En la fiesta de Chris, bailamos un poco, conocí gente nueva, el ambiente era lleno de alegría por los presentes, la música nos movía el cuerpo, los sentimientos que sentía al ver a Chris bailar eran extraños, creo que me está volviendo loca este hombre.

Eran más de las 2:00 a.m. y ya me sentía algo agotada, estaba sentada en la barra de bebidas mirando estúpidamente a Chris, la manera en cómo hablaba con la gente, su mirada, su porte, su masculinidad al hablar, esa sonrisa que mataba a cualquier chica, me traían vuelta loca que me hacía suspirar a cada segundo, Chris volvió conmigo unos minutos después, vi que hizo una señal al DJ y vino directo hasta a mí, me extendió la mano y una canción de salsa comenzó a tocar, el tomo mi cintura y comenzamos a bailara aunque estaba muriendo de vergüenza porque no sabía bailar salsa y Chris lo hacía bastante bien...

—Chris...

—¿Qué pasa cariño?

—No se bailar muy bien.

—¡De eso no te preocupes que yo te enseñaré!—dijo tomando fuerte mi cintura.

El comenzó a bailar lentamente pegado a mi cuerpo cada vez la música se hacía más intensa y él me acercaba más y más a su cuerpo, tomó mi pierna y la puso en su brazo, se acercó a mi oído y me susurró...

—Cariño me estás volviendo loco.

Una sonrisa se formó en mi rostro y susurrándole al oído le dije...

—Hazme tuya...

Chris bruscamente me cargo en sus brazos y sin ni una palabra salió corriendo de la fiesta y me llevo hasta el elevador, ya en el yo le pregunté...

—¿Dónde vamos cariño?—dije tomando su mentón

—Te haré mía cariño.

Llegamos al piso y vi que había un guardia de seguridad en una de las puertas del pasillo, el guardia al vernos se retiró acentando la cabeza y entramos, era un cuarto aún más grande de juego había de todo tipo de cosas sexuales, había una cama enorme con pétalos de rosa, Chris me miraba con mirada de satisfacción, y me llevo directo a la cama me aventó a ella y de un jalón me quitó el vestido y por poco que lo rompe...

—¡Serás mía maldita!—dijo sentándome en sus piernas quitándome bruscamente el sostén y mis pantis.

Puso su rostro en mis pechos sintiendo un poco su barba, succionaba mis pechos con locura mientras que con una mano metía un poco sus dedos dentro de mi haciendo que gimiera, yo le quite la camiseta quedando en corbata y jalándolo hasta a mí para que sus labios danzaran con los míos metiendo un poco su lengua, el me tiro más hasta el centro de la cama fu a cada esquina de la cama y con una cuerda me ató a cada orilla de la cama dejándome abierta de piernas desnuda, tomó un pañuelo negro, me cubrió los ojos por completo y me susurró al oído...

—Hazme tuyo perra...

El lentamente pasó la pluma por mi brazo derecho bajando muy lentamente hasta mi abdomen, rodeando mis pechos, bajando y subiendo de un lado al otro, bajando hasta mi zona haciendo que un fuerte escalofrío me recorriera de pies a cabeza, sentí su lengua subir hasta mi abdomen llegando hasta mis pezones succionandolos, fue bajando hasta mi zona y comenzó a lamer haciendo que gimiera, fue succionando un poco haciendo que lo tomara de la cabeza empujándolo más a mi, él se retiró toda la ropa rápidamente y sacó rápidamente sus atributos metiéndolos dentro de mí muy lentamente para luego dar una gran embestida cada 3 segundos, haciendo que gritará aún más fuerte, rápidamente tomo un látigo de al lado suyo y por cada embestida daba un latigazo en mi pierna derecha haciendo que gimiera como loca, rápidamente salió de mi para tomar un vibrador y meterlo dentro de mi, un gran «Ohhhhh» salió de mi boca haciendo que mis piernas de contrajeran con un exquisito hormigueo haciendo que mi zona palpitara de placer, Chris me dio una nalgada mientras tenía el primer orgasmo de mi vida, volvió hasta mi rostro y me dijo...

—Ahora eres mía finalmente...

Continuará...