TaeHyung y Jennie nos habían dejado en el edificio que vive JungKook. El chico parece no estar del todo aquí, luce ido, sus ojos están hinchados además de rojos, una vez en el departamento suyo el silencio es lo único que reina, JungKook va a su cuarto como un zombi, decido prepararle algo de té de manzanilla, no lo ayudará del todo pero podría calmarlo un poco, una vez me dirijo a su habitación llevo la taza en mi mano, el chico está acostado en su cama, sus zapatos están a un lado de ésta, esta noche JungKook usa el abrigo que le hice.

— Bebe un poco de esto—me siento a orillas de la cama. Pienso por un momento que se negará, pero no, JungKook obedece dando dos tragos nada más.

— ¿Puedes...dormir conmigo? —pide con voz baja.

Sonrío apenas sin darle una respuesta, dejo la taza en la mesa de noche comenzando a quitarle su abrigo, lo dejo en la silla de su escritorio haciendo lo mismo con el mío, JungKook esconde sus piernas debajo de las sábanas, al meterme en la cama lo imito, ambos quedamos acostados frente al otro, es doloroso verlo así de vulnerable. Deposito un beso en su frente apartando una lágrima silenciosa de uno de sus ojos.

— Me quedaré contigo siempre y cuando lo quieras—susurro. JungKook me abraza tembloroso, de nuevo está llorando—Ella sabía lo mucho que te esforzabas para mantenerla cómoda.

— No puedo pensar en nada ahora.

— Está bien, es normal—acaricio su espalda—Pasarás muchos días así.

— Debí pasar más tiempo con ella, yo...

— Tu madre estaba orgullosa de ti, JungKook—me separo un poco teniendo mejor vista de su rostro, acaricio su mejilla dejando que mis dedos se humedezcan por sus lágrimas—Hiciste muchas cosas por ella, no creas que no lo hiciste, la visitaste muchas veces, permitiste que la atendieran mejor en ese lugar, la salvaste de tu padre en más de una ocasión.

— No sé qué hacer—solloza, le dejo llorar en mi hombro de nuevo abrazándolo—No sé qué pensar—sigue llorando—Mi mamá no debía irse, SoHee.

— Lo sé—suspiro sintiendo su dolor—A veces la vida es así de injusta e inesperada—lo estrecho entre mis brazos—No estás solo, puedes llorar y gritar si quieres, estaré aquí para escucharte y acompañarte.

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Había escrito a Solar pidiéndole que me ayudara a conseguir unos días de descanso en el salón, TaeHyung me había escrito a primera hora de la mañana para saber sobre Kook, él hablaría con el jefe del chico explicándole la situación, era evidente que JungKook no estaría disponible por unos días hasta que asimilara la pérdida de su madre, al menos un poco. Cuando desperté JungKook seguía dormido, me había abrazado en toda la noche y se lo permití, Jimin se había enterado de la noticia porque mi madre le había llamado luego de mi llamada por la noche.

Su mudanza se atrasaría un poco quedando así por la tarde, poco antes del anochecer.

JungKook tiene lo básico en el refrigerador, me he decidido a preparar unos huevos revueltos con pan tostado, el departamento se mantiene en total silencio, sólo se escuchan mis movimientos por la cocina, acomodo todo en una bandeja pequeña que tiene el chico, entro a la habitación dejándola en la mesa de noche. JungKook sigue durmiendo, su respiración es suave, acaricio su cabello depositando un beso en su frente.

Tomo mi celular dejándolo dormir más tiempo, enciendo la televisión colocándola en un volumen bajo, en mis contactos reviso la lista, acerco el móvil a mi oreja esperando que respondan del otro lado.

— ¿Sucedió algo?

— No, estaba preparando el desayuno—subo mis pies descalzos al sofá—¿TaeHyung se fue?

— Sí, dijo que iría con el señor Choi—Jennie respira profundo—¿Cómo está él?

— JungKook sigue dormido, le dejé el desayuno en su cuarto.

— Estuvo muy mal cuando entraron al departamento, ¿No?

— Hablamos un poco, le dije que podía llorar cuanto quisiera—recuesto mi cabeza del respaldar del sofá—Estará mal por unos días, me tomaré un descanso en el trabajo para acompañarlo.

— Intenté llamar a Suzy hace minutos.

— Le dejé un mensaje, pero no ha respondido.

— Lo tiene apagado, ella también convivió mucho tiempo con la señora Jeon—comenta—Era quien más la cuidaba, todos estamos en shock con esta noticia.

— No creo que JungKook tenga cabeza para un funeral.

— No creo que vayan muchas personas tampoco.

Aquello me recuerda que el mismo JungKook no sabe sobre la familia de su madre, no sabe si tenía hermanas, tías, tíos, etc. Siempre fueron ellos dos luchando por salir adelante, nadie más sabe de esta muerte.

— Esto será difícil.

Una semana después

— ¿Estás bien?

Miro a Jimin quien viste de negro como yo, puedo identificar el auto de TaeHyung en el estacionamiento. Hoy era el funeral de la mujer que le dio la vida a JungKook, había sido una larga semana de papeleos.

— Debo estar bien, JungKook no necesita verme triste en este momento.

— Eras cercana a esa mujer, es normal que te sientas triste—rodea mis hombros con su brazo, ambos caminamos, mientras otras salas están llenas de familiares llorando la muerte de sus seres queridos, la sala en donde debe rendirse homenaje o respeto a la señora Jeon está en silencio. TaeHyung y Jennie le hacen compañía, puedo ver a BoGum y YeJi también, Lia está con sus padres manteniéndose callada además de tranquila.

Jimin se endereza, luego de quitarnos los zapatos nos acercamos a JungKook quien es la persona que más ha sufrido en esta semana, he estado con él mucho tiempo, no ha dicho mucho, me he encargado de que coma y que duerma (se ha acostumbrado a tenerme cerca para poder dormir), entre Tae y Jennie lo han ayudado para arreglar el funeral, con Suzy no hemos hablado nada, no sabemos nada de ella desde el hospital.

Mi hermano hace una leve inclinación de cabeza hacia JungKook, sé que esos dos nunca se han caído bien, pero en un momento como éste las diferencias debían dejarse de lado. JungKook no nos mira, mantiene la mirada en el suelo con sus manos unidas al frente, viste de negro, lleva su cabello algo despeinado, luce muy cansado además de decaído.

Algo que es muy normal considerando lo mucho que significaba su madre para él.

— Lo siento mucho, JungKook—dice Jimin. El chico no responde, sólo imita su gesto con su cabeza, repito el gesto de mi hermano sintiendo las miradas de los demás en una de las mesas.

Hay una foto en aquel altar donde la señora Jeon sonríe, de hecho, es parte de la foto que vi la primera vez que fui al departamento de JungKook, el nudo en mi garganta aparece, hay flores blancas o coronas de flores blancas. Me arrodillo frente a dicho altar encendiendo una vela más en honor a dicha mujer.

— Kookie me lo dijo.

— ¿Qué cosa?

— Tú y él son novios—ante eso me sonrojo un poco. Ella es una de las pocas personas que parece alegrarse por esa noticia—Mi Kookie es muy bueno para ti y tú eres muy buena para él.

Coloco la vela junto a las demás que pertenecen a cada persona, me incorporo retrocediendo tragando con dificultad. Hay personas que deberían ser inmortales en este mundo.

Con esto empezamos con la etapa final.