Era hora del recreo.

Siempre era igual, Tú te preguntarás "¿Por qué?" Y Dazai te dirá " no lo sé".
Todos los días era lo mismo. El patio repleto de estudiantes, algunos jugaban en las hamacas o demás juegos -aunque esos eran los más populares-, otros que iban a su bola, etc; pero en un sector específico, siempre estaba él, Chuuya, y su "genial y asombroso poder de manejar la gravedad" porque, aunque a Dazai no le gustase admitirlo, el poder de Chuuya si era genial, y asombroso. Siempre ahí, con otros niños de todas las edades a su alrededor.
Porque sí, Chuuya era un niño muy querido entre sus compañeros -y no compañeros-.

Siempre era lo mismo, ir al patio, buscar al pelirrojo, y pedirle hacer tal cosa con su poder, "¡Chuuya! ¿Puedes hacerme flotar?" Era una de las preguntas más recurrentes "¿Puedes alcanzarme mi pelota del árbol?" Y la lista seguía. Todos eran fans de Chuuya.

Osamu nunca fue un niño con muchos amigos, era alguien reservado y algo tímido, y con Nakahara no era distinto. Siempre tan perfecto, le molestaba. Aunque Osamu tenía mejores notas que Chuuya, Chuuya destacaba en otras cosas las cuales, Dazai no era capaz de cumplir.

¿Educación física? Bueno, -fuera del echo de que Nakahara tuviera muy buenas notas- ¿Ustedes porque creen que Osamu tenía ese cuerpo delgado? Sí, exacto.

Era tierno, Chuuya, no Osamu, obviamente, pues a quien le podría parecer tierno un niño lleno de vendas?

Y mejor ni hablar del ámbito social, porque tener un acosador de algunos grados menor, no contaba como tener alguna habilidad social.

Un día de esos, como todos, de vuelta a la rutina, Chuuya jugaba con algunos niños. Y alejado de todos ellos, había uno, escondido, vigilando desde las sombras, Osamu. El también deseaba jugar con ellos, siempre le había hecho ilusión probar eso que todos decían que tenía aquella habilidad, ¡Poder volar! Pero, ¿Con que cara iría a pedirlo? Siquiera se hablaban, y era raro ir a pedirlo porque sí.

Pero, de repente, por el rabillo de su ojo, el -aún más- pequeño pelirrojo, vió algo, o a alguien, escabullirse ante su mirada.

-¿Hola? ¡Oye! ¡Ven a jugar con nosotros!
Al ver que no hubo respuesta, fue a revisar por su cuenta, pidiendo que nadie lo siga.

-¿Hay alguien? Yo soy Naka- ¡Pero si eras tú, Dazai!
Obviamente sabía su nombre, no hablaban, pero aún así, iban a la misma clase.
-¿Qué haces aquí solito? Ven a jugar con nosotros.

-Pero-
No tuvo tiempo de hablar, cuando su compañero lo jalo de la manga hacía el resto de niños.

-¿Y bien? ¡¿Qué te parece si te hago volar por los cielos?!
Gritó exitado, nunca había jugado con Osamu, al cual se le formó un pequeño rubor, y asintió tímidamente.

--sí, porfa...

Chuuya lo tomó de ambas manos, y lo acercó para poner su habilidad en acción.

1...
2...
3!
...
3?

-¿Que sucede?
Preguntó el castaño confundido.
-¿Hay algo mal?

-N-no
Tartamudeo nervioso, nunca había pasado algo así.
-Es solo... Lo siento, mi error. Vamos devuelta.

1...
2...
3...!
...
Nada.
Otra vez, nada.

-No... no puedo activarlo.
Admitió entre confundido y avergonzado.

-Yo... ¡Lo siento!
Llorando, Dazai se fue de ahí.

Chuuya miraba sus propias manos, buscando explicaciones, pero cuando intento levantar algo aleatorio, funcionó, ¿Cuál era el problema entonces?

-Dejalo, Dazai siempre es así.
Dijo uno de sus tantos compañeros poniendo una mano en su hombro.

Aunque Chuuya intentase hablarle, Osamu lo evitó todo el día.

Imagen de arriba ⬆️:

@1110yu_ku_si (Twitte

31322684 (Pixiv)

N/A actualizacion:
Es unicamente para corregir errores de ortografía y nombres.