MAX

-Escúchenme mocosos, su madre está de viaje y quiero conservar la salud de mis ojos, así que nada de distraerse ni de robarle las chucherias a los ancianos en las jaulas de los monos.

-Tío, por qué nos quedamos contigo? -esta es la quinta vez que me pregunta Chloe desde que salimos del apartamento.

Estábamos en el auto aun, Chloe tiene cinco y Trevis tiene unos diez. Realmente son preciosos y adorables hasta que el azúcar se adueña de sus sentidos y comienzan a ser máquinas destructivas. Ambos pelicolorados como mi hermana.

-Tu mami está de viaje, llega pasado mañana.

-Y vas a encargarte tu de nosotros hasta entonces? Pero si en tu nevera solo hay cerveza.

-Trevis y Chloe por amor de Dios, vamos a divertirnos solo eso pórtense bien y por la noche haremos algo que quieran ustedes.

Ambos comprendieron mi súplica y sí llené la nevera antes de salir y no solo de cerveza. Compramos las entradas y comenzamos el paseo.

El Zoo es lo bastante grande y tiene un parque de atracciones en la última parte. He de admitir que me he divertido bastante con estos niños, hacen comentarios como: -Aquel mapache se parece a mi profesora del jardín de niños, -Ese oso tiene el carácter de mi madre. Las jirafas y las nutrias eran adorables y juro que vi a un gorila mirándome raro.

Ellos estaban en un punto de palomitas y yo contestaba los tediosos mensajes de mi hermana. Todo marchaba bien.

-Tío -la vocecilla de Trevis me sacó del pasmo -no encuentro a mi hermana.

¡¿Qué carajos?!

-¿Cómo? ¿Cómo que no la encuentras si hace tres minutos estaban juntos?

Le hablé en un tono en el que ahora me arrepiento, el chico bajó la cabeza. Lo halé por el brazo y fui a donde habían estado chillando el nombre de Chloe a ver si la encontraba.

(***)

-Chloe! Chloe!

-Te juro que no sé, estaba a mi lado y de pronto se esfumó. ¿La secuestraron? Es mi culpa -Trevis no paraba de llamar a su hermana y ahora con esta última suposicion y para nada descartable, pues sucede en este país cosas así, comenzó a llorar.

No sabía qué era peor, mi sobrina de cinco años perdida, mi desesperacion, el niño llorando o la cara de mi hermana si Chloe no aparece.

-Hey chico tranquilo, no fue tu culpa y no está secuestrada. Sueguro... no sé, se distrajo con alguna exhibición.

-Me dijo que quería ir a la franja acuàtica, para ver los peces por el cristal.

-Y aquí hay de esos? Pensé que era un zoológico no un acuario -pregunté incrédulo, era la primera vez que venía.

-Hay una parte que le llaman la franja acuática o El gran océano, son simulaciones del arrecife australiano -decía mientra se secaba los mocos y se estrukaba el rostro con el puño, no debí gritarle hace unos minutos.

-Ves -le dije tratando de calmarlo, -seguro está por allá vamos a revisar.

Él asintió en silencio y me guió hacia el lugar, que al parecer era más grande de lo que imaginaba.

JACQUELYN GIBSON

Todo es tan bonito, estamos en la parte de la exhibición acuática, mi parte favorita del lugar y el que frecuentábamos cuando niños. Paul me estaba explicando sobre  algunas especies, no veníamos hace siglos y muchas cosas han cambiado: hasta hay un parque de atracciones en la última parte.

El patrocinador del sitio debe estar forrado.

Nos detuvimos en una pecera gigante, la más grande de todas, me quedé petrificada, parecía el océano, se veía infinita. Nos sentamos en un banco que tenia muy cerca.

-Esta es la imitación de una porción de la gran barrera de coral australiana, algunas especies son traídas de ahí -me encantaba oírlo hablar de tantas cosas interesantes que sabía que solo investigaba para tenerme hipnotizada mientras me cuenta todo lo que sabe.

-Es tan fascinante...

-Me recuerda a la película Buscando a Nemo -dijo una niñita pelicolorada que sostenía un cartucho con palomitas.

Era extremandamente adorable, Paul y yo nos reímos.

-Te gusta el mar? -le pregunté, era raro que siendo tan pequeña no estuviera con sus padres.

-Es monísimo -dijo con una enorme chispa en la mirada.

Paul me soltó en un susurro: -Está niña anda sola por el zoo? Donde están sus padres?

Y tenían razón, miré alrededor y los demás niños que habían andaban de mano con sus padres o sus abuelos? Algunos eran difíciles de decir. Entonces si estaba perdida debía llevarla al puestecito de mando para que llamen a sus padres por el megáfono.

Hice una seña a Paul y nos pusimos de pié.

-Oye -me agaché oara explicarle a la pequeña, era tan adorable -te llevaremos con tus padres ok?.

-Ando con mi tío y mi hermano- nos dijo mientras asentía varias veces.

En ese instante sentimos unos grítos que se dirigían hacia nosotros.

-Chloe! Hermana!

Ella corrió hacia el pequeño, era tan tierno como ella y parecía que había llorado muchísimo.

-Disculpame, la chica bonita iba a llevarme con ustedes.

-Hola -lo saludó Paul- donde está su tío, tu hermana andaba perdida.

-Corre demasiado lento, ella se perdió porque el no quería traerla.

Todos reímos y los niños se daban abrazos encariñadamente.

-¡Viste Minion, te dije que la encontraríamos! -el supuesto tío llegó y ni siquiera hizo caso a nuestra presencia.

Pero esa voz...

-¡Bicho, cuantas veces te dije que no te fueras sola!

-No estaba sola, la chica bonita y su compañero me encontraron y me iban a llevar con ustedes.

Él terminó de arreglarle la ropa a la pequeña y se volteó hacia nosotros.

-Muchas gra...

Ahí sus ojos toparon con los mios y comenzó mi éxtasis mental, el cabello negro, los lentes, los ojos verdes, su apuesta figura con ese jean y la camisa hawaiiana.

-Jacquelyn, Paul.

-Señor Max! -dijimos al unísono.

Su rostro era divertido, me miraba de una forma tan rara.

¡Para Inri que me vengo aquí en pleno Zoo!

Cuando iba a decirle algo un aire frío recorrió mi cuerpo. Mi vista se nubló de muchísimos puntos grises y vi como el mundo dio vueltas alrededor de mí para luego caer desplomada en el piso.