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-Ve al baño.-dijo Camus resignandose a su "cruel" destino.-Pero te advierto que si le haces algo a mi preciado cuerpo, te ahorco.-amenazó rápidamente con los ojos entrecerrados.

-Bien,bien. 'Querido..'
Pero el bichito sabroso suele desayunar al menos tres vasos de leche con café y unas tortillas con mantequilla.-le respondió con el mismo tono.-Mantén mi dieta regular.-advirtió.

-Pero tomando en cuenta que ahora este es MI cuerpo no tengo porqué comer demás si no quiero. Y ni se te ocurra comer demás mientras mi cuerpo lo ocupes tú..-amenazó.-No quiero nada de sobrepeso.

-No tiene nada de malo, tendrías salvavidas a los lados de la cintura cuando vayas a bañarte al río, de esa forma no te ahogarías jaja

Camus lo fulminó con la mirada por un instante.

-Uy si, ahora hecho el modelo estricto.

-Milo,ve al baño ahora y deja de molestar!

-¡Ahora soy Camus!

-¡Pues bien Camus de Acuario,ve al baño y has lo que quieras!

-Como ordenes,tengo unas revistas XXX y las voy a ver y voy a tardar el tiempo que necesite!.-acotó elevando la voz para hacer enfadar a su compañero.

-¡No te atreverías!.-Se puso de pie frunciendo las cejas con un lijero tic en el ojo derecho.

-Seria una lástima si yo uso a manuela para...AUCH!

-¡Te mereces más por ese comportamiento tuyo!

-¿¡Pero como te atreves a darme en la cara con el reloj?! ¡Ese reloj me lo regaló Aldebarán en año nuevo!.-gritó levantando el pequeño reloj rojo del suelo.

-Solamnete te lo lancé y como no tienes buenos reflejos cuando estás hablando chocó contra tu cara.-se defendió.-
Y recuerda que si mi cara tiene algún moretón te ahorco en cuanto regresemos a la normalidad.

-ti ahurcu..-se burló añadiendo un movimiento de manos bastante cómico, por poco hizo que Camus se riera.-si tú mismo eres el que me está golpeando no puedes ahorcarme gran genio!

-¡Si me haces enfadar por supuesto y claro que puedo!

-¡No es justo!

-¡Ve al baño de una vez!

-¡Que te den!

-¡Tu cuerpo perderá la virginidad!

-Ah...mejor no.-negó cerrando la puerta tras de sí. Olvidando al instante todo su enojo.

20 minutos después en francés~

-¡Hey,Milo! ¿Qué demonios haces tanto ahí dentro?

-¡Santo niño de la melcocha!

-¡¿que pasó?!-preguntó apoyando su oído contra la puerta para escuchar lo que ocurría dentro del baño.

-¡JAJAJAJJAJA! ¡Laconchalalora jajaja no-me-jodan!.-gritaba Milo desde adentro a toda risa, asustando cada vez a Camus.

-¡Habla de una vez bicho raro!

-¡Con este cuerpazo de modelo me hago millonario!

-...Qué dices? ¡Deja de mirar mi cuerpo!

-Ahora es mío muajajaja!
Temporalmente,pero mío.-se burló aclarando la garganta porque casi se ahogó de la risa.

-Sal de ahí ahora o tumbo la puerta Milo.-gritó sin poder evitar que una venita en su frente apareciera por la rabia que empezaba a surgir desde lo más profundo de su alma.

-Ya voy, ya voy.
Pero antes..

-¿¡Pero antes que?!

-Me estoy probando una falda que Afrodita tenía escondida acá..-hizo pausa.-Rayos..
Pero qué buena cintura tienes.

Camus abrió la boca por el enojo y pegó tres golpes a la puerta con fuerza.

-¡Hombre, que desesperado que estás!.-rió Milo desde adentro. Y toda esa media hora que se la pasó adentro se miraba al espejo haciendo varias caras divertidas. Aunque obviamente estaba algo nervioso y avergonzado por hacer todo eso con el cuerpo de la persona que le gustaba. Pero sin duda era su oportunidad divina.

Camus entró rompiendo el seguro de la puerta de una patada, encontrándose con un Milo trenzando su cabello tipo Elsa.

Cuando lo vió se quedó completamente confundido.

-Y la falda que te pusiste..?

-¿Qué falda?.-sonrió descaradamente. Claro, de seguro ya la habría escondido a la velocidad de la luz, esa sonrisa descarada no parecía tan inocente.

-La que decías que escondió aquí afrodita.

-Ah, esa.
No existe mi querido Camus de escorpio. Solo jugaba contigo.-dijo mirándolo con burla por el reflejo del espejo.

-Un segundo..-murmuró Camus acercándose a Milo girándole por los hombros, lo sujetó por la barbilla con su dedo índice y pulgar. Al instante su rostro de oscureció como el negro de una olla.-¡¿Pero que es esto?!

-Delineador y labial color vino tinto.

-¿Y me podrías explicar porqué mier.. te pusiste delineador?.-Cuestionó fingiendo amabilidad y una expresión que indicaba que no estaba enfadado.

-Qué, acaso no me veo sexi?.-dijo apretando los labios para aguantar reirse, formando media lunas en sus ojos y sus mejillas se sonrojaron débilmente.

Se podía ver al peliazul con los ojos entrecerrados con ganas de asesinar a su amigo. 

Soltó su barbilla, se acercó a la ducha, tomó una toalla de cerca y refregó con fuerza el rostro del peliverde para quitarle todo ese delineador negro en los ojos.

Parecía maquillaje egipcio.

¡Yo solo quería parecer Cleopatra pero en cabello verde buhuhuuu!

-Despa..despacito..-se quejó Milo cerrando los ojos.-No seas cruel conmigo. Ni con tu cuerpo. Eso duele..

-Despacito voy a darte...¡pero con un cepillo de hierro!

-Una hora después-

-Me siento bien lijero.-dijo el peliverde recostado en el suelo.

-Es normal para mi altura. En cambio con tu cuerpo a pesar de sentirse lijero es algo pesado.

-Es que son los músculos.-Dijo Milo guiñándole un ojo.

-¡...!
No te comportes distinto con mi cuerpo, actúa normal ¿quieres?

-Déjame ser, cubito..

-Bien, vayamos con el patriarca.-dijo inhalando para calmarse. 

Mientras subían las escaleras a sagitario, Aioros los miró con una ceja levantada.
Camus no entendió el por qué de esa mirada tan rara.

El peliverde se dió cuenta al instante que sonreía como si nada ocurriese, quitó la sonrisa porque Camus se dió cuenta a lo que lo pellizcó por la espalda tan fuerte que Milo casi pegó un grito.

-Que hermosa sonrisa tienes Camus, deberías sonreír más seguido.-dijo Aioros amable.-Pueden pasar por mi templo.

Cuando lo dijo Camus y Milo se quedaron tipo..

¡WTF! Ō_Ô

Y en lo más recóndito del corazón de Milo, lanzó una cadena de maldiciones vaya a saber Zeus por qué.

Pasaron por los siguientes templos sin problema alguna y llegaron al salón del patriarca.
En el cual estaban el caballero de capricornio y el de piscis apunto de ser enviados a una pequeña misión.
Esperaron en reverencia hasta que los otros dos caballeros se fueran y ahí sí se armaba la batalla contra el patriarcado.

-Camus.-Saludó el patriarca.

-¿Si?.-respondió el peliazul para la confusión del sumo sacerdote.

-Dije Camus.-volvió a repetir.

-Por eso. Yo soy Camus.-dijo el peliazul en reverencia.

-Exacto patriarca, y yo soy Milo.-afirmó el peliverde parpadeando un par de veces.

-Pero, ¿Qué clase de broma es esta?.-se levantó de su trono exigiendo que ambos pararan ese juego. Debería tratar de portarse muy seriamente, pues ya le jugaron demasiadas bromas en el pasado y a veces en masa.

-Eso mismo le vinimos a preguntar Patriarca. Esta mañana, cuando desperté estaba en el templo de escorpio, cuando recuerdo perfectamente haberme dormido en mi templo. ¿Sabe lo que significa? Que ambos cambiamos de cuerpo.

-No es tan malo pero..me gustaba mi cabello peliazul.-dijo Milo en el cuerpo de Camus.-Además me quedaba bien el negro y el rojo.-dijo entre hombros.

-No puedo creer que te estés prestando para hacer esta broma.-miró el patriarca al peliverde con la voz claramente estricta.- y creí que eras el más reservado para esas cosas.
¿Y todavía con Milo? ¡Este muchacho es traviezo desde que gateaba! Y recuerdo claramente que ni siquiera gateaba como los demás, se arrastraba de tracero y de pronto de paró y empezó a Caminar.-suspiró mirando al peliazul para ver su expresión.

Pero fue "Camus" el que le contestó.

-¡Oiga, tampoco se porte así conmigo! Mantengo viva la tradición de los escorpio!.-se quejó Milo confundiendo aún más al patriarca, quien se apartó el casco y se acercó a ambos.

-Correcto. Si ésta es la verdad creo que esta vez Athena no tiene nada que ver. Ella sigue en su mansión con los de bronce.-Murmuró el patriarca para sí mismo.

-Prefiero que se quede ahí a que venga.

-¡Camus!.-recriminó el patriarca.

-¡Que le digo que soy Milo! ¡El santo de Escorpio atrapado en el cuerpo de Camus! ¡Entienda! O quiere que se lo explique con las patitas rotas de mis escorpiones.

Con esa actitud, la forma en que movía la esquina de su boca..ah, no había duda, lo que decían era verdad.

-Perdona, es la costumbre.-se disculpó.- Pero de todos modos ambos no deben levantar sospechas. Buscaré información para regresarlos a la normalidad lo antes posible.

-¿Cuánto podría tardar?.-preguntó el peliazul.

-No sé Milo..digo,Camus. Podrían estar así como un mes o no sé, quizás más.

-¡No podemos estar tanto tiempo!

-¡Apoyo a Camus! No puedo estar con este cuerpo cuando tengo que salir a divertirme o pelear con Aioria! ¿Y en todo un mes cómo evitaremos levantar sospechas? Si actúo como si siempre estuviera enojado se me agrietará el rostro y espantaría a los niños.
Además quiero bañarme en paz y no atormentado. Osea.. me entran los nervios igual que esta mañana. Camus estuvo en mi cuarto y se bañó como si nada.
¿Y como se baña alguien?.-de pronto hizo una voz gangosa y movió sus manos como una señal de donde se debía de lavar.-¡Pues refregándose cada parte del cuerpo con agua y jabón! Sí o sí debo de mirar mi anatomía, aunque originalmente no sea la mía. ¡Es incómodo!

-Patriarca..de verdad se está aguantando de reír?.-dijo el que sería Camus con los ojos entrecerrados mientras miraba como el patriarca se cubría la boca con un puño mientras empezaba a lagrimear.

Bueno, de hecho quién no se reiría por la forma en que Milo explicó en dónde debía lavarse con agua y jabón?

-N-no..jsksks..digo..no me puedo reír de una situación tan grave como la que tenemos aquí.-dijo tragándose toda su risa con dificultad.-Vayanse a sus templos y yo..yo veré qué consigo para ayudarlos.

Después de que se fueron, el patriarca no pudo más y se largó a reír por un rato, después suspiró, arregló su porte y llamó a un guardia para que le trajera unos libros con información relacionada al cambio de alma y cuerpo. El patriarca sacudió su cabeza con una pequeña duda en sus ojos.

Par de niños, ellos dos son tan diferentes pero también podrían llegar a confabular en contra mía, estos traviezos se han pasado toda su vida haciéndome bromas que ya no sé si creer o no en sus explicaciones, y menos en escorpio!

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