𝑐𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑢𝑛𝑜
Antepenúltimo capítulo
Respiro profundo entreabriendo apenas mis ojos, vuelvo cerrarlos esperando que mi vista mejore por su cuenta, hago el segundo intento distinguiendo mejor la imagen frente a mí, otro cuerpo duerme a mi lado boca abajo, su cabeza está apoyada en la almohada pero no puedo ver su rostro, su cabello oscuro lo cubre, su espalda ancha está expuesta, las sábanas lo cubren de la cintura para abajo, un poco de brisa entra por la ventana meciendo con suavidad las cortinas, todo está silencio pero es un agradable silencio. Cuando me cubro mejor me percato de la desnudez debajo de dichas sábanas, los recuerdos aparecen en pequeños flashes provocando un sonrojo en mí al ser consciente de lo que ocurrió anoche.
"Dios mío"
Mis mejillas siguen ardiendo, ¿Hemos superado lo que tanto problema nos ha causado? ¿Lo hemos superado finalmente? Mi mente recuerda con más nitidez y no voy a negarlo, fue perfecto, lo disfrutamos y nos amamos como debíamos, fue...mágico. Las lágrimas aparecen en mis ojos volviendo un poco borrosa mi visión, no sé explicar lo que siento, pero es una sensación agradable, con cuidado acerco mi mano al cabello de mi novio, lo aparto de su rostro apreciándolo dormir, JungKook abraza la almohada ajeno a lo que hago, sus ojos están cerrados mientras su respiración es suave además de lenta. Acaricio su mejilla, dibujo el contorno de sus cejas, su nariz y sus labios con las yemas de mis dedos. El chico se mueve dando la vuelta en la cama quedando boca arriba permitiéndome ver su torso desnudo.
Sigo sonrojada imaginándolo desnudo debajo de estas sábanas, es ridículo porque anoche estuvimos juntos, la forma en que nos acariciamos, nos besamos y pronunciamos el nombre del otro fue...mágico, de nuevo quiero llorar y no sé por qué. JungKook respira profundo antes de abrir sus ojos, lo primero que hace incluso estando somnoliento es ubicarme, sonrío un poco observándolo.
— Buenos días.
— Buenos días—su voz es un poco ronca. Me acerco más a él recostándome en su pecho, puedo escuchar los latidos de su corazón, el chico acaricia mi espalda depositando un beso en mi cabeza—¿Te sientes bien?
— Sí—asiento y subo la cabeza para mirarlo—¿Y tú?
— Mi mente comienza a procesar lo de anoche—sonríe ladinamente restregando sus ojos con su otra mano. Beso su mejilla abrazándolo y él me rodea con sus brazos manteniéndome cerca de su cuerpo.
●●●
Nos habíamos quedado dormidos entre abrazos, nos despertamos con el estómago rugiendo, aun así, JungKook me dejó usar el baño primero y luego entró él, con algo de vergüenza le había pedido que no mirara cuando recuperé mi ropa. Una vez en la cocina más despiertos entre ambos preparamos el desayuno, había notado que tanto él como yo teníamos algunas ligeras marcas alrededor del cuello, una de esas estaba en mi pecho haciendo más énfasis en lo de anoche. Todo lo hicimos en silencio hasta que nos sentamos a comer en la mesa de café frente al televisor, JungKook se notaba un poco inquieto.
— So—volteo a verlo tomando uno de los rollos de huevo que había preparado—¿Fui muy...duro contigo?
— ¿Mmm? —tardo segundos en comprender lo que dice—¿Por qué piensas eso?
— No lo sé—juega con sus palillos—Me preocupa que...no haya sido tan dulce y cariñoso como esperabas—sus ojos se mantienen en mí estudiándome—¿Tú...lo disfrutaste?
— Lo hice—confirmo—¿Tú lo disfrutaste? Lamento ser tan inexperta...
— No fuiste inexperta—noto un leve sonrojo en sus mejillas mientras pasa su mano por su cabello—Ambos nos dejamos llevar—sonríe un poco—Después de muchos intentos valió la pena.
Sonrío también acercando uno de los rollos a su boca, cuando abre su boca para aceptarlo lo alejo jugando con él, me echo a reír por su expresión dejando que consiga un bocado. Comenzamos a desayunar sin poner mucha atención al programa de la televisión, ambos estamos repitiendo en nuestras mentes lo de anoche, nos habíamos perdido de mucho, hay una pregunta que me causa curiosidad, pero me apena un poco hacerle.
— ¿JungKook?
— ¿Mmm? —sus mejillas están llenas mientras mastica.
— Espero que no te moleste esto, pero...—aclaro mi garganta—¿Cuándo compraste...preservativos?
El chico comienza a toser cubriendo su boca, doy palmaditas a su espalda, en segundos se pone rojo por completo, le sirvo un vaso con agua para que pueda pasar mejor la comida. Toma una servilleta de la mesa limpiando su boca respirando mejor. Mi pregunta lo ha tomado desprevenido o lo ha incomodado.
— Fue cuando...—tose un poco—Teníamos intenciones de vernos en tu departamento a ver una película.
— Ah—coloco mi cabello de lado dejando expuesto el lado izquierdo de mi cuello, tomo una de las tostadas colocándole mermelada y mantequilla—¿Los hombres van a la farmacia y simplemente los compran? Siempre me pregunté cómo se sentían cuando en la caja debían registrar una caja de preservativos, ¿No es vergonzoso? —lo miro de nuevo.
Esta vez siento que se burla de mí.
— Hay mujeres que los compran también, no creo que sea malo tenerlos, mucho menos si tienes una vida sexual activa—indica—Y...los compré porque...TaeHyung también me lo dijo.
— ¿Te dijo que compraras preservativos?
— Sí—dice avergonzado. Mientras muerdo mi tostada lo escucho—Él...recalcó que debía comprar varios.
Mis mejillas arden, no creo que estemos todo el tiempo enfocado en eso, JungKook no me mira ahora, come en silencio y despacio, está avergonzado, es gracioso y tierno viniendo de él. Nunca imaginé que este tema le avergonzaría tanto considerando su pasado.
— Recuérdame asesinarlo al verlo—bromeo. Él sonríe divertido y decido preguntar—¿Fue cómo lo imaginaste?
— Fue lo que quería—me mira—¿Y tú? ¿Fue lo que esperabas?
Bajo la cabeza porque a mi mente llegan algunas imágenes de anoche, aunque todo estaba oscuro el recuerdo era nítido.
— Lo fue—sonrío un poco—Con el tiempo dejaremos de ser tan tímidos con el tema, ¿Cierto?
— Debemos seguir intentando—se acerca a mí, pero no besa mis labios, deposita un corto beso en mi cuello expuesto, las cosquillas en mi estómago aparecen en segundos recordando dichos besos húmedos.
— No me provoques.
— ¿No puedo besar a mi novia?
— Puedes, pero sé lo que pretendes—lo miro y deposito un corto beso en sus labios, pero él lo alarga con una sonrisita divertida. Escucho una risita de mi parte correspondiendo el beso de manera dulce, JungKook acaricia mi mejilla y una de mis manos se mantiene en su pecho, justo en su corazón, cuando nos separamos nuestros labios se notan un poco más rojos—Te amo.
— Te amo—repite haciéndome sentir mariposas en el estómago. Como si nada malo pudiera pasar ahora.
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