𝑐𝑢𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎
Canción del capítulo: Aurora - Exist For Love.
Advertencia: Intento de lemon dulce.
La canción encaja perfectamente ♡
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Termino de secar mi cabello con el secador, acabo de tomar una ducha sintiéndome mucho mejor ahora que estoy limpia, dejo la toalla en una esquina para que se seque mejor, escucho la puerta del departamento y no dudo en dirigirme a la sala, JungKook había tardado un poco. Vistiendo con algo cómodo para estar en casa bajo un poco las mangas de mi suéter ancho, noto lo que mi novio trae en sus manos, sonrío de lado cruzándome de brazos.
— ¿Qué es eso?
— Vino del bueno para brindar por nuestro departamento—me guiña el ojo. Cierra detrás de sí caminando a la cocina—¿Tenemos copas?
— Sí, arriba en la esquina de la derecha—indico—¿Por eso tardaste? ¿No se supone que comprarías algunas cosas para el refrigerador?
— Mañana por la mañana prometo comprarla.
— ¡Espera! —me apresuro en llegar a él—Si lo abres así te sacarás un ojo—corrijo la postura de la botella, JungKook logra abrirla y servirla en las dos copas. Sonrío divertida porque su semblante es muy animado, está feliz y eso me hace feliz.
Me entrega mi copa de vino obteniendo él la suya. Se escucha un leve choque entre ellas al brindar, probamos el líquido oscuro sin dejar de mirar al otro.
— TaeHyung y Jennie me llamaron cuando estaba en la tienda.
— ¿Qué te dijeron?
— Querían saber cómo iba todo—vuelve a beber—Les dije que todavía nos quedan cosas por desempacar—ambos miramos las cajas de la esquina—Pero también les dije que estamos satisfechos con nuestra compra.
Me gusta cómo está sonriendo, sus ojos brillan con inocencia y alegría, dejo la copa en el mesón para luego abrazar a mi novio con fuerza. JungKook me corresponde, pero no dice nada, el abrazo lo dice todo por nosotros. Seguimos bebiendo hasta vaciar nuestras copas, la botella acaba vacía en minutos dejando nuestras mejillas rojas.
Luego de que el chico tomara un baño vistiéndose con algo cómodo para dormir, las luces de la habitación se apagan dejándonos a oscuras, miro el techo notando las sombras que se forman en él por la ventana abierta, todo está en silencio, puedo escuchar nuestras propias respiraciones, no es primera vez que dormimos juntos, ya no se siente extraño, JungKook voltea en la cama, es ahí cuando noto que está despierto.
— ¿No puedes dormir? —su voz es baja y algo profunda.
— Estoy pensando en muchas cosas.
— No pienses demasiado, ¿Te preocupa algo?
— No, sólo...pienso en nuestro futuro—volteo quedando frente a frente, acaricio su cabello oscuro jugando con él—Me pregunto, ¿Qué viene ahora?
Sus ojos se mantienen en mí por un rato, disfruta de mi caricia en silencio, abraza mi cintura con su brazo acercando su rostro a mí hasta depositar un corto beso en mis labios, luego otro y el tercero dura por unos segundos siendo dulce, además de lento, me gusta cómo es lo único que se escucha en la habitación, mi mano se detiene en su nuca atrayéndolo más a mi cuerpo, JungKook coloca la mitad de su cuerpo sobre mí acariciando mi cintura, nuestras bocas se mueven al mismo ritmo, la lentitud se hace menos cuando nuestras lenguas quieren reencontrarse, mis manos van a su espalda aferrándose un poco a la camisa blanca que lleva, mi corazón late rápidamente cuando soy consciente que sólo estamos los dos en este departamento.
Nadie va a interrumpirnos porque incluso nuestros celulares se encuentran apagados.
Con el cuerpo del chico sobre mí un jadeo se escapa de mis labios al sentir las yemas de sus dedos tocar mi abdomen, JungKook ha metido sus manos debajo de mi suéter acariciando la piel expuesta, es una simple caricia, pero me hace sentir cosquillas, puedo sentir también que está temblando, hago presión ligeramente en su pecho y se detiene tan agitado como yo. Ninguno de los dos dice algo sobre detenerse, creo que estamos en el momento perfecto para esto.
— ¿Estás bien? —su voz es grave, se escucha sexy.
— Sí, ¿Y tú? —muerdo mi labio inconscientemente.
— Estoy bien.
Por unos segundos nos miramos fijamente.
— ¿Puedo...sentarme? —retrocede permitiéndome moverme. Estamos sentados frente al otro en la cama, paso mis manos por su cabello apoyándome en mis rodillas, acaricio sus mejillas sonriendo para mis adentros, este chico guapo es mi novio, este chico que luchó con sus adicciones es mi novio y este chico de labios dulces es mi novio—Quiero...hacer algo.
JungKook permanece expectante, mis manos se deslizan por su cuello, bajan por su pecho y llegan a su abdomen, toman el borde de su camisa con mangas largas, suben ésta un poco temblorosas, la saco por su cabeza dejando su torso descubierto. Su tatuaje queda expuesto por completo, mi corazón late con fuerza al recordar la razón de dicho tatuaje de flores, apoyo mis manos en sus hombros sentándome a horcajadas sobre él, me tomo mis minutos acariciando su piel y dibujando las líneas de su tatuaje con la yema de mis dedos, nuestras bocas se encuentran una segunda vez demandando más de la otra, JungKook quiere hacer lo mismo con mi suéter, sus manos acarician mi abdomen provocando cosquillas en mi cuerpo, jadeo entre sus labios disfrutando la sensación, es...placentera. Va subiendo despacio hasta dejarme expuesta en la parte superior, no me avergüenza no tener brasier puesto. Su boca se desvía a mi cuello succionando mi piel, me recuesta en la cama otra vez dejando besos húmedos por mi piel, respiro entrecortadamente queriendo que continúe, otro jadeo se escucha de mí cuando muerde con suavidad uno de mis pechos.
Mis manos se niegan a quedarse quietas, JungKook regresa a mis labios donde el beso ya no es lento ni dulce, es intenso y apasionado. Acaricio su espalda subiendo y bajando mis manos, giramos en la cama cambiando de posición, soy yo quien está sobre su cuerpo, me encargo de morder con suavidad su labio inferior estirándolo un poco, una sonrisa tonta se dibuja en él contagiándome también, ambos lo estamos disfrutando. Dejo un camino de besos desde su cuello bajando a su pecho, acaricio su piel queriendo memorizar cada centímetro, todo esto es nuevo para ambos, hago lo mismo que hizo él segundos atrás, muerdo su piel dejando algunas marcas quizás sin lastimarlo, regreso a su boca sintiendo su bulto debajo de mi intimidad.
No soy la única que está excitándose y que desea no parar.
Entre besos y caricias quedo debajo de su cuerpo una vez más, estamos completamente expuestos frente al otro pero no dejamos de besarnos, JungKook detiene el beso, lo miro confusa, se levanta dejándome a la vista su cuerpo con sólo su bóxer puesto, está revisando su cartera en el escritorio, cuando regresa comprendo que ve buscaba, se coloca sobre mí abriendo su preservativo, mi mente está blanco, no sé cómo sentirme, abrazo su cuello al tenerlo cerca, dejo que termine de exponer nuestros cuerpos mientras nuestras lenguas interfiere en medio del beso subido de tono, puedo sentir el corazón de JungKook latiendo tan rápido como el mío, por mi mente pasa la posibilidad de detenerlo, pero es una idea que no dura mucho en mi cabeza porque si deseo continuar.
— ¿Lista? —alcanzo a escucharlo entre mis labios.
Asiento sin ser capaz de hablar, se acomoda entre mis piernas mirándome con esos ojos llenos de deseo, no me intimidan, me parecen atractivos. Se apodera de mi cuello mientras se introduce en mí siendo delicado, aferro mis manos a su espalda atreviéndome a abrazar su cintura con mis piernas, una vez dentro escucho un gemido por parte de ambos, busco los labios del chico indicándole que puede seguir, las embestidas son suaves pero placenteras, mis manos exploran su espalda acariciando cada parte de ella, los gemidos se hacen más presentes en la habitación haciendo que mi cordura sea menos. La sensación es inexplicable, JungKook es suave y delicado conmigo, deja besos por mi cuerpo a cada segundo permitiéndome escucharlo disfrutar también.
Cambiamos de posición cuando yo también quiero tener el control, vuelvo a sentarme a horcajadas sobre él permitiendo que se introduzca de nuevo en mí, abrazo su cuello disfrutando esa nueva sensación, mis caderas se mueven provocando el placer para ambos, las manos de JungKook suben y bajan por mi espalda llegando a mi cintura presionando un poco allí, me ayuda a moverme invitándome a hacerlo más rápido o más despacio torturándonos un poco. Muerdo su labio inferior para luego succionarlo por segundos, inclino mi cabeza hacia atrás o de lado permitiéndole hacer lo que quiera, muerde no muy fuerte mi cuello volviéndome loca con sólo ese gesto.
Beso su hombro enredando mis manos en su cabello oscuro, escucho gemidos de su parte y acto seguido míos, mis movimientos aumentan, una de las manos de JungKook sube por mi abdomen llegando a uno de mis pechos. Coloco una de mis manos sobre la suya invitándole a tocarlos, apretarlos o jugar con ellos. Dejo de moverme succionando la piel de su cuello, beso allí y muerdo también, JungKook hace que me levante un poco sólo para salir de mí y volver a entrar en un sólo movimiento, por primera vez me escucho gemir su nombre, por primera vez no siento vergüenza de ello.
Abraza mi cuerpo besándome sin intenciones de dejarme respirar, mis caderas se mueven más rápido que antes, nuestros cuerpos se frotan y pareciera que quieren volverse uno solo. Algunos gemidos ahogados se escuchan incluso en medio de los besos, JungKook me ayuda recostándome en la cama embistiéndome con un poco más de fuerza, comienzo a gemir su nombre repetidas veces pidiéndole que siga, sus gemidos en mi oído son como música en este momento, está gimiendo mi nombre y se escucha hermoso en sus labios. Algo parecido a presión siento en mi vientre bajo, alcanzo el orgasmo sintiéndome satisfecha y completa, JungKook llega a él segundos después estando tan agitado y sudoroso como yo. Respiramos entrecortadamente, deja caer parte de su peso sobre mí e incluso así noto que tiembla.
Lo abrazo depositando pequeños besos en cada parte de su rostro y por último en sus labios.
Así se sentía ser amado como correspondía.
— SoHee—dice casi sin aliento, sus ojos me miran, incluso en la oscuridad noto sus labios hinchados, toco sus mejillas que están calientes por el esfuerzo de hace segundos, mechones de su cabello se pegan a su frente y su cuello—Te amo.
Tontamente mis ojos se llenan de lágrimas y no puedo ocultarlas, sonrío un poco asintiendo.
— También te amo.
Intenta secar mis mejillas, pero dejo que las lágrimas salgan, no sé porque lloro, pero necesito hacerlo. No estoy triste, estoy feliz, estoy satisfecha, estoy totalmente enamorada de este hombre.
El próximo será el antepenúltimo.
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