Intento 88
Samir no podía evitar dejar de mirar a la hija del chef y, de allí, al altote que los había estado siguiendo, al que ella había saludado como tío Jorgen. Él recordó que en algún momento lo había visto de reojo cuando se hospedó en La Familia, sin fijarse bien en realidad. De eso parecía que hubieran sido siglos atrás, el tiempo era algo tan subjetivo y relativo de verdad. Era increíble como se había percatado antes; estaba seguro que no hubiera dejado de observar la extraordinaria similitud entre él y su amiga, aunque lo hubiese visto por solo unos segundos en la periferia. La explicación la encontraba en que se había sentido tan bien y distraído con otras cosas, que había bajado la guardia en sus reacciones instintivas de observar todo detalle a su alrededor, prueba definitiva que esos días habían sido de lo mejor. A pesar de eso, era asombroso que no lo hubiese notado allá, ¡si él y Mandi eran igualitos! Con la diferencia, claro está, del tamaño de ella, y que no era un hombre, y que era bonita, y yaba, y...
Ése no es el punto, se dijo, decidiendo que más le valía concentrarse en lo que el insólito autómata les iba a decir; era muy probable que su programa se hallara a punto de terminarse. Samir había reconocido las características de estos dos extraños de inmediato; eran parecidos a los robots experimentales del Einstein, pero mucho más avanzados sin lugar a dudas. La voz, con un mínimo tinte metálico que no hacía otra cosa que confirmar su sospecha, inició a hablar de nuevo:
"El Inventor nos ha dado instrucciones de explicar a uno o dos humanos qué deben hacer. Sin embargo, como le dije a mi compañero 76, no nos queda más remedio que pasárselas a ustedes siete. Después le contarán al que está descansando al otro lado y deberán escoger a quién se le aplicará el proceso amnésico. Ya estamos cambiando las disposiciones del Inventor dejando pasar a siete personas..."
"Más una lagartija," apuntó 76.
"Sí, más una lagartija. Así que, si por lo menos uno de ustedes pasa por el proceso amnésico, será mejor que nada. Veo por sus caras que no comprenden bien a qué me refiero con lo del proceso. No se inquieten, todo está explicado en las instrucciones del Inventor."
En ese momento, 77 presionó la parte interior de su muñeca y cuando reinició a hablar, el tono de su voz cambió por completo, transformándose en uno grave, tranquilo y seguro:
"Antes que nada, gracias por haber venido, sabía que podía confiar en el sentido de tradición y lealtad de las familias que escogí para pasar el mensaje. Sobre todo en la persistencia y tenacidad de las lagartijas cuando estas se contactaran con ustedes; tenía certeza que ellas no me defraudarían. Ya habrán notado las facultades especiales de comunicación que poseen; son el resultado de una manipulación genética que me di la libertad de hacer. No hay que olvidarse que el hecho, de que me estén escuchando en estos momentos, es solo gracias a estas maravillosas y valientes criaturas. Por favor, recuerden su sacrificio.
"Vuestras familias fueron elegidas para pasar el mensaje porque tuve también un encuentro con ellas, durante el cual inyecté un componente básico y este se heredaría de padres a hijos. Tal componente, mezclado con el que la lagartija les dio, hizo que ustedes no colapsaran muertos una vez que atravesaron el túnel de convergencia. Hubiera querido encontrar otro método que evitara la extinción de vuestra compañera, pero no tenía, ni tengo, mucho tiempo para eso. Verán, tiempo acá es muy corto comparado con vuestros parámetros, lo que a ustedes les ha tomado décadas y décadas, generaciones en realidad, para nosotros han sido tan solo unos cuantos años. De allí mi apuro, tienen que actuar lo más rápido posible.
"Estoy bajo la suposición que ustedes son dos, ya que me comuniqué con dos familias; una especie de plan "B", por si acaso alguna de ellas obviara de pasar el mensaje junto con los instrumentos que les dejé. Si tengo razón, entonces deberán discutir quién sigue adelante y quien regresa. Un par de humanos son un riesgo porque la idea es que pasen inadvertidos dentro de lo posible, uno es más fácil que tenga éxito. El que decida seguir adelante, porque si han llegado tan lejos es que están convencidos que la misión es importante y que alguno continuará, debe encontrarme lo antes posible; mis representantes aquí les explicarán cómo hallarme.
"Se preguntarán porqué no estoy yo acá conversando con ustedes de manera directa, en vez de pedirles de buscarme. Es por seguridad, no nos podemos arriesgar a que la misión fracase, la sobrevivencia de todos está en juego.
"El que regrese deberá pasar por el proceso amnésico. Eso significa, que todo recuerdo relacionado con la misión se borrará de su mente. Es un tratamiento cuya duración depende del número de ideas que deberemos borrar; cuantas más conexiones tenga el cerebro, es decir, cuanto más conocimientos y destrezas inteligentes la persona tenga, será más largo. En fin, esos son detalles técnicos sin importancia... Una vez que termine el proceso, mis representantes abrirán el túnel de convergencia y podrán regresar al sujeto al mismo lugar de dónde provino. En su memoria, también pondremos recuerdos lógicos de cómo es que se encuentra en ese paraje, de tal manera que tenga una explicación plausible de lo ocurrido y pueda seguir adelante con su vida como si nada hubiese sucedido.
"Un punto importante es que, quien decida quedarse, debe salir de esta base antes que se vuelva abrir el túnel de convergencia. Les explico la razón: el pasaje por el que ustedes accedieron a esta locación es un fenómeno complicado de reproducir en extremo, que requiere gran precisión y que causa una erupción de energía bastante elevada. El paso de vuestro mundo al nuestro es algo más sencillo porque están ayudados por fuerzas gravitacionales que los atraen a este lugar. Tan solo se necesita encontrar el punto adecuado donde tales fuerzas los jalarán, de forma literal, para acá. Esos emplazamientos yo los descubrí y llamé túneles de convergencia. En mi caso, ir hacia vuestra orbe no fue una empresa nada fácil porque, si bien es un proceso natural para los túneles el trasladar algo o alguien para acá, hacer lo contrario, es decir de Je-Mor para allá, es mucho más difícil porque esta vez hay que ir en contra de esas mismas fuerzas que los ayudaron a venir.
Por suerte hallé la solución, si bien no es la ideal, ya que significa desatar una gran cantidad de energía, que da como resultado la desaparición del túnel utilizado. Durante esos momentos, esta base servirá como contenedor de dicha fuerza para evitar que no destruya nada afuera, con la consecuencia de que desaparecerá junto con el túnel. Claro que desaparecer no es la palabra apropiada, entiendo que han descubierto el principio que llaman de Lomonosov-Lavoisier, por el cual definen que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma; principio con variaciones de relatividad, establecidas en su mundo por teorías y descubrimientos de otros humanos, como los llamados Einstein, Frambulhi y Loisch-Thuma. ¿Los estoy confundiendo? A lo que me refiero es que sus ojos verán desaparecer a la base, pero en realidad lo que sucede es que esta absorberá la energía desencadenada por el túnel y regresará a su fuente sin dañar nada extra a su alrededor. Y, claro, no querrán encontrarse dentro de ella.
"Tal hecho hizo que fuera para mí una gran dificultad viajar a donde ustedes porque tenía que pensar cómo hacer para retornar. La buena noticia es que hay más de un túnel de convergencia, el detalle es saber cómo ubicarlos. Ya se imaginarán que los dichosos túneles no andan desperdigados por todos lados, son un fenómeno especial. He localizado a todos y los he utilizado, sin embargo, hay otro que he dejado intacto para que tengan la oportunidad de retornar a vuestro mundo.
"Ya hice esto más largo que lo planeado y, como dije, no hay tiempo que perder. No quiero gastar más palabras diciéndoles cuán importante es nuestro asunto, pero veo que ya lo acabo de hacer... Hasta nuestro encuentro."
La voz del Inventor se apagó. 77 no agregó nada extra para dar espacio a su audiencia de pensar en lo que acababa de transmitirles.
"Esa es la situación," les dijo, apenas detectó en los rostros de los demás, que estaban a punto de atiborrarlo con preguntas. "Como indicó el Inventor, no hay tiempo que perder. Elijan quien pasará por el proceso amnésico y después deberán marcharse."
Y tomando un aparato no de mayor tamaño que un librel, 77 continuó,
"Acá está la dirección a dónde deben ir. El Inventor calculó que les llevará dos días caminando para llegar. Contamos con alimentos y equipo para que pasen la noche."
"Solo para un individuo," interrumpió 76.
"Sí, 76, originalmente solo para uno. Pero estos años, mientras tú revisabas el equipo de la base una y otra vez, fabriqué más comida y material por si acaso, uno nunca sabe."
Isabel sonrío, mientras Esteban se preguntaba si 77 era familia lejana de ella.
"Tenemos ahora provisiones y equipo para diez sujetos, eso no será un problema. Mas alguien tiene que regresar para cerrar el túnel de convergencia. El Inventor fue claro con nosotros: no dejen salir a nadie de la base, sin asegurarse primero que el túnel se vaya a sellar después que hiciera su cometido: traer a alguien a Je-Mor. Dejarlo abierto, nos indicó, sería un riesgo que no se debía tomar, y la única forma de cerrarlo es mandando a alguien a través del túnel a vuestro planeta."
"Así que, si alguno de ustedes no regresa, los detendremos a todos acá sin posibilidad de partir," terminó diciendo 76 en tono tal, que no dejaba dudas que los encerrarían en este lugar de modo indefinido.
"Entiendo," intervino Esteban, "pero, ¿a quién iban a mandar de regreso si solo se presentaba una persona en vez de dos?"
Los cuestionados se miraron tratando de hallar una respuesta, su banco de datos e información se encontraba en blanco a ese respecto. El Inventor les había dicho que podría llegar tan solo un ser, en ese caso la consigna era enviar a 76, el que debería auto extinguirse apenas arribado al otro extremo del túnel. No obstante, si venía más de uno, tal orden debía desvanecerse de su memoria arificial y la única opción era regresar a alguien y punto. Él no quería tener a dos humanos; dos duplicaban el riesgo de ser descubierto y, con ello, aumentaba la posibilidad de fracaso de la misión en forma exponencial.
Los entes cibernéticos respondieron al unísono:
"Ese tema no está en discusión: o alguien regresa o nadie sale."
77 se acercó a la puerta de un costado y la abrió, adentro se hallaba una silla como esas de tortura de películas de terror.
"Entonces, ¿quién pasa por el proceso amnésico?" preguntó con una gran sonrisa.
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