En la Italia joven y renovadora, Kim Taebium prueba ser una valiente e inteligente estudiante de filosofía.

Y para no quedarse atrás con su juventud, cada día al volver de la universidad, por la noche, se envuelve en el ambiente de aquel bar repleto de necios e ineptos.

Le gusta bailar al ritmo de la discoteca, moverse en el medio de la pista de baile sin verguenza alguna, refregarse contra otras anatomías, sentirse deseada.

Pero lo que más le gusta es emborracharse. Que las palabras de sus reflexiones y críticas tan filosóficas sean lentas. Y que el aclamado bartender Kim Seokjin le sirva un trago más y así parlotear hasta cuestionarse el significado de cada misterio universal.