𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜
Una semana después
— Creo que se ve bien—digo mirándome al espejo de mi habitación. Hoy era la fiesta del jefe de JungKook, había escogido un vestido rosa oscuro, las mangas eran cortas y la falda suelta, me gustaba que en la cintura fuera firme, había escogido unos botines negros porque no quería que mis pies se congelaran. Mi cabello castaño iba suelto, había hecho énfasis en algunas ondas por las puntas, mi celular vibra con un mensaje, JungKook me espera abajo, recojo mi pequeño bolso colgándolo en mi hombro, guardo mis cosas en él saliendo de mi departamento colocándome un suéter del color de los zapatos.
Localizo a JungKook afuera, ha venido en el auto de TaeHyung, cuando estoy dentro noto su traje, usa pantalones negros un poco anchos, camisa de botones blanca con un botón desabrochado permitiendo ver su cuello, lleva un saco del mismo color, su cabello rubio lo lleva como usualmente lo usa, un poco despeinado, cualquier cosa le queda bien.
— Luces hermosa, me gusta ese vestido.
— Pensé que te gustaba yo—juego con él para ponerlo nervioso pero mi jugada sale mal, JungKook se inclina a mí, casi creo que va a besarme, asegura mi cinturón de seguridad y sonríe un poco travieso.
— Eso ya lo sabes, gatita.
Desde que Lia nos hizo esas pinturas en la cara no dejamos de jugar con el otro recordando eso. Una vez en su asiento JungKook conduce, la ciudad está iluminada por las luces de los edificios.
— Tú también luces hermoso, conejito—noto su sonrisita—¿Tu jefe te ha escrito?
— Esta mañana me recordó en la oficina que no podía faltar.
— ¿Te ha tomado mucho aprecio?
— Creo que se ha fijado en mi trabajo, hago lo que necesita para mantener los ingresos al día y en registro, no busco problemas—mantiene su vista al frente mientras conduce—¿Lista para bailar frente a esas personas?
Mi sonrisa desaparece y suspiro, la verdad es que estoy nerviosa de cometer un mínimo error, ambos habíamos practicado otra versión de aquella canción que me mostró, era primera vez que bailaba frente a muchas personas y la competencia será peor con los jueces más el público. JungKook se percata de mi tardanza para responder, me mira por ratitos sabiendo la respuesta.
— ¿No te ponía nervioso bailar frente a esas personas en el club?
— Las primeras veces—asiente—Esta vez es diferente, bailaré contigo y no para exponerme.
Mentiría si dijera que no recuerdo aquel baile en el club, incluso recuerdo la ropa que usaba.
— Recuérdame no beber mucho en la fiesta.
— Lo haré—ríe un poco.
●●●
La fiesta tiene lugar en la casa de aquel hombre, hay seguridad por todos lados, personas trabajando para dar un buen servicio en la fiesta, hay música y personas hablando por doquier, la casa es más grande por dentro con paredes claras y suelos de cerámica. JungKook tiene mi mano tomada acariciando suavemente el dorso.
— ¿Señor Choi? —se hace notar el chico, un hombre como de la edad de mi padre gira sobre sus talones y sonríe al vernos, su cabello es oscuro, usa gafas de cristal sosteniendo una copa de champaña, tanto JungKook como yo hacemos una inclinación en señal de respeto—Señor, ella es mi novia, Park SoHee.
— Gusto conocerlo—sonrío un poco. No es costumbre escucharlo presentarme de esa manera.
— Así que tú eres la chica que lo trae enamorado a ciegas—el hombre sonríe—JungKook me ha hablado mucho de usted, señorita Park.
— Espero que hayan sido cosas buenas.
— Lo han sido, no tiene que preocuparse.
— ¿Dónde está su padre? —interviene Kook.
— Debe estar conversando con algún familiar—coloca su mano en su hombro—Pueden comer y beber lo que quieran, te avisaré cuando sea la hora del baile—me mira—¿Está al tanto de eso, señorita Park?
— Sí, señor, esperamos que a su padre le guste.
El hombre se aleja no sin antes llamar la atención de un camarero para tomar dos copas de champaña.
— ¿Qué te pareció?
— Es agradable—asiento—¿Qué tanto le has hablado de mí? —entrecierro mis ojos.
— Que soy muy afortunado de tenerte como novia—acerca su copa—¿Brindamos, señorita Park? —usa una voz un tanto atractiva y seductora.
— Le recuerdo que estamos en una fiesta, señor Jeon—mi copa suena al chocarla suavemente con la suya—Compórtese.
— No he hecho nada—dice divertido depositando un corto beso en mis labios.
●●●
La fiesta transcurre sin problemas, hay familiares del señor Choi quienes según JungKook también están a cargo de otras franquicias a nivel internacional, todas estas personas tienen cargos importantes, no sé si JungKook está incómodo o no, pero actúa muy bien. Algunos amigos del señor Choi lo conocen porque han ido a la oficina o porque el mismo hombre les ha hablado de JungKook.
— ¿Te imaginas tener tanto dinero como ellos? —susurro. Estamos sentados en un sofá oscuro mirando a los invitados—La vida sería muy sencilla.
— Mmm—sonríe un poco—Quizás no, las personas son peores cuando tienen más poder.
— Cierto—suspiro—Si tuvieras mucho dinero no te hubieras fijado en mí.
— Ni tú en mí—me mira—Ni siquiera hubiéramos estudiado juntos—acomodo un poco su cabello—El otro día recordé aquella tarde en el autobús cuando llovía, incluso empapada por la lluvia eras hermosa.
— Ya, no seas mentiroso, lucía como un desastre.
— Como tu novio debo mejorar esa mentira—lo miro en reproche, pero él sonríe besando mi mejilla incorporándose—¿Quiere bailar, señorita Park?
— Con gusto, señor Jeon.
Lo sigo al salón donde algunas parejas bailan, JungKook rodea mi cintura con su brazo y toma mi mano, mi mano libre se apoya en su hombro mientras nuestros pies se mueven al ritmo suave de la canción. Me gusta cuando apoya su frente con la mía y cerramos nuestros ojos disfrutando la cercanía del otro, me gusta que nuestras manos se mantengan unidas, me gusta que estemos así.
— ¿JungKook? —susurro, pero sé que puede escucharme.
— ¿Mmm?
— Nunca dejes de ser así conmigo—ante eso se separa sólo un poco para mirarme—Nunca dejes de brindarme seguridad y comodidad.
— Y tú nunca dejes de ser la chica que me gusta—me da una suave vuelta volviendo a la posición inicial—Esa que quiere seguir adelante y quiere que lo intentemos poco a poco, ya sabes, aquella que me hace sonreír como idiota y me llama conejito.
Arrugo la nariz imitándolo, ambos reímos por lo bajo sin dejar de vernos.
— Te amo, ¿Sí? No olvides eso.
— Lo mismo te digo—se acerca a mi oreja—Te amo, Park SoHee—deposita un delicado beso en mi cuello.
Mi comodidad desaparece no por sus palabras, desaparece porque mis ojos han captado algo que no esperaba ver, una pareja baila a unos metros de nosotros, los identifico perfectamente, esta noche no tendrá buen final, ya lo sé.
Min YoonGi está bailando con SuA del mismo modo que yo bailo con JungKook.
Arriba en multimedia tienen una foto de SoHee con el vestido y aquí abajo les dejo una foto de la ropa de JungKook.
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