Capitulo 2
Es un sábado cuando el Gran Patriarca solicita la presencia de todos ¿ El motivo? La cena de fin de año. La noche se presenta calurosa en Grecia, las antorchas iluminan y vuelven cálida la noche. Milo es vestido con un vestido de lino al estilo Griego, una corona de margaritas es puesta sobre su cabeza así como también algunos accesorios en sus brazos y piernas, sus pies usan unas sandalias e incluso sus uñas yacen pintadas. Las sirvientas de su templo no escatiman en esfuerzo por hacerla lucir bonita
Un poco escéptica ella voltea a ver su reflejo, una mueca molesta luce en sus fracciones pero en realidad era pura fachada, en el fondo le gustaba mucho como se veía
Las sirvientas que ya la conocían sonrieron divertidas por la expresión que mostraba, ellas ya la conocían
- La señorita Milo hoy sin duda conquistará al maestro Camus
- ! Él quedará deslumbrado!
- ¡ Ésta noche es preciosa! Debería aprovechar y confesarsele señorita.
- Es así ¡Con lo bonita que se vé, él maestro Camus jamás la rechazaría!
Milo no responde, pero el rubor en sus mejillas mientras acomodaba su corona eran una respuesta, ella lo estaba reconsiderando.
•
Es ocho de la noche cuando Milo finalmente arriba al templo principal, no es la primera ni la última en llegar. Y Tampoco era la única mujer presente. También fueron invitadas las caballeros de plata quienes portaban su máscara. Milo las saludó y ellas correspondieron respetuosamente. De repente a lo lejos divisó a Aioria y de inmediato corrió hacia él, cuando Aioria la vió quedó aturdido por unos instantes, luego sonrió cálidamente
- Aioria
- Jaja estás aquí, Milo... ¡Luces fantástica!
Aioria había optado por vestir su armadura, siendo un Santo dorado era su elección ir vestido de manera formal o portando su armadura. Aioria eligió lo segundo y muchos también lo imitaron. Siendo únicamente Máscara de la muerte y Afrodita la excepción. Estos habían asistido con camisas escandalosas y llamativas. Milo bufó cuando los vió a lo lejos acosando al buen Misty quien se frotaba los brazos claramente incómodo
- ¡ Son tan insoportables! ¿Cómo es que la armadura dorada los eligió?
Aioria también miró a esa dirección, él frunció el seño y respondió:
- No lo sé, quizás porque son fuertes
- ¿ Fuertes? - Milo lo miró de reojo - solo amedrentan a los débiles.
Aioria asintió en respuesta, luego sonrió junto a ella.
Aioria era una persona amable y un tanto solitaria, desde la deserción de su hermano Aioros, su actitud antes divertida se había esfumado con los años, a Milo le divertia fastidiarlo, con su armadura y su expresión aburrida le recordaban mucho a un gatito grande.
- Maestros.
Una joven sirvienta con la cara cubierta se inclinó y extendió una charola que portaba copas doradas hacia ellos
Milo miró a Aioria y preguntó
-¿ No bebes? Vamos, es noche vieja
Aioria dudo por unos instantes luego aceptó, miró la copa con el vino en su interior. Frente a él Milo bebía despreocupada, él preguntó divertido
- ¿ Estás segura que no terminarás borracha?
- ¿Bromeas? Ésto es agua para mí
- ¿ Acostumbras beber?
Aioria se mostró sorprendido, ella respondió mientras hacía un gesto desdeñoso
- Pocas veces...en algunas misiones , bebo cuando investigo - ella bebió de su copa- Me gusta empezar por los bares
- Hummm...
Aioria asintió en acuerdo, minutos más tarde más personas se les fueron uniendo, primero Aldebarán y luego Mu, Shaka también y finalmente Camus también llegó
Es una rara ocasión ,entre tantas guerras por avecinarse y un pequeño descanso entre tantas misiones, todos charlaron y aveces rieron
Claro, solo era la calma antes de la tormenta
El patriarca había mandado a llamar a Camus y ahora Milo bebía su último trago de vino dispuesto a envalentonarse a si misma para lo que a continuación haría. Camus había regresado y ella lo interceptó a medio camino. Camus se sorprendió cuando de repente ella lo tomó de la muñeca y tiró de él
- Acompañame
Lo llevó lejos, lejos de todo el bullicio y el gentío, frente al templo principal en dónde empezaban las escaleras, en donde no había nadie y solo las antorchas y las estrellan iluminaban
- ¿ Sucede algo?
Milo la miró a los ojos, primero dudó y luego lo hizo, ella solo dijo:
- ¡Camus me gustas!- y cerró sus ojos con fuerza sin querer ver la reacción del otro
Es solo que todo fue tan repentino y Shura que venía demorado y arribando las escaleras apareció de repente detrás de Milo, con los ojos abiertos de par en par igual que Camus que lo vió a él.
Camus es estricto con respecto a la reputación del Santo de Acuario, además estaba asustado por sus emociones y también estaba la presión de tener al santo de Capricornio presente, que también había escuchado todo, Camus no estaba acostumbrado a éste tipo de situaciones es por eso que él habló rápido y sin pensar mucho:
- No puedo- Milo abrió los ojos, sus ojos y su expresión hacían saber a Camus lo asustada que estaba. Pero aún así Camus prosiguió, siempre sintiendo que no estaba diciendo lo que quería decir - No es propio del santo de Acuario involucrarse con emocio...
-Emociones - Milo lo interrumpió y con frustración prosiguió - el santo de Acuario debería estar desligado de cualquier emoción - su voz era un poco ronca - que lo desvíe de su camino y... Y...- Ella quedó sin habla, sintiendo como todas las palabras quedaban atacadas en su garganta
Entonces antes de romper a llorar, ella asintió una y otra vez de manera exagerada y se marchó dando largos pasos. Camus no la siguió, retomó su expresión fría mientras veía a Shura.
Shura asintió, ésto era muy incómodo
•
Milo se despidió de todos, siempre portando una sonrisa en el rostro Shura la miró desde lejos, luego cuando ella se marchó el la siguió
Entonces cuando estaban a punto de llegar a capricornio él la interceptó
- Milo, Milo espera
- ¿Eeh ?
Ella escalones más abajo giró a verlo, Shura en los escalones superiores sonreía y decía con burla
- ¿ Tan pronto abandonas la fiesta? Apenas empezamos a divertirnos
Milo quien aún tenía los ojos algo rojos limpió la comisura de ellos con sus mangas y reafirmó su postura
- Me fui porque me dolía un poco la cabeza, deberías regresar dijeron que también habría ceviche
Ella sonrió intentando fingir, Shura la observó en silencio, luego miró a su izquierda donde todo era montañas y a lo lejos se veía un pueblo, el suspiró y siguió descendiendo
- Acompañame, creo que tengo algo para el dolor de cabeza
- No no, no es necesario, en el templo tengo sirvientes y...
Fue sostenida de la muñeca por Shura y llevada por el
- Somos compañeros, no es de caballeros que te deje aquí sola.
Milo que ya ha recibido puñetazos limpios en el rostro por las manos de éste sujeto:
- ¡¿Desde cuándo te pica ser caballeroso conmigo?!
Una vez en el templo de Capricornio Milo se sentó rígida en la silla. El templo de Capricornio es ostentoso , ordenado y limpio. Cómo un museo antiguo muy rico y bien decorado. Tan diferente a su templo en dónde todo era humilde con lo justo y necesario.
- Al parecer te gusta la buena vida
Shura quien le preparaba un té en el interior de la cocina:
- ¿Te refieres a ésto? Yo no lo conseguí, cuando llegue al templo ya estaba decorado así, el patriarca mencionó que mi predecesor fue alguien quien investigaba los asuntos relacionados con los dioses, como resultado coleccionó muchas reliquias y por eso el templo está así
- Ohhh...
Milo sostuvo la taza que le era tendida, bebió del té sin dejar de observar su entorno, Shura sonrió mientras la veía
- Hoy luces diferente, veo que te bañaste
Milo escupió su té, es impresionante como ésta persona puede ser tan amable con ella y luego de un momento a otro conseguir su entero odio
- Eres un hijo de puta -Milo la miró con ojos encendidos- porque mejor no dices que te gusta como me veo y...
- Me gusta como te vez
- ¿Eh?
Cómo un cambio de clima abrupto, primero hizo mucho frío y después el frío se volvió muy caluroso, la frase llegó y Milo no supo cómo defenderse
- ¡Eeh....!
Se situó en pie con brusquedad y dejó aún lado su té, con el rostro rojo como un tomate
- Creo que ya debería irme porque... Ésto...
- ¿ Porqué te pones nerviosa?
- ¡ No estoy nerviosa!
Shura quien permanecía de brazos cruzados vió los movimientos y el actuar torpe de la chica y de inmediato se sintió muy divertido
- Está bien, no estás nerviosa
Estuvo de acuerdo, Milo la miró aún más feo
- ¡ Me voy!
Se marchó sacudiendo sus ropas, el de cabellos negros negó y sonrió.
•
•
Al día siguiente en el gran salón Patriarcal, tanto Milo como Shura permanecieron con una rodilla incada al suelo, ambos asintieron en acuerdo
Esa mañana el Gran Patriarca los citó en el gran salón principal con la intención de asignarles una nueva misión. Es sobre una remota isla y la extraña desaparición de unos pescadores cerca de un extenso río. Debido a la gran cantidad de personas desaparecidas el patriarca temió que fuera aún más complicado de lo que pensaba. Por ello por precaución decidió enviar a dos santos dorados de inmediato.
Irian por tren y también viajarian en barco hasta llegar a su destino, ambos santos aceptaron partir de inmediato.
- No puedo creer que me asignaran contigo, es como un sueño
Shura se mofo sarcástico mientras acomodaba su armadura a su espalda, Milo bufó fastidiada. Ambos vestían atuendos discretos mientras descendían por las doce casas a pasos lentos
Una vez fuera de él fue Shura quien desplegó un mapa y señaló la estación a la que debían acudir. Milo asintió en respuesta y ambos desaparecieron en un parpadeo. Posteriormente reaparecieron en una vieja estación, compraron su boleto y arribaron al tren horas después.
Milo miró las literas en el interior del vagón, arrojó su armadura en la de arriba y preguntó
- ¿ Cuánto demorará el viaje en tren?
Shura respondió tranquilamente
- Dos días
Milo mostró una mueca de desagrado, Shura sonrió divertido
- ¿ Qué? ¿ Te molesta que esté junto a tí?
La de cabellos rojos rodó los ojos
- Amanecí con resaca, no me molestes.
Subió a la litera de arriba cediendole la espalda al Español, Shura la miró en silencio y procedió a ocupar la litera de enfrente sentándose en la parte de abajo hurgó en su bolso y retiró un par de dagas con la intención de afilar las, fue cuidadoso y no hizo ruido alguno, algunas veces miraba la espalda relajada de la mujer, Milo es algo gruñona cuando despertaba temprano, en éste momento es mejor dejarla descansar.
Horas más tarde Milo había despertado y comido una manzana, vió el paisaje de afuera por dos horas enteras, finalmente al caer la noche pudo vencerle el aburrimiento. Cansado de ver a Shura afilar sus espadas se sentó frente a él y mientras sostenía su mentón con una mano preguntó:
- ¿Aún falta mucho?
Shura quien ya casi terminaba, dejó de lado lo que hacía y miró a través de la ventana. Vaya, afuera ya había oscurecido.
- Tú¿no tienes hambre?
Volvió a preguntar la santa, esta vez recibiendo respuesta por parte del Español, el se limpió las manos y peinó sus cabellos hacia atrás
- Un poco. Debería ser momento de acudir al vagón del comedor. Vamos
Enderezó su cuerpo y salió siendo seguida por la mujer ¿Es enserio? En verdad éste sujeto no había comido nada en todo el día?
Ambos llegaron al vagón del comedor en dónde yacían mesas y sofas en dónde podrían sentarse y comer con tranquilidad. Milo miró con ojos brillantes toda la comida, ella no se había dado cuenta que este tren poseía algo así
Un moso llegó y los atendió, comieron y bebieron un poco, cruzando una que otra palabra que tratara sobre la misión. Milo acomodó la bola de chocolate cerca de sus labios para posteriormente cederle un mordisco. Su acción fue lenta y elegante, Shura no perdió detalle alguno de cada movimiento que la pelirroja ejercía
El chocolate poseía licor en su interior y ésta humedeció las comisuras de los carnosos labios. Shura recogió un racimo de uva de la mesa, se lo llevó a su seca boca antes de preguntar:
- ¿Como es que alguien como tú aún no tiene pareja? ¿ Nunca te interesó los placeres mundanos?
Milo arqueo las cejas e indagó
-¿ Mundanos?
Shura no titubeó al acercar su rostro y decirle
- Me refiero al sexo y lo que conlleva. Debes seguir siendo virgen
Milo se atragantó de repente, tosió un par de veces y luego volteó a ver al pelinegro con furia
- Virgen o no, no es problema tuyo
- Lo sé, es solo que me sentía intrigado
Respondió Shura con desdén, luego llamó al mozo con la intención de pedir la cuenta sin contar con que Milo se le adelantaria.
- Pago yo ésta vez
Dejó el dinero en la mesa y se marchó, Shura divertido se encogió de hombros para minutos después seguirla hacia el vagón que ambos compartían
Milo ingresó con su corazón amenazando con salirse de su boca, llevó sus manos a sus calientes mejillas sentía que ardían
¡Estúpido Shura!
Maldijo mentalmente
Es verdad, ella nunca en su vida ha probado los labios de alguien y mucho menos ha sentido las caricias de una persona. Una vez más aquella incomodidad que sentía cada vez que veía a Shura regresó, sus mejillas ardían, quizás fuera el licor del chocolate o quizás era verdad lo que el pelinegro decía, había omitido por completo dedicarse a satisfacer sus deseos mundanos y ahora todos sus demonios parecían perseguirla
Ocupó asiento en su cama con lentitud viendo de reojo como la puerta se abría aún lado y Shura se hacía presente, ella permaneció sentada sin moverse en ningún momento, Shura tampoco se movió y Milo no se atrevía a levantar el rostro para preguntar qué ocurría
Únicamente lograba escuchar el sonido del tren avanzando y su corazón bombeando con fuerza. Entonces Shura apareció frente a ella y se sentó frente a ella con las rodillas separadas siempre viendo hacia ella
Éste tipo siempre le ha caído mal, pero por alguna razón parecía muy tentador esta noche, quizás fuera el aburrimiento o el licor en el chocolate pero Milo sintió curiosidad por saber qué tan suave se sentiría besar los labios del caballero Dorado de Capricornio
Las luces de los trenes poseían un horario, después de tal horario éstas se apagarían automáticamente para permitir que los pasajeros pudieran dormir más cómodos. En este momento cuando los dos se veían en silencio las luces se apagaron pero el cosmos en su interior aún siguió reflejando en los ojos de ambos, como consecuencia tanto Shura como Milo pudieron ver los centellantes ojos del otro
Milo se sintió aún menos avergonzada cuando las luces fueron apagadas, por eso ya no siguió dudando, ella pidió:
- Shura tú... ¿Podrías besarme?
El santo de Capricornio no dejó de verla en ningún instante, él respondió con otra pregunta
- ¿ Estás segura de lo que quieres?
Ella lo pensó y asintió en acuerdo
- Lo estoy
Entonces Shura dejó de titubear, despegó su cuerpo de la cama y se aproximó a ella con lentitud, Milo no lograba verlo pero podía sentir lo cerca que se encontraba, el varonil perfume del otro invadiendo en su espacio, la cálida mano recorriendo su mentón y el aliento. Shura se inclinó hacía ella y no fue educado, la boca se estrelló contra la suya humedeciendo por completo, Milo fue inexperto y correspondió con torpeza pero a Capricornio parecía no importarle, es más, había jalado de ella para estrecharla en sus brazos y así profundizar aún más el beso. Sus brazos la envolvieron de la cintura con posesión, su agarre fue fuerte y brusco. Milo gimió y desvío el rostro con la intención de recuperar el aire perdido
- No seas brusco, recuerda que es mi primera vez besando.
Ella jadeó y una risa traviesa fue su respuesta, Milo se estremeció al sentir que su cuerpo estaba bien atrapado en los brazos de ésta persona. El pecho de Shura es amplio y fuerte, sus músculos están bien marcados, es aún más alto que ella y su cuerpo se siente aún más caliente que el suyo.
- Tú - Milo habló posando su mano en los brazos que la apresaban - ¿Porqué tú cuerpo se siente tan caliente?
Ella respiró sofocada
- Supongo que es porque estoy muy caliente
- Shura no seas vulgar...
- No te estoy mintiendo
Con rapidez envolvió una de las manos de Milo y la posicionó por encima de su hombría, que yacía duro y vigoroso
- Tú..- Milo abrió los ojos de par en par e intentó refutar más no contó con que el otro nuevamente atacaría su boca, la lengua de Shura fue escurridiza, se adentró y la dejó en blanco. Los labios eran suaves, calientes y húmedos. Milo no deseaba no ceder pero a éste paso, sintiendo la feroz hombría de Shura en su palma su sangre hirvió con aún más violencia. No quería admitirlo pero se sentía bien ser besada así. Era tal el placer que incluso empezó a considerar la idea de quizás avanzar un par de pasos más
- Ya por favor, ya no sigas..
Pidió con voz suave, Shura es un hombre grande y perceptivo, no se considera un experto en mujeres pero si se considera un experto en leer la mente de los demás, el lenguaje corporal del Milo le hablaba y pedía a gritos que por favor no retrocediera
Shura depositó un beso en las calientes mejillas y en susurros el pidió erizando por completo la piel de mujer:
- Milo, ten sexo conmigo...
Shura no es tan descarado como para pedir que hicieran el amor, noche anterior Milo había confesado sus sentimientos a otro hombre. No debería ser ambicioso, debería ser paciente y sostener lo poco que Milo estaba dispuesta a ofrecer, sin sentirse molesto ni frustrado, es más incluso con este beso y ha tenido suficiente...
El amor y el sexo no son lo mismo, Milo entendía lo que Shura pedía, era una mujer madura que no ha tenido contacto físico con nadie en su vida, estuvo enamorada de Camus la mitad de su vida y solo un día antes el la rechazo así y Milo no lamentó que fuera rechazada sino lamentó que hubiera desperdiciado tanto tiempo. Trabajando tanto en una tierra que no era la adecuada, perdiéndose en el trayecto de tantas cosas
Shura besó sus mejillas, luego su mentón y luego descendió a su cuello, su lengua se sentía húmeda y podía sentir el deseo de éste por ella, el agarre en su cintura, completamente a merced del Santo de Capricornio, ella gimió cuando Shura con brusquedad tomó la parte baja de su negra blusa y tiró de ésta hacia arriba, dejando expuesto sus pechos, que eran grandes y rebotaron
- Shura no puedes....
Ella susurró lastimera pero el de cabellos negros fue aún más veloz, la arrojó hacia su litera, en la de abajo y se posicionó encima de ella besando nuevamente los carnosos labios
La mente de Milo una vez más quedó en blanco, aturdida por el mar de sensaciones, su pecho desnudo se frotaba contra la camisa de Shura y un poco más al Sur de su cuerpo, su vagina parecía palmitar a la vez que se humedecía. Shura se retiró y su respiración era pesada, rápidamente se despojó de su camisa y se posicionó aún mejor entre los muslos de Milo, haciendo que su dureza tocara justo allí, en dónde la ropa era aún un impedimento pero Milo sintiera con facilidad todo lo que ella le hacía sentir
Milo se ruborizó al sentir la dureza y lo caliente que se sentía, ella incluso se preguntó, si se sentiría aún más caliente si este estuviera liberado de los pantalones de Shura
- Recuerda que es mi primera vez
Milo aceptó y Shura no pudo evitar que su corazón bombeara sangre con aún más fuerza, el ardía de deseos por esta mujer y ahora que finalmente obtenía su consentimiento, todas sus reservas quedaron arrojadas a la basura.
Los pechos de Milo eran grandes y suaves, sus pezones se frotaban insistentes contra el fuerte y caliente pecho de Shura. Los besos de Shura se volvieron aún más voraces y sus manos ya pronto dejaron de estar quietas. Milo suspiró cuando la húmeda lengua delineó sus pezones y luego la boca engulló y devoró. Ella respiró pesadamente cuando sintió la dureza de Shura embestir su vagina por sobre la ropa. Era caliente y se sentía realmente bien.
•
Al día siguiente el tren finalmente se detuvo, ella descendió siguiendo a Shura, el rubor en sus mejillas aún no cedía, se sentía como una flor manoseada. Anoche Shura no se detuvo, él tuvo sexo con ella y la desvirgó. No fue gentil, fue muy intenso y como resultado hoy apenas podía caminar.
- ¿Quieres que te ayude?
Una mano se extendió en su campo de visión, Milo parpadeó sin entender luego cuando miró el rostro de Shura lo entendió, Shura estaba siendo amable. Ella negó y empujó la mano, adelantandose en el camino. El pelinegro la siguió en silencio. Cuando arribaron al barco Milo notó de inmediato que ésta vez sus camarotes estaban separados, respiró aliviada y se encerró en el interior del suyo apenas llegó. Bañó su cuerpo bajo el agua caliente y cerró los ojos deseando que el agua se llevara todos sus recuerdos
" Ah... Shura... Más despacio... Tú maldito... Es muy rápido"
Ella recordó como rogó cuando el pelinegro la embestía de manera demencial. Aveces a ella le gustaba que Shura no fuera gentil con ella solo porque era mujer, ésta vez ,quiso gritarle al maldito que recordara que se trataba de una.
Llevó sus manos a sus senos, sus pezones aún estaban rojos, Shura los había chupado con tanta fuerza... Luego guió sus manos a sus partes íntimas, se sentía incómodo. Aún parecía sentir la hombría del santo encrustada en su interior.
Ella se secó y se vistió con unas ropas ligeras. Se sentía mentalmente exhausta, se arrojó a la cama dispuesta a dormir durante todo el viaje. Pero los planes de Shura eran diferentes
Esa misma noche el volvió a irrumpir en su camarote y nuevamente la poseyó. Milo no fue convincente con su rechazo y como resultado media hora después, Shura la había empotrado sobre el escritorio y se la estaba metiendo de manera demencial
Milo gimió y Shura le cubrió la boca introdujendo dos de sus dedos en el interior de éste. Ella cerró los ojos con fuerza sintiendo el salir y entrar de esa verga, con el pecho pegado al escritorio y el trasero expuesto, Shura se metía una y otra vez
- ¿ Todavía duele?
El habló en sus oídos y ella supo que se refería a su vagina, ella afirmó y lo miró con ojos llorosos. Él simplemente sonrió para después morder la parte de atrás del cuello de la mujer
El interior de Milo se sentía apretado y caliente, húmedo y resbaladizo amenazaba con volverlo loco en cualquier instante. Sus glúteos eras grandes y redondos, cuando Shura veía hacia abajo lo único que podía ver era su verga perdiéndose entre esas dos redondeces y el pequeño un poco arriba. El quitó su hombría por unos segundos y la frotó en aquel lugar, luego volvió a introducirse.
- Milo ¿ No has pensado en tener hijos? - él se movió aún más veloz - ¿ No quieres sentir mi leche?
- ¡Ni siquiera te atrevas!
Milo fue feroz cuando giró a verlo, el puño con el que intentó golpear a Shura fue interceptado en medio camino, Milo gimió adolorida cuando Shura terminó por aplicarle una llave
- ¡Ni Siquiera lo pienses Shura!
Ella advirtió nuevamente, Shura sonrió en respuesta posteriormente se inclinó y mordió uno de los glúteos, fue doloroso, Milo derramó lágrimas debido al dolor
- Entonces probemos por otra parte - Milo se estremeció cuando el pelinegro frotó esa zona entre sus glúteos, la polla de Shura la había penetrado de nuevo y en estos momentos él estaba frotando su orificio anal, ella volteó a ver con los ojos abiertos de par en par, Shura escupió en ese lugar - si te la meto por aquí no te embarazaras.
Su movimiento fue veloz, dejó su vagina pellizcó su ano y luego se introdujo de lleno. Milo dejó de respirar mientras que la mano de Shura sostenía su abdomen para que no se dejara caer
- No te muevas
Advirtió Shura y por unos minutos ninguno de ellos se movió. Shura dió masajes a la espalda y la arqueada cintura, luego llevó su mano hacia la humedecida vagina, delineó el clítoris y empezó a mover su cuerpo.
Milo miró aún más ruborizada cuando Shura empezó con su baiven, todo su cuerpo se sentía muy sucio y a la vez tan caliente
¿ Porqué?
¿ Porqué él deseaba arrebatarle todo ?
Cómo si el no deseara dejar nada de Milo para nadie.
Milo gimió y gimió sintiendo una inexplicable explosión en su estómago qué la hizo temblar de la cabeza a los pies, también la hizo llorar de extasis
Shura cerró los ojos al sentir su polla ser comprimida con fuerza, se introdujo aún más profundo descargando toda su semilla en la profunda cavidad. Milo volteó a verlo con ojos llorosos. Ella preguntó
- ¿ Porqué eres tan intenso?
Shura no respondió, el golpeó los glúteos y consecuentemente abandonó el interior de la fémina, viendo como su semen escurría sin parar de la cavidad y descendía hacia los muslos delineando los enrojecidos labios de la vagina
Él peinó sus cabellos hacia atrás, tocó una vez más la vagina para luego meter dos de sus dedos en el mojado interior. El deseaba tener más de un pene para así llenar todas las partes de Milo cada vez que tenían sexo
- ¿ Cómo se siente tener tu primer orgasmo?
Milo tembló enderezando su cuerpo con dificultad, aún portaba su pequeño top negro que solo cubría la parte superior de su cintura, sus senos yacían expuestos
Ella se situó en pie a duras penas, sus piernas aún temblaban, sin embargo, aún así ella respondió:
- Creo que podría ser mejor...
•
Semanas después ambos regresaron al santuario, Shura fue el encargado de reportar la misión. Milo lo vió marcharse y perderse tras los escalones. Ella se sintió extraña cuando lo vió marcharse, durante el viaje Shura la había poseído innumerables veces, el no se había detenido. Una vez sola Milo no sabía que pensar al respecto, siempre creyó que su amor era Camus pero durante el viaje ella ni siquiera tuvo tiempo para recordarlo y ahora que había vuelto, toda su mente estaba enfocada en una sola persona
- Milo
Y hablando del Rey de Roma, la mujer pelirroja volteó y se encontró con la última persona con la que deseaba encontrarse, ella pronunció:
- Camus.
El de cabellos turquesas la miró, su expresión algo complicada mientras la veía
- Yo...
- Milo ¿ Qué haces parada allí? Ven conmigo.
Era la voz de Shura, él de repente había regresado, Milo volteó a verlo de prisa. Temiendo que este hiciera o dijera algo extraño
- Shura regresaste, yo estaba...
- Vamos
Milo asintió y dejó atrás a Camus dando alcance a Shura, asintió hacia el santo de Acuario y luego desapareció junto con Capricornio. Camus únicamente pudo fruncir las cejas al verlos marcharse juntos
- Regresaste pronto
- Pensé en dar mi reporte después de que comieramos juntos, regresé para invitarte
Milo la miró intrigada
-¿ En verdad solo fue por eso?
- ¿ Porqué más lo haría?
Shura fue desdeñozo, Milo lo observó de reojo
- ¿Cocinaras tú?
- Desde luego, no estoy acostumbrado a que otros me cocinen
Divertida Milo pregunto:
- ¿ Cocinaras para mí?
- Cocinare para mí, tú solo probarás
- ¿ Te mataría ser por una vez un poco amable conmigo? Aveces pienso que olvidas que soy una mujer
- Jajajaja - Shura rió con ganas
Por supuesto que el sabía que Milo era una mujer y más de una vez se mordió la lengua para evitar compadecerse de ella. Desde un principio ambos habían esclarecido que su relación solo trataría de sexo y ninguna otra cosa. Shura sabía que no debía acelerar las cosas con Milo, no debía mostrar cuánto le importaba, cuánto deseaba mimarla, cuánto deseaba alejarla de Camus de Acuario
Su relación con Milo era compleja y no quería estropearla. Por lo tanto decidió que debería ir lento, sin mostrar sus verdaderos colores a Milo, evitar asustarla y aveces incluso intentar ser un poco menos...
Intenso...
•
•
Fin...
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