por lo menos hacer el intento!

-Vaya, Zeus, qué te hicieron estos niños?.-Artemisa hizo su aparición, voluminosa, sonriendo mientras estudiaba las acciones de los jovencitos en manos de Zeus.

-Causaron problemas.

-Eso no es novedad, la última vez el castigo fue impuesto por tu esposa y tan sólo duró tres años, ahora que hicieron?

-Jugaron con los caballeros de mi hija.

-Uh..-artemisa levantó un poco sus cejas en asombro.

-Fue Heracles!

-Fue Prometeo!

Antes de que continuaran Zeus los noqueó con sus propias frentes, prácticamente les hizo dar un cabezazo en frente suyo y ambos no aguantaban la fuerza de los brazos del Dios supremo. Por lo tanto se pusieron a dormir como si ellos no hubieran hecho absolutamente nada.

-¡Para que no empiecen de nuevo!.-Dijo Zeus exhalando un suspiro.

-Cuando despierten tendrán un hematoma en el rostro.-dijo tranquilamente Artemisa, ya que Zeus siempre actuaba según sus instintos. De cualquier forma ya estaba hecho.

-Eso no es nada, por el momento, necesito informar a mi hija sobre los causantes de todo esto, de otra forma, la van a linchar junto con tatsumy. Imagínate, cambiar sus cuerpos es alterar las reglas, los afectados no serán tan suaves.

-Pero son sus caballeros..

-No les importaría, son humanos, tan emotivos que harían cualquier cosa. y no sabes el lío que ocurriría aquí si ella regresa para recuperarse de sus heridas o escapar de sus propios caballeros.

De pronto hubo un alboroto cerca de los templos.

Hablando del rey de Roma...

-¡Padre!

Zeus lanzó a los muchachos en una esquina y se acercó para abrazar a su niña Athena, lo que no sabía era que ella tropesaría en su camino y que caería al piso tan recta como una tabla, ni siquiera llegó a amortiguar el golpe con las manos. Zeus puso su mano derecha sobre su frente aguantando las ganas de negar con la cabeza por la torpeza de su hija, aguantó hasta que le dolió el estómago, admitió por completo que los reflejos de su pelimorada no eran tan..buenos.

Mientras tanto, Milo comía como si fuera su último día de vida.

-¿Engordar? De acuerdo.
Después de todo esto me siento tan frustrado, milito se siente tan solo que necesita diversión, y yo también, desde que me dió la alergia a las nueces mi estómago ha estado frágil a ciertos alimentos, jamás, pero JAMÁS, pruebo una nuez, sumando que le debo un libro de primera categoría a Camus.-Se lamentó con los ojos llorosos.

Mientras se lamentaba alguien entró confianzudamente al templo.

-¿Por qué hablas solo? ¿Y toda esta comida?

-¡cof, cof! No se lo digas a Camus, me pegará.

-Milo.

-¿A qué viniste Aioria?

¡Me iba a desquitar contigo, ya tenía planeado cómo, te salvaste gracias a mi malestar, este cuerpo es tan delicado, nada comparado con el anterior! Debería tratar de conocer este cuerpo para así entender mucho mejor a Camus, tal vez funcione.

-Soy kanon.

-Si, si, seguro..-agitó su mano sin darle importancia.

-¡Lo soy! Yo fui el que te regalo las revistas para adultos en tus 17!

Siendo un secreto solo de los dos, ¿cómo no reconocerlo?

-¡kanon! Cómo cambiaste de cuerpo?!

-No sé, pero qué importa, estoy bien por el momento. Bueno, más o menos quizá.

-¿Estás de flojo nuevamente?

-Si, Este cuerpo es muy pequeño, me siento un pitufo en su aldea.
¿Y qué pasó con tu Camus?

-Debe de estar durmiendo a estas horas.

-Oh..

-De verdad.-mordió un cacahuete como si le costara incluso el abrir los labios.-La cagué y después la terminé de embarrar, fue en vano ir a embriagarme, empeoré las cosas.

-Secuéstralo en tu templo, en el sótano, lo torturas hasta que le agarre la enfermedad del Estocolmo y asunto arreglado-soltó de forma natural.

Kanon recibió un golpe en la cabeza con un periódico enrollado, no fue demasiado doloroso, solo fue un golpe casual, como para advertirle sobre su comentario. De cualquier forma, pareciera que Milo empezaba a sentirse posesivo con el acuariano a pesar de cómo iban las cosas. 

-No.-sacudió la cabeza.-
Yo no sería capaz de hacerle daño, tú sabes, tengo algunos sentimientos por él, pero no sé, estoy confundido. Y al tener su cuerpo, es aún más incómodo, estoy reprimiendo un gran deseo y lo único que puedo hacer es abstenerme como un adicto a las drogas. ¿Te imaginas? ¡No puedo ni siquiera comer una maldita nuez tranquilo! ¡Resulta que Camus es alérgico! ¡Y lo peor de todo es que lo olvidé por completo!

-No pues..que sad por tí amigo..-movió la esquina de sus labios simpatizado sus penas con las de su amigo.

Milo movió sus brazos para añadir drama, realmente, Milo parecía estar algo ansioso, aunque su rostro particularmente no encajaba del todo con su expresión, se notaba su gran "pesar".

-¿Veamos algunas películas? Unas de terror, no de mayores de edad porque vas a terminar haciéndome algo por lo ansioso que te vez.-Sonrió alejándose unos centimetros fingiendo ser tímido.

-No exajeres.-sonrió débilmente el peliverde.-Bien, vamos a ver unas películas..-aceptó levantándose, solo vestía una polera y un buso grande, obviamente era su ropa rutinaria, pero estando en el cuerpo de Camus éstas le hacían cual bolsas. Como vestirse de un costal de papa. Había regresado a su octava casa después de todo ese escándalo y Camus se mantuvo en acuario con Capricornio.

Tsk, que mala suerte.

La hora de la cena llegó rápidamente, los ojos de estas dos personas ya estaban como huevo duro de tanto estar frente al televisor.

-No voy a poder dormir. Ya no siento los labios de tantas palomitas de maíz que me comí.

-Imagínate yo que en este moment...

-¡Aioria!.-un grito rompió toda la calma de la octava casa.

Kanon cayó del sofá de tracero salvando con éxito las pipocas.

-¡Por mi madre! Milo, Milo, ayuda, que no me vea, me obligará a bañarme con agua helada como castigo, me dará medicamentos caseros más amargos que la hiel, después me envolverá en unas sábanas para que no me destape en la noche. ¡ayúdame..!

-Pensé que la pasabas bien usurpando el lugar de aioria, dijiste que no la estabas pasando tan mal...-sonrió quitándole sus palomitas elevando ambas cejas un par de veces.

-Casi, pero prefiero seguir viviendo con Saga, me había acostumbrado tanto, y no me cuenta cuentos de hadas en las noches, no me soba la panza después de comer, no me arranca los vellos de la nariz con una pinza! Es una tortura, es demasiado para mi..-se arrodilló.-¡escóndeme, escóndeme!

-Bien, ve a meterte en el clóset.-señaló con una de sus manos libres.

-Y..y..toda esa ropa?-exclamó apresuradamente, con una expresión algo complicada.

-Ponla debajo de la cama o algo, piensa, tengo el cuerpo lleno de sal. Y pensar que estar enamorado es como probar la miel hasta por los poros..-suspiró sin reincorporarse.-Por qué diantres esto salió así, quisiera agarrar al imbécil que hizo esto y ahorcarlo!.-siguió balbuceando casi rojo de la rabia. Su humor era pésimo y en estos momentos llegó Aioros con la frente sudorosa, supuestamente de tanto buscar a su querido hermano.

-Milo..¿Viste a Aioria?

-No, esta mañana dijo que iría a dar una vuelta.-mintió naturalmente.

-Bien..si lo llegas a ver, me avisas de inmediato, no hizo su tarea, y luego dice que quiere ser otra cosa aparte de caballero.-Soltó un suspiro y se retiró.-Y..no te molestes en regañarlo de mi parte, solo dile que últimamente me ha preocupado bastante, está demasiado extraño.

-Entiendo, yo te aviso.

Kanon en el interior del clóset pensó: ¿Cuál últimamente? Apenas fueron un par de días!

Mientras tanto, en la mansión de Athena habían almas de un pasillo a otro, afrodita había ido a reclamar y pedir que lo regresaran a la normalidad, pero accidentalmente el cosmos de Death Mask era sensible a cambios emocionales y terminó por invocar a las almas del inframundo. Incluso él mismo ya no sabía cómo regresarlas.

-No te alteres, si te alteras es peor, no, que no te alteres!! ¡Detente!.-Máscara Mortal que ocupada el delicado cuerpo de piscis ya casi había perdido la paciencia con la histeria del pecesito en su cuerpo de rufián.

-¡¡POR QUÉ SIGUEN APARECIENDO!!

-Porque sigues alterado, cálmate, mira, déjame arreglar esto, no es tan malo, no corras, ya rompimos demasiadas cosas y de una te voy diciendo que últimamente la pobreza tocó a mi puerta, no causes más problemas. Concéntrate, es como..piensa en algo bonito, algo que te guste.

-Me gustan las flores, me..me gustan los postres y..lo único que no me gusta son estas almas pervertidas! ¡Mira como se arrastran por el suelo o flotan de una manera obsena!

Death Mask se aclaró lo garganta rogando por paciencia.

-Esas almas que invocaste fueron traídas de "cierto lugar" al que mayormente van almas masculinas, solamente necesitas calmar tus emociones y sentimientos, entonces se irán. Escucha lo que digo porque la mansión ya está llena de almas y si no haces algo saldrán de aquí.

Afrodita tragó con dificultad, si esas almas salían harían un escándalo en toda la ciudad. ¡Y Athena tomó de sus faldas para largarse de la mansión en cuanto los vio!

Ni hablar de los de bronce, ikki cargó a su hermano sobre su hombro y se lo llevó de ahí después de ver que varios fantasmas acosaban a su querido hermanito.

-Shiryu ayuda, estas almas me van a descuartizar, me desollarán vivo!

-Seiya, tengo los ojos vendados, no veo nada..Además no puedo lidiar con ello, si uso una técnica toda la mansión terminará en ruinas.

-Shiryu, por esta te perdono, solo dime en donde está hyoga!

-¡Te repito que no veo nada! ¡Mucho menos sé en donde se la pasa ese pato!

Se podía ver a un hyoga con la frente cubierta en su habitación, ya que tenía un tatuaje que se hizo cuando bebió, tampoco recordaba qué pasó esa noche, al día siguiente despertó en la comisaría y no salió después de pagar por los gansos que desplumó en el parque central diciendo que quería quitarle las plumas para llenar su almohada del pato lucas.

Hyoga escuchó ruidos extraños y cuando bajó vió toda una orgía..No! Perdón, error ortográfico, era: vió toda una organización fantasmal jugando al corre que te pillo con Seiya y otros fantasmas posando en frente de dos dorados.

Después de unos minutos de gritos, maldiciones, mordidas de lengua por caerse por un tropiezo, todas las almas se fueron.

Tatsumy traía canas blancas en la barba por el susto, cuando se despertó apenas y podía caminar, era un bambie pálido que se retiró a su habitación a descansar y sopesar lo ocurrido. También se afeitarìa la barba que le creció a la velocidad de la luz cuando vio a esas almas flotantes.

Tatsumy pensó en el fondo de su corazón: No jodan, uno apenas sale del baño y se le aparecen espíritus, ya ni la muelas, si no fuera después de haber salido del excusado quién sabe que habría pasado ah~.

.......
Lo único que diré es que Tatsumy casi termina todo CagADo :/