Capitulo 30 - "Buen corazon"
Entre lentamente al hotel, por suerte tenía unos cuantos billetes, para sobrevivir solo algunos días, el hotel era muy clásico, recepción, sala de espera y paredes "algo"refinadas, no estaba mal, ya necesitaba tener unos minutos a solas y soltar toda la furia y tristeza que cargo sobre mi, al entrar pedí una habitación de no más de $500 dólares, reservé una económica solo por 3 días, en sí no sabía ni que mierda hacer ni irme, no tengo familia en esta ciudad, mi móvil está averiado, valla mierda que la mala suerte cae en mi, el recepcionista me entrego la llave de mi habitación mientras que detrás de mi unos pasos se oyeron, voltee la mirada y vi un hombre de masomenos 24 años, con cabello rebelde color miel, de ojos verdes, muy alto y con traje de botones, él se aproximaba a mí con una gran sonrisa...
—Valla señorita, al parecer no trae maleta—dijo el chico rascándose la cabeza
—Si... Al parecer solo vengo aquí por 3 días, en realidad vivo en esta ciudad, es larga historia—dije con la voz cansada.
—Wow, bueno le iva a decir si le ayudaba con sus maletas, a sí que... ¿Le gustaría que la acompañe hasta su habitación?—dijo cortez.
—Bien—dije con una leve sonrisa
El y yo subimos al elevador mientras que la música de este hacía el momento algo incómodo, así que el chico decidió romper el silencio mientras subíamos cada piso...
—¡Por dios que descortés! Mi nombre es Edward—dijo dándome su mano.
—Yo soy _____, un gusto—dije dándole levemente la mano con una leve sonrisa.
—Le noto triste, ¿Se encuentra bien?—dijo en voz baja
—Emmm, no, es solo que...—dije con la voz cortada
—Disculpe, si es privado no debo meterme en cosas que no me importan.
—No te preocupes, no es nada, y no me hables de usted, háblame de tu.
—Esta bien.
El elevador sonó indícanos la llegada al piso, un gran pasillo estaba frente a mis ojos con varias puertas, Edward abrió la primera puerta del lado derecho, sacó las llaves de su bolsillo y introdujo la llave en la cerradura, mientras el abría un dejavú llego a mi, cuándo Chris abrió el cuarto rojo, así que intente olvidar eso pero unas lágrimas querían caer de mi rostro, intente controlarme ya que tenía frente a Edward y no quería que me viera llorar.
Al entrar al cuarto, solo había una cama, un escritorio viejo, el baño y un paquete de jabones y utensilios de baño encima de la cama...
—No es mucho, pero es lo esencial—dijo Edward algo apenado.
—No te preocupes, es lo que por ahora necesito—dije suspirando
—Bien, creo que debo retirarme, en fin si tienes hambre puedes bajar al restaurante, allí estaré por si necesitas algo, no dudes en pedírmelo—dijo algo nervioso con las mejillas rosadas rascando su cabeza.
—Gracias, Edward—dije sonriéndole.
El salió de la habitación y yo con un gran suspiro mire a mi alrededor, me senté a la orilla de la cama y pensé, no puede ser posible que desde que era pequeña vi a mi padre como mi héroe, él siempre cuido de mi, no pude conocer a fondo a mi madre ya que falleció cuando era pequeña, así que mi padre fue mi ejemplo a seguir, ahora una maldita hija de perra lo mató, ni siquiera la conozco, es una psicopata y si no hubiera conocido a Chris esto no hubiera pasado, es tan lógico elegir entre la vida de tu padre que la de tu "pareja".
Después de llorar unos cuantos minutos, decidí entrar a darme una refrescante ducha para olvidarme de los problemas, abrí la llave, el agua salía clara junto con el vapor, tome shampoo y comencé a bañarme, el jabón caía sobre mi cuerpo mientras pensamientos de nuevo llegaban a mi, al salir de la ducha comencé a vestirme, pero en ese momento el sonido del tocar de mi habitación hizo que me apresurará a cambiar de ropa "¡¡Ya voy!!" grite desde el baño, me puse la misma ropa que traía y me dirigí rápidamente hasta la puerta con el cabello mojado, abrí la puerta y vi que allí estaba Edward, con un paquete de cosas...
—¡Edward!
—Hola, te traje algo de botanas, pijamas y algunos libros—dijo sonriéndome
—Gracias ¡Pero qué lindo eres!—dije sonriéndole
—De nada, bueno creo que te espero en el restaurante—dijo tímido
—Oh! Si espera sólo recojo mi cabello—dije corriendo hasta el espejo
—Claro—oí a lo lejos
Fui directo a recoger mi cabello y volví corriendo hasta Edward, él me ofreció su brazo y nos dirigimos hasta el restaurante, ya abajo el restaurante era acogedor, pequeño pero no muy refinado, era cálido, Edward me cedió el asiento y se sentó frente a mi, nos sirvieron unas cuantas bebidas y Edward comenzó a hablar...
—____ es un lindo nombre—dijo Edward dando un sorbo a su bebida.
—Gracias, el tuyo también.
—¿Dime que te trae por aquí?—dijo Edward
—Mi ex me busca y mi padre falleció —dije tragando saliva
—Oh, Dios mío, lo siento—dijo triste
Un hombre llamó a Edward a lo lejos algo asustado, Edward rápidamente salto de su lugar y fue directo a el, solo veía que la gente estaba asustada, Edward corrió hasta a mí muy exhalado diciéndome...
—¿Te... Te llamas ____ Parker Smith?
—Si...—dije con miedo
—Te están buscando.
—¿Quién?
Continuará...
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