Capítulo X: Grandeza
El pequeño Mo Xuan Yu saltaba de un lado a otro tratando de mantenerse oculto de su hermano mayor, sus pequeños saltos hacían sonar los bonitos cascabeles que tenía en sus caderas, su traje rojo contrastaba con su blanca piel y su pequeño rostro estaba finamente pintado mientras un pequeño puntito rojo se mantenía impecable en su frente. Trataba de imitar los bellos movimientos de su hermano mayor mientras se desplazaba por los campamentos anunciando la apertura de una gran ceremonia, debía conseguir un abanico pues había perdido el suyo y si algunos de sus hermanos mayores se enterase seguramente sería castigado.
— Un hermoso omega va a bailar— cantó en voz alta mientras caminaba de un lado a otro— Y todos lo van a admirar...
— ¿Omega?—
El niño fue sujetado muy lejos del suelo, fue elevado mientras zarandeaba sus bracitos de un lado a otro, trató de liberarse por sus propios medios pero no dio resultados, se cruzó de brazos haciendo un pequeño puchero para luego levantar su rostro hacia su captor.
— Mi hermano te hará mucho daño si rompes uno de mis cabellos— le advirtió el menor sacándole la lengua— Usted estará en serios problemas
— ¿Tu hermano?— el hombre acarició la marca de bermellón en su frente— ¿Tu joven hermano está aquí?
El niño asintió varias veces observando a aquel imponente hombre, vestía un armadura y era lo suficientemente alto para acabar con él, junto a él iba un niño que miraba curioso al pequeño omega capturado, olia delicioso, casi como el delicioso pastel de frutas que su madre solía prepararle, si tan solo su hermano mayor no lo hubiese capturado primero podría reclamarlo como suyo, no era justo, su honorable hermano mayor ya tenía un prometido, uno que era conocido por ser bello y educado, no tenía porqué quedarse con este omega que olía tan delicioso, cubrió su rostro con el abanico que había encontrado evitando gruñirle a su hermano mayor.
El pequeño omega fue dejado suavemente sobre el suelo, arregló su túnica y su peinado antes de sacarle la lengua a esos tontos alfas y echarse a correr de regreso a su campamento, quería ir y contarle a su hermano para que este lo vengara, él no tenía la culpa de ser tan pequeño, era cosa de familia, su hermano tampoco era muy alto, realmente esperaba que su hermano mayor Jin Zixuan tuviese un poquito más de suerte que ellos porque ser un omega bajito no era algo malo, sin embargo si eras un alfa y tu tamaño era reducido se volvería inmediatamente la burla de todos los demás.
— ¡Hermano mayor!— gritó el niño agitando sus cascabeles mientras se aseguraba de que nadie lo seguía— ¡Hermano mayor, A- Yu tiene algo que contarte!
Shi Feisha detuvo al niño mientras lo inspeccionaba, su cabello estaba ligeramente desarreglado y su pequeño bermellón había sido técnicamente borrado, suspiró limpiando la carita del niño para luego tomarlo en sus brazos alejándolo de los dos hermanos que venían siguiéndolo.
La fogata había sido encendida atrayendo a muchos cultivadores, algunos tocaban mientras admiraban el fuego mientras otros se mantenían cerca solo para conservarse calientes, los líderes de secta observaban desde sus mesas los diferentes números que se habían preparada para animar la celebración, la secta organizadora había dispuesto de algunos omegas que se desplazaban de un lugar a otro trasladando comida.
— Guarda silencio— le riñó Shen Qingqiu acomodándose su ropa—Tu hermano necesita concentrarse justo ahora
— Pero allí afuera está un tipo muy molesto que quiere verlo — se quejó el menor dejándose atrapar— ¿Por qué todos estamos vestidos así?
Los murmullos se detuvieron cuando los omegas ingresaron en la instancia, varios contuvieron la respiración al verlos caminar usando tan desvergonzadas prendas, Yan Jinghua parecía querer vomitar algunos insultos mientras Xiao Mo negaba suavemente contrariado, el líder les ordenó sentarse mientras el se dirigía hacia la mesa de los líderes de secta, les sonrió amablemente mientras tomaba asiento junto a ellos.
— Me siento algo enfermo — susurró Feisha mirando su atuendo— Definitivamente esto no es mi estilo, A- Yu por favor nos vayas a gritar demasiado
— A- Yu se mantendrá callado y quieto — sentenció el menor mientras miraba hacia todos lados— ¿Por qué todos nos miran?
Shen Qingqiu sonrió dejando su abanico a un lado, acomodó su túnica e indicó a uno de sus seguidores que avanzara hacia ellos, la mayoría de los presentes contuvo la respiración cuando la joven belleza subió al escenario, la capa dorada que llevaba cayó mostrando su bello rostro, la marca bermellón resaltaba en su frente, sus cabellos sueltos caían sobre sus hombros, el líder Jin Guangshan cubrió su rostro avergonzado mientras observaba a uno de sus hijos menores vestido de esa forma. El joven Jin sonrió dejando expuesto su cuerpo, extendió sus manos dejando a la vista dos bellos abanicos.
— Permítanos brindarles entretenimiento— anunció educadamente el maestro Shen haciendo una reverencia— Nuestras técnicas de cultivación pueden resultar atractivas a la vista
Jin Guangyao se desplazó de un lugar a otro exponiendo sus abanicos hasta que la música empezó a sonar, los hermosos cascabeles que colgaban de sus caderas empezaron a sonar mientras el omega se desplazaba de mesa en mesa dejándose apreciar, algunos intentaron tocarlo recibiendo pequeños golpes con el abanico de advertencia, su túnica estaba hecha de un material casi traslucido que dejaba apreciar su piel firme y sus delicados pezones.
— ¿Dónde se metió ese mocoso?— gruño Nie Mingjue empujando a todo aquél que interrumpiera su paso— ¿Y por qué todos están tan letargados?
Los alfas aullaban con furia mientras el omega se paseaba coqueto entre ellos, incluso los rectos cultivadores de la Secta Lan no podían evitar suspirar ante tal belleza, el mayor de los hermanos de jade observaba con una sonrisa pacífica a su hermano jurado, había crecido y se había convertido en un omega tan hermoso como letal, el chico pareció reconocerlo porque estiró una mano hacia él invitandolo a tocarlo, su rostro se sonrojo visiblemente y apartó la mirada avergonzado, no debería codiciar al omega de su hermano.
Antes de que pudiese reaccionar, los abanicos que llevaba con él se convirtieron en talismanes, encendiendose mientras danzaba, más de uno contuvo el aliento cuando aquellos abanicos encendidos en llamas fueron lanzados al aire y luego atrapados con la misma destreza y elegancia.
— ¿Qué es lo que miran, escorias?— rugio el comandante de la secta Nie llegando hasta su hermano jurado— ¿Y a todos que bicho les picó?
Lan Xichen bajó la mirada algo avergonzado de su comportamiento para luego mirara hacia donde Jin Guangyao continuaba danzando, el jade pudo sentir como su hermano apretaba el mango de su sable hasta casi romperlo, trató de respirar calmadamente como había practicado pero su alfa no parecía mantenerse en sincronía con su forma humana, quería ir y asesinar a todos esos que se atrevían a mirar codiciosamente a su omega, Jin Guangyao era suyo y nadie más que él podía verlo de esa forma.
Los abanicos fueron lanzados al aire explotando en pequeñas luces de colores mientras el omega hacía una exagerada reverencia ante los líderes de secta, el público rompió en aplausos y silbidos descontrolados mientras el omega sonreía tímidamente.
— ¡A-Yao!— chillo el pequeño niño que antes había atrapado— ¡A-Yao es un hermano mayor tan genial!
El menor se colgó de su hermano mayor dejando pequeños besos en su mejilla mientras el mayor intentaba arreglarle el pequeño bermellón de su frente, eso explicaba porque el pequeño cachorro omega le había resultado tan conocido.
— A-Yao— lo llamó mientras se sacaba su túnica exterior y la dejaba caer sobre los dos omegas— ¿Se puede saber dónde has aprendido eso?
— Entrenamiento— una sonrisa coqueta apareció en el rostro del segundo hijo de Jin Guangshan— Un poco de esto y un poco de aquello, soy muy virtuoso ¿No opina lo mismo, mi señor?
El primogénito de los Nie asintió mientras cubría a sus omegas, no podía permitir que los vieses tan expuestos, su instinto primario le hacía querer ocultarlos de todos los demás, los tomó en brazos a ambos y los llevó rumbo a su tienda de campaña, tenía una muy larga charla pendiente con su omega, su hermano menor le siguió de cerca observando curioso al pequeño cachorro que de rato en rato le sacaba la lengua desde donde estaba oculto, su hermano mayor nunca había cuidado de alguien más que él, era extraño verlo tna sobreprotector con dos omegas que tenían un olor ligeramente similar.
Wei Ying hizo un puchero mientras trataba de robar otro vaso de alcohol de las mesas de los alfas, era un trabajo sencillo, solo debía ir hacia esas mesas y sonreír fingiendo demencia, luego tomaría las botellas de alcohol y echaría a correr de regreso a su mesa. Estuvo a punto de conseguir otra botella de ese delicioso licor cuando algo o más bien alguien lo detuvo.
— No puedes tomar alcohol— le dijo aquella voz con parsimonia— Devuelvelo
— ¿Quién dice que no puedo?—
El omega volteó a observar al que había osado interrumpir su negocio, fruncio el ceño ligeramente, a pesar de que había querido ver al segundo jade para provocar algunas reacciones en su rostro, no le gustaba cuando los alfas intentaban darle órdenes, él no era su sirviente ni tenía porqué obedecerlos, elevó una ceja observando su botella antes de llevarla lentamente a sus labios dejando escapar un pequeño gemido mientras tomaba de ella.
— Ups ha sido culpa mía—
Una coqueta sonrisa se extendió por su rostro mientras trataba de tomar otra botella, Lan Zhan apartó el licor del omega interponiendose entre él y aquella mesa de cultivadores, el omega soltó un suspiro exagerado dándose media vuelta para asaltar otra mesa.
— Patético—
— Yo también me alegro de verte— respondió acercándose al alfa curioso— ¿Me has extrañado? Tu hermano mayor parecía encantado con mi dulce hermano A-Yao
— Patrañas—
— Probablemente tu hermano no puede resisitirse a nuestros encantos— el chico se acercó invadiendo el espacio personal del alfa— ¿Yo también puedo causar alguna reacción en ti? ¿Te parezco bonito?
— Desvergonzado—
El alfa retrocedió haciendo que el omega se resintiera mientras se cruzaba de brazos, le gustaba más el Lan Zhan de antes que le permitía acercarse sin soltar esas duras palabras, estuvo a punto de replicar cuando su hermano apareció con el ceño fruncido junto a su tío.
— ¡Wei Wuxian!— chillo su shimei con furia— ¿Que estás haciendo? ¿Estás fastidiando al hermano Lan? ¿Acaso quieres que nuestra secta pierda la cara?
Jiancheng ni se molestó en echarle una mirada a Lan Zhan, estaba más preocupado por su hermano omega, vestía unas túnicas casi traslucidas que llamarían la atención de cuanto alfa y beta hubiese en aquel lugar, era peligroso que estuviese solo dando vueltas por aquel lugar, por eso había regresado por su padre para que le acompañase a buscar a Wei Ying y le hiciese entrar en razón.
— Shimei, no estaba fastidiandolo— se quejó dramáticamente agitando su mano en dirección de su tío— Yo solo estaba mostrandole mis respeto a Lan Zhan
— Estabas molestandolo— le riño tirando de la oreja del omega mientras gruñia— No puedo creerlo, tna adicto al desastre, pensé que habías moderado tu conportamiento
Los omegas siguieron discutiendo entre ellos mientras se jaloneaban, uno de aquellos movimientos dejó al descubierto parte del pecho de Wei Ying, el omega intentó cubrirse pero aquello no dio resultado, la tela era incomodamente traslucida, Jiancheng apartó la mirada sonrojado mientras Wei Ying intentaba hacerse un nudo, estaba a punto de lograrlo cuando sintió algo pesado caer sobre él, una enorme capa blanca lo cubría de pies a cabeza, Lan Zhan se la acomodó antes de alejarse sin mostrar ninguna señal de incomodidad en su rostro.
— Cubrete—
El tono frío de Lan Zhan no tuvo ninguna variación, el omega sonrió encantado con el olor que brotaba de aquella prenda, tomó la mano de Jiancheng antes de echar a correr lejos de ahí, a pesar de que podría usar una túnica mas cómoda cuando llegase a su campamento no quería quitarse aquella capa, prefería dormir rodeado de aquél delicioso aroma, Jiancheng fruncio el ceño algo contrariado, su hermano parecía tener un extraño comportamiento alrededor del que sería anunciado como su prometido al finalizar aquella competencia entre sectas, quizás debía decírselo y evitar algunas confusiones.
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